Trine 2: Director's Cut

Si te gusta el rol, te encantará Trine. Si te gustan los plataformas. Trine es un imprescindible. Si te gusta la fantasía medieval, Trine. Puzles, Trine. Acción, Trine... Eso se decía del primer producto de Frozenbyte, una preciosidad hecha a base de mezclar géneros que acabó por regalar a los usuarios de PC, PS3 y Xbox 360 una experiencia visual única e innovadora mientras intercalaba todas estas mecánicas. Trine 2 le seguía el año pasado, con novedades importantes como un omnipresente modo online cooperativo y un diseño de niveles aún más obsesionado por el detalle, además de apartado artístico de los que cortan la respiración. Trine 2: Director's Cut ya está en la eShop de Wii U para adquisición a 13,49 euros, una inversión muy recomendable teniendo en cuenta que éste es, sin discusión, uno de los títulos descargables más recomendables del lanzamiento. Puedes leer el Análisis del juego original pormenorizadamente aquí, pues éste texto se centra en valorar las características únicas de esta versión de Wii U.

El GamePad y el viaje

Trine 2: Director's Cut se expone en Wii U completamente de forma doble en mando y televisor, de manera que sea el jugador quien decida dónde quiere disfrutarlo. El esmero estético que marcó este trabajo hace que estemos, de nuevo, ante una joya pictórica, ahora mucho más colorida y con ciertos añadidos para aportar intensidad, además de los extras de la edición Director's Cut, claro. Empezando por éstos últimos, varios bocetos, pistas, leyendas subordinadas y otras sorpresas se han añadido como coleccionable, algunas a recoger en sus 20 largos niveles (19 + 1 secreto). No se puede hablar de contenido cuantioso ni que aporte duración, pero para el fan que lo quiera rejugar en la nueva de Nintendo esta versión tiene buenos alicientes, también es por supuesto la más completa de todas, para empezar porque podremos jugar en la pantalla táctil o en el televisor sin tocar nada, la partida corre igual en ambos soportes, siendo a buen seguro el primero el preferido por la espectacularidad que supone.

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Trine 2 es uno de esos juegos que hay que probar, buen sucesor de una obra que apasionó a casi todo el mundo y una propuesta audiovisual y al tacto muy diferente. Los puzles, la acción, la magia de Amadeus o todo el plataformeo intenso y exigente siguen desenvolviéndose igual de bien en Wii U, que mueve todo el juego con absoluta fluidez y mismo extravagante y riquísimo nivel de detalle. Sólo algunas ralentizaciones o tirones puntuales empañan esta maravilla, ahora contemplable entre las manos gracias al GamePad. Y estos tropiezos pueden jugar malas pasadas, haciéndonos fallar un salto o un tiro con arco de Zoya, por ejemplo, pues aunque no son muy habituales, aparecen sin remedio en momentos que pueden ser clave, normalmente ligados a la apertura de una nueva zona, alcance de un resquicio o toma de checkpoint. Que nadie se asuste, se sigue jugando igual de bien y la suavidad es total, pero lo cierto es que estas molestias se llegan a ocasionar, poco, pero sí.

Acciones que antes podían ser más incómodas como el dibujado de cajas para el hechicero o la indicación de dónde poner el gancho o las flechas de la ladrona se hacen ahora tocando directamente el GamePad, al igual que el uso del escudo de Pontius o sus espadazos, también táctiles. El juego entero se maneja de forma muy intuitiva y hasta hay interruptores o hechizos de levitación y posesión de Amadeus que obligan a jugar con los dedos directamente sobre la pantalla, pasando inevitablemente la atención a la táctil, lo que puede molestar a quienes prefieran la pantalla grande del televisor, pues lo cierto es que hay partes en que el tablet de la consola se queda pequeño para semejante espectáculo de formas, enemigos y diseños de escenarios intrincados. Eso sí, el manejo es el más satisfactorio que haya encontrado Trine 2 en ninguna de sus versiones, ni siquiera en PC.

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Mover canales de agua, levantar rocas del suelo, afrontar criaturas mitológicas o colocar cajas sobre chorros de aire sigue siendo una gozada, que puede hacerse un poco repetitiva o corta en cuanto se empieza a vislumbrar el final, pero que deja sin duda una experiencia única a quien lo pruebe, alejada de cualquier mezcla imaginada. Eso sí, el juego está casi tal cual. No se han introducido, tampoco,  habilidades nuevas para los árboles o cambios en los niveles. Al principio de la partida hay un selector de dificultad entre tres escalones más la activación o desactivación del modo Hardcore, que no deja guardar dentro de los niveles, no retoma de checkpoints, una locura teniendo en cuenta la dificultad que el título ya presenta. El manejo con botones es tan sencillo y se dejan tantos comandos a lo táctil que cualquiera podrá probar suerte en su buen abanico de fases.

Compartiéndolo en Wii U

Sobre el online, Trine 2: Director's Cut vuelve a dejar claro que Nintendo ya no tiene nada que echar de menos en su experiencia multijugador. Las partidas con otros dos usuarios más se sirven rápido y funcionan de maravilla, sin ningún tipo de lag y con plena soltura pese a tener a varios jugadores interactuando. De hecho esta obra se disfruta mucho más así, en cooperativo, buscando soluciones juntos a cada nuevo desafío que exponen los niveles, dejándose llevar por su magnífico sistema de físicas y magia, donde todo por imposible que parezca puede llegar a superarse. También se puede jugar en local en una misma consola, o al nuevo modo de Peleas Mágicas, que se hace muy divertido aunque solo sea una curiosidad no demasiado prolongada. Los menús hacen que acceder que estos modos en red sean muy directos y sencillísimos, sin líos de servidores ni hosts marcados. Una vez más apto para todo tipo de usuarios, aunque no estén familiarizados con el formato de juego online.

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