Animal Crossing: New Leaf, Impresiones finales
Eres el alcalde de un colorido mundo mágico y lleno de vecinos diferentes que ayudarán a hacer de esta ciudad un espacio completamente tuyo y enorme, con tus leyes, diseños y decisiones, en el Animal Crossing más grande y vistoso hasta la fecha, New Leaf. Los animales se preparan para dar el salto a la estereoscopía.
Animal Crossing ya lleva varias entregas a sus espaldas pero ninguna de un impacto tan determinante como este New Leaf, estrenado en Japón hace ya varios meses y uno de los títulos clave para Nintendo 3DS en aquel país, un cartucho que incentivó las ventas de la máquina. Lo cierto es que en Occidente la serie de las ciudades animales no cuenta con la misma buenísima salud comercial pero tampoco ha habido algún episodio que funcione mal en las tiendas, ni siquiera en países de clientela de constitución llevada por lo masivo como es el caso de España, donde la marca también tiene ya su buen puñado de incondicionales, todos ellos esperando este episodio, retrasado aquí para adaptar el formato. El paso del tiempo en paralelo al real, la simulación de vida que entrega, las actividades y las opciones de personalización y visita a otros pueblos que brinda hacen de esta serie un referente y un producto único, y este último episodio está esforzado en ir más allá, también en lo gráfico, donde es precioso.
New Leaf ya ha caído en nuestras manos en su versión definitiva que llegará el próximo 14 de junio a las tiendas europeoas y enseñado su mejor potencial, cómo es esto de ser el alcalde del pueblo y tener mandato sobre muchísimos más campos que antes. Ahora, este rol deja al jugador encargar proyectos municipales como puentes, zonas de acampada para visitantes, parques, edificios y organismos públicos o mejor conexión con otras ciudades y zonas de ocio. Y todo ello, claro está, de forma completamente accesible e intuitiva, dejando a un niño de 4 años dar forma a sus ideas y con el lenguaje desenfadado y de fábula que ha acompañado siempre a la serie.
Además, una buena gama de nuevos personajes introducen los suficientes elementos como para que podamos hablar del Animal Crossing más limpio en menús, depurado en manejo, comprensible a medida que se recorre y habla con sus gentes, y divertido de todos, además del más libre, y un buen ejemplo de esto es el nuevo sistema de tiendas, ya no necesariamente regentadas por Tom Nook -en la inmobiliaria- sino que también en busca de la compra-venta de segunda mano, los negocios entre jugadores, la aceptación de encargos, rebajas, ampliación de objetos ya poseídos como la casa o un local... Cobra tanta importancia la adquisición de más material y objetos como la mejora de éstos, algo que empezaba a ser más que necesario en una marca donde el inventario y la mochila son elementos clave para el jugador.
Riega, pesca, decide, diseña, viaja
Al principio, los Animal Crossing solían volcarse con mecánicas agrícolas como la búsqueda de materiales para dar forma a tu propia casa, la caza de mariposas o pesca para conseguir negociar y más bayas (moneda del juego), el cuidado de las plantas y naturaleza para lograr un entorno de vida saludable y la felicidad y ayuda de los vecinois, etc. Poco a poco este estilo, que nunca se deja atrás y aquí regresa, se fue ampliando con puestas en manos del jugador que se sospechaban, como los transportes públicos entre localidades o ciertos controles con el tiempo. En New Leaf el salto es mucho mayor, ya que el rol de alcalde -siempre opcional y no asumible desde bien avanzada nuestra vida en el pueblo- abre todo un abanico de tomas de decisiones tales como el sistema de autoabastecimiento del pueblo, determinadas recaudaciones esporádicas para dar forma a nuevas obras públicas, absoluta preocupación por factores como la educación y la cultura, o mera estructuración de las gentes por sectores para que haya un mejor clima de convivencia animal.
El personaje que creemos al principio de la partida, normalmente un avatar virtual de nosotros mismos con nuestra fecha de nacimiento y cierto parecido físico, será la pieza central de todo lo que este vasto universo virtual tiene por ofrecer en New Leaf, capítulo como decimos que realmente salta bastante respecto a sus predecesores. El nivel gráfico de esta entrega, con mayor presencia del detalle y los acabados incita a que prácticamente todo se pueda pintar, colorear y diseñar libremente, ya no solo la ropa o un póster, ahora también cartelería de espectáculos, los globos de un niño o las piezas arqueológicas que localicemos, interactivas y que volverán al museo del Búho Sócrates.
Y sobre creación y diseño, ahora decorar interiores es mucho más rico en opciones, con posibilidad de colgar cosas en las paredes y techos, mejor rama de movimientos y giros para los objetos de suelo, etc. La llegada de Halloween cuando juguemos en octubre -real y por tanto en el juego-, por ejemplo, invita a llenar de calabzas, murciélagos y cadaveras nuestra villa, pudiendo dar forma incluso a una especie de ciudad del terror para que los visitantes que lleguen al municipio -otros jugadores- disfruten de recorrer nuestra idea. La sensación de que cualquier cosa es posible con el debido esfuerzo, planificación y bayas para darle forma está más presente en New Leaf, hay mayores listados de items y posibilidades con ellos una vez poseidos que nunca.
Existen muchos parámetros que se dejan en manos del jugador sin tener éste que elegir entre opciones cerradas sino que quedan en su trazo. El terreno de las obras es un buen caso de esto en New Leaf, que con el paso del tiempo deja al usuario construir módulos adicionales a su casa tanto verticales como otras habitaciones a lo largo, un sótano o un jardín. De similar manera funciona el diseño de muebles o la confección de la Tarjeta de Residente de la ciudad, algo así como nuestro DNI de cara a identificarnos en partidas conectadas y cuando visitemos otro pueblo de otro jugador, algo que también actúa como tarjeta de visita e invitación al turismo. Los viajes entre pueblos serán, en partidas avanzadas, determinantes para traernos nuevos objetos y estar conectados con otros jugadores. Se ha implementado un nuevo sistema de transporte donde el usuario autónomo se encuentra también muchas invitaciones a acudir a otros municipios y juegos en grupo, pues ahora serán más diferentes entre sí. Hay bastantes minijuegos para hasta cuatro usuarios simultáneos.
En lo visual el avance respecto a anteriores es innegable, sobre todo en la gama de animaciones para cada animal y situación contextual, los juegos con las luces dinámicas y los reflejos de prácticamente todos los elementos en pantalla, desde un tejado bajo el sol hasta el efecto sobre el agua o las flores brillantes que han sido regadas. Este Animal Crossing es más preciosista y con un nivel de detalle envidiable pese a estar pensado para la pequeña pantalla, reforzando los colores, la visibilidad en el horizonte, y limando defectos como la colocación de objetos grande, ahora mejor resuelta y completamente coherente, o las explicaciones ingame para que vayamos dominando todas las mecánicas. El manejo mezcla botones y panel táctil opcional para algunas tareas, menús o inventarios. Sigue siendo tan satisfactorio y sencillo como recordábamos. El próximo 14 de junio la ciudad de los animales vuelve a quedarse a nuestro servicio, esta vez más que nunca dadas las opciones de alcaldía y el esmerado esfuerzo en dar al jugador aún más libertades creativas y gestoras.
- Simulación
Animal Crossing: New Leaf es una versión para Nintendo 3DS de la popular franquicia de Nintendo. Nuevo motor gráfico, muchas más opciones de diseño y personalización y mejor comunicación entre jugadores y sus ciudades.