Sniper Ghost Warrior 2, Impresiones

Retrasado y retrasado hasta tal punto que ha podido quedarse algo anticuado en determinados aspectos técnicos. Ésa es la sensación que manifiesta Sniper Ghost Warrior 2 en cuanto se le ponen las manos encima a su versión casi final y se descubre que el Cry Engine 3 con el que City Interactive ha dado forma a este título es capaz de enseñar poderío técnico superior, con Crysis 2 y 3, por ejemplo. Pero ahora ya conocemos una fecha definitiva para que Namco-Bandai lo lance en todo el mundo -12 de marzo- y los fieles a aquel notable Ghost Warrior de 2010 puedan continuar su cruzada desde azoteas y terrazas en diferentes guerras, conflictos que irán desde los 90 hasta hoy, centrando su variedad en las herramientas y armas disponibles en cada época y en un conjunto de situaciones cambiante según los acontecimientos. El potencial técnico de esta obra está oculto en otros factores que los poligonados y las texturas híper definidas.

Realismo sin renunciar al espectáculo, así han querido sus creadores construir esta experiencia sustentada en las concepciones físicas con las que debe contar un francotirador antes de pulsar el gatillo. La trayectoria ligeramente curva de la bala, el viento, la respiración, el apoyo o el movimiento de la víctima afectan en cada disparo, y tantos factores en juego crean una experiencia que pocas veces se ha vivido en situaciones de sniper en FPS. Y esto en un vibrante viaje a través de variadas misiones y situaciones distintas, en unas 10 horas de campaña principal donde no solo hay que posicionarse y ejecutar, también tendremos que saber aprovechar escondites, correr, tomas fotografías o escuchar conversaciones para prepara estrategias. Así nos lo ha enseñado gracias a un nuevo hands-on. Edificios derribándose, encuentros contra helicópteros, tiroteos en el agua y demás situaciones adrenalíticas son solo ejemplos de lo que City Interactive ha querido intercalar para lograr buen ritmo.

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El nivel de dificultad determinará a qué clase de gameplay nos enfrentamos y el nivel de realismo o épica al que plantamos cara, equilibrando la balanza verosímil-hiperbolizado en función de si queremos una experiencia más rápida, cinematográfica y vertiginosa, o una partida realmente desafiante en cuanto a IA rival, prestaciones limitadas a nuestro alcance y muerte más fácil. El llamado Modo Casual apuesta por enseñar en un minimapa dónde están los enemigos, dejar ciertos márgenes de tiempo de actuación al jugador o darle algo más de resistencia, así como botiquines y munición generosa. Sin embargo, jugar en Veterano nos obliga a caminar despacio en todo momento porque cualquier ruido alerta al enemigo y ya no podremos ver en los radares que nos persigue, escuchar conversaciones para saber sus movimientos puesto que ya no los tendremos marcados en el minimapa, administrar bien la munición y salud, o contar con menos concentración.

Las condiciones a la hora de tomar cobertura agazapado y preparar una emboscada desde una posición privilegiada son determinantes, afectando al pulso del personaje, que podrá usar tiempo bala para buscar la mejor precisión y los headshot certeros e indiscutiblemente letales. Cody Anderson, el protagonista, es un soldado de lo de las películas, capaz de ser el enemigo número uno de toda una nación y un verdadero problema para quienes pasan por su retícula, aunque también le afecta lo emocional y lo físico, poniéndose nervioso -y menos certero- al ser descubierto o venir de una carrera. El juego incita a buscar la máxima efectividad de disparo con tácticas como acertar a la cara de un rival protegido con casco o a su bolsillo de granadas si está cerca de otro y así se puede acabar de un soplido con todo un grupo. A cambio, claro está, se dispararán todas las alarmas. Es clave mantener la invisibilidad, algo también logrado con la tecnología al su alcance.

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Radares, mirillas térmicas, sensores de proximidad y detección, visión infrarroja para la oscuridad, prismáticos, zoom de diversos aumentos, estabilizadores, etc. ayudan a Anderson en su tarea a través de las esquinas, la vegetación y hasta el agua. Aunque, claro está, no existen las mismas herramientas en 1993 y el nivel de la ciudad en ruinas en Sarajevo, que en plena actualidad en mitad de la jungla y con mucho equipo a disposición. El cuchillo y la pistola con silenciador son otros dos objetos clave para bastantes bajas, muy útiles en situaciones de cercanía, mal posicionamiento o inferioridad. Por suerte, el control estandarizado de este episodio lo hace muy intuitivo jugado tanto en pad como en PC, respetando el esquema de botones Call of Duty del que también adquiere ciertas directrices.

El aspecto cinematográfico y en busca de la espectacularidad de esta entrega superando por completo al de la primera es innegable. Los niveles son semilineales con momentos de scripts y hasta tramos en vehículos o con diferentes mecánicas. La variedad está asegurada pero también su solución gráfica, que saca el mejor partido del engine en trucos como la vegetación e iluminación dinámicas y que se pueden aprovechar para esconderse o jugar con las llamadas de atención. El agua o el humo son efectos muy bien conseguidos, así como las killcams desde la bala que al estilo Max Payne nos enseñarán trayectorias larguísimas y espectaculares. Pero también decíamos al principio que desluce en determinados aspectos, bastantes. Éstos son principalmente las animaciones corporales y faciales, algo de niebla en la lejanía y efectos hoy poco llamativos para las explosiones o los derrumbamientos.

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Sniper Ghost Warrior 2 tiene fuerza como simulador de francotirador, especialmente en sus niveles duros de dificultad donde expone su mejor propuesta, IA, realismo, exigencia de tácticas... Pero habrá que ver cómo se comporta como FPS en esos niveles bajos o medios donde más bien aspira a ser algo más genérico solo que desde la postura del sniper y mirando de frente siempre al sigilo. Tiene multijugador competitivo aunque no se han volcado demasiados detalles al respecto, solo que se ha intentado un equilibrio total y combatir el campeo aburrido. Es cierto que se le empiezan a ver algunos altibajos técnicos. De lo que no puede caber ninguna duda es de que mantiene todos esos parámetros y virtudes que hicieron respetado e inigualable al primero, entra en juego variables que ningún otro shooter de sniper tiene en cuenta, logrando plena simulación y buen desafío. Y eso es muy positivo.