Recomendaciones Veraniegas 2013
El verano es una época perfecta para sumergirnos en ese juego que llevamos tiempo queriendo explorar o revisitar. La redacción de MeriStation te recomienda juegos de ayer y de hoy para pasar estas vacaciones.
Aunque MeriStation no descansa en verano, una actualidad menos efervescente, un menor ritmo de lanzamientos y las distintas vacaciones de sus redactores contribuyen a que también nosotros tengamos más tiempo para explorar ese título que teníamos tiempo rondando en la cabeza. Es momento de descubrir o redescubrir algún título especialmente interesante, de dedicar horas a nuestra afición favorita por el simple placer de hacerlo, sin más obligación que disfrutar de un buen juego. Como siempre que hacemos ante un periodo vacacional, hemos preguntado a los miembros de la casa sobre sus planes de vacaciones, formando así una lista heterogénea de juegos de ayer y de hoy que refleja los gustos e inquietudes de los responsables de la revista. Una lista que, por otro lado, estará siempre incompleta sin vuestra participación. Queremos saber también vuestros planes de verano en lo que respecta a videojuegos, la sección de Comentarios está abierta a esos títulos que os están esperando para ser jugados sin preocupaciones.
Uno de los clásicos de leyenda dentro de los salones recreativos es Dungeons & Dragons. En dos ocasiones y gracias a Capcom, Tower of Doom y Shadow Over Mystara (1993, 1996) se convirtieron en auténticos rodillos de recaudar monedas en una época en la que el beat'em up era el género de moda y la compañía de Osaka brillaba en explotar diferentes licencias y sagas. Otras veces criticada por sus decisiones enfocadas a hacer caja sin miramiento, esta vez Capcom se ha ganado el aplauso de los jugadores más veteranos gracias a la reedición Chronicles of Mystara que se puede comprar en PS3, 360, PC y WiiU por apenas 10 euros frente a los más de 150 que se ha llegado a pagar por el Mystara de Saturn. Pero los que han pagado eso y más por tener su versión doméstica de la serie tienen muy buenas razones para hacerlo. Realizado en el cénit del dominio de la compañía de su célebre placa CPS-II, los dos D&D Arcade no son solo excelentes brawlers, también son únicos gracias a los esfuerzos del equipo por dotar al juego de la identidad de Dragones y Mazmorras. Para ello se incorporaron elementos como clases diferenciadas para cada personaje, dando a elegir entre opciones como guerrero, clérigo, enano guerrero o elfa multiclase guerrera/maga en el primer juego y añadiéndose en el segundo las especializaciones de ladrona y hechicero. Un sistema de inventario nos permitía elegir entre distintas armas secundarias, objetos mágicos y potentes conjuros como Magic Missile, Lightning Bolt o la clásica Bola de Fuego. En frente, una amplia gama de enemigos salidos de los libros de rol, incluyendo espectaculares jefes finales como dragones de diferentes razas -incluyendo el majestuoso y opcional Dragón Rojo de Tower of Doom-, Liches Nigromantes, un poderoso Elfo Oscuro o el siempre terrorífico Contemplador. El excelente acabado visual, la forma en la que los personajes se complementan entre ellos y su gran rejugabilidad, con distintas rutas y secretos, terminan de formar un Beat’ em Up legendario. Por todo lo dicho recomiendo sin dudarlo Chronicles of Mystara, para pasar buenas noches de verano con la sensación más cercana a tener a 4 amigos compartiendo recreativa; juego cooperativo por internet manteniendo chat de voz activo. Curiosidad, en Japón se lanzará una edición especial para PS3 en formato físico, será el 21 de agosto por 3900 yenes.
Es cierto que Nintendo 3DS tiene muchos títulos ideales para este verano y que es una consola todoterreno, juegos a los que echarle horas jugando desde cualquier parte y con una profundidad que muy poco tiene que envidiar a producciones para máquinas de sobremesa. Pero además de todo eso, en la eShop reside desde hace unas semanas una pequeña maravilla que muchos consideramos el mejor descargable de toda la tienda virtual de la portátil, Mario and Donkey Kong: Minis on the Move. Mi recomendación este verano es ésta por varios motivos, empezando por su precio, 9,99 euros a cambio de más de 300 puzles de casilleros exigentes de tácticas y reflejos, y un editor de niveles que compartir con el resto del mundo o para disfrutar resolviendo las creaciones de los demás. Este descargable bien podría haberse vendido como un título estándar a 39,99 y en formato físico, su longevidad, profundidad, ideas y desbloqueables bien lo hacen una producción a la altura de Super Mario 3D Land, Mario Kart 7 o Mario Tennis Open. Esta vez el universo del fontanero recurre a su versión Mini para dar vida a estos mecanizados muñecos que avanzan sin freno por los tableros y a los que tendremos que formarles el camino con distintas piezas para que no caigan al vacío o en las trampas. Todo se complica a medida que avanzamos por sus cuatro mundos, y la diversión y satisfacción van in crescendo. Os encantará para ratos muertos y crea una adición sorprendente. Dadle una oportunidad. su precio es poco más que simbólico.
Finalmente, y tras algún que otro desmentido, lo que los aficionados a los juegos legendarios, esos que van más allá de la moda de turno o del triple A construido a golpe de marketing y artificio, llevaban algún tiempo temiendo se hizo realidad: Grand Theft Auto V retrasó su lanzamiento de los primeros meses del presente año a septiembre, época a las puertas del otoño que siempre ha sido especial para los seguidores de la saga GTA; no en vano más o menos sobre esas fechas se lanzaron Grand Theft Auto III, Vice City, San Andreas, Advance, Liberty City Stories y Vice City Stories. Dicen que no hay mal que por bien no venga, y aunque habría deseado un buen veranito de sesiones maratonianas controlando las peripecias de Michael, Trevor y Franklin, es el momento ideal para rescatar de la estantería la “precuela espiritual” de la quinta entrega numerada de la franquicia. Encumbrar a estas alturas de nuestras lúdicas existencias un juego como Grand Theft Auto: San Andreas es algo innecesario. Todos sabemos de sobra de qué título estamos hablando, qué supuso en su momento y cómo sus innumerables virtudes e infinitas posibilidades hicieron que incluso juegos lanzados en años recientes (tanto GTAs como otros sandbox) parezcan mucho más limitados en comparación.
El verano, por fin. Casi tres meses de tranquilidad, que pueden distribuirse de tantas formas como cada uno quiera encontrar. Yo particularmente tendré una temporada bastante ajetreada, pero eso no me impedirá poner la consola y echarme unas cuantas horas con algunos de esos juegos que tengo pendientes y que requieren cierta atención. De todos ellos destacaría indudablemente Sleeping Dogs, una de las sorpresas de la temporada pasada que abogaba por el mundo abierto y lo hacía muy bien, consciente de sus limitaciones pero premiando al jugador con misiones muy interesantes y una ambientación sensacional, sobre todo para aquellos que nos hemos tirado muchas horas viendo cine hongkonés, pudiendo ahora visitar esos escenarios y hacer nuestras propias fechorías. Toca pues rejugarlo, explorarlo al máximo y sacarle todo el jugo posible a uno de los tapados de esta generación.
Llega el verano y con él la excusa perfecta para dedicar sesiones intensivas a aquellos juegos que no podemos disfrutar como merecen durante la temporada; en mi caso, no tengo ninguna duda. Como gran fan de Naughty Dog y de sus anteriores trabajos ‒con la trilogía Uncharted todavía en mi mente‒, iré a por The Last of Us, su obra cumbre, una aventura con todas las letras, para mí, la mejor de una generación que da sus últimos coletazos pero que sigue sorprendiendo con títulos como el protagonizado por Joel y Ellie. Lo tiene todo: alcanza el techo tecnológico de PlayStation 3 de una forma magistral, administrando los recursos disponibles para ofrecer todo un espectáculo audiovisual; una narrativa ejemplar, superior a muchos largometrajes de Hollywood que se las dan de obras de culto; y esas sensaciones que muy poco juegos son capaces de transmitir, las cuales te dejan algo trastocado tras cada partida de las muchas que necesitaremos para completar su largo modo historia. Ya tengo preparada mi Joel Edition y su curioso kit de supervivencia para sobrevivir al feroz ataque de los Chasqueadores y otras peligrosas criaturas que merodean por el apocalíptico mundo de The Last of Us.
Para verano quiero un juego que me dure decenas de horas, multijugador y divertido, tres conceptos que confluyen en el género del rol y que hacen de maestros de ceremonia en Torchlight II de Runic Games, un titán en el género de los action RPG's capaz de proporcionarme ocio en el PC, a través de STEAM, durante los próximos dos meses. Este trabajo independiente que ha conseguido hacer una más que digna sombra a Diablo III de Blizzard es el juego idóneo para pasar horas y horas (preferentemente noches) durante el ordenador combatiendo con el calor. Una buena dosis de rol por clases, con cooperativo online para hasta cuatro jugadores, y una extensa comunidad son los puntos fuertes de este título. Y no me puedo dejar el soporte para mods, que es su gran ventaja sobre el juego de Blizzard, ya que las modificaciones descargadas desde Steam Workshop dan un toque de variedad a esta propuesta ya por sí misma atractiva, extensa y barata. Porque no nos olvidemos, por menos de 20 euros (todos atentos a las rebajas de STEAM, que serán pronto) se recibe un juego capaz de proporcionar decenas de horas de juego. Mi caballo ganador veraniego se llama Torchlight 2.
Para pasar mi canícula estival aquí en el Sur, en el que el Sol, el calor y la arena de la playa son las constantes, y a pesar de que tengo por ahí un montón pendientes de esta generación, me apetece enfrentarme a un buen reto de saltos 3D de los que no han abundado en una generación en la que las plataformas se han vuelto en no pocas ocasiones demasiado contextuales. Un reto que hace una década exacta que disfruté una sola y única vez: El recopilatorio de la trilogía Prince of Persia que ha salido en HD, y que ofrece tres juegos ideales en los que el exotismo de ese Oriente de leyenda, de relatos de visires malvados y bellas princesas de piel cetrina y ojos verdes, es el protagonista. Comenzamos por Sands of Time, sencillamente una gozada visual, sonora –impecable doblaje al castellano- y sobre todo jugable en uno de los mejores plataformas 3D que recuerdo del género. Se hacía corto, como todo lo bueno, pero reencontrarme con Farah y el temazo Time Only Knows además de una sección final escalando la torre que era portentosa, ya merece la pena. Warrior Within sorprendió por su oscuridad y sangre, integrando mejor las peleas y siendo más largo, y aunque carece del encanto del cuento de hadas del original, cosas como otro giro de guión al final y las persecuciones del Dahaka daban una buena dosis de acción y plataformeo +18 . Y cerramos con Las Dos Coronas, que supo mezclar lo mejor de los anteriores –el encanto Persia de Sands, la violencia de Warrior, ese doble protagonista- para cerrar con un final genial y un broche épico enorme –Inon Zur en la BSO, ahí es nada- una trilogía para el recuerdo. Así que, como decía la frase del propio Príncipe que abría y cerraba la serie: “Venid; os voy a contar una historia como ninguna otra que hayáis escuchado antes…”.
Sin desmerecer para nada el enorme trabajo que está haciendo MercurySteam con la saga, una parte de mí sigue echando de menos los llamados “Igavanias”. Arrinconado exclusivamente en el territorio portátil y con un presupuesto limitado, Koji Igarashi y su equipo destilaron la esencia de Symphony of the Night para llevarla en nuevas direcciones, apostando además por los sprites tradicionales y el desarrollo exclusivamente 2D, combinando elementos de exploración, rol, combate y plataformas. De esos esfuerzos nacieron juegos excelentes tanto para GBA como después para DS, títulos que he jugado con gran placer excepto por uno: Order of Ecclesia, un título que tiene además todo el aspecto de convertirse en el último de su estirpe. A veces sucede que, por un motivo u otro, no compras un juego en su momento y luego se olvidan hasta que un buen día lo recuerdas y buceas entre ofertas online para conseguirlo. Será un placer explorar de nuevo esta fórmula clásica, en un juego además que tiene fama de largo y exigente en comparación con Portrait of Ruin. También me atrae el encontrar un nuevo Castlevania realizado a la vieja usanza, con sprites, demasiado integrados en el ADN de la saga de Konami como para no echarlos de menos en las interpretaciones modernas, más teniendo en cuenta los puntos álgidos que ha alcanzado la saga. Y también será, sin duda, un placer volver escuchar de nuevo a la extraordinaria Michiru Yamane, la legendaria compositora de tantas y tantas obras maestras en la historia de la compañía. Recomendar un Castlevania clásico para estas fechas es una nostálgica mirada al pasado en toda regla, la saga ha sido protagonista de otros veranos en mi historia, con juegos como Super Castlevania IV monopolizando tardes y noche mientras trataba de superar sus notables picos de dificultad, así que la idea de sentarse en una terraza por la noche y disfrutar del último gran trabajo de Igarashi es algo que realmente me atrae en estos días de relativa calma.
En verano es un buen momento para encontrarnos con amigos y disfrutar de algo más de tiempo libre que en las otras épocas del año. Como la cosa no está tampoco para salir cada noche por ahí, lo mejor es encontrarnos todos juntos y jugar a alguna cosa. Otros años había hablado de un título que no faltará tampoco en este 2013 como es Beach Spikers de Gamecube, pero lo que está claro es que no dejaremos pasar la ocasión para disfrutar de New Super Mario Bros U, ahora mismo el título que nos permite “engañar” a nuestras mujeres para que se sienten delante del televisor a jugar a la consola. El plan es intentar completarlo al 100% buscando las monedas y acabando algún que otro nivel que no hemos hecho en una primera pasada, pero para que engañarnos: si podemos molestarlas un poco torpedeando su paso por los niveles, todavía más divertido. Y de paso vamos calentando motores de cara a la salida de Rayman Legends, que ya deberíamos estarlo disfrutando hace tiempo, y al nuevo Mario World cooperativo, dos juegos que aunarán encontrarnos con amigos y darle vidilla a Wii U.
He podido jugar, en mayor o menor medida, a los principales nombres del rol occidental excepto a uno: Wizardry. Por algún motivo que se me escapa, la saga de Sir Tech siempre ha sido una desconocida para mí, limitándome a leer sobre las excelencias de la trilogía que marcaría su final, la formada por las entregas 6, 7 y 8. Gracias a GOG y a su incansable búsqueda de clásicos, buceando entre océanos de licencias para encontrar quién tiene los derechos de qué y lograr un lanzamiento comercial, ahora tengo la oportunidad de disfrutar de este gran referente del género. Lo cierto es que lo hago con mucho respeto, ya que la idea es comenzar un grupo y lanzarme a una épica y masiva aventura a través de tres juegos que no son ni cortos ni amables. Particularmente temo a Wizardry 6, un juego lanzado en los 90 que va a poner a prueba el llevar tantos años acomodado a automapas. El combate en Wizardry tiene también fama de brutal, pero no me preocupa tanto como enfrentarme a un Dungeon Crawler puro de vieja escuela, uno con mazmorras laberínticas y puzles dispuestos a castigar que no hayas explorado hasta el último palmo del terreno hace una horas. Pero al mismo tiempo me atrae el hecho de introducirme en una historia tan ambiciosa y rica como la que promete esta saga, la oportunidad de visitar lugares que desafíen mi imaginación y mis convenciones, controlar meticulosamente el combate por turnos y la evolución de un grupo de héroes que empezarán matando ratas gigantes y acabarán en una aventura de proporciones cósmicas. No sé si conseguiré superar esta gesta o me rendiré en medio de un camino árido, empinado y pedregoso, pero si sé que tengo muchas ganas de intentarlo.
Ya va siendo hora de rendir homenaje a una saga que siempre he querido, que marcó mi etapa de jugón empedernido, aquella etapa en la que el bocadillo de Nocilla y las horas de juego iban de la mano, y no tenía que pegarme horas y horas en la oficina escribiendo de videojuegos y sin jugar (¡Maldita ironía!). Os hablo de Resident Evil, pero no de sus últimas entregas, sino de los tres primeros episodios que llegaron a PSX. Y ahí precisamente es donde los voy a jugar. Cuando vuelva a mi tierra buscando reposo, cogeré la pequeña bestia de SONY, los discos de Resident Evil, Resident Evil 2 y Resident Evil 3 y los completaré en escrupuloso orden para recordar qué sucedió en Raccoon City a finales de los noventa, como sus calles se infestaron de muertos vivientes destrozando la que fue, sin lugar a duda, la ciudad de aquella generación por todo su imaginario, sus personajes, sus calles, sus criaturas... Un bonito recuerdo que siempre quedará en mi corazón y que ahora más que nunca conviene no olvidar.
Como también quiero dedicar tiempo a disfrutar en solitario de alguna de las mejores experiencias de estos últimos tiempos, estas noches de verano espero poder explotar al máximo Bioshock Infinite y decidir si está a la altura de competir entre los mejores del año teniendo en cuenta que The Last of Us me ha dejado boquiabierto. Pero la gracia de disfrutar de la obra de Ken Levine está en hacerlo en modo 1999, donde los recursos son más escasos, la muerte es realmente una penalización importante teniendo a veces que empezar de inicio el capítulo y la falta de dinero que hará que mejorar las armas sea algo también limitado. En definitiva, una experiencia como hace tiempo que no se encuentra en el videojuego actual. Sentir que morir no es reiniciar, sino morir de verdad. Como antaño. Comprobar el trabajo hecho con Elizabeth y que tan buenas sensaciones me dejó en lo que ya he visto y probado y gozar de la narrativa y de este nuevo universo son otros de los elementos que lo hacen tremendamente apetecible. Y luego ya decidiremos cuál es realmente el mejor juego que ha salido hasta el momento... y a la espera de los grandes del mes de septiembre, claro.
Tanto los habituales de la estrategia como los que nunca se hayan atrevido con esto de los movimientos tácticos y comandos por turnos tienen este verano una grandísima opción con XCOM: Enemy Unknown, también en formato táctil para dispositivos iOS y con una versión que sinceramente sorprende por el gran traslado que consigue del juego original del año pasado para sobremesa. Firaxis dispone en tu tablet, PC o consolas una generosa campaña y modos multijugador donde humanos y extraterrestres de muy diversa índole se enfrentan en un universo de ciudades norteamericanas derruidas, con un montón de unidades distintas para formar un pelotón donde nos iremos encariñando con cada soldado y éstos al morir no dejan recuperación ni seña alguna, un enfoque muy old school que encantará a los tradicionales del género. Profundo, bien llevado a nivel técnico en todas sus versiones y bastante accesible para quien nunca ha tocado el género, este XCOM fue una sorpresa que todavía hoy marca el panorama de la estrategia. Y para este verano es una propuesta fenomenal, también por su rebajado precio.
Desde hace mucho tiempo por estas fechas estivales, yo y mis colegas tenemos la tradición de reunirnos para echar unas partidas hasta altas horas de la madrugada. En estas intensas sesiones, solemos decantarnos obviamente por juegos que dispongan de un modo cooperativo. A pesar de que tenemos bastante donde elegir del catálogo de la generación actual, la mayor parte del rato la invertimos en juegos retro vía emulación, y para estos casos, los “beat’em up” de Capcom nos vienen de perlas. Uno de los que más nos apasiona y que nunca falta en nuestras veladas es Captain Commando, el cual permite jugar hasta cuatro jugadores simultáneamente. Su argumento nos transporta a una versión futurista de Metro City (la ciudad del clásico Final Fight), donde un grupo de héroes encabezado por Captain Commando debe acabar con una horda de súper-criminales para proteger la Tierra y toda la galaxia. Para ello, como es habitual en este tipo de juegos, no sólo dispondremos de nuestros puños, sino de las armas que nos encontraremos por el camino y que en este caso no se limitan sólo a cuchillos, espadas y bates de beisbol. El título de acción de Capcom nos permite usar también un amplio arsenal de armas de fuego e incluso montarnos sobre gigantescos robots, pero necesitaremos mucho más que eso para completar el juego y deshacernos de los poderosos enemigos que nos esperan al final de cada nivel. Como la mayoría de arcades de aquella época, es un juego difícil de narices pero, afortunadamente, ya no tenemos que dejarnos la paga para disfrutarlo de principio a fin. El tiempo no pasa para esta joya bidimensional, os lo aseguro, y su diversión se multiplica cuando puedes jugarlo con amigos. Ideal para matar los ratos muertos en tus reuniones con los colegas.