Viajamos a Londres para jugar por primera vez al nuevo XCOM, rebautizado como The Bureau y dotado de un nuevo sistema de combate en tercera persona con el que se acerca a la naturaleza táctica del clásico de Microprose.
Han pasado tres años desde que la sorpresa de un nuevo Xcom se convirtiera en una sonora polémica. El intento de Take 2 por convertir la venerable serie de Microprose en un nuevo FPS despertó las iras de un público harto de ver desenterrar nombres clásicos para convertirlos en otra cosa, especialmente si esa cosa era uno de los géneros más trillados de los últimos años. Nadie dudaba del talento de los creadores de Bioshock 2, 2K Marin, que estaban detrás del proyecto, y desde luego el proyecto tenía un impresionante estilo visual que capturaba el espíritu de los 60, resultando fresco y diferente al mismo tiempo. Pero por más vueltas que se le daba, por más interés que el equipo y el departamento de promoción trataban de enfatizar los aspectos que compartía con el clásico del que tomaba el nombre (la base, el desarrollo de la tecnología, las razas alienígenas...), era evidente que no se podía cruzar el puente entre el juego en primera persona y uno de los juegos de estrategia táctica más importantes de la historia. Eso no era algo que se viera sólo en foros de aficionados, era también obvio en el seno del estudio.
Cuidar de la posición de nuestro grupo y asegurarnos de que estén sanos y salvos es fundamental ya que la muerte en XCOM es permanente. Cada vez que un agente caiga al suelo tendremos que acudir a su posición o mandar al otro compañero que lo haga para reanimarlo. Si no lo conseguimos y muere, ese agente y su experiencia se pierde para siempre. El sistema de salud de los agentes apuesta por un sistema mixto de salud recargable. Cada agente tiene varias franjas de vida, si pierde una, no la puede recuperar excepto con una habilidad especial de curación, pero si pierde la mitad de una franja, puede recargarla poniéndose a cubierto. En el modo de dificultad normal podemos reanimar a un agente para que vuelva al combate como si nada, pero en el modo de dificultad más avanzado nos encontramos que podemos salvar la vida a un agente, pero éste ya no estará disponible para la misión actual, lo que nos obligará a luchar en inferioridad de condiciones. De los enemigos sólo pudimos ver una pequeña muestra en acción, siendo predominantes los Sectoids, la carne de cañón alienígena. Pero también tuvimos la ocasión de enfrentarnos a un peligroso Muton, una masiva criatura dotada de una gran resistencia y fuerza física. En el juego de estrategia, esta criatura es letal en el cuerpo a cuerpo y aquí sucede lo mismo, por lo que hay que asegurarse de mover a tus compañeros fuera de su alcance mientras usas todo lo que tengas a tu alcance para acabar con su resistencia y escudos defensivos. Otros enemigos tendrán facultades y armas especiales, que habrá que valorar miesntras mejoramos nuestro propio arsenal, que en las primeras misiones se basará en armas convencionales para ir pasando a rifles y cañones láser de tecnología alien que equilibren la balanza en nuestro favor.
Ambientado en el año 1962 durante el apogeo de la Guerra Fría, The Bureau: XCOM Declassified cuenta el origen del primer encuentro de la organización clandestina XCOM con un misterioso y devastador enemigo. Originalmente establecida como una defensa encubierta de los Estados Unidos de América contra la Unión Soviética, The Bureau debe adaptarse y superar una amenaza distinta a lo que el mundo se había estado enfrentando hasta el momento. En el papel del agente especial William Carter, los jugadores serán responsables de tomar las decisiones oportunas para derribar al enemigo liderando un equipo de agentes secretos en una guerra de alto riesgo por la supervivencia de la humanidad. Este nuevo third person shooter táctico llega a PlayStation 3, Xbox 360 y PC de la mano de 2K Marin y Take 2.