[E3 2013] Dead Rising 3
El apocalipsis Zombi más desenfadado vuelve en exclusiva para Xbox One con un mundo abierto, un tono más serio y un nuevo protagonista que hereda las herramientas de Frank West. Y algunas más
Dead Rising fue una de las mayores sorpresas que se llevaron los usuarios de Xbox 360 en los primeros compases de la generación que nos está dejando poco a poco. Capcom sorprendió con un tratamiento del universo zombie que se alejaba mucho de las convenciones vistas en Resident Evil, y que conseguía construir un tipo de aventura semi abierta muy suya. Original. El primer Dead Rising fue un exitazo que no ha cosechado ninguno de sus predecesores. Una de las grandes sorpresas de la conferencia de Microsoft sobre Xbox One fue el retorno de la franquicia con Dead Rising 3, un título con la coletilla de “exclusivo” y que pretende cambiar algunos de los cimientos de la serie.
El buen sabor de boca del primer Dead Rising llegó por ofrecer una fórmula fresca que mezclaba a las mil maravillas el apocalipsis zombie con el humor absurdo, la libertad de movimientos con la angustia de una aventura que terminaba en un tiempo concreto, la concreción de la trama principal y las misiones secundarias con el gamberrismo en medio de un centro comercial y la presencia de un protagonista simplemente épico y carismático. Aunque se intentó repetir fórmula, Dead Rising 2 quedó un poco por debajo de esa frescura y originalidad inicial (el primer Dead Rising incluso tenía logros maravillosos y desafiantes a día de hoy), y el intento off-the-record con Frank West de protagonista en el universo de Dead Rising 2 no pasó de curiosidad. Esta tercera entrega está desarrollada por Capcom Vancouver, conocidos anteriormente como Blue Castle y que ya trabajaron en Dead Rising 2, en Off the Record y en DLCs de la serie.
Lo primero que destaca de la demostración vista durante la conferencia de Xbox One fue el emplazamiento de esta nueva entrega: la ciudad de Los Perdidos. Se deja atrás los espacios más o menos cerrados como el centro comercial o el casino, que a pesar de ser variados y con contrastes seguramente no podían ofrecer la gran cantidad de posibilidades que tiene una ciudad devastada por los zombies. También hay un nuevo protagonista para esta ocasión: Nick Ramos del que poco se sabe más allá de su habilidad para acabar con zombis con mucha facilidad. Lo que se ve en los primeros compases de la demostración es que hay una gran cantidad de zombies en pantalla al mismo tiempo, todo funcionando sin ningún contratiempo técnico. Cada rincón que se visita de la ciudad está infectado de zombis, algo que demuestra las bondades de la nueva plataforma a la hora de poder gestionar muchos más elementos a la vez.
Ramos mantiene el tipo de control totalmente libre de Frank West, con mucho dinamismo y posibilidad para moverse con facilidad en los entornos tridimensionales. Es capaz de correr, girar a gran velocidad, tiene un ataque especial nuevo que embiste a los zombis cargándolos con el hombro como si fuera un jugador de fútbol americano. Salta, trepa y escala con suma facilidad, y también es capaz de usar cualquier tipo de arma que se encuentre por el camino. Todo vale en Dead Rising, una máxima que también se repite en esta tercera entrega numerada en la que el protagonista es capaz de golpear con una llave inglesa, con sus propios puños o con un trozo de casa derruida si es necesario. Además, vuelve a haber una gran personalización de armas y mezcla de elementos que nos vayamos encontrando mucho mayor del que pudimos tener en Dead Rising 2.
Las armas de fuego vuelven a tener una importancia vital en el juego. Además de poderlas crear y mejorar de manera manual con el sistema ya mencionado, estas son muy útiles para acabar con ciertos enemigos. Una de las mejoras que se ve a primera vista es el cambio de aventura de acción a third person shooter cuando pasamos a apuntar y disparar con un arma de fuego. La cámara se coloca encima del hombro del protagonista, y la sensación es de transición a un shooter clásico con un buen sistema de disparo. Seguramente en los anteriores títulos de la saga no transmitían la sensación de precisión y control que se ha podido ver en este nuevo juego.
Dead Rising tenía un humor desenfadado que hacía que la aventura tuviera unos tintes poco dramáticos a pesar de estar en medio de un mundo en el que la muerte triunfa por encima de la vida. Con esta premisa, el tono que se ha usado en Dead Rising 3 contrasta con lo visto anteriormente ya que se ve un título bastante más serio y maduro a nivel artístico y visual. Pero que no cunda el pánico, ya que Capcom Vancouver ha confirmado en declaraciones oficiales que trabajan para que el humor sea todavía más poderoso gracias al contraste entre las fases hilarantes con el tono serio y más tenso que están dando al título. Los trajes ridículos y las armas surrealistas (de hecho hay una especie de motosierra casera que podemos lanzar para matar a distancia un zombi por la mitad) estarán de vuelta.
Algunos conceptos del juego también han sorprendido. El juego ofrecerá un mundo abierto en el que movernos, algo que supone un paso adelante respecto a los mundos vistos anteriormente sobre todo si tenemos en cuenta que no habrá tiempos de carga entre fases. Todo está bien interconectado y la consola gestionará lo que deba gestionar para que el jugador no sienta que cambia de zona mediante ningún loading ni nada por el estilo. Además, se ha eliminado el formato de las 72 horas para terminar el título y que tantas angustias generaba a ciertos jugadores en la primera entrega. Eso sí, se ha confirmado que este tipo de juego con cuenta atrás se mantendrá gracias a una modalidad incluida en Dead Rising 3. Por último, también usará SmartGlass de tal manera que podremos pedir ayuda a externos. Dead Rising 3 se ha anunciado en exclusiva para Xbox One y saldrá a finales de este 2013.
- Acción
- Aventura
Dead Rising 3, desarrollado por Capcom Vancouver y distribuido por Microsoft, es la tercera entrega de la franquicia Dead Rising para Xbox One y PC en la que debemos sobrevivir de nuevo a una apocalipsis zombi.