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[E3 2013] DriveClub, Impresiones

Evolution Studios muestra en tiempo real el estado en el que se encuentra DriveClub, uno de los exclusivos del catálogo de PlayStation 4 para estas navidades. Con un formato orientado hacia el jugador arcade, los creadores de MotorStorm presentan su debut en la nueva generación de consolas.

Todo sobre el E3 2013. En directo desde Los Ángeles

El equipo de Evolution Studios está trabajando duro para sacar el máximo rendimiento de la capacidad técnica de PlayStation 4 para demostrar la potencia de la consola. Aunque en el pasado hayan trabajado en la franquicia MotorStorm, de caracter arcade, en el presente se han embarcado en una obra que mezcla la conducción desenfadada con algunos toques de simulación. DriveClub es el resultado de más de nueve años de brainstorming que finalmente ha derivado en una experiencia de nueva generación, íntimamente ligada a las nuevas posibilidades sociales que ofrece la nueva sobremesa de Sony.

La demostración que Sony habilitó en el stand del E3 nos lleva a dar una vuelta por un circuito de prueba durante poco más de cinco minutos. Aunque podemos tomar las riendas del volante tantas veces como lo deseemos (solventando las kilométricas colas que se forman a nuestra alrededor), el contenido de esta versión de prueba no varía ni tampoco permite obtener información adicional sobre otros recorridos. Durante el proceso de carga se toma una foto para que represente a cada jugador en las tablas de clasificación. Mientras esperamos a que se inicie la carrera aparecen en pantalla cuadros de diálogo indicando la posibilidad de crear nuestro propio club de carreras para competir contra otros jugadores, aunque por el momento sólo existen dos pertenecientes a los propios desarrolladores.

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Quemando rueda

Se emplea este sistema no para que lo podamos poner a prueba, algo difícil a juzgar por el contexto en el que transcurre la demostración, sino para que quede constancia de que DriveClub es un juego de carreras que ha sido desarrollado con la comunidad de jugadores en mente. En realidad, es exactamente la misma filosofía que impera hoy por hoy en la actual generación de consolas, solo que ahora elevada hasta la enésima potencia con toda clase de pequeños guiños que harán las delicias de los jugadores más exigentes en este aspecto. El mejor tiempo del circuito, establecido en un competitivo 1:34, lleva consigo la firma de uno de los periodistas que se han pasado anteriormente por la cabina, así que sin perder más tiempo tratamos de superarlo.

Antes de pasar a la acción descubrimos nuevas pancartas en las que se ilustra la 'fama' que ha obtenido cada corredor. Este aspecto se mide por la cantidad de proezas que hemos conseguido durante la carrera, como nuestra velocidad punta máxima o el tiempo total que hemos invertido derrapando. Conseguir el mejor tiempo o más puntos que ningún otro corredor es tan importante como conducir con estilo. Cada elemento que solemos tener en cuenta mientras competimos se refleja en las estadísticas de DriveClub, en una demostración de la atención que se ha volcado sobre el multijugador.

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Sin respiro

Antes de comenzar es menester elegir un vehículo. De los disponibles (McLaren 12C y Hennesey Venom GT) optamos por el primero, cuyas especificaciones de conducción parecen ser más accesibles que las del segundo. Existen asimismo dos estilos de conducción, uno basado en el uso del stick analógico y otro por el sensor de movimiento. En esta ocasión sólo está disponible la opción tradicional. El circuito de Kinloch, en Escocia, es el que alberga nuestra primera toma de contacto con DriveClub, y en él se muestra con todo lujo de detalles la estética que tradicionalmente se le asigna al país, esto es: ríos, vegetación abundantes, playas, castillos abandonados... Evolution ofrece algo de tiempo para que podamos recrearnos con el motor gráfico, muy por encima de cualquier otro título automovilístico que hayamos probado hasta la fecha.

La carrera comienza con los vehículos ya en marcha y desde la vista interior. Sumidos en la parte trasera del volante podemos apreciar con todo lujo de detalles la tapicería del coche, la evolución del cuentakilómetros y del velocímetro. Son detalles que hemos tenido ocasión de apreciar hasta la saciedad en esta generación, que aquí van acompañados por un entorno que cambia y se transforma a medida que avanzamos. Sin embargo, y por más que en la actualidad exista cierta tendencia a utilizar la vista interna del coche, nuestra mejor opción pasa por emplear la vista externa, que generalmente suele ser también la más exigente para el motor gráfico.

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Atención al detalle

Como esperábamos, el elemento que llama poderosamente la atención en DriveClub es la atención por el detalle. El estilo de conducción mezcla el estilo arcade (coches con poco peso y muy manejables) con la simulación, por lo que es relativamente fácil familiarizarse con el sistema de control. El McLaren tiene un comportamiento bastante suave y alcanza cotas altísimas de velocidad en muy pocos segundos, por lo que antes de darnos cuenta hemos dejado a trás los primeros problemas de conducción para centrarnos única y exclusivamente en el trazado. El circuito escocés está compuesto por largas rectas y curvas que se pueden recorrer en quinta sin apenas soltar el acelerador, aunque las distintas condiciones lumínicas nos juegan de vez en cuando una mala pasada.

En DriveClub podemos apreciar con facilidad los cambios de luz que provoca disputar la carrera a las seis de la tarde o a las tres del mediodía. A diferencia de lo que sucedía con otros títulos del mismo corte (o que al menos han procurado ofrecer sensaciones muy realistas al volante de un bólido), aquí no se difumina nuestra visión cuando alcanzamos velocidades de infarto. La inercia de la conducción se ha implementado con cuidado de no estropear las buenas sensaciones que transmite pilotar estos vehículos. Durante las primeras curvas es imposible no prestar atención al comportamiento del alerón trasero del McLaren, que oscila cuando efectuamos una frenada de emergencia o cuando el peso del coche nos empuja fuera de la calzada.

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Entrando por meta

Dejando al margen la vistosidad de los efectos gráficos anteriormente descritos, la sensación que obtenemos tras cruzar la línea de meta (después de rodar dos veces por el mismo circuito) es muy positiva. En apenas unos minutos hemos conseguido dominar uno de los coches más potentes de DriveClub, aunque la configuración del circuito obviamente nos ha echado una mano. Tras quedar decepcionados con el tiempo realizado durante las dos vueltas dejamos atrás la cabina con el regusto amargo de no poder disfrutar más de un título que previsiblemente llegará al mercado acompañando el lanzamiento de Playstation 4, consola para la que es exclusivo. Hay quien considera DriveClub como el sucesor espiritual de Ridge Racer, un concepto que pese a no ser demasiado acertado (RR es una experiencia puramente arcade, DriveClub se entrega ligeramente hacia la simulación), tampoco se aleja demasiado de la realidad.

DriveClub

  • PS4
  • Conducción

DriveClub, desarrollado por Evolution Studios para PlayStation 4, es un título de conducción con un gran enfoque online a cargo de los creadores de la saga MotorStorm.

Carátula de DriveClub
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