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Sim City, Impresiones

La construcción y gestión urbanística van a dejar de ser lo que eran. El nuevo SimCity nos enseña su versión final y cómo se hace frente ahora a la sostenibilidad y las nuevas economías inteligentes, en el mayor y más completo simulador de alcalde que se haya concebido nunca además del más estilizado visualmente y receptor de nuevos públicos. Manos a la obra.

No se puede decir que SimCity tuviera fácil su vía de mejora, era una marca sofísticada ya y que había conseguido avanzar mucho en entregas hoy pretéritas como Sim City 2000 o las versiones de redes sociales. Llegó un momento en el que parecía que Maxis no tenía más margen de evolución, que todo lo posible en un videojuego de gestión urbana ya se había puesto en pie y que solo los arreglos técnicos iban a macar las entregas posteriores. Fue ahí cuando la desarrolladora de Los Sims o Spore pensó en un reboot más que en un SimCity 5 al uso, reiniciar la saga como han hecho otras marcas de Electronic Arts como SSX, Medal of Honor o FIFA Street, darle un nuevo enfoque jugable y audiovisual que solo recordara a lo original, pero que en realidad pusiera en juego un producto bien distinto y con otras fórmulas.

Eso es, este SimCity de 2013 y que llegará a PC/MAC el próximo 7 de marzo no sigue exactamente lo que estaba profundizando la anterior entrega. Lo hemos jugado durante más de seis horas, y contrastado que EA ha querido buscar un nuevo formato de juego, más visual, evolutivo y accesible pero que al mismo tiempo gane en complejidad en cuanto se ahonda en el asunto. Además ha incorporado un sistema de ciudades interconectadas donde el jugador ya no solo trabaja con una gran urbe, sino que puede gestionar hasta una provincia entera de municipios cada uno dedicado a una especialización que sirva de motor de la economía local y que al crear conexiones (carreteras, vías de tren...) entre estos puntos se genere mejor economía global y, además, felicidad de los ciudadanos.

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Esto en su modo online, también clave aunque incitador de las criticas ya que SimCity requerirá conexión constante para jugar hasta el singleplayer, lleva la experiencia a una nueva dimensión donde los alcaldes deben darse la mano y aprender unos de otros para lograr sinergia entre poblaciones vecinas y así crecimiento. Es decir, se ha buscado un gameplay compartido donde el usuario no puede ignorar las urbes que le rodean, y hasta tiene cierta potestad sobre ellas ya que estarán conectadas con sus territorios, con traspaso constante de ciudadanos. Ampliación, pureza de mecánicas y propuesta para la introducción de nuevos públicos. Estos tres valores se unen a un apartado técnico asombroso, capaz de mover con total soltura los más sofisticados núcleos urbanos, ya sean residenciales, industriales o comerciales.

La Ciudad de Los Sims

Así se está presentando, esta vez más que nunca, clara señal de las intenciones más comerciales de EA con la marca SimCity y la herramienta de expansión hacia el público masivo que es esta entrega. Pero que ningún fan tema, al probarlo tranquilamente hemos detectado que su jugo permanece inalterado y que todas las partes que hicieron respetada a la franquicia permanecen aquí, empezando por la total toma de decisiones con repercusiones en todo momento. Este producto se basa en la elección constante, de casi todo, desde dónde colocamos una carretera hasta cuántos módulos sumamos al ayuntamiento o con qué frecuencia pasa el autobús escolar. Y no por ello es un juego complicado de dominar, este SimCity estrena el modo Empezando de nuevo, una espeice de tutorial de inicio de una partida que acabará durando cientos de horas.

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En esta modalidad, obligatoria para jugadores noveles y recomendable para habituales ya que con ella pueden ir descubriendo las novedades y el nuevo formato de este renacimiento, se van dando pasos firmes hacia la experiencia total, dejando al principio algunas partes y apartados de forma automática, mientras que paulatinamente el jugador va teniendo acceso a más y más capas de información. Es decir, que utilizando este tutorial al principio solo tendremos accesos a unas cuantas labores pero cada vez más tendremos a nuestro cargo más estadísticas, números, menús desplegables y posibilidades. Pero que nadie se preocupe por ir recibiendo estos accesos, están expuestos de forma tan visual (con colores, formas, ritmos distintos...) que es muy intuitivo y natural ver de un vistazo rápido dónde están los problemas, amenazas o incertidumbres.

Cuando nos queramos dar cuenta estaremos gestionando un puñado de cosas de forma totalmente natural y cómoda, aunque no hayamos tocado un SimCity en nuestra vida. Y esta genial capacidad se pone en marcha gracias a la exposición clarísima y evitadora de cifras o tablas que hace en todo momento, prefiriendo trucos como colorear la ciudad de verde o rojo según satisfacción con el elemento que tengamos seleccionado o otorgando colores a cada campo de gestión: residencias verde, comercio azul, industria amarillo. Este trío de áreas es clave al comienzo de cada municipio, siendo la parte residencial clave para que vivan los habitantes, el comercio imprescindible para que tengan acceso a productos y felicidad, y la industria determinante para que se generen beneficios y puestos de trabajo. Esto a priori, luego todo está mucho más mezclado y complicado, más perfeccionado.

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De esta forma y casi a coste cero, cada carretera que tracemos deberá tener rápido a sus dos lados el color de una de estas tres posibilidades de inicio, teniendo que equilibrar qué color predomina en nuestra urbe para poner en pie una ciudad dedicada al trabajo, a la residencia o al ocio y el comercio. Las casas, tiendas y fábricas se construyen y van evolucionando y creciendo ellas solas, sin tener que intervenir nosotros en nada y solo mirando al paso del tiempo, aunque también, una vez familiarizados con el título, podemos ir teniendo más potestad sobre cómo avanza nuestro municipio, que pasará de pueblo a gran ciudad con el paso de los días. Como decíamos antes, posibilidades que se ofrecen de forma evolutiva, de lo sencillo a lo realmente complejo y libre. Con tiempo y dinero, el árbol de herramientas y categorías se va cargando de botones, hasta que al final tenemos ante nosotros un sofisticado panel de alcalde donde decidimos casi de todo.

También hay otras ayudas ingame, como los consejeros de cada campo que nos recomiendan o advierten sobre la situación de cada momento, o los icónicos manifestantes a las puertas del Ayuntamiento, con pancartas y más gente cuanto peor sea la situación determinada sobre la que se quejan, ya sea la ausencia de una administración concreta, más centros de salud o la lejanía de un barrio determinado de las tiendas. Es importante echar un vistazo a la plaza del Ayuntamiento de vez en cuando para ver feedback de los habitantes, aunque hay otras muchísimas vías de obtenerlo, con visiones más genéricas de satisfacción laboral, distancias, felicidad, sensación de contaminación, facilidades para familias con hijos, transporte público... Son muchos aspectos en los que buscar el equilibrio, y evolucionarlos sin perder dinero es el reto constante del juego.

Pero hay algunos desafíos más, como los desastres naturales, otra de las novedades de SimCity en cuanto a presencia y obligaciones como gestor que requieren al jugador en cuanto suceden. De momento se conocen cuatro diferentes, pero Maxis no descarta introducir más. Estos son terremotos, ataques de ovnis, tornados y meteoritos. Ya se especula con tsunamis o volcanes en erupción. Uno de estos desastres, sin duda, destrozan una partida de forma determinante, aunque son uno de los puntos fuertes y picos de dificultad que atesora el juego ya que requerirá nuestra labor de forma rápida, eficaz e inteligente. Se pueden desactivar. Serán muy poco frecuentes, nada por lo que preocuparse en exceso.

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La ciudad de...

Pero la gran característica de este nuevo SimCity es la posibilidad de más que una urbe, poder gestionar una provincia entera, con varios municipios al mismo tiempo y dedicando cada uno a una especialización. Podemos así recrear ciudades típicamente de ocio y consumo, como Las Vegas, o ciudades volcadas con la industria. No es descabellado llenar de avenidas, parques de atracciones y centros comerciales un pueblo si cerca tiene otro repleto de urbanizaciones y puestos de trabajo con una industria que permita gestionar aquel enorme centro de ocio. La conexión entre todos los núcleos urbanos es fundamental ahora, pudiendo también jugar "a la antigua" y crear una única ciudad con todo junto y completa de esquina a esquina. Hay muchos tipos de carreteras interlocales y medios de transporte público, hasta aviones, trenes y autobuses.

Lo que sí, claro está, es que el modelo capitalista y neoliberal es el que impera en todo el juego. Las zonas de comercio se entienden como zonas de felicidad, al igual que los parques, y las zonas de trabajo invariablemente serán zonas de residuos, contaminación e infelicidad a las casas cercanas. Esto no es así de tajante todo el juego, pero sirve de ejemplo de cómo SimCity -como Los Sims- intenta emular una vida de país completamente desarrollado y bajo un modelo capitalista, donde el dinero lo es todo y solo debe medir la ecuación con la felicidad material. Es decir, una casa solitaria con vistas al mar o en lo más alto de una montaña será más fácilmente un problema para que le lleguen los suministros y esté cerca de las tiendas que un generador de felicidad y bienestar para sus habitantes. No tiene sentido volcarse con este tipo de construcciones, la estética o lo emocional, en SimCity se va a lo práctico, los más felices son los que más cerca de todo, más lujo y mejor medio ambiente tienen.

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Jugar con una provincia es una novedad importantísima, pero también ha dado lugar a una de las polémicas más fuertes que rodean al juego: que requerirá conexión online constantemente para ser jugado, aún en singleplayer. Sus creadores explican esto como una ventaja de manera que en todo momento en Maxis están recibiendo feedback de cómo estamos jugando y qué experiencia estamos teniendo, de cara también a mejoras posteriores y posibles arreglos. Por otro lado esta conexión a EA Origin absoluta asegura que seamos testigos de los eventos que se lanzarán determinados días o  que no perdamos los avances pase lo que pase, aunque se apague nuestro ordenador o perdamos el savegame. Además, la parte multijugador online se activa con mayor rapidez y facilidad, usando directamente las ciudades tal y como las llevemos, con sus aciertos y errores.

Hasta 16 usuarios pueden coincidir en una misma provincia jugando juntos y buscando sinergias entre el estilo de unas y otras ciudades, compartiendo la experiencia y las fortalezas de cada municipio para beneficiarse en los suyos propios. Un grupo de amigos o buscando partidas con desconocidos, hay un buen abanico de posibilidades online para que nuestros Sims sean todavía más felices al compartir área terrenal con otros jugadores. La libertad creativa que da el título (desde los trazos de calzada hasta los más altos rascacielos) sirve para que las ciudades no se parezcan demasiado entre sí, sobre todo cuando evolucionan en función de las decisiones de cada jugador. En este sentido, este SimCity ha dado un salto indiscutible y abre todo un nuevo mundo en la simulación urbanística.

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Accesible hasta en lo técnico

SimCity correrá de forma satisfactoria en una amplia gama de ordenadores y CPUs. Desde su página web se explican los requisitos mínimos para disfrutar de su propuesta, no demasiado altos y buscando llegar al máximo posible de jugadores. Lo que sí, que si tenemos un ordenador de gama alta, con lo último en tarjetas gráficas y memorias, disfrutaremos de un nivel de detalle, texturizado, sombras y fluidez asombroso. Así es como lo hemos podido probar, disfrutando de una experiencia única que permite mover con total robustez muchísimos niveles de zoom, vida ajetreada de bastantes peatones y coches, sonido ambiente enriquecido y preciosas estampas como atardeceres que se reflejan en los tejados o incendios muy bien recreados en las físicas del fuego. Con un PC competente es una maravilla gráfica, también gracias al motor GlassBox, creado específicamente para este título y que permite que aspectos físicos y meramente visuales se comporten con plena verosimilitud.

SimCity

  • PC
  • Simulación
  • Estrategia

Gracias al motor GlassBox, SimCity se convierte de nuevo en el simulador para crear ciudades por excelencia en PC. Podrás crear la ciudad de tus sueños, conectarte en todo momento con tus amigos y vivir en primera persona los problemas que sufren las ciudades reales.

Carátula de SimCity
7.5