Battlefield 4, Impresiones

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Nadie puede decir que la guerra por la supremacía en el FPS bélico no está caliente este año con la llegada de la next-gen y el salto de las marcas Call of Duty y Battlefield a nuevas plataformas punteras. Los ordenadores más potentes, PlayStation 4 y Xbox One recibirán las mejores versiones de CoD: Ghosts y Battlefield 4, no necesariamente enfrentados entre sí puesto que pueden complementarse debido a lo que ofrecerán uno y otro pero sí claramente competidores, al menos para sus editoras, Activision y Electronic Arts, que miran ya de reojo las campañas de reserva, las tácticas promocionales de ambos y su posición en las estanterías de las tiendas. Es difícil decantarse y todo vuelve a depender de la experiencia de juego que busque el usuario, de sus preferencias. Pero qué duda cabe de que el realismo extremo, la simulación bélica, la búsqueda del alarde técnico y la amplitud o libertad se quedan en la serie de EA. Su estudio sueco y también encargado de producciones como Mirror's Edge 2, DICE, nos invitaba hace dos semanas directamente a sus oficinas para que compartiéramos una jornada con los responsables de Battlefield 4 -más de 400 programadores y artistas- y probar de primera mano la demo multijugador que se enseñará a partir de mañana en Gamescom de Colonia.

No tienen ningún miedo a acoger en casa a prensa seleccionada de todo el mundo para enseñarles qué están preparando, para acallar críticas que pudieran tachar a esta nueva superproducción de continuista y poco inspirada -que lo es aunque guarda un puñado de secretos y pasos adelante-, para demostrar que esta filial sigue siendo la punta de lanza de una EA cada vez más esforzada en las nuevas experiencias jugables respaldadas de inigualados aspectos gráficos. Y sí, nada defrauda la expectativas en cuanto se le echa el guante a la creación más cara hasta la fecha de los estocolmeses, con el tacto habitual, la sensación de inmersión de siempre y el respeto por la verosimilitud a un conflicto contemporáneo. Hay quien no termina de ver el salto entre Battlefield 3 y Battlefield 4, pero verdaderamente el soporte next-gen con que cuenta le deja hacer cosas hasta ahora imposibles. Así lo está describiendo la propia EA y con esa sensación se queda el jugador en cuanto se le dedican varias partidas, comienzan las subidas de nivel, se descubre su vasta paleta de opciones de comunidad y multi-soporte para la faceta online, se recorren los inmensos mapas de punta a punta, o se prueban sus nuevos modos.

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Y todo bajo un concepto que va a caracterizar por encima de todo a esta entrega, el llamado Levolution, un elemento azaroso respaldado de las capacidades técnicas que permite el engine Frostbite 3 que hará a cada partida única e imprevisible en función de las transformaciones totalmente dinámicas y consecuentes que sufrirán los escenarios ingame, transformaciones que hacen que un combate naval produzca un gameplay totalmente distinto al que genera la necesidad de salir corriendo de la sombra de un rascacielos que se derrumba encima nuestra o una carrera en lancha motora para recuperar una posición tomada o llevar un explosivo a base enemiga. Battlefield 4 es una maravilla técnica que consigue hacer que su resultado visual afecte completamente a lo jugable, poniendo en pantalla y sobre el mando algo que hasta hoy era imposible de implementar. Eso sí, de nuevo a costa de altos requisitos si queremos vivirlo al máximo en su versión para PC.

Claro, la llamada de atención que logra el Frostbite 3 desde que se enseñó esta nueva entrega en el E3 de este año, prevista para este otoño, es directa, pero EA DICE quería -y quiere en Gamescom en formato abierto al público- que ahora tuviéramos la oportunidad de sentir realmente la nueva idea que han tenido con el concepto Levolution. Y es que, sí, escuchar a sus programadores exponer esto hace pensar que la marca Battlefield irá ampliándose por ediciones. Esta serie tiene todas las papeletas para convertirse en el FIFA de los shooters, con entrega periódica -probablemente bianual- y cada vez mayor búsqueda de los realismos visual y jugable. Esta estrategia es algo que ha salido muy bien a su editora en otras IPs (deportivas sobre todo) y que quizá se plantee implantar en Battlefield, por qué no. El tratamiento de las texturas, la luz, los pesos repartidos, la total interacción con el entorno, el agua o el fuego son solo destellos de un musculado motor que no podría correr a este ritmo en sistemas actuales, empezando por sus estables 60 frames por segundo mientras desglosa este espectáculo pirotécnico, también en el multijugador.

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Paracel Storm

Battlefield 4 lleva muchas de las sensaciones que consigue un vibrante singleplayer al terreno online, compartido entre 64 jugadores simultáneos que soportará cada partida, 24 jugadores en las ediciones de PS3 y Xbox 360. Una de las nuevas caacterísticas en busca de este gameplay intenso, variado y épico recae en el tratamiento del oleaje y los cambios meteorológiicos. Ahora un tiroteo entre dos zodiacs o incluso dos portaviones se convierte en un balanceante careo donde una de las embarcaciones tiene visibilidad sobre la otra cuando está más alta, elevada por la ola, mientras que la otra tiene compensar el movimiento y desequilibrio desde abajo, y esto cambia al segundo cuando el mar se agita, llegando a tirar a los soldados al algua y moviendo sus cuerpos cuando bucean entre olas. La puntería, la visibilidad y la estabilidad se ven completamente intervenidas si se genera una tormenta en alta mar, no es solo un truco gráfico -es precioso y colosal-. EA DICE también ha agrandado los mapas hasta tal punto que encontraremos diseños diez veces superiores en extensión a áreas de Battlefield 3. Esto es una clara mano tendida al todavía mayor uso de los vehículos, evolucionados en manejo y comportamientos físicos, inercias o deterioro progresivo.

El mapa jugado en esta visita a los estudios nos ponía en mitad de un archipiélago asiático, las islas Paracel, comenzando la partida con todos los soldados cayendo desde el aire en paracaídas y pudiendo así elegir su posición de inicio e incluso intentar los primeros tiros en pleno vuelo. El sol del mediodía deslumbra a nuestro hombre al igual que la pantalla se emborrona bastantes segundos si recibe algún daño. Un rasguño de bala supone una pérdida de visión considerable y prolongada, da la sensación de que aguantaremos más daños aunque éstos tienen una mayor persistencia temporal, algo que de ser así cambiaría ligeramente la experiencia que ofrecía Battlefield 3, la hace más divertida y también deja más movimiento y no constantes muertes nada más salir. Pronto los jugadores forman escuadrones y empieza una batalla donde no se sabe qué puede pasar, donde un camión que vuelca puede derrumbar un pilar base de un edificio de varias plantas que se desploma, o un chaparrón repentino cambia la visibilidad y los reflejos empapando todo el suelo. Y todo en un asalto anfibio, por tierra, mar y aire indistintamente.

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Obliteration es uno de los nuevos modos multijugador. Su esquema se articula mediante la salida aleatoria de 3 bombas a por las que deben ir los dos equipos. Cuando uno de los bandos consigue una, la batalla se transforma en una lucha por llevarla a una de las bases rivales, lo que focaliza la acción constantmente en un único punto caliente, con más de 50 o 60 soldados cruzándose balas, granadas y sabotajes. Es un formato de juego donde la protección al portador de la bomba y el uso de vehículos -las bases y objetivos están muy separados entre sí- suponen la única vía de éxito, por lo que el propio título obliga a cooperar y no perderse de las posiciones aliadas, estar siempre en contacto con el resto del pelotón. También jugamos en Domination, que regresa con algunas mejoras como tiempos más medidos e indicadores más claros para la toma de banderas, así como más entradas y opciones para el equipo que está siendo asediado y pierde bases, en busca de la igualdad y el imprevisto, siempre.

La mirada a lo social

También hemos podido ver el modo Comandante, renovado para dejar a un jugador manejar determinadas opciones de la partida desde un tablet o un smartphone si así lo desea, aunque también puede hacerlo desde la pantalla de juego, claro. El Commander tiene a su disposición órdenes tácticas que dará sobre un mapa que cambia en tiempo real y muestra dónde están todas las unidades o cuáles son los puntos más calientes. Desde aquí puede plantear estrategias para hacer trampas al enemigo o poner en contacto a unidades y darles soporte armamentístico. Queda muy claro como BF4 va a volcarse con las herramientas sociales que e inaugurarán con la nueva generación, y este modo es uno de los mejores ejemplos para ver por dónde quiere llevar EA su experiencia online.

Con esto enlaza el renovado servicio Battlelog, ahora más visual y con un completo rediseño para hacerse navegable desde dispositivos móviles y no solo pantallas de PC o televisores. Ahora todos los menús se caracterizan por la posibilidad de navegación táctil. Estadísticas más claras, más detalladas y con opción de interacción en cualquier momento se dan la mano de un amplio modo Teatro desde donde se podrán ver partidas en directo o consultar las geo-leaderboards (localizadas geográficamente) tanto de amigos como de desconocidos para indagar sobre su estilo de juego, arma favorita, datos de partida o hasta opciones de customización de personaje y vehículos, pues ahora tendremos un editor generoso en opciones para que demos vida a nuestro soldado ideal. Se han cogido muchas ideas de redes sociales como Facebook, con el que por cierto también habrá total integración e invitación a la sincronización mediante obsequios por registros en el Muro.

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Bala certera

Completamente desarrollado desde Battlefield 3, claro, lo nuevo de EA DICE enseña bien los dientes puesto que es material que el estudio asegura haber trabajado cómodamente, con tiempos y conociendo tanto el engine como las exigencias del usuario habitual. Quizá deberían haber dejado pasar algún añito más hasta este lanzamiento, o quizá deberían haberse esforzado por encontrar otro contexto bélico que reflejar en la contienda, pero desde luego que poco más se le puede poner en duda al que va a ser uno de los títulos más rompedores visual y jugablemente del 2013, un perfecto exponente de lo que viene con la nueva generación y una de ésas producciones que demuestran el salto tecnológico. Tendrá versiones en PS3 y 360 bastante más reducidas, de las que todavía no se sabe demasiado. Esta visita a Suecia nos ha servido para comprobar el poco miedo de sus desarrolladores con lo que tienen entre manos, se les ve tranquilos y orgullosos, no es para menos. Esta bala va a ser determinante para EA.