Call of Duty: Black Ops II, Impresiones

El baile intercalado de desarrollos entre Treyarch e Infinity Ward ha hecho que los Call of Duty puedan permitirse una edición anual aun cambiando no demasiado en sus señas clave de identidad. Este año le toca a la primera, con Black Ops II, la continuación del que fue el juego más vendido de la historia en sus primeros días, un hito del que nadie debe olvidarse cuando se critica, odia e ilegitima la que es la marca más cara del momento en esto de los videojuegos, la fórmula a copiar por los FPS que quieren gustar a un público masivo. Y así será una vez más, tanto en PlayStation 3 como en Xbox 360 esta entrega vuelve a ser la más reservada de todo lo que está por llegar y ya tienen en pre-order los establecimientos de todo el mundo, su éxito comercial en consolas -que no en PC- está asegurado y queríamos comprobar si su éxito jugable va estar a la altura, de ahí este nuevo y final Impresiones.

Activision nos ha enseñado junto a Jay Puryear, de Treyarch, un nuevo nivel de la campaña singleplayer y tres de los mapas del multijugador competitivo, en modos ya icónicos en la franquicia pese a su juventud como el acertadísimo Baja Confirmada o el siempre funcional Dominación. El futuro próximo, una ambientación contemporánea pero repleta de armamento y gadgets avanzados marca Black Ops II, mucho más volcado que su antecesor con la ciencia-ficción. Y de ahí los zombis, que regresan a una nueva escala con campaña para 4 jugadores y argumento propios para dar juego cooperativo y emociones intensas de acorralamiento con un arma en las manos, ahora con sorpresas. Este segundo BO no modifica los aspectos que hicieron grande al primero, aunque ha evolucionado en algunos sentidos. Lo vemos.

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Sobrevolando la acción armada

Pocas dudas de que el show y el desparrame de sripts van a volver a marcar la Campaña monojugador nos quedan. En la nueva demo, Celerium, nuestro personaje comienza descendiendo en rápel un acantilado asiático junto a otros compañeros, desplegando finalmente un traje especial y avanzadísimo de planeo que les deja volando literalmente a través de corrientes de aire y toda la vasta cordillera, perfectamente dibujada pese a volverse a usar el motor gráfico que estrenó hace 5 años el primer Modern Warfare. Sí, Black Ops II vuelve a no cambiar su engine. Lo lleva un poco más allá en iluminación y efectos, como la neblina causada por la velocidad o las superficies mojadas, pero mantiene toda su identidad y defectos, ahora bien, a unos súper estables 60 frames por segundo. Tendremos que manejar desde el mando también estos momentazos, muy guiados como siempre, sí, pero realmente espectaculares, no se puede negar.

La sensación de pasillismo no desaparece en Black Ops II, con algunas áreas abiertas aunque la mayoría estrechas, pero a cambio vuelve a crear una experiencia única y donde todo parece ocurrir a nuestro alrededor, auténticas barbaridades bélicas, que en una guerra del futuro con cierta hipérbole llegan a sorprender todavía más que lo que habían conseguido sus antecesores. Al llegar a tiera on un aterrizaje algo forzoso y en mitad del campamento enemigo, nuestro escuadrón se verá pronto rodeado por maquinaria y rivales de todo tipo, siendo su principal objetivo ante todo llegar hasta un helicóptero con una metralleta incrustada para que actúe de torreta y desde ahí, con una mirilla térmica que nos dicta también las posiciones escondidas, acabar con todos los soldados rivales posible y salir rápido del recinto, más abierto de lo habitual. La adrenalina, una vez más, al máximo.

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Interesante también todo el nuevo arsenal que se ha enseñado, alguno alucinante y con tecnologías todavía utópicas ya implementadas, como sensores de movimientos o escáneres de área en las mirillas para localizar más rápido cualquier forma de vida hostil. En medio de la frondosidad de la selva, el despliegue de punteros láser de francotirador y explosiones a la par que alguna maquinaria militar de vanguardia genera un contraste magistral. Ruinas, jungla y bases enemigas, llega a recordar al primer Crysis este nivel. Mantenerse cerca de los aliados parece que será una premisa, pues esta vez nos han dejado ver un mejor comportamiento de IA, con acciones en coordinación y buenos resultados al disparar. Y, como siempre, animaciones totalmente realistas y cinematográficas, sin podérsele tachar nada en este sentido y demostrando que Treyarch ha vuelto a contar con unos presupuestos de altura para poner en marcha este Call of Duty, con muchas sesiones de motion capture detrás, innegable.

Tiros conjuntos

Es una realidad, Call of Duty es hoy lo que es gracias a su multijugador, capaz de enganchar con su propuesta directa y divertida a todo tipo de jugadores, llevando el FPS competitivo hasta las consolas como nunca antes se había hecho. Black Ops II mantiene más ese "tacto", ese formato que introdujo el primer Black Ops en vez de seguir la línea de Modern Warfare 3. Treyarch no imprime igual los manejos y el ritmo que Infinity Ward, y eso lo apreciarán los que hayan dedicado muchas horas a los CoD de ambas compañías. Más allá de esta primera anotación, su desarrolladora sí se ha volcado con hacer más profunda y personalizada la experiencia, repartiendo ahora perks, apoyos, armas secundarias y rachas de bajas bonificadoras en diversas casillas generales para que sea el usuario quien decida qué prioriza sobre el resto, cómo se equipa para cada partida sin tener ya tan en cuenta las categorías.

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Esto ha sido así de siempre en los Call of Duty actuales, pero ahora llega a un nuevo nivel gracias a la mejor distribución de todas estas ayudas. También en cuanto a evolución de lo existente Treyarch ha hablado de nuevos modos que harán más sofisticadas las experiencias tradicionales, es decir, modos de juego que nacerán a partir de los clásicos, que por supuesto siguen vigentes dejando  una buena galería de tipos de partida. Y para ampliar aún más la propuesta a nuevos jugadores, se ha desarrollado modo de aprendizaje que durará los primeros 10 niveles de experiencia y permitirá introducirnos en partidas contra jugadores de todo el mundo a la par que bots, en ambos equipos, a la vez que se dan lecciones sobre juego casi profesional en CoD. Una vez más, por supuesto, la integración con ELITE será absoluta, en una mirada férrea hacia la inclusión de CoD en los eSports.

Los nuevos escenarios para el competitivo mostrados dejan clara la ambientación futurista de este Call of Duty: Black Ops II. El primero, Express, sitúa a los jugadores en una estación de trenes, con actividad de vagones llegando y partiendo, por lo que hay que tener cuidado al moverse entre las vías y dentro de los vanguardistas vehículos. El mapa es amplio, con distintos niveles de altura ya que la estación por dentro tiene varias terrazas, escaleras y puertas. Hay zonas muy estrechas de tiroteo rápido y sin salvación, y partes más diáfanas -como el hall- donde se producirá más el fuego cruzado a distancia, con puestas a cubierto y armas más pesadas o de mirillas especiales. Se confirman 10 niveles de prestigio con 55 niveles cada uno. Y más de 1.000 desafíos.

El arsenal es quizá el más amplio de todos los CoD hasta la fecha, o al menos en este código previo se nos ha dejado manejar más de una cuarentena de armas, desde rifles estándar hasta avanzadas metralletas de disparo por posición o con muchos gadgets para acoplarles y mejorar su manejo y rendimientos. Los estables 60 frames por segundo siguen haciéndolo una experiencia absolutamente intensa y satisfactoria donde no es difícil matar ni ser alcanzado. Todo el nuevo despliegue de ayudas hace que cada personaje sea de una forma y con un armamento concreto, sin tener tanta importancia como en otos juegos el hecho de avanzar en grupo. Las rachas de bajas, que ahora también se producen al jugar bien en equipo haciendo puntos, nos han dejado ver algunas de las promesas de este Black Ops II, como el quadrotor teledirigido con metralleta, eficaz y muy divertido de controlar o esquivar cuando apaece. Por supuesto, también están otros mecanismos o los ya icónicos aviones espía.

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Otro mapa, Hijacked, nos situaba en un yate de lujo, en mitad del océano y con muchos recovecos y puntos estratégicos para inflarnos a hacer bajas pero siempre quedando expuestos por otro lado. Aquí jugamos en Dominación, con una mejor delimitación de las zonas a conquistar y presentándosenos unas nuevas torretas de tecnología con microondas capaces de freir a quien pasara por delante de ellas, y manipulables por ambos equipos ya que pueden ser conseguidas con rachas. Bloquea zonas, y bien colocadas pueden dar una notable ventaja a un bando sobre el otro. Aunque parezcan a priori una curiosidad, lo cierto es que son una grandísima idea para fomentar el aspecto estratégico de los enfrentamientos, no solo basado en quién tiene más destreza disparando. Por último también se ha podido ver Overflow, la ciudad árabe en ruinas de Black Ops II, menos inspirado pero laberíntico y ágil.

13 de noviembre

Es la fecha que tiene prevista este nuevo Call of Duty para su salida. Ninguna sorpresa de impacto, los críticos con la licencia volverán a ver un FPS pasillero y demasiado volcado con el espectáculo y el multijugador directo y sin innovaciones fuertes. Los seguidores tienen aquí otro imprescindible, esta vez ambientado en un futuro no lejano para introducir una serie de tecnología bélicas que logran un gameplay más interesante. No faltarán los modos Zombis o la Supervivencia contra otros soldados, además de una Campaña que vuelve a tener algo más de narrativa que los CoD de Infinity Ward y la mejor puesta en escena de todas las vistas hasta ahora en la serie, con el engine llevado un poquito más lejos pero sin dejar de presentar la apariencia convencional. El interés de Activision por este Call of Duty viene abalado por el enorme éxito de ventas del primer Black Ops. Los incondicionales no deben tener ninguna duda, vuelve el rey de los shooters en consola.

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