PlayStation 4 vs Xbox One, Round 2
El E3 ha sido el ring que acogería el segundo asalto entre PS4 y Xbox One, con todo el despliegue de juegos de lanzamiento, precios, exclusivas, confirmaciones y detalle de las características de ambas consolas. Microsoft no se ha rendido, y ha "escuchado al usuario" para golpear también con fuerza: elimina el DRM y la conexión a internet diaria, y permite los préstamos y la segunda mano. ¿Quién gana este segundo asalto?
Hace apenas unas horas parecía clara la batalla entre Microsoft y Sony por la next-gen. PlayStation 4 había hecho prácticamente todo mejor que Xbox One en sus conferencias de presentación. Si en el Round One ya decíamos que la máquina de la multinacional japonesa peleó mejor en sus primeros pasos públicos, este segundo encuentro tras las ponencias del E3 2013 parecía ir en la misma línea, con un mazazo tras otro de PS4 sobre One, aceptados por la propia Sony. Pero algo cambió ayer, de repente. Microsoft dejaba su posición arrinconada contra las cuerdas y se ponía en pie para asestar un durísimo revés a su competidora, volviendo a tener posibilidades de victoria en esta batalla previa al lanzamiento y contentando con ello a sus millones de seguidores, muchos de los cuales ya estaban preparados para abandonarla y pasar a PS4 en cuanto se lancen ambos sistemas. La compañía de Redmond ha escuchado a la comunidad y dado marcha atrás por fin con algunas de sus agresivas políticas de protección de la segunda mano y préstamos de juego, obligatoria conexión diaria a Xbox Live o restricción por regiones. Y eso que Phil Spencer, de Microsoft, aseguraba durante el E3 que serían "políticas definitivas".
No hay lugar a dudas, el E3 ha sido un marco clave para la guerra de consolas venideras, un espacio de titulares, datos, declaraciones y filtraciones que seguían dando preferencia a PS4 sobre One, en casi todos los sentidos. Jack Tretton revolucionaba al público en la parte final de la conferencia de Sony con una serie de bromas y referencias claras a las decisiones equivocadas tomadas por Microsoft. "Con PS4 podrás prestar tus juegos y no tienes que conectarla a internet si no quieres", explicaba ridiculizando a la competencia y arrancando el aplauso de un público asistente que casi pasa por alto que al mismo tiempo se estaba anunciando la necesidad de pagar mensualmente por el juego online en la nueva plataforma. Muchas son todas las informaciones nuevas que han dado a conocer estas semanas de One y PS4, y, desde luego, el post oficial de Dom Mattrick (CEO Microsoft Interactive Entertainment) de ayer no es más que un añadido de emoción e igualdad a una pelea que promete ser encarnizada. Pero, ¿es suficiente? ¿pone todo esto por fin a la sucesora de Xbox 360 al nivel de la cuarta PlayStation? Vamos a analizar los nuevos golpes.
Precio y lanzamiento
Ya confirmados durante la semana pasada en la feria angelina, uno de los puntos de partida fuertes para el éxito de una u otra nuevas plataformas. 499 euros Xbox One y 399 euros PlayStation 4. Una diferencia de precios de un 25% más para la máquina de Microsoft que por supuesto fue toda una alegría para Sony cuando se publicó. Empujón inicial para la nueva máquina de Sony, que sin embargo no incluirá el nuevo y alargado EyeToy en su paquete inicial, aspecto que sí ha garantizado Microsoft con su Kinect de nueva generación justificando así su precio 100 euros más caro. Y todo apunta a que la cámara reconocedora de posición y sonidos de PS4 no vendrá de serie, de ninguna manera, junto a la consola, mientras que la de One sí lo hará, confirmado. Se ha escuchado también en estas últimas horas que para conseguir una posición realmente competidora no sería de extrañar que Microsoft presentara un pack de XBO sin Kinect por 399 euros, justo la oferta que equipararía del todo One a PS4 en precio, aunque está realmente por ver, y habría que detallar si la consola permite el juego sin tener la cámara conectada, por el momento no, otro asunto aún en el aire, con controversia y por especificar. Sería otra buena anulación.
En cuanto a fechas de lanzamiento y territorios, Xbox One ha sido más concisa en países y período exacto de salida, augurando un listado de 21 naciones donde se estrenará este noviembre de 2013, entre ellas España. Sony en este aspecto ha sido menos clara, pero maneja unos datos en realidad similares, con un cartel oficial de "antes de Navidad de 2013" como lanzamiento mundial, aunque todo apunta a que se producirá un leve retraso en territorio asiático, dejando para principios de 2014 aquel estreno. Todo son datos provisionales y todavía puede haber movimientos. Lo que sí parece claro es que no habrá un stock de ambas máquinas tan elevado como sí ha habido con consolas anteriores. Las reservas de Xbox One en tiendas norteamericanas como GameStop ya han alcanzado los límites. Lo mismo ha ocurrido con PS4 en Amazon. Que las dos sean region-free incita además a las adquisiciones transnacionales, más allá de los países de lanzamiento y la inevitable conversión dólar-euro. Y sobre sus cajas, también parentesco absoluto:
La segunda mano y los préstamos
Era la gran baza de PlayStation 4 sobre Xbox One y tras los acontecimientos de las últimas horas ahora ambas consolas mantienen un equilibrado careo. Microsoft comenzó siendo contundente y dura con las decisiones que había adoptado, con cómo iba a ser su modelo de negocio y filosofía respecto a la posibilidad de que un usuario utilizara juegos ya usados en otra consola. Se habló de un canon estandarizado que habría que pagar a la compañía, de tiendas homologadas para posibilitar la compraventa de segunda mano, de protecciones DRM, de cuentas compartidas... Una nube de malas noticias para el jugador que sin embargo Sony supo aprovechar y no hacía más que criticar y asegurar que su PlayStation 4 no iba a sufrirla. Así hasta ayer, cuando por fin Dom Mattrick explicaba a través del blog oficial de Xbox que "se ha escuchado a la comunidad" y se ha decidido dar marcha atrás con todas estas ideas iniciales, claramente sin respaldo alguno y tremendamente impopulares, tanto que podían costar a la nueva máquina incluso el liderazgo en territorios mayoritariamente xboxers, como Estados Unidos.
De esta forma, se confirma que tanto Xbox One como PS4 mantendrán el sistema de prestamos, alquileres y reventa de juegos tal y como están en Xbox 360 y PS3, es decir, con algunos recortes en funciones online y desde el acceso a Pases Onlne, pero sin necesidad de registros ni asociación a una única cuenta por juego o chequeos periódicos. Así, desaparecen ideas iniciales como el poder compartir un juego con hasta 10 amigos asociados a nuestra cuenta del Live. Se seguirá sin embargo el formato tradicional, sobre todo en soporte físico, donde ambas máquinas utilizan el Blu-Ray como dispositivo. Atrás queda por tanto uno de los mejores vídeos del E3 de este año, el satírico anuncio vídeo-tutorial que creó la compañía japonesa para explicar en un solo paso "cómo se prestan juegos en PlayStation 4", burlándose del desacierto inicial de Xbox One. Es éste:
Conexión periódica o permanente
Otro de los puntos rectificados ayer por One y que ha mantenido siempre como más amigable a PS4. Mattrick anunciaba en el histórico y reciente post que la leonina conexión cada 24 horas se anulaba como necesidad y que la nueva consola de Microsoft no tendrá por qué conectarse a internet salvo en una primera instancia para el registro de cuentas Live y traspaso de datos desde Xbox 360 en caso de posesión de ambas máquinas. "Apreciamos vuestra pasión y apoyo, y aunque creemos que la mayoría de los jugadores usarán la consola conectada y usando la nube, queremos dar todas las posibilidades para que accedan tanto a contenidos físicos como descargables", clara declaración de intenciones para dar cabida a todo tipo de usuarios, tanto a los que dispongan de acceso a internet desde sus hogares como a los que no o vayan a disponer de la consola en un área sin red. No obstante, esta decisión inicial tenía ventajas y defensores, como las mejores prestaciones y actualizaciones automáticas de los juegos, como ocurre en Steam en PC, ahora ya desechadas.
Juego online y retrocompatibilidad
Jack Tretton colaba esta noticia entre aplauso y aplauso al hablar de la segunda mano o la conexión permanente: PlayStation 4 dejará de permitir el juego online de forma gratuita, con una obligatoria suscripción a PSN+ para poder disfrutar de partidas multijugador en red, algo que Xbox 360 ha hecho desde su primer día y que seguirá en One con las suscripciones a Xbox Live Gold. Por unos 5 euros mensuales, el poseedor de PS4 tendrá acceso no solo a las partidas en red de sus juegos favoritos con unos resultados de matchmaking y lag superiores, sino también a los diversos contenidos y títulos que ofrece PSN+, caracterizada últimamente por obsequios de bastante calidad y tamaño. El nuevo servicio Xbox Live de One copia la fórmula de Sony y mantiene el precio, de manera que ambas en este sentido van a competir de forma ajustada, alojando a los usuarios con servidores dedicados para cada juego, ofreciendo apetecibles contenidos gratuitos cada mes y haciendo de la parte online y social una de las principales ventanas de las nuevas máquinas. Es difícil definir ya qué consola cuidará más este aspecto, augurándose a priori un terreno bastante equiparado. Lo que sí queda confirmado es que XBO ni PS4 reproducirán juegos de 360 o PS3, ni anteriores. No habrá retrocompatibilidad. A buen seguro tanto PSN+ como el nuevo Live Gold los ofrecerán en su oferta de cada mes, como parte del atractivo y como ya hace el servicio de pago de Sony en PS3.
Precio de los juegos
Otro aspecto crucial a la hora de determinar qué consola se lleva el gato el agua, y otro punto que no puede ser descuidado. Tanto Sony como Microsoft apostarán fuerte en sus nuevos sistemas por el formato digital, de manera que todos los lanzamientos estén desde el primer momento disponibles a través de descarga y con precios y packs especiales para este formato en la nueva PS Store y Bazar Xbox. Sin embargo, en soporte físico (Blu-Ray) ya se han detallado algunos aspectos de precio y formato de cajas. Xbox One asegura que mantendrá los precios como Xbox 360, es decir, a un máximo de 69,99 euros por título mientras que PlayStation 4 de momento solo ha hablado de las producciones bajo edición first party -juegos de estudios pertenecientes a Sony- que tendrán un precio estimado de 59,99 euros. Así, juegos de Sony Santa Monica, Naughty Dog, Polyphony o Quantic Dream tendrán este precio estimado, al menos según las primeras infromaciones al respecto. Lo que parece también bastante claro, es que el mecanismo de incremento de precios finales mediante DLC seguirá siendo una constante, quizá radicalizándose hasta el punto de que prácticamente todos los títulos dispongan de ampliaciones de pago. Aquí las cajas de los juegos:
Catálogo de lanzamiento
Otro campo que determinará el arranque de Xbox One y PlayStation 4 es el catálogo con el que partan, los juegos que lleguen a tiempo para sus respectivos nacimientos este otoño, tanto first party como de terceras compañías. Las producciones multiplataforma marcarán esta Navidad, con esperadísimos títulos como WatchDogs, Destiny, Battlefield 4, Call of Duty: Ghosts, FIFA 14, Assassin's Creed IV o NBA 2K14 preparados para estrenar los dos nuevos sistemas y los gráficos next-gen en consolas. Pero también es determinante con qué títulos exclusivos se presenta cada máquina, juegos como Killzone: Shadow Fall o Forza Motorsport 5 solo para una y otra, o las exclusivas con que se quedan, temporales y finales. Los repasamos en el próximo apartado, aunque si algo se puede ir confirmando es que ambas máquinas van a contar con unos catálogos sólidos para su estreno, unas buenas bases de partida que las hagan deseables desde el día uno.
Exclusivas
Uno de los debates que más gusta alimentar a los acérrimos a una y otra compañía es lo concerniente a las producciones exclusivas, esos juegos que tendrá Xbox One que no tendrá PlayStation 4 y viceversa. En este sentido una vez más ambas compañías parten desde posiciones bastante parejas, aunque quizá Sony despliegue en un período más corto sus primeras cartas únicas y exclusivas, cartas que son ases como Killzone: Shadow Fall, inFamous: Second Son, DrvieClub, Knack o la procesión de obras indies de estudios de renombre como Transistor (también en PC) o The Witness, de exclusiva temporal por el momento. Xbox One juega ases como Ryse, Forza 5, Killer Instinct, Titanfall (probablemente de exclusiva temporal) o DLCs con prioridad en esta máquina de Battlefield 4 y Call of Duty: Ghosts. Destiny y sus contenidos, en cambio, tendrán preponderancia en PS4. Pero más allá del arco de lanzamiento a finales de este año, el tema de las exclusivas también empieza a dibujarse ya en uno y otro sistemas.
Así, Quantic Dream (Sony) ya ha enseñado el impresionante aspecto gráfico que lucirán sus nuevas producciones con la demo técnica The Dark Sorcerer o Sony Santa Monica la penetrable traslación al s. XIX que hará con The Order 1886, mientras que Microsoft ha lanzado un breve teaser de Quantum Break, uno de los proyectos más esperados a cargo de Remedy (Alan Wake). También hay que tener constancia de las desarrolladoras con que cuentan una y otra compañía, los llamados estudios first party como Rare o 343 Industries en el caso de Xbox One, y la prestigiosa Naughty Dog o Sony Santa Monica para PS4. No cabe duda, la próxima generación va a ser una dura batalla de exclusivas y concesiones cruzadas, con ambas empresas luchando por conseguir las mejores características para las versiones de los juegos correspondientes a sus smáquinas. Una guerra donde tener antes un DLC o contar con unas prestaciones específicas desde una pantalla adicional como un tablet o una PSVita son alicientes para ganar en la batalla por la mejores exclusivas. Y sobre esto último, crucial también es el juego desde un dispositivo remoto como es PlayStation Vita, de entrada posible en todos los títulos de PS4, idónea opción off-TV que inauguraron Wii U y su GamePad.
Mando
Aunque recientemente se ha confirmado que tanto el pad de PS4 como el de XBO tendrán un precio similar, en tono a los 60 dólares, bien es cierto que el diseño de ambos dista un abismo, principalmente por el touchpad frontal del DualShock 4. Sony ha abandonado por fin el diseño original de sus mandos para concebir un periférico mucho más ergonómico y redondeado, muy estudiado y que aprende mucho de otros mandos de consola, también el Xbox 360 Controller o el Wiimote con su altavoz propio. Los sticks, la cruceta o los gatillos reciben diversas revisiones para hacerse de pulsación más confortable y precisa, dejando en los dedos del usuario un abanico de movimientos y comandos mayor, con analogía variante según la intensidad de pulsación o presión. También protagonista es el panel luminoso trasero, que servirá como la esfera superior del PSMove dictando al nuevo EyeToy la posición del controlador o el número de jugador. Cambiará de color según dicte cada título o acontecimiento, también sirviendo como indicador para algunas herramientas de la propia interfaz de PS4. Funcionará con tecnología Bluetooth, como el DualShock 3 o el inicial SixAxis y tendrá batería integrada, también como aquellos.
Por su parte, el controlador de Xbox One mantiene más el acertado diseño del Xbox 360 Controller, aunque lo ha estilizado reduciendo el peso -gracias a la ranura de pilas AA integrada- y la reducción de algunas de sus piezas y reposos. Se podrá conectar por cable MiniUSB para no gastar pilas. Para empezar, destacan especialmente los gatillos con resistencia progresiva, lo que les permite vibrar de forma autónoma a la vibración general del mando, una característica ideal para juegos de conducción o disparos, por ejemplo, capaz de lograr sensaciones más realistas e inmersivas. Los botones centrales se han reducido de manera que ahora tienen menor recorrido y se pulsan del todo con mayor rapidez. Rediseño también para la cruceta, más redondeada y facilitadora de direcciones diagonales o semicírculos para, por ejemplo, los combos de media luna en los juegos de lucha. Kinect detectará la posición de cada pad dentro de la sala, sirviendo esto para repartir las pantallas divididas o asignar número de jugador.
Carcasa y conexiones
Ahora que PlayStation 4 ha mostrado su aspecto físico final, cómo será la carcasa de la máquina, en este Round 2 ya podemos hablar de cuál se impone sobre cuál, si Xbox One o la máquina de Sony salen reforzadas sobre la competidora. Desde este enlace puede observarse libremente PS4 y su controlador en tres dimensiones, para análisis exhaustivo. Para empezar, sobre tamaño, la nueva consola de Microsoft es más alta en posición vertical que las actuales y que PS4, con una medida de 34.3 x 26.3 x 8 frente a los 30.5 x 27.5 x 5.3 del nuevo sistema de Sony. El peso también será superior así como su diseño algo más cuadrado y brillante, línea que Sony ha decidido descartar para añadir también una raya azul que corta de forma transversal la carcasa de su máquina, más diagonal y bipartita en términos estéticos. Es cuestión de gustos priorizar una sobre la otra, pero está claro que ambas compañías han apostado esta vez por diseños sin líneas curvas ni esquinas inútiles, lejos de todos aquellos bocetos iniciales que dibujaban la nueva Xbox como un pez manta o PS4 como una circunferencia de estilo Portal. En este hilo de ZonaForo se establecen varias comparativas interesantes.
La ubicación de los ventiladores, las ranuras para las distintas conexiones o la ubicación de la ranura para insertar los discos son otros parámetros importantes en el diseño de una y otra consolas. 2 puertos USB para PS4 y otros 2 para Xbox One. Salida HDMI en ambas pero también entrada en One. Alimentación externa en la máquina de Microsoft y medio panel de ventiladores en busca del mejor rendimiento. Más estilizado en PS4, con ventiladores traseros y fuente de alimentación integrada en la máquina, en líneas generales más fina y con menos ranuras y recursos a la vista. Eso sí, habrá que ver cómo se comportan una y otra en rendimientos, calentamiento o ruido. Esto hasta que no desembarquen en las tiendas las versiones finales y se pongan a prueba con distintos juegos y características no puede quedar escrito o decidido, pese a las incesantes promesas de refinado de sus creadores. Xbox One no está diseñada para colocarse en vertical.
Combate más ajustado
Como decíamos al principio, todo hacía parecer que PlayStation 4 iba a colar todavía más golpes a Xbox One en la pelea por ser la preferida en estos meses pre-lanzamiento. El E3 2013 no ha sido precisamente un trampolín para la creadora de Windows, y la multinacional japonesa volvía a declararse vencedora con su conferencia sobre su nueva máquina y características, animando la fiesta con datos como el más barato precio o su trato favorable a la segunda mano. Pero el anuncio de Microsoft de ayer dando una histórica marcha atrás para estar a la altura de la competencia y limpiar en parte la destrozada imagen de partida con que iba a nacer su XBO ha equilibrado el encuentro, dejando este Round 2 con un vencedor menos claro que lo que dejó el Round 1, obviamente entregado a Sony. El precio 100 euros/dólares superior de la consola de Microsoft es uno de los puntos en su contra, también lo son quizá aspectos menores como la autonomía de su mando mediante pilas alcalinas en vez de batería integrada que dispone el DualShock 4, o la no concepción de su carcasa para colocarse en posición vertical, además de la conexión obligatoria de Kinect.
Aspectos como las exclusivas de cada consola, los catálogos iniciales, el trato a servicios multimedia más allá de los juegos, o la afinidad con unos y otros estudios first party de Sony y Microsoft serán los que finalmente parece que vayan a ayudar al usuario indeciso a decantarse por una u otra máquinas en caso de solo poder hacerse con una. Halo, Forza, lo nuevo de Remedy, Project Spark o las marcas tradicionales de Rare frente a Gran Turismo, Killzone, God of War, lo que prepare Naughty Dog o lo último de Media Molecule. Cada jugador elige, se deja llevar por sus preferencias ahora que ambos sistemas next-gen parecen competir en una liga más cercana, eso sí, con superiores características técnicas de la máquina de Sony. Habrá que estar muy encima de todos los detalles que se vayan desvelando hasta el lanzamiento de PS4 y One -probablemente simultáneo en noviembre- para comprobar quién se corona finalmente como nuestra favorita, más allá de las exclusivas, diseño o prestaciones únicas. Parece que va a ser un combate reñido, algo bueno para la industria y así evitar los monopolios. La competencia es garantía de la búsqueda de calidad y destaque.