Company of Heroes 2, Impresiones

"El ejército rojo, la marina y todos los soviéticos deben lucha por cada palmo de terreno soviético, luchar hasta la última gota de sangre por sus ciudades y pueblos. ¡Adelante, a la victoria!". Las palabras de Joseph Stalin no quedaron en un ejercicio de retórica: el pueblo soviético se desangró en la desesperada defensa contra las fuerzas nazis. Nada representa mejor este hecho como la terrible defensa de Stalingrado, el escenario de la película "Enemigo a las Puertas", tantas veces representado en el videojuego. Mientras la artillería y la aviación alemana macahacan sin descanso la ciudad a las orillas del Volga, cientos de miles de combatientes rusos daban sus vidas a la causa, voluntariamente o no, frente a un ejército mejor equipado y ansioso por conquistar un punto clave por su papel de punto intermedio entre el Caspio y las regiones norteñas a través del río. La batalla de Stalingrado es considerada como una de las batallas más sangrientas de la historia, una lucha sin cuartel en el que la vida humana, civil o militar, se pagaba más barata que nunca. Es también el punto de partida de la campaña soviética en Company of Heroes 2, el nuevo juego de Relic, embarcada en su nueva aventura como estudio interno de Sega.

El proceso no parece haber afectado en ningún modo al juego, que presenta el mismo potencial que tenía cuando estaba bajo bandera de THQ, con sus mismas cualidades y también con esos aspectos que merecen atención especial para ver cómo se desarrollan. La novedad ahora radica en tres frentes: la oportunidad de haber jugado por primera vez al modo campaña; la beta multijugador que ya muchos usuarios han podido disfrutar; y el anuncio de un nuevo modo que complementará a los modos principales: Theatre of War, una campaña de gran escala que se irá expandiendo con escenarios y batallas. A poco más de un mes de su lanzamiento -sale el 25 de junio- ya es posible obtener una buena idea de qué va a incorporar Company of Heroes 2 desde el comienzo.

Para empezar, pero sin desvelar demasiado, está el hecho de poder acceder por primera vez a la campaña, que será una historia narrada desde la perspectiva de un Teniente del ejército rojo, pasando sus días de forma miserable en un campo de concentración de Siberia hasta que su viejo comandante llega para interrogarle. Su relato detallará cómo acabó siendo tildado de “traidor” después de haber servido a su patria en algunas de las mayores batallas de la historia de la humanidad. La primera parte de su relato se desarrolla por supuesto en Stalingrado, lugar donde encontramos nuestra primera misión: llegar a la base de operaciones alemana y acabar con ella para conseguir desarbolar finalmente la ofensiva. Es una misión tremendamente simple, prácticamente de tutorial, pero tiene el buen gusto de no aburrirnos con detalles, camuflando bien lo básico de las acciones en el contexto de una batalla masiva donde decenas y decenas de soldados rusos mueren acribillados ante las defensas nazis.

En ese contexto, aprenderemos a controlar a nuestra infantería básica, a utilizar cobertura, usar granadas explosivas e incluso a usar bombas de humo para nublar la visión del enemigo y movernos con algo más de seguridad. Aprenderemos a flanquear a las unidades rivales y a capturar piezas de artillería para moverlas y desplazarlas de forma que tengamos un extra de potencia de fuego. Controlamos a un grupo reducido de hombres, mientras que otros soldados manejados por la IA se lanzan sin descanso a las líneas enemigas mientras nosotros capturamos el enemigo. Las primeras impresiones visuales son buenas, el grado de detalle en el escenario es muy alto y las explosiones siguen resultando espectaculares, con un gran trabajo audiovisual para reproducir las sensaciones y los sonidos del combate, aunque es innegable que no tiene el impacto inicial que tenía el primer Company of Heroes. Es un nuevo motor y cuenta con mejoras y optimizaciones, pero el resultado es bastante similar a lo ya visto.

En realidad todo es similar de un primer vistazo. El interfaz ha cambiado y se hace al principio un tanto raro, con mucho detalle adicional, pero es algo a lo que resulta fácil acomodarse una vez pasado un tiempo -siempre es complicado adaptarse a lo nuevo cuando se viene de un juego tan habitual como CoH-. El interfaz para situar a los hombres en cobertura es el mismo, aunque la gran novedad al respecto es que los vehículos ya sí sirven de cobertura -no como antes en que sólo ofrecían refugio si quedaban inutilizados-. Las sinergias con la infantería y las unidades mecanizadas mejora así bastante y tiene más sentido. Esto cobra más relevancia en la segunda misión, ya en uno de los cinturones defensivos alrededor de Moscú, luchando con tu unidad para mantener a raya a los alemanes y evitar que consigan el acceso a valiosos recursos que no pueden ser transportados -para lo que el comandante no duda en ordenar que se coloquen explosivos-. La campaña rusa será una historia con diferentes escenarios, centrándose en la defensa de la “madre patria” primero y luego formando parte del contraataque que acabaría con las fuerzas de Stalin en Berlín. Es pronto para evaluar la calidad de su trama, pero difícilmente va a ser algo que preocupe a la mayoría de los jugadores interesados en Company of Heroes.

Los mapas se dividen en dos grandes grupos, los de invierno y los de primavera-verano. En los de invierno interviene la nueva tecnología llamada ColdTech, con el que relic ha tratado de hacer protagonista al General Invierno en la contienda. En estas circunstancias los ríos quedarán congelados y las unidades podrán pasar por ahí, aunque con más peligro según el peso y siempre con el riesgo de que un ataque de artillería rival acabe con nuestras fuerzas perdidas en el fondo de un río helado. La nieve profunda obstaculizará nuestro movimiento, el frió drenará las fuerzas de nuestros soldados, que pueden incluso morir en estas condiciones si se mantienen demasiado tiempo alejado de una fuente de calor -las hogueras son más comunes, pero las propias unidades mecanizadas también pueden servir. Ocasionalmente incluso se levantará una ventisca que impedirá casi por completo la visibilidad y que puede ser el fin de nuestra infantería si no están a refugio. Esta es una idea interesante, que da algo de pausa al desarrollo de la batalla y permite reforzarte y planificar, pero que por otro lado puede resultar algo tediosa en multijugador, rompiendo el ritmo de la partida. Habrá que seguir de cerca en qué grado la comunidad se acostumbra a este fenómeno.

Lo que sí puede ser una revolución es el TrueSight. Ya se ha comentado en anteriores avances pero es realmente una faceta importante que influye en los combates y a la que hay que adaptarse. El principio es que ves en función de lo que ven tus hombres. Normalmente hay la llamada “niebla” que indica territorio desconocido, pero en Company of Heroes 2, si no tienes a nadie de tus unidades viendo en un cono de visión determinado, veremos el escenario, pero no veremos las unidades enemigas que se encuentren ahí. Esto da a circunstancias curiosas cuando nos damos cuenta de que el tener a una unidad en la cercanía no implica ver a su alrededor en 360º como es habitual, lo que obliga a prestar atención a la orientación y generará desagradables sorpresas -o al contrario si eres el que está aprovechando esa circunstancias-.

En general, las sensaciones recuerdan bastante al primer Company of Heroes, antes de que entrara en juego Opposing Forces. Los jugadores tienen más libertad para plantear estrategias estáticas, con la capacidad de construir diferentes estructuras de defensa que pueden ser muy efectiva para defender las posiciones, especialmente aquellas que nos pueden dar un extra de recursos. Unidades como los morteros resultan devastadoras, pero lo que se obtiene de potencia de fuego se pierde en movilidad y esos son factores que un jugador habilidoso y más dada a la microgestión puede aprovechar. Como siempre en esta serie, hay diferentes consideraciones de daños para los vehículos en función de su estructura y refuerzos. Algunos tanques tienen especialmente acorazado el frontal y aguantarán más castigo por ese lado, mientras que por detrás pueden resultar más vulnerables, algo que se puede aprovechar para emboscadas o de cara a usar vehículos más rápidos y ágiles.

En general, todo encaja bastante bien con la idea que se tenía de que Company of Heroes 2 es más de lo mismo pero con los suficientes toques, innovaciones y puestas a punto como para renovar la fórmula. Jugar la pequeña parte de la campaña o disfrutar de la beta es como estar con un viejo amigo, puede que se haya puesto pelo, se haya bronceado y perdido unos kilos, pero hay un aroma de familiaridad inevitable. De los detalles que faltan por conocer a fondo. Habría que destacar el mencionado Theatre of War, que aportará un planteamiento distinto. La idea es ofrecer una campaña en la que se puedan plantear misiones sueltas que reproduzcan conflictos concretos del escenario del frente ruso. Es evidente que en una campaña no se pueden hilar de forma coherente todos los grandes hitos militares de ese frente, pero gracias a este modo será posible acceder a misiones individuales, solo o en cooperativo, reproduciendo las situaciones y unidades de batallas importante de ese escenario bélico. Puede ser un buen método de añadir contenido y expandir el juego base.

Todavía es pronto para evaluar la profundidad del nuevo sistema de generales, el papel de las diferentes unidades y la progresión de las habilidades especiales que usar en batalla. Sigue siendo un juego que por un lado puede resultar muy frenético, pero que por otro lado requiere una mente calculadora para planificar correctamente la producción y sacar partido a las unidades. Tiene un punto más táctico y natural que otros RTS, algo más abstractos y mecánicos en la forma en la que tienen que ordenar la base, producción y despliegue de unidades. Hay también un componente de realismo en ver cómo mueren tus hombres, un impacto visual que va más allá de los gráficos, un sentido de la violencia en la guerra que Relic siempre ha sabido capturar, ya sea en los Dawn of War o en este Company of Heroes. Queda cosas por descubrir y ciertos elementos no se conocen hasta que el juego no está en la calle, de forma final y en manos de los aficionados, pero los impresiones hoy por hoy son las de estar ante un digno -aunque algo conservador- heredero de legado del excelente juego original.