Lost Planet 3, Impresiones

Jim Peyton es un nuevo personaje en la marca Lost Planet. Igual que lo es Spark Unlimited en el desarrollo de sus juegos. Parecía que Capcom no sabía muy bien por dónde llevar este tercer episodio, y cedió total confianza a un equipo experimentado en third person shooters y formado de manera heterogénea por programadores de distinta índole, expertos en aventuras cinematográficas singleplayer y grandes modos multijugador competitivos repletos de modos. También una esquina de especialistas en poner en marcha vehículos o tecnología armamentística avanzada. Juntando todo esto, la franquicia regresa así a algunas de las mecánicas que ya acarició en los dos primeros y al planeta helado E.D.N. III y sus grutas y montañas bajo condiciones extremas. Quizá haya perdido identidad u originalidad teniendo a su lado tantísimos TPS como tiene hoy -y algunos de ambientación similar como Dead Space 3-, pero desde luego que, una vez probado durante varias horas en un nuevo código de preview con la versión prácticamente final del título, mantiene intacta la fuerza y la diversión sin rodeos.

NEVEC de nuevo contra el frío

Se prometía un guión y ambientación a la altura y Lost Planet 3 los tiene. Peyton es un padre de familia que debe pagar alguna deuda para regresar a casa junto a su mujer e hija. Por eso está embarcado en esta misión que se va complicando, por eso dispone de una habitación en labase de operaciones central que ahora actuará como residencia, lugar de tiendas, mejoras, hangar para el mecha, punto de aceptación de encargos principales y secundarios o espacio central para ir accediendo a los capítulos que conforman un argumento plagado de giros, traiciones, secretos y misterios por fin resueltos dentro de la mitología Lost Planet, que se cerrará con esta entrega. Éste es un título hecho desde cero y con el único reciclaje del motor gráfico (Unreal Engine 3) y el universo, que si ciertamente el primero no da los resultados más punteros que puedan esperarse hoy, hay que reconocer que al menos mueve con solidez y ritmo todo lo que se propone. No se pueden esperar alardes técnicos de Lost Planet 3, pero tampoco errores o incoherencias.

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Sin embargo, por desgracia, hemos percibido algún que otro bug o glitch de físicas extrañas y personajes que se atascan, algo que probablemente se deba a la versión prematura del código que estamos manejando, bastante avanzado pero no todavía el que llegará a las tiendas, por eso no es justo darle importancia. Lost Planet 3 es un juego hecho para mejorar la fórmula, corregir lo que no terminó de convencer del segundo capítulo y cerrar un arco argumental que va a acabar siendo más rico de lo que parecía. Ahora bien, en términos jugables la propuesta no exprime nada que no tengan otros de su estilo. La inclusión de los mechas es la gran baza de esta serie, pero al menos en sus primeros compases de Campaña durante 3 o 4 horas no parece que se amorticen como podrían.

Son plataformas de perforación del subsuelo que nos servirán para extraer Energía Termal, avanzar por diversas zonas complicadas, ir más rápido o tener en nuestras manos dos cañones poderosos. La tecnología de vanguardia para el armamento, vehículos y estos nuevos mechas marca una vez más el gameplay, también rozado por el apoyo táctico y los comandos, algo que ha ayudado siempre a Lost Planet a no ser una simple ensalada de tiros, aunque este tercer episodio quizá es el que más lo es. Existen encargos secundarios y muchos caminos que explorar más allá del transcurso de la trama principal. Subir y bajar del mecha -meca en el doblaje castellano- se convertirá en una acción recurrente y frecuente para intercambiar del Peyton a pie al Peyton gigantesco y pesado.

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La división NEVEC (Neo Venus Construction) vuelve al E. D. N. III en busca de recursos energéticos. Pero los Akrid siguen campando a sus anchas y esta vez vendrán en mayor número y tamaño, también con evoluciones de criaturas ya conocidas de los anteriores Lost Planet. Los enfrentamientos titánicos mecha-Akrid salpican los que quizá sean los puntos álgidos de una modalidad monojugador que en realidad tiene más acción que nunca, muy directa, y muchos momentos hollywoodienses de script y frenetismo explícito. Peyton tira de gatillo fácil, es un superviviente y va a tener que embarcarse en algunos trabajos que chocan contra su moral, muchos de ellos opcionales y que fomentan la faceta de misiones secundarias del juego, lo que además nos dará algunas recompensas para seguir con la trama central en cualquiera de sus tres modalidades de dificultad.

Frente al Akrid

Lo que empezará siendo -durante la primera hora de juego aproximadamente- un paseo lineal entre alienígenas de todo tipo, puntos débiles y formas, al más puro estilo Gears of War, pronto se convertirá en un más apetecible rompecabezas donde para unir las piezas hay que hablar con otros personajes o ir por caminos que no son los que indica el puntero de objetivo. Peyton va cayendo mejor al jugador a medida que se desarrolla la historia, pero bien es cierto que muchos echarán de menos más apariciones de nombres propios de la serie, pues lo cierto es que en lo visto hasta el momento solo hay algunos breves cameos o referencias. Se nota que es una producción en manos de gente nueva y que se ha volcado casi por completo en la acción frente al componente táctico y de escuadrón que tenían los anteriores. La búsqueda de lo mainstream.

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Y como TPS no falla, las partes carnosas de los acorazados enemigos son los puntos débiles en movimiento que vamos a tener que alcanzar durante las más de 10 horas prometidas para la campaña. También se ha hablado de variedad de situaciones gracias a tramos en mecha y otros vehículos, pequeños minijuegos y puzles para la activación de interruptores -como uno consistente en encontrar con rapidez la posición exacta de los 2 sticks al mismo tiempo-, exploración en busca de munición o equipo, evolución de armas, compras, recaudación para pagar el viaje a La Tierra... La verdad es que son bastantes los puntos que toca, solo falta por ver si los maneja con soltura durante todas las horas que dure, y si se han sabido traspasar al multijugador, mucho más rápido y vertiginoso que antes.

Jim puede montar y desmontar de esta plataforma de extracción andante, dejándola aparcada obligatoriamente solo para introducirse en pasillos estrechos, también muy presentes y los que dan cabida a momentos de sobresaltos, tiroteos muy cercanos donde las escopetas son una alegría o combates cuerpo a cuerpo gracias al nuevo y reformulado sistema de coberturas –más ágil y práctico- o los golpes directos y siempre letales. La coordinación con otros NPCs que también se unirán en determinados momentos parece que deja de ser tan crucial, el avance por nuestra cuenta y la buena puntería marcan la victoria. Eso sí, será muy importante saber qué arma o gadget usar para dañar mejor a los monstruosos Akrid o huir, cuándo volver a subir al mecha y cómo amortizar determinadas trampas de algunos escenarios. Esto además de saber solventar algunos Quick Time Events que se han ido integrando con derrumbamientos del escenario o ataques sorpresa. Hay algún sobresalto.

Ataque pirata

Sobrevivir en el E. D. N. III no es solo cosa de los NEVEC. Objetos de movilidad como el gancho, el taladrador o un nuevo escudo entran en juego pronto en el singleplayer, pero más importancia tendrán aún en el multijugador, donde Spark Unlimited parece que ha hecho un brillante trabajo de equilibrio de clases y armas y objetos. 10 usuarios podrán enfrentarse en dos bandos (NEVEC y Piratas) a través de internet en diversos modos, algunos de ellos muy inteligentes y novedosos que a pesar de ser la evolución de otros más clásicos como Capturar la Bandera o Dominio, se han adaptado de forma interesante al universo y conjunto de mecánicas y tacto Lost Planet, donde la bandera es una muestra de ADN Akrid o las bases que tomar se hacen mediante conquistar de perforadoras que pueden moverse.

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La intervención de la CPU con unidades propias ayuda a mantener la atmósfera de la Campaña, que sigue siendo el modo de juego principal. Habrá diversas criaturas atormentando a ambos bandos de jugadores, y también cediéndoles puntos de experiencia para el desarrollo individual del personaje, muy en la línea de Call of Duty, Gears of War o Max Payne 3 y otros shooters con sistema de niveles con desbloqueo de items y perks. Las batallas son vistosas, con rayos láser y otras pistolas que cruzan balas en todas direcciones en mapas bastante amplios y verticales, y con el gancho como segundomejor aliado después de las ametralladoras y escopetas. Además, se introducen elementos derefuerzo y ventajas, como mechas y exoesqueletos que siembren el pánicoen el bando rival y aparecen tras varias bajas consecutivas o por un determinado número de puntos obtenidos en un tiempo marcado.

El último aliento

Parece que Lost Planet 3 tiene ambición e ideas gracias al nuevo equipo tras la franquicia de Capcom, aunque también se le empiezan a ver algunos síntomas de los que atormentan a los juegos notables en otro momento que pueden pasar más desapercibidos de finales de generación. El Unreal Engine 3 ha dado mejores resultados gráficos, ciertamente, lo mismo que algunas propuestas que este episodio de cierre utiliza como valuartes. La presencia de los mechas va a sentar bien a la acción en el hielo y contra los Akrids que dispone, también ese cierto componente rolero y de mapas más abiertos donde las tiendas o las misiones secundarias son otro pilar jugable dentro de la Campaña. El multijugador es quizá el aspecto más diferenciador, aunque compite en un terreno -el de los third person shooters- donde en estas consolas y PC ahora mismo parece que ya está prácticamente todo dicho. El 30 de agosto llegará a las tiendas la versión final y será el momento de valorar si las sorpresas y técnicas exclusivas tienen tanto peso como para dejarnos helados aún en pleno verano de 2013, cuando ya no vale con solo ser bueno, sólido y divertido para que hablemos de un imprescindible.

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