Duke Nukem 2 - 20th Anniversary Edition

Los fans del gran Duke están de enhorabuena. La AppStore recibe estos días un port de la secuela original de 1993, convenientemente adaptado al interfaz táctil y conservando todo el encanto del original, eso sí, con algunos altibajos; y es que el paso de los años no le han sentado muy bien a tan recordado run and gun. Sólo tres años antes del lanzamiento del mítico Duke Nukem 3D, Apogee Software ‒después 3D Realms‒ lanzaba al mercado Duke Nukem 2, un juego de acción y plataformas que potenciaba todo lo visto en la primera entrega y empezaba a descubrir la verdadera personalidad de su controvertido protagonista. Interminables niveles llenos de alienígenas que aniquilar, con infinidad de plataformas y trampas; estilo clásico para un título con sabor añejo. Veamos en nuestro análisis si Duke Nukem 2 - 20th Anniversary Edition logra llamar la atención de los jugadores más jóvenes que descubrieron al gran Duke de la mano del malogrado Duke Nukem Forever o de aquellos que ya disfrutaron de la saga original en su día y quieren volver a su infancia con un port táctil como el que nos ocupa.

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Por otro lado, nos encontraremos con problemas de centrado de cámara, dando la sensación de que el port no se ha realizado de la mejor manera posible. El título original ya presentaba una escasa agilidad que, sin duda, se ve empeorada por su ineficaz interfaz táctil. A nivel gráfico, si bien es cierto que el paso de los años ha hecho estragos en sus escenarios y personajes, todavía conserva ese encanto de los títulos de la época, con su limitada paleta de colores y sus píxeles como puños. Su jugabilidad, además, nos ofrecerá momentos para el recuerdo, mucho más allá de completar niveles sin morir en el intento; destrucción, explosiones e incluso fases al más puro estilo shoot 'em up. Además, conserva las características escenas introductorias de nivel con imágenes mínimamente animadas llenas de frases tan brutales como divertidas, en perfecto inglés.

Siempre podemos optar por re-posicionar los iconos virtuales para tratar de minimizar sus deficiencias a nivel de control; en este caso, su posicionamiento se complementa por un marco exclusivo de esta adaptación ‒de aspecto metálico y descuidado‒ que trata de disimular sus enormes píxeles reduciendo el tamaño de la pantalla original y, a su vez, incluyendo los botones de menú/pausa y opciones. Por otro lado, la banda sonora presenta las mismas melodías cañeras del original y alguna que otra remasterización, al más puro estilo retro. Para guardar nuestro avance y cargar partida deberemos seguir unas incómodas instrucciones, algo que puede ocasionar más de un sobresalto al jugador si no se hace correctamente. Por último, presenta tablas de clasificación online para comparar nuestras puntuaciones con las de nuestros amigos y el resto de jugadores de todo el mundo.

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