Neo Geo X, o un desastre anunciado

El entonces conocido como “Rolls-Royce” de las consolas, tenía un precio absolutamente prohibitivo para la práctica totalidad de los que  entonces ya seguíamos el mundillo, que nos teníamos que centrar forzosamente por motivos económicos en las consolas “mainstream” del momento,  Megadrive y Super Nintendo, las máquinas con las que coincidió en primer lugar en el mercado. Porque hay que decir que la historia comercial de esta máquina no termina hasta hace bien poco, concretamente hasta 2004, lo cual la convierte posiblemente en el sistema que ha tenido más recorrido temporal de todos los que han poblado el medio, aunque los últimos años la presencia de la consola era testimonial y casi todo se fiaba ya a la enorme base de placas recreativas repartidas por todo el mundo.

Ochenta mil pesetas de entonces por la consola, y cincuenta mil por cada juego. Una losa totalmente insalvable,  salvo para los más pudientes y los verdaderos aficionados de entonces, los que tuviesen sueldo propio, y no precisamente pequeño.  Aunque la consola era inaccesible , ya hemos mencionado que la versión recreativa, la placa MVS, fue  junto con las de Capcom la más ampliamente distribuida de la época arcade. Cada pocos meses, Snk lanzaba una nueva maravilla para su niña mimada, una máquina en la que hay pocos juegos que realmente merezcan el calificativo de prescindible, y a los que para colmo el tiempo, y el ya conocido abandono de las 2d por la industria, han hecho envejecer bastante bien.

Sí, en Neo Geo hay  mucha lucha. Pero estamos hablando de la primera época dorada del género, con sagas que han sido y serán referencia.  Samurai Shodown, King of Fighters , Fatal Fury, otros títulos menos conocidos pero igualmente sobresalientes como Breakers, Kizuna Encounter o la saga World Heroes. También encontramos en su catálogo shooters como Pulstar , Blazing Star y Last Resort, adictivos puzzles como Puzzle bobble o Magical Drop V y multitud de plataformas como Blues Journey o SpinMasters, una buena ración de juegos ahora olvidados pero perfectamente jugables hoy día, sin olvidar una de las sagas que sin lugar a dudas culminó el mundo del arcade, como es Metal Slug, y que posiblemente ha sido la más maltratada de todas las series clásicas en cuestión de reediciones.

El atractivo de esta máquina, por su aureola de exclusividad, posiblemente no ha tenido parangón en las generaciones posteriores. Poco a poco se convirtió en el sistema con mayor pujanza en el mundo del coleccionismo, y a finales de los 90 y primeros 2000, el mercado online de los aficionados a esta consola, concentrados casi a nivel global en la web www.neo-geo.com , era un verdadero escándalo en el que a diario se movían miles de dólares en sus foros, y decenas de miles en Ebay.  Los títulos que podrían llamarse “majors” , los más raros, especialmente en versión occidental,  iban saliendo a precios de subasta cada vez más caros (hasta llegar a límites ridículos, caricaturescos y totalmente especulativos en la actualidad), pero siempre había gente dispuesta a comprar y vender, por el embrujo que aún tenían y, por lo que vemos, siguen teniendo los juegos de esta máquina increíble. Poderosísima en 2d,  hasta el punto de que las conversiones de sus juegos para la generación 32 bits fueron muy controvertidas en su día por no ser (en el caso de Playstation) copias exactas del original, por la ventaja de megas que daban los cartuchos y la limitación de RAM de las consolas de la generación 32 bit.

Nostalgia mal entendida, y peor vendida

Es evidente que la nostalgia vende en el mundo del videojuego. Lo estamos viendo a diario y a buen seguro lo vamos a seguir contemplando. Algunas compañías que no han sido capaces de adaptarse a la modernidad, como es lamentablemente el caso de Snk o más bien su heredera Snk Playmore, siempre han tirado de su patrimonio histórico para equilibrar el balance de resultados ante su evidente falta de capacidad para seguir incrementando ese legado maravilloso. Todo vale, a costa de la nostalgia y del bolsillo de los fans, que sentimos una veneración que yo me atrevería a catalogar de casi religiosa hacia las siglas de Snk. La sucesión de recopilatorios, ports, colecciones y reediciones  daría para estar escribiendo horas, y no siempre con resultados aceptables, porque en ocasiones se nos ha tomado por estúpidos. Y aquí empezamos a hablar de Neo-Geo X, porque sin duda es el caso más avanzado en este sentido.

La ahora aparentemente difunta portátil fue la última vuelta de tuerca a la explotación de su legado por parte de Snk Playmore, empresa de la que para entonces ya sabíamos que no era digna de la historia de sus siglas azules. El concepto no era nuevo. Existen portátiles asiáticas, y en la actualidad bastantes, que ya eran capaces de emular a la perfección los juegos de la gran bestia negra de los 90. Una simple búsqueda en google nos devolverá los nombres de varias de ellas. La idea, a priori, es atractiva, y de hecho de haberse llevado a cabo de otra manera podría haber sido satisfactoria para los fans, pero los problemas empiezan desde el principio.

En cuanto las primeras unidades llegaron a los usuarios, comenzaron las malas noticias. Por un lado, la más grave. La emulación no era perfecta, existiendo problemas ocasionales de sonido y un tearing bastante evidente en muchos juegos. Todo esto más de una década después de los primeros emuladores de Neo-Geo. Para colmo,  esto no hizo sino revelarse como peor de lo que podíamos esperar, cuando  nos enteramos de lo que corría en las tripas de la portátil. Ni más ni menos que la misma versión de un emulador que ya ejecutaban muchos sistemas no oficiales que hemos mencionado, con el agravante de que algunos de ellos eran capaces de hacerlo de manera más eficiente. Es obvio que los primeros que compraron la máquina eran ya usuarios muy familiarizados con los juegos de Neo-geo, y por tanto inmediatamente fueron detectándose los problemas, pero lo peor no era que la pantalla temblase por la falta de sincronización vertical, o que hubiese problemas de audio bastante evidentes, problemas que para colmo no fueron totalmente solucionados tras la actualización de firmware que se lanzó posteriormente.

El auténtico problema, el que hace que los usuarios que deberíamos haber estado encantados  con  este sistema ahora nos alegremos de su prematuro final, es otro bien diferente. Desde casi el comienzo de la vida del proyecto, lo verdaderamente ilusionante, más que el hecho de que sería una consola portátil, era el hecho de que también sería una especie de réplica de una Neo Geo Aes original, la cual podríamos utilizar en nuestros televisores mediante un dock en el que se introduciría la consola y que enviaría la señal al televisor, tanto a un LCD como a uno de tubo con el cable apropiado. La idea era verdaderamente exquisita para los fans, pero  finalmente es aquí  donde el fracaso ha sido mayor, y donde esos  mismos admiradores de Snk  a los que se dirigía el sistema tenemos derecho a estar decepcionados hasta el extremo.

La consola Neo-geo original estaba pensada para ser visualizada en una televisión de su época, una tv de tubo de toda la vida, a una resolución muy baja, concretamente 320x224. Cualquiera que esté familiarizado con el sistema, sabe perfectamente que su visualización en una pantalla actual, lcd o led de muchas pulgadas, es un tema bastante problemático, y que para obtener unos resultados excelentes es necesario recurrir a aparatos bastante caros como el X-Rgb Mini o un reescalador similar, por la falta de esas scanlines tan características de los sistemas retro. La calidad de imagen de Neo Geo X, conectada a una pantalla actual, es muy pobre ya que nada de esto ha sido tenido en cuenta, y lo que nos encontramos es un reescalado cutre y algún filtrado mediocre para lo que hoy existe. Igual si no conoces el material original puede pasar, por pura ignorancia. Pero cualquiera que haya probado lo original sabe que la realidad es mucho mejor. 

Como es un sistema orientado a jugadores retro, Snk Playmore y Tommo tuvieron a bien permitir que el sistema se conectase a una tv de tubo, pero aquí es donde directamente decidieron que los compradores tragarían con cualquier cosa que tuviese las letras azules de Snk en su carcasa, y la única manera de conectar la consola para intentar ver en pantalla lo que realmente fue la Neo-Geo, es optar por una salida de video compuesto por conectores RCA. Todo el que usa con asiduidad consolas antiguas sabe de sobra que se trata del escalón inferior de todas las calidades posibles para visualizar estos sistemas de resoluciones bajas. La consola original tuvo cantidad de revisiones de su placa, pero todas ellas mantuvieron, con diferentes calidades, la salida de imagen Rgb, la mejor posible en el momento. En cambio, una máquina que pretende homenajearla, se limita a una paupérrima calidad de video, repito, en su medio original, las pantallas de tubo.

Si todo esto no era suficiente, los usuarios de la primera hornada también se quejaron, y con razón, de la calidad de los componentes, de los controles de la portátil y, lo que es aún más grave si cabe, de los del propio mando que se conectaba al dock y que pretendía ser una réplica exacta, con los mismos componentes, del stick original de la Neo Geo. Ni siquiera aquí se consiguió la fidelidad total, el respetuoso homenaje que se pretendía dar a la bestia de la época de los 16 bit, y este fue el supuesto motivo de un retraso de la máquina, que argumentaron en la necesidad de conseguir los componentes originales para el mando.

No sabemos lo que pasará al final. Ahora parece que SNK y Tommo andan en disputas legales (otro clásico de la historia de Snk) y que Tommo tiene intención de seguir adelante con este frankenstein de las consolas. Siga o no fabricándose Neo-Geo X, lo que está claro es que las compañías que tienen un pasado glorioso, como Snk, Capcom, Nintendo o tantas, no deben seguir tratando a sus fans más antiguos como si no hubieran crecido. En los 90, los españolitos PAL jugábamos al Street Fighter 2 a 50hz en la más completa ignorancia. Ahora, tenemos a mano una ingente cantidad de medios para reproducir con casi total fidelidad, mediante emulación, reediciones acertadas o las máquinas originales con las pertinentes modificaciones, el material que tanto veneramos.

No nos engañemos. Estamos deseosos de estas reediciones, porque para eso nos gustan los juegos retro. Pero estos revivals tienen que permitirnos jugar una experiencia que sea la misma o superior a la que podemos obtener con las máquinas originales o con la emulación. Ahora estamos hablando de Snk y su portátil, pero lo mismo puede aplicarse a Capcom con las colecciones de sus mayores mitos en las que, literalmente, ha machacado lo mejor de su legado, lanzando al mercado sus mayores clásicos con filtrados bilineares horrorosos, reescalados a resolución 480i (entrelazado) con parpadeos insoportables, o directamente, y esto es lo más grave, teniendo la desfachatez de vender (a quien los compre) en territorio PAL estas colecciones sin selector a 60hz como si nada hubiera pasado desde los 90. Quien quiera comprobar esto, que tenga a bien probar los recopilatorios de Capcom para ps2 y lo compare con el original en una pantalla de tubo, y verá hasta qué punto han pretendido tomarnos el pelo.  Y lo peor de todo, es que todo esto ocurre por pura desidia. Hoy día existen filtrados por software de enorme realismo que son capaces de acercar la experiencia a lo que en realidad veíamos en consolas y arcade de la época y visualizarlo con  aplastante calidad en nuestras pantallas de hoy. No es el caso, desde luego, de Neo Geo X y su penosa calidad de imagen.

Si la consola se termina convirtiendo en un objeto de coleccionismo, habida cuenta del estatus que tiene el material original en ese mundo, es algo que dirá el tiempo. Personalmente lo dudo mucho, porque los fans más acérrimos, esos que aún pueblan el foro internacional que es Neo-Geo.com, no se han tomado muy a bien todo lo que escribo en estas líneas, y no parecen venerar mucho esta emulación imperfecta que han vendido a precio de oro. Por tanto, a fecha de hoy, parece claro que la mayoría de los que aún conectamos nuestra Neo-Geo regularmente,  nos alegramos de que este presunto homenaje salga del mercado, ya que para nada es una respetuosa reedición, sino una indigna fotocopia.