Leisure Suit Larry in the Land of the Longue Lizards: Reloaded

En 1981 nacía “Softporn Adventure” una aventura de texto que buscaba abrir nuevas fronteras explorando temas sexuales. Lo que más impactaba del mismo es su ya clásica portada, con tres mujeres desnudas bañándose en un jacuzzi acompañadas de un camarero completamente vestido sirviéndoles copas. No eran modelos ni actores contratados para la ocasión, el jacuzzi era de Ken y Roberta Williams, los dueños de la empresa que acabaría siendo Sierra, entonces llamada On-line Systems, y las mujeres eran una empleada de la compañía, la mujer de otro empleado, y la propia reina de la aventura: Roberta Williams, luciendo unos esplendorosos 28 años en aquel entonces. El juego y la impactante portada llevó a la revista TIME a publicar su primer artículo sobre la industria del videojuego, pero no inició ninguna tendencia a gran escala por los juegos eróticos.

Pasado un tiempo, con la empresa convertida en Sierra y ya siendo uno de los grandes referentes del sector, otro empleado de la compañía tomó interés en el concepto y planteó la posibilidad de actualizarlo y convertirlo en una aventura gráfica. Por supuesto, ese empleado era Al Lowe, saxofonista profesional y programador autodidacta que Sierra había contratado después de comprar los derechos de sus tres primeros juegos hechos en casa. Lo curioso del asunto es que en el tiempo que había estado trabajando en la compañía se había especializado en aventuras Disney de corte infantil como la de El Caldero Negro o Winnie de Pooh y sólo la cancelación de otro proyecto de ese corte permitió a Lowe proponer a Ken Williams reinventar Softporn Adventure con el motor SCI de King’s Quest. Así nacería Larry, Larry Laffer, el “playboy” más famoso del mundo del videojuego y un personaje icónico donde los haya. A punto de cumplir los cuarenta, virgen y desesperado por encontrar el “amor verdadero”, Larry se equipa con su traje de fiesta de los 70, spray bucal y las peores frases para ligar de la historia del ligoteo para dirigirse a la ciudad de Lost Wages, un lugar de pecado y perversión en donde espera encontrar a la mujer de su vida.

Aunque inicialmente pasaría desapercibido, el boca a boca logró que Leisure Suit Larry in the Land of Lounge Wizards se convirtiera en un gran éxito y a la postre en una saga tan exitosa como el propio King’s Quest, uno de los nombres que definió el éxito y la influencia de Sierra. Después de despedirse de la mejor forma posible, con el excelente Love For Sail, considerado por muchos aficionados como el mejor de la serie. Hubiera sido una gran forma de cerrar la agitada vida de Larry Laffer, pero cuando Activision se fusionó con Vivendi no sólo adquirió Blizzard, que por entidad e importancia mantuvo nombre e independencia, sino que adquirió una larga lista de propiedades pertenecientes al gigante francés, entre ellos todas las propiedades de Sierra, incluyendo Larry. A fin de sacarle algo de partido al asunto, se desarrollaron dos juegos, a cual peor: Magna Cum Laude y la desgracia que es Box Office Burst. Para el que creció con esa saga ya era bastante malo saber que no iba a haber más, pero encima tener que ver como al bueno de Larry se le arrastraba por el fango ya era doblemente lamentable.

Es por eso por lo que cuando en la primera hornada de grandes proyectos Kickstarter apareció “Leisure Suit Larry: Reloaded”, muchos aficionados miraron con esperanza. Tim Schafer había abierto las puertas con su prometido regreso a la aventura gráfica, cosechando millones de dólares de aficionados deseosos de la vuelta del autor de Grim Fandango al género, así que Al Lowe se animó también con el asunto, aunque desde una posición distinta. Tim Schafer hablaba como fundador y dueño de Double Fine, por lo que su apuesta era mayor, Al Lowe en cambio no era el dueño del grupo responsable del proyecto, Replay Games, y su papel en el remake es de diseñador y consultor, además de lo fundamental que resulta tenerle en pos de credibilidad. Esto y el hecho de que fuera un remake, hicieron que la campaña no fuera tan explosiva como la de otros Kickstarter de clásicos, pero acabaría consiguiendo unos muy respetables 650.000 dólares para resucitar a Larry y, quizás, para sentar las bases de nuevas aventuras si todo salía bien.

Hasta ahí llega la historia. Ahora llega el momento de ver qué se ha hecho con ese dinero y con las expectativas de los aficionados. Lo primero que hay que decir es que no se ha desaprovechado, hay mucho trabajo y, lo que es más importante, mucha ilusión en este proyecto. También hay errores, algunos voluntarios y necesarios por las circunstancias, otros que podrían y deberían haberse evitado, pero mejor ir por partes. Parte de la promesa de Reloaded es que el equipo iba a añadir contenido y no se iba a contentar con rehacer el juego original, un título jugado hasta la saciedad que además tiene la particularidad de ser bastante corto -aunque alargado por irritantes baches en el camino, incluyendo muertes y puntos muertos que obligan a cargar partida o incluso te pueden llevar a tener que empezar de nuevo si no eres cuidadoso. En ese punto del nuevo contenido hay bastante de lo que sentirse satisfecho, aunque también algunos problemas.

Por un lado los gráficos. Todo ha sido recreado desde la nada, tomando de inspiración el trabajo original y recreándolo en alta definición, con mucho más detalle y añadiendo animaciones, especialmente a Larry. El resultado en cuanto a fondos es muy bueno, con escenarios clásicos como el bar Lefty’s recreado con gran mimo y con cada pantalla repleta de detalles que mirar para conseguir divertidas observaciones. Sin embargo, el trabajo en los personajes es más cuestionable, se ha elegido un estilo de dibujo animado para dar vida a los habitantes de la noche de Lost Wages y el resultado es un tanto raro ya que parece que hay distintos estilos en la caracterización y Larry a veces parece un extraterrestre entre ellos, con unas proporciones totalmente distintas. Algunos elementos en particular, como el exterior del Taxi cuando aparece, resultan realmente pobres y ofrecen una sensación de inconsistencia que no se daba en la versión de VGA. El extra de animaciones está bien, pero algunas en particular son también sorprendentemente pobres, con muy pocos frames de animación, lo que le quita enteros al resultado final.

Quizás, en lo que respecta a los gráficos, lo peor que se puede decir de Reloaded es que no ofrece algo que sea mucho mejor que lo conseguido en el anterior remake en VGA. Esa versión era gráficamente más consistente y lo cierto es que ha envejecido con mucha entereza, resultando atractiva incluso en nuestros días. En cambio el remake hay veces que luce especialmente bien -los primeros momentos con Larry enfrente del bar por ejemplo- y otras no tanto, lo que sumado al problema de la consistencia deja un resultado menos redondo del que cabría esperar. Es agradable pasearse por el resideñado Lefty’s y ver la cantidad de elementos que se han incorporado para darle más “ambiente” al destartalado bar, pero tampoco está a la altura técnica de lo que ofrece una aventura gráfica moderna hoy en día.

Otra de las novedades es que se han alargado la mayoría de las cadenas de puzles, no solo alargando un poco la aventura sino también dándole algo más de sentido a las pruebas. En el Larry original, y en muchas aventuras de la época todo sea dicho, era habitual encontrarse con situaciones que encontrábamos de casualidad y que no tenían especial sentido. Por ejemplo, en el primer Larry, darle un vaso de whiskey a un borracho en la parte trasera del bar nos suponía conseguir un mando a distancia ¿por qué tenía ese mando? misterio ¿para qué? no lo sabíamos todavía, ¿y por qué le habíamos dado un vaso de whiskey a ese hombre? pues porque teníamos uno en el inventario y tenía sentido darle alcohol a un borracho, a ver qué pasaba. En Reloaded este puzle es diferente, un poco más largo y además tiene también algo más de sentido, pero un remake de un juego clásico no puede escapar de ciertos anacronismos sin miedo a decepcionar a sus mayores aficionados.

Aspectos clásicos del juego como el ir y venir en taxi por los distintos puntos de Lost Wages se mantienen. El primer Larry era un juego en el que constantemente había que volver sobre nuestros pasos para encontrar distintas piezas de un determinado puzle y el remake no cambia eso de ningún modo. Para desplazarse es imprescindible dinero, y para conseguir dinero hay que jugar a las tragaperras o al Black Jack, una actividad de infame recuerdo que básicamente consiste en apostar, guardar cuando ganas y seguir jugando hasta conseguir una cantidad decente de dinero con el que poder seguir recorriendo los limitados emplazamientos de la ciudad. Todo esto se mantiene y es esperable que así sea, pero no era divertido en el original ni tampoco es divertido hoy en día, simplemente es un elemento que no aporta prácticamente nada a la experiencia, sólo una tediosa mecánica que hay que trampear para que no nos robe todavía más tiempo de lo que ya hace.

Volviendo a las novedades, hay que resaltar algunos detalles particularmente positivos y otros no tanto. Las principales novedades ya se han abordado, especialmente el tema de las voces y descripciones en lo positivo y la inconsistencia gráfica en lo negativo. De lo demás hay que señalar detalles especialmente de agradecer, como la incorporación de una canción en el Cabaret del casino dedicada a Kickstarter, muy bien resuelta y muy amena de escuchar. Pero también hay que señalar un aspecto preocupante como es el pobre trabajo realizado con una de las mayores incorporaciones a priori del juego: una nueva chica, Jasmine. Era la mayor oportunidad para alargar el juego y no se ha aprovechado como se debería, especialmente porque su cadena de puzles es bastante pobre y argumentalmente tampoco aporta demasiado. Es especialmente preocupante de cara al futuro de la saga y los planes de Replay de crear nuevas aventuras si todo sale bien, ya que tendrán que hacerlo bastante mejor en este campo.

Es difícil evaluar este juego y de hecho la valoración dependerá mucho del punto de vista según se mire. En primer lugar, están los que son los principales clientes de este proyecto, aquellos que han puesto su dinero en lo que no era más que una promesa. Lo natural es que un proyecto Kickstarter mire primero a los que han permitido su existencia en primer lugar, y eso es algo con lo que Replay ha cumplido. Como homenaje al clásico, Reloaded es un éxito ya que no sólo se dedica a recrear el pasado sino que también logra incorporar muchos nuevos elementos dedicados al aficionado más veterano y que mejor conoce el juego. Eso no quita para que haya aspectos que la compañía tiene que trabajar; el proyecto ha tenido problemas, incluyendo un cambio de estudio desarrollador, y eso se nota en ciertos elementos de producción que no están tan depurados como deberían. Replay tiene cosas por demostrar todavía, tanto si quiere hacer nuevas aventuras como otros remakes -que además serían más exigentes porque el primer Larry es bastante más corto que los que vinieron después-.

A la hora de recomendar su compra a los que no participaron en el Kickstarter, la cosa resulta un poco más complicada. El juego cuesta ahora mismo 14 euros, lo que es razonable pero a la misma vez lo pone en la misma liga que aventuras gráficas mucho mejor producidas y con más contenido. La serie de Deponia por ejemplo, tiene un humor bastante particular, pero cualquiera de sus entregas ofrece muchísimo más contenido que Leisure Suit Larry por menos dinero. Lo mismo se puede decir de The Book of the Unwritten Tales, Botanicula, Gemini Rue, Cognition o The Blackwell Bundle por poner ejemplos contemporáneos del género. E incluso asumiendo que el lector sea alguien que no jugara al Larry original pero que lo conozca y quiera descubrirlo, sería difícil recomendar Reloaded cuando en GOG se puede comprar el pack con cinco juegos al completo desde el 1 al 6 -sí, son cinco juegos, la saga se saltó la cuarta parte-, incluyendo además Softporn Adventure y el remake VGA del primero-. De hecho, cuando se escriben estas líneas, tanto el mencionado pack como la séptima y última parte, Love For Sail, están rebajados en la tienda digital, a un precio conjunto de algo más de 6 Euros -8 dólares-, un camino mucho más apto para descubrir unos juegos que mantienen muy bien el tipo con la edad.