FIFA 14, Impresiones

Hemos hablado largo y tendido de FIFA 14 en su edición para las máquinas actuales, con varias tomas de contacto e Impresiones sobre lo nuevo de EA Sports para esta temporada. Pero muy poco se sabía de cómo iba a ser su homónimo en las consolas que se estrenan este otoño, Xbox One y PlayStation 4. Electrónic Arts desveló en el E3 que esta edición con tecnología de vanguardia funcionará con el motor gráfico Ignite, un nuevo engine creado por la propia compañía que además del realismo visual busca el realismo físico y coherente, la simulación plena en cuestión de inteligencias artificiales, inercias, comportamientos, pesos y consecuencias reales desde el siguiente instante a un determinado acontecimiento.

El FIFA 14 de PS4 y One sería imposible en PS3 y Xbox 360, mueve unos parámetros, gráficos y variables solo gestionables por los procesadores más avanzados. La demo jugable de la Gamescom nos lo ha demostrado. Para empezar, este FIFA está desarrollado teniendo en cuenta el instante, el frame, es decir, que todo lo que ocurre en pantalla y durante el partido tiene consecuencias directas en el siguiente momento, desde la colocación mucho más inteligente de los futbolistas para evitar huecos o preparar pases teniendo en cuenta a sus compañeros hasta la forma de chufar de un jugador para no agotarse posteriormente o hacer su tiro a puerta imprevisible. Como en la vida real, repetir una y otra vez una jugada hace que pierda el factor sorpresa, o colocarse mal para recibir un pase no tiene arreglo ya una vez tengamos el balón en los pies. Puro fútbol y pura estrategia.

Justo esto quiere ser FIFA 14 next-gen, un acercamiento  un partido profesional real, donde cada futbolista individualmente juega todo el tiempo teniendo n cuenta a sus compañeros y teniendo en cuenta las órdenes del jugador desde el pad. La verosimilitud de comportamientos lograda es tal que EA Sports asegura que por fin en la nueva generación se acabarán las faltas injustas, las lesiones por golpes pequeños o la IA pobre los árbitros. En 30 minutos de juego que le hemos dedicado no da tiempo a comprobar verdaderamente si todo esto se va a cumplir, pero sí hemos podido apreciar que en tres partidos no hemos presenciado ni una falta de esas que enfadan o un jugador que no esté donde debería cuando necesitamos apoyo o un punto de desmarque temporal. También es interesante cómo se mueven los porteros ahora, no solo yendo hacia la pelota cuando se acerca sino teniendo también consideración con los huecos que dejan sí se salen de una posición central o el resto de rivales delanteros que andan rondando la portería.

El control se mantiene intacto, al menos en este código alpha tan previo, pero ni mucho menos los gráficos. El motor Ignite hace de los rostros de los jugadores un verdadero espejo de las curvas que tienen las caras reales, el vello de las cejas o los mechones en el corte de pelo. Es asombroso cómo en los primeros planos a veces cuesta distinguirlos de imagen real, esto no es exagerado cuando se ve el juego en movimiento y en replayability a cámara lenta. También ganan muchísimo las animaciones, que reciclan todo lo cosechado hasta la fecha en los FIFA tridimensionales y lo aplican al nuevo look visual añadiendo otros 4.000 gestos y celebraciones. Todo esto favorece el Personality +, dando un abanico enorme de movimientos únicos a las grandes estrellas de los equipos más famosos. Además ya se han confirmado actualizaciones habituales para ampliar esto y hacer cada vez más realista y fiel la experiencia de ver un partido de FIFA.

Otro aspecto gráfico que destaca en seguida y permite de un vistazo comparar versiones current-gen con next-gen es el acabado de los estadios, césped y público, impresionante este último y totalmente tridimensional, unidad a unidad. La vida que rodea al partido en sí, el ambiente del campo y la grada gana varios enteros con Ignite. También las condiciones climáticas o las físicas según el estado de la hierba. No obstante, hay partes visuales que esperábamos que se llevasen un poco más allá como el ondear de las banderas o las redes de la portería cuando entra un tanto, aún algo rudas. Esto no otra cosa que el síntoma de que este FIFA 14 es el que estrena las nuevas máquinas y no han podido centrar todo el trabajo en él, aunque bien es cierto que está muy por encima de lo posible en PS3 y 360 en materia gráfica.

Por último EA Sports no quería dejarnos marchar sin enseñarnos Ultimate Team Legends, el abanico de fichas de jugador exclusivo de Xbox One donde se encontrarán cartas de jugadores legendarios de todos los tiempos como Maradona o Pelé, con estadísticas creadas en función de sus capacidades y lo que nos permitirá dar vida a un equipo de ensueño solo formado por estrellas míticas del deporte rey. Hay que recordar también que esta edición de FIFA 14 vendrá de regalo con las One reservadas, todo otro favorazo de EA a Microsoft. Con todo esto, no nos caben dudas de que el deporte que está con llegar en la nueva generación va a rozar unas cotas de realismo impensables. De nuevo hay margen amplio para implementar un montón de ideas y año tras año hacer de este género uno de los más competitivos en diversión y verosimilitud. EA Sports con esta entrega solo empieza a probar, pero para el usuario acostumbrado a las máquinas de hoy el salto va a ser notable, digno del acontecimiento he supone el sereno de nuevas máquinas que multiplican la potencia técnica.