Limbo
Limbo
El genial Limbo de PlayDead llega a iOS con un port táctil fantástico, con toda la magia del título original de consolas de sobremesa convenientemente adaptado al interfaz de nuestros iPhone, iPad e iPod touch. Descubramos en nuestro análisis tan enigmático plataformas con infinidad de puzles por superar; un chico entra en el Limbo.
Muy de vez en cuando aparecen títulos que logran acercar el arte al mundo del videojuego; éste es el caso de Limbo, una aventura de plataformas con brillantes destellos de rompecabezas que enamoró a crítica y público allá por el verano de 2010 con su aparición en Xbox 360 en formato descargable, un indie que se hizo con el apelativo de obra de culto al poco tiempo de su lanzamiento; un año más tarde daría el salto a otras plataformas como PlayStation 3 y PC, apareciendo hace tan sólo un mes en PlayStation Vita. Ahora se cierra el ciclo con la llegada de tan celebrado y, a su vez, enigmático videojuego a la AppStore, con un port táctil que respeta al cien por cien la obra original y permite que un público mucho más amplio se adentre en el limbo de un joven de mirada perdida y fría en busca de su hermana. Revisitemos en nuestro análisis uno de los mejores indies de la actual generación; bienvenidos al Limbo.
Obra de culto
Limbo es considerado uno de los mejores descargables de una generación que ya termina y que nos ha dejado multitud de obras que deben ser disfrutadas sí o sí por todo jugador que se precie; títulos como Machinarium, World of Goo, Bastion o Braid ‒sin olvidar el más que interesante BADLAND de iOS‒ son ejemplos de lo que un equipo pequeño puede lograr con escasos recursos pero con grandes dosis de pasión. Con Limbo ocurre algo similar; su creador, Arnt Jensen, al frente del estudio indie ‒con sede en Dinamarca‒ PlayDead, logró hacerse un hueco en tan selecto club gracias a una aventura de plataformas atmosférica sin igual, con brillantes concesiones a los rompecabezas y protagonizada por un enigmático chico de mirada perdida que despierta en un mundo frío, oscuro, a través del cual debe sobrevivir para conocer el destino de su hermana.
Y toda esta información nos llegará poco a poco, con cuentagotas, pero sin dejar de impactar al jugador una y otra vez gracias a una ambientación única ‒que muchos han tratado de imitar sin éxito, como el caso de LAD para iOS‒, que nos irá descubriendo pequeños detalles que hacen de esta obra algo más que un simple videojuego. Su poder narrativo es brutal y nos sumergirá por completo en un mundo en blanco y negro fantásticamente representado, sin grandes alardes técnicos, pero demostrando un enorme diseño artístico y una serie de inputs gráficos y sonoros que nos atraparán sin remedio. Su inexistente interfaz nos permitirá adentrarnos todavía más en el devenir de nuestro sombrío protagonista, haciéndonos partícipes de su destino.
Nuestro objetivo no es otro que sobrevivir a las constantes amenazas que tendremos que afrontar en nuestro particular periplo; púas, trampas, vacíos, agua... Toda interacción con dichos elementos nos llevará a una muerte segura, devolviéndonos al punto de control anterior para volver a intentarlo, y así una y otra vez; lejos de volverse repetitivo o tedioso, Limbo ajusta muy bien su desarrollo con una serie de puzles que tendremos que resolver, no sin dar buena cuenta de nuestras habilidades táctiles. Y es aquí cuando este port sorprende por su buen hacer en uno de los mayores escollos de dichas adaptaciones para nuestros dispositivos iOS. Se ha logrado trasladar sin problema el sencillo esquema de la versión de sobremesa; tanto es así, que en ningún momento echamos de menos el pad de control, siendo bastante intuitivo y cómodo de controlar mediante nuestros dedos.
Si bien es cierto que en algún momento nos gustaría contar con algo más de precisión ‒especialmente en los momentos más comprometidos‒, nuestro protagonista acatará nuestras órdenes sin titubear. Para desplazarnos tan sólo debemos deslizar el dedo en la dirección adecuada y mantener la presión, en cualquier lugar de la pantalla y de una forma bastante natural; para saltar debemos hacer lo mismo pero deslizando el dedo hacia arriba. Y ya podemos afrontar sin más problemas una aventura que va más allá de lo convencional, de lo establecido por un mercado centrado en franquicias superventas banales y sin alma; Limbo representa todo lo contrario, logrando transmitir sentimientos y emociones al jugador, algo que muy pocos títulos logran. Y todo ello gracias a un interfaz tan limpio como exiguo, sin ningún tipo de marcador o guía.
Solo contra el mundo
Si queremos interactuar con algún objeto ‒como arrastrar un cepo, tirar de un carro o subir a una estructura‒ tan sólo debemos acercarnos a él y realizar un tímido gesto táctil para que nuestro personaje logre hacer lo que queramos; incluso podremos balancearnos agarrados a lianas deslizando el dedo de izquierda a derecha. Limbo es realmente intuitivo, con lo que empezaremos a realizar todas estas acciones y muchas más sin ningún tipo de tutorial o texto explicativo; sólo estamos nosotros y el particular limbo de nuestro joven protagonista. Aunque debemos ser muy cuidadosos, puesto que cualquier error nos obligará a retroceder hasta el punto de control más cercano; en este sentido, es muy rejugable, puesto que presenta todo tipo de elementos que nos engancharán desde un principio para sacarle todo el jugo, que no es poco: objetos ocultos, secretos, logros y detalles que seguramente se nos pasarán por alto durante nuestra primera pasada y que iremos descubriendo con nuestras sucesivas partidas.
Y aquí llega uno de sus puntos más críticos: su corta duración; tanto es así que podremos superar la aventura en apenas cuatro horas. Eso sí, cada uno de sus 24 capítulos esconden infinidad de detalles que deben ser degustados por el jugador como merecen; también podemos optar por rejugar episodios ya superados gracias al menú de pausa al que podremos acceder tocando la esquina superior izquierda de la pantalla, presentando un carrusel de pantallas muy explicativas y la posibilidad de visualizar la ventana de Game Center dedicada a los logros y retos online para superar las marcas de nuestros amigos. Aunque el gran potencial de Limbo es la genialidad con la que sus creadores han plasmado una serie de puzles de lo más sólidos e interesantes, que invitan ‒junto a su control‒ a superarlos sin morir en el intento.
El diseño de los niveles es ejemplar, con todo tipo de retos que superar gracias a nuestra habilidad y tesón. Su presentación audiovisual tampoco dejará indiferente a nadie, mostrando un mundo hipnótico y misterioso bajo una paleta de grises tan perturbadora como inquietante. Su sencillez gráfica encaja muy bien con su retorcida personalidad, mostrando ciertos paralelismos con la obra del cineasta Tim Burton, eso sí, sin renunciar a su propia personalidad. La ausencia de cualquier melodía queda totalmente paliada por una retahíla de efectos de sonido perfectamente escogidos, que no hacen más que aumentar la sensación de angustia e intriga a cada nuevo paso del joven aventurero. Limbo llega a iOS con los pocos textos de menú en nuestro idioma y a un precio realmente atractivo de 4,49 euros, una cantidad bastante inferior al precio de la versión de sobremesa, una oportunidad única de disfrutar de uno de los mejores indies de esta generación, ahora en formato táctil; compatible con iPad 2 o superior, iPhone 4S o superior e iPod touch 5.
Excelente
Un título referente en su género, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutarás de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en clásico con el paso de los años. Cómpralo sin pestañear.