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FUSE, Impresiones

Es energía futurista capaz de desestabilizar un cruce de fuego intenso y habilidades únicas, FUSE como motor para la nueva idea de Insomniac Games y EA. Cuatro nombres propios y estilos de juego para una experiencia algo genérica que ha vuelto a enseñarnos sus armas y un nuevo modo para disparar en el terreno más arduo de Xbox 360 y PlayStation 3, el de los third person shooters.

Resistance, Ratchet and Clank o Spyro the Dragon son marcas ideadas por Insomniac Games, una de las mejores bazas de Sony en cuanto a exclusivas para sus tres PlayStation. Sin embargo, la desarrolladora anunciaba el año pasado que su próximo proyecto sería, por primera vez, multiplataforma y a cargo de Electronic Arts, una nueva IP llamada FUSE -al principio Overstrike- que les haría trabajar además de en PlayStation 3 sobre la máquina directamente competidora, Xbox 360. Se queda sin edición en PC. Bastante ruido hizo este anuncio, más que lo que el propio título podía conseguir por méritos propios basados en su contenido, a priori no demasiado desligado de las tendencias actuales y los cánones del género más abarrotado de la generación, los disparos en tercera persona. Llegará esta primavera.

FUSE es un experimento esencialmente cooperativo donde cada uno de sus cuatro protagonistas es especialista en un arma especial concreta alimentada por esta energía anaranjada y poderosísima, y debe unir fuerzas a sus compañeros para acabar con agresivas oleadas de enemigos también muy armados, esquivar trampas y ligeros rompecabezas o explorar con cautela las áreas, en una jugabilidad algo más ágil de lo convencional que recuerda a Uncharted o Max Payne 3. La unidad terrorista Raven ha robado esta fuente descubierta por Estados Unidos ya en los años 40 pero única vía de supervivencia en la época donde se enmarca el juego. Nuestro equipo, el Overstrike 9, será el encargado de adentrarse en las bases rivales y acabar con sus líderes. Una trama aparentemente bastante plana para una historia que quiere contar algo más que un viaje de mercenarios.

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Electronic Arts ha enseñado en Munich otro nivel de FUSE y el primero de los 6 mapas de su modalidad Horda por rondas. Entornos readaptados de la campaña principal acogerán las oleadas aleatorias de soldados rivales, vehículos, robots de gran tamaño, etc. para poner a prueba la pericia de los jugadores en una opción de juego realmente dura y más desenfrenada si cabe que llena de disparos, bajas y explosiones la pantalla. Precisamente ésta es una característica bastante acertada de FUSE, su frenetismo e intensidad de fuego, como pocas veces se ha visto en third person shooters. Porque la mayoría del resto de sus apartados, desgraciadamente si hablamos de originalidad, serán bastante familiares para el seguidor habitual del riquísimo género.

Dalton, Naya, Izzy y Jacob

Son los cuatro nombres propios del Overstrike 9, cuatro soldados de élite capaces de sincronizar sus habilidades hasta tal punto de lograr sinergias combativas y total aprovechamiento de recursos unos de otros. Dalton Brooks se presenta como líder, con la potestad de desplegar un enorme escudo magnético capaz de repeler las balas enemigas, lanzar impulsos y dar cobijo a varios aliados, moldeándose según las formas del escenario y siendo la perfecta unidad para colocar en la avanzadilla cuando haya que moverse entre decenas de tiros. Por otro lado está Naya Deveraux, con habilidades únicas que le permiten ocultarse con traje de invisibilidad y rodear a los adversarios para atacarlos por sorpresa. Su rifle equipado con el elemento Fuse le permitirá crear pequeños agujeros negros realmente destructivos.

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Isabelle “Izzy” Sinclair utiliza este magma híper poderoso como congelador, haciendo elevarse por los aires a los rivales y sacándolos de sus coberturas para petrificarlos sobre el suelo y de un disparo desintegrarlos. Además es el personaje sanador por excelencia, pudiendo arrojar a distancia granadas de curación para que cuando caiga un aliado no se acabe la partida. Por último, Jacob Kimble será la unidad que dejar detrás y que prepara los terrenos para los asedios, un francotirador muy preciso con gran cantidad de balas explosivas y de diversa naturaleza a su alcance. De esta forma, FUSE pretende poner en pie cuatro formas de jugar que deben unir sus esfuerzos para conseguir los objetivos, además de amortizar lo mejor posible las habilidades del resto de compañeros, con tácticas como colocarse todos tras el escudo de Dalton o rematar todo lo que Izzy vaya congelando y levantando por los aires. Es la única forma de conseguir la máxima eficacia, con la coordinación.

Esta era la idea y lo que sueña Insomniac, pero lo cierto es que tras probarlo una vez más durante varias partidas, no es imprescindible estar tan pendiente a los compañeros y se puede hacer más bien una guerra por cuenta propia. Al menos en niveles de dificultad medios, pues en los más arduos es muy probable que se requiera un formato de juego más atento y apoyándose en el compañero, también porque este tipo de tácticas conjuntas dan más puntos de experiencia. Pero hay que decir que nos hubiera gustado que se explotara más esta idea, que se hiciera de FUSE un shooter donde el avance en solitario fuera casi imposible jugando en el modo de dificultad que jugásemos, sin distinción. Y no que en la mayoría de situaciones parece ser que casi será más cómodo buscar un buen escondite individual y disparar sin más que andar utilizando las habilidades especiales del Fuse y atendiendo qué hacen los demás.

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Da la sensación de que no se ha querido indagar demasiado en nuevas fórmulas ni apostar por un estilo tan táctico como semejante diferenciación de personajes posibilitaba en parte para atender al jugador medio que busca la acción por la acción. FUSE prioriza en los disparos, a toda velocidad de hecho, con balas que silban en todas direcciones y se cruzan de esquina a esquina por el escenario haciendo casi imposible permanecer durante un período prolongado en una misma cobertura o calcular con tranquilidad los impactos. Es una lluvia de tiros incesante, un chaparrón. También por la aparición variante de adversarios y una IA enemiga que aunque no es especialmente destacable -al menos de momento y en dificultad media- sí que se comporta de forma totalmente opresiva, con rápidos flanqueos para no dejar al jugador descanso y obligarle a moverse. Es lo mejor del título de momento, su intensidad.

El desarrollo de los personajes en FUSE es otra seña de identidad que lo diferencia de otras experiencias del género, con un esquema de mejoras basado en casillas y árboles bastante más complejo de lo habitual y con elección de atributos que en cuanto volvamos a la partida notaremos -prometen desde Insomniac Games-. De esta forma, mejorar a Jacob su precisión o daño logrado con el cuerpo a cuerpo, o a Dalton su rapidez de recarga serán acciones que en seguida veremos traducidas en cambios sobre el personaje y su manejo. Por supuesto, sus interacciones con el Fuse y la duración de sus destrezas son otros aspectos a evolucionar, abarcando todo esto su propio campo de habilidades. En singleplayer el jugador puede pasar de un personaje a otro en cualquier momento con un toque de botón, dejando a la IA los otros tres que no controle y evolucionando así libremente cada personalidad y estilo.

Hablábamos antes de la agilidad de los protagonistas y abanico de movimientos en manos del jugador. Recuerda a Uncharted en tanto que los cuatro personajes pueden trepar y desplazarse colgados de salientes, de hecho en una de las salas del nuevo nivel enseñado -una base militar en una selva de India- hay un leve puzle que resolver pulsando un interruptor en alto que desactiva un panel de rayos láser. No faltan las puertas que cruzar rápido o que levantar entre los cuatro al mismo tiempo, las tirolinas o la escalada entre cajas para subir por las terrazas. Por supuesto, la toma de coberturas dispone de varios comandos de movimiento rápido, como volteretas o resbalones.

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Vigor anaranjado

Otro de los aspectos que se nos ha enseñado en esta nueva demo, además del desafiante modo Horda que servirá como complemento a la campaña principal (se comparte el XP) y propone diversos objetivos en cada uno de sus 6 grandes y abiertos mapas, se basa en la invulnerabilidad y potencia ampliada de los personajes cuando reciben impulsos de Fuse, un refuerzo que aparece en determinados momentos y tras rachas largas, entre rondas o en situaciones límite. Las armas con esta tecnología se vuelven totalmente letales y muchos jefes finales, por arduos que sean -que lo son-, verán venir su final justo en estos momentos. Precisamente sobre jefes se ha enseñado en la misión de la jungla a otro nuevo, un enorme acorazado con el tanque de potencia en la espalda y justo su punto débil, armadura que ruge y dispara fuego con un lanzallamas. Recuerda a figuras como los Big Daddy de Bioshock o Némesis de Resident Evil 3. Esperamos mayor originalidad en otros.

Puesto que FUSE permite cualquier combinación de jugadores humanos y manejados por la CPU (1, 2, 3 o 4 online o con pantalla dividida), para sus creadores era importante también que la experiencia no decayera en solitario, que la IA aliada fuera muy puntera y dejara sensación de usuario humano que controla al personaje y no molesta. No nos ha parecido del todo así, hay conductas suicidas o tácticas grupales no bien aprovechadas. Pero según Insomniac, es un aspecto que se está mejorando con cada nueva revisión, y que probablemente en la edición final del juego sea una virtud de FUSE sobre otros shooters cooperativos. La estética del naranja y el amarillo brillantes sobre los grisáceos y más sobrios escenarios es, aquí sí, una promesa ya cumplida y uno de los factores que le dan cierta identidad, pues su apariencia gráfica o artística no es destacable.

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La gran proeza de este título a nivel técnico va a ser poner en pantalla semejante despliegue de balas y enemigos moviéndose con rapidez y abarrotando el horizonte, pero no mucho más. FUSE no nos parece brillante a escala gráfica y en comparación con superproducciones debido esencialmente a algunos puntos que parecen haberse obviado, como un sistema de físicas creíble que haga, por ejemplo, más sólidos y pesados los cuerpos, que se atraviesan entre sí. Esta decisión es para no incomodar el gameplay con tantos personajes moviéndose en una misma zona, nos explicaban desde Insomniac, pero lo cierto es que desluce el aspecto visual. Existe en este código previo, también, alguna ralentización debido a la carga poligonal y fluidez. No obstante, son parámetros que a buen seguro se pulirán en la versión final. Eso esperamos.

4 retículas en un único objetivo: diferenciarse

Y no sabemos si lo conseguirá, pues su aspecto y mecánicas no terminan de ser todo lo originales que el equipo dedicado al título podría haber conseguido. FUSE es una experiencia frenética como pocas y que se apoya en la cooperación constante entre los cuatro protagonistas, de esto que no quepa duda, pero le encontramos algunos factores en los que tiene que afinar un poco más si pretende ser un third person shooter sobresaliente a la altura de los mejores, que no son pocos... La rareza de las armas y los entornos, el número aplastante de enemigos en pantalla, el desarrollo de personajes o la inserción de puzles y algo de exploración son un punto a su favor, pero en contra aún tiene tropiezos gráficos y una inevitable sensación de dejá vù típica de finales de una generación tan marcada por este género de videojuegos. Confiamos y esperamos que sus creadores logren cerrar un producto destacable y con una propuesta única y vibrante, a la altura de Resistance o Ratchet and Clank. Y tú, ¿crees que Insomniac nos regalará al final una maravilla?

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Fuse

  • PS3
  • 360
  • Acción

Fuse (previamente conocido como Overstrike) es un juego de acción desarrollado por Insomniac Games (Resistance, Ratchet & Clank) y distribuido por Electronic Arts para PlayStation 3 y Xbox 360. Enfrenta a un grupo de mercenarios contra fuerzas extraterrestres.

Carátula de Fuse
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