FIFA 14, Impresiones
Probamos la última versión disponible de la saga de fútbol de EA antes de apuntar ya al análisis que llegará próximamente. Nuevas físicas del balón, muchas más animaciones y un ritmo de juego más pausado, sus credenciales para PC, Xbox 360 y Playstation 3 el 26 de septiembre.
A finales de septiembre llega la última entrega futbolística de la generación. Al menos, la última en la que las compañías ponen la carne en el asador en Playstation 3 y Xbox 360. EA Sports es consciente de ello y ha preparado a conciencia FIFA 14, un juego que se puede decir desde ya que no es una mera actualización de plantillas. No. Buenas o malas, pero las variaciones que presenta esta edición de la saga de EA son importantes y diversas. Probamos la última versión preview del título antes del análisis que llegará en las próximas semanas. FIFA 14 quiere acabar la temporada como el rey del fútbol virtual, y sus credenciales están ya encima de la mesa.
Dejando a un lado las versiones de nueva generación para Xbox One y Playstation 4, de las que hemos visto detalles pero no conocemos como funcionarán hasta dentro de un tiempo –ambas plataformas salen a finales de noviembre y FIFA 14 será uno de los títulos de lanzamiento con el motor Ignite como gran novedad-, nos metemos de lleno en esta versión para plataformas de la presente generación. Y hay tres elementos destacados en la preview que hemos podido disfrutar estos días: el balón, las animaciones y el ritmo de juego. Salta a la vista desde el primer partido que empezamos que hay cambios importantes en elementos tan relevantes como estos.
El primero que debemos resaltar es el del balón. La física del elemento más importante en este deporte llamado fútbol siempre había sido un elemento controvertido en la saga FIFA. Sobre todo en la pasada generación, cuando en PES había una respuesta tan realista y en EA no sabían cómo hacérselo. Todo esto es pasado y FIFA ha conseguido en las últimas tres-cuatro entregas unos resultados notables en este aspecto. Ahora se ha dado un paso más adelante. El balón pesa más que en FIFA 13, algo que se nota enseguida cuando los jugadores conducen la pelota. Su respuesta a ras de suelo parece algo más realista, y en balones aéreos la mejora parece tener más relevancia: se nota más peso y empaque en disparos y centros.
Junto a esto, que como decimos se ve desde el primer pitido inicial, vienen otros elementos relacionados que también cambian la concepción de juego. Siempre se habla de la aleatoriedad de situaciones, algo que FIFA 13 mejoró respecto a predecesores, pero la nueva física del balón y las nuevas animaciones y reacciones de los jugadores parecen dar un paso al frente en este sentido. El balón es mucho más incontrolable que antes, intentando acercar cierto realismo a los partidos. Cuando decimos “más”, nos referimos a unos cambios que son bastante más notorios que de la entrega 12 a la 13. Los jugadores tienen menos pegado que nunca el balón a los pies, y eso hace que todo sea más realista.
Nos referimos a acciones que antes seguramente hacíamos de manera automatizada. Cuando llevamos el balón en conducción y le damos al sprint, este se va algo más largo que antes, y si no calculamos bien perderemos la pelota porque se nos irá fuera o nos la podrán cortar con mayor facilidad. Pasa también en ciertos giros que podían parecer sencillos en el pasado. Controlar un balón que viene botando o con algo de fuerza es más complicado, y si queremos directamente girar a un lado mientras controlamos –sin correr a sprint, sin pulsar botones extras- se nos escapará más de la cuenta. En general, se ha dotado de mayor realismo en estas acciones y en otras como las conducciones o los regates.
Se mantiene la opción de parar en seco y buscar cambios de dirección bruscos, algo vital en niveles altos, pero ya no hay esa precisión de cirujanos con los que se podían romper defensas. Vemos jugadores de primer nivel como Cristiano Ronaldo, Neymar o Lewandowski que pierden la precisión que les caracterizaba en según qué movimientos. Balones que se separan algo más de la cuenta en cambios de dirección, regates que no salen del todo bien por esto mismo o nuevas animaciones que hace falta aprenderse. Nos explicamos: Los jugadores, cuando conducen el balón, tienen más “toques” sobre el esférico, de tal manera que hay más matices en carrera, más controles –algunos salen bien, como arrastrar el pie de atrás adelante para escaparse, otros no, como balones que van a media altura y al levantar la pierna no se controla correctamente- y más posibilidades. Y dificultad en ejecutarlas.
A todo esto hay que añadirles mejoras en el sistema de impactos, prometedor pero lleno de errores en FIFA 12, arreglado en el 13 y con más elementos en esta entrega. Vemos refriegas mucho más reales y variadas: jugadores que ponen el hombro encima del rival, que en su caso intenta seguir la carrera con el cuerpo medio agachado; saltos en los que los jugadores caen despedidos al suelo de maneras diversas, posibilidad de robar el balón de múltiples maneras y posiciones y lo más importante: aguantarlo si estamos atacando gracias a la novedad de LT/L2. Dicho botón ya no sirve para iniciar los regates con el analógico derecho, sino que se usa en ataque para poder aguantar el balón a lo Kubala, escondiéndolo al rival. Los regates, los mismos que ya conocemos de la anterior edición, se hacen con las directrices idénticas a FIFA 13 pero sin tener que pulsar previamente el gatillo. Destacar también que hay nuevos tipos de disparo que permiten conseguir chuts más duros y potentes que los ya conocidos.
No todo está perfectamente implementado, y hay algunos elementos que mantienen cierto margen de mejora, como puede ser algunos movimientos de los porteros. En general se mueven bien y sólida, pero todavía se echa en falta cierta naturalidad en algunas situaciones: un pase raso de la muerte en el que el guardameta camina con pasos laterales siguiendo el balón de manera algo arcaica, por ejemplo. En otras situaciones, como centros pasados o disparos ajustados, se han añadido algunas animaciones que dan más realismo a las acciones de los guardametas. Por último, destacar que el ritmo de juego vuelve a ser más pausado, eliminando la sensación que uno podía encontrar de correcalles en la anterior edición en ciertos momentos. Hay contragolpes y transiciones rápidas, pero en general todo tiene otro tempo.
Más allá de estos detalles que uno puede ir desgranando a medida que avanzan los partidos, hay diversas novedades también en temas de interfaz y de gestión de los equipos. Los menús se han renovado completamente, usando una distribución que se puede ver en otros juegos de EA como el reciente Madden 25 y que recuerdan un poco a la pantalla de inicio de Windows 8, con diversas ventanas disponibles organizadas por tipo de modalidades. La sensación es de mayor accesibilidad. En este sentido, destaca sobre todo la mejora en las pausas de partidos: ahora accedemos a un menú desde el cual directamente podemos cambiar la formación del equipo sin tener que entrar en los ajustes, con cinco o seis dibujos predefinidos que podemos escoger y ver en tiempo real como se colocarían los jugadores. Pasar de un 4-4-2 a un 4-3-3 o a un 3-4-3 en pocos segundos.
EA ya nos advirtió que todavía faltaban cosas por tocar y añadir, pero se ven algunas nuevas licencias ya en esta versión preview que van desde el Shaktar Donesk en “resto del mundo” a campos que vuelven a estar en sus manos como el Camp Nou. La banda sonora, de la que no se puede desvelar de momento la tracklist, vuelve a ofrecer la clásica variedad de géneros típica de la saga. No será hasta el momento del análisis que podremos profundizar en absolutamente todos los cambios jugables que se han añadido, las nuevas modalidades offline y online –que las hay- y como se siente y se juega FIFA 14 en su totalidad. De momento, las primeras impresiones ya in situ son que el juego no es una simple actualización y que se ha apostado por cambios importantes. El título sale el 26 de septiembre, y antes llegará el análisis.
- Deportes
FIFA 14, desarrollado por EA Sports para PlayStation 3, PlayStation 4, Xbox 360, Xbox One, PC, PlayStation Vita, Nintendo 3DS, Wii, PlayStation 2, PlayStation Portable y dispositivos iOS y Android, es la nueva entrega del popular simulador de fútbol de Electronic Arts para la temporada 2013-2014.