[E3 2013] Watch Dogs, Impresiones

Watch Dogs es uno de los proyectos más ambiciosos de Ubisoft. La compañía francesa ha cuajado una generación de consolas con éxitos importantes como la franquicia Assassin’s Creed y muchos otros títulos que han tenido gran aceptación. Far Cry 3, Rayman Legends o Prince of Persia figuran entre los nombres más importantes que han generado en los últimos tiempos, además de destacar su apoyo a Wii U. Pero vienen aires de renovación con las plataformas que preparan Sony y Microsoft, y la compañía gala quiere ofrecer experiencias y mundos nuevos. En este marco se ubica Watchdogs, la nueva aventura de corte futurista y herencia clara de una manera de hacer videojuegos.

El nuevo título protagonizado por Aiden Pearce y ambientado en una Chicago futurista pero no muy alejada de los tiempos actuales se pudo ver en profundidad durante las conferencias de Ubisoft y de Sony. La primera sensación que uno tiene al ver a Pearce en movimiento es la de tener delante un juego que bebe de la esencia Assassin’s Creed al menos en lo que sensaciones que desprende el personaje en movimiento. Pero Ubisoft quiere ir mucho más lejos y no solo parecerse a su franquicia más exitosa, sino proponer mecánicas totalmente nuevas que en muchos casos son de lo más interesante. La demo que se pudo ver en el E3 muestra virtudes a tener en cuenta.

Ampliar

Lo primero que sorprende de lo visto del juego es la escala con la que se maneja desde un primer momento. Las imágenes iniciales muestran un gameplay en el que el jugador conduce un vehículo en medio de una ciudad nocturna en la que llueve. Los efectos especiales son dignos de mención, como también el juego de luces de los carteles y establecimientos que hay por la ciudad o los otros coches. La conducción se alarga bastante moviéndose por diversas calles, demostrando que el juego ofrece un amplio mapa que visitar. La sensación es de realismo al ver como se reflejan los elementos de la ciudad en este flamante vehículo, que tiene la capacidad de ir a toda velocidad antes de detenerse en un punto concreto.

Alguien está buscando al protagonista y tenemos que camuflarnos de la policía y de unos vigilantes aéreos. Cuando no hay escapatoria es el momento de correr a toda velocidad, dando una sensación de frenetismo y adrenalina destacado mientras el vehículo va a toda pastilla por las calles hasta esconderse. Aiden Pearce es un hacker, y su trabajo no es el que más gusta a ciertos estamentos de esta Chicago futurista, por lo que nuestras habilidades en combate también se mezclarán con virtudes tecnológicas y la capacidad de escondernos y pasar inadvertidos. De hecho, cuando Pearce baja del coche y empieza a moverse vemos como hay un sinfín de dispositivos que tienen el icono de hackear. La interacción con todo lo que nos rodea es una de las claves que quiere ofrecer Watch Dogs.

Ampliar

El nivel técnico del título es altísimo, como se puede ver en la persecución que hay posteriormente a través de una cafetería con otro personaje. Las caras de los personajes son sorprendentes y sus movimientos verosímiles y creíbles. Posteriormente, cuando llegan las autoridades, empiezan a florecer algunas mecánicas de juego interesantes. Mediante el hackeo se puede interactuar con nuestro entorno y activar sensores que nos permiten ver enemigos a través de las paredes o manipular cámaras a nuestro antojo.  Las armas de fuego y la acción también están presentes además de las carreras y las escapatorias constantes de los enemigos.

Pero sin duda la gran sorpresa llega con el sistema blackout que le permite otra vez interactuar con todo lo que sea tecnología y esté cerca de él en el escenario. Al final de la demostración se ve como unos guardias lo atrapan, pero esto no es suficiente. Desde su móvil crea un estallido que deja a oscuras el escenario, pudiendo eliminar a los enemigos a cámara lenta y posteriormente escapar sin dejar rastro en esa zona. La demostración acaba con el protagonista escapando en una lancha,  algo tan espectacular visualmente como interesante a nivel jugable: se han propuesto usar muchas mecánicas típicas de los sandbox, además de una escala de escenarios enorme y superior a la presente en la generación actual de consolas.

Ampliar

Watch Dogs no se llevó seguramente tanta atención como otros títulos al ser una propuesta de la que ya se conocían diversos detalles, pero lo visto hasta el momento es prometedor en diversos sentidos: técnicamente se ve un salto cualitativo importante; la extensión del mundo que quiere ofrecernos lo acerca más a un sandbox que a una aventura y los añadidos jugables en temas de tecnología pretenden ofrecer una nueva experiencia para un juego que, eso sí, se le notan influencias de otras propuestas de Ubisoft como Assassin’s Creed. El título está previsto para consolas actuales y futuras, pero es en la next gen donde realmente se quiere mostrar todo el potencial que tiene dentro de sí lo más nuevo de la compañía francesa.