Súper Poderes: Las habilidades más devastadoras

Muchos son los videojuegos nos aportan, entre muchas otras cosas, la posibilidad de vivir historias y realizar cosas que nunca podríamos hacer en la vida real. Es una de sus grandes virtudes, poder recrear universos donde la imaginación vive en plena libertad y donde podemos ser lo que nosotros queramos. Protagonistas que van más allá del ciudadano a pie. Inspirado en los cómics y la creación de súper héroes, los videojuegos también nos han permitido a lo largo del tiempo poder ser los protagonistas de esos súper poderes devastadores que siempre han marcado la diferencia en una batalla entre el bien y el mal. Y eso es  lo que se quiere homenajear en este reportaje: los mejores poderes que hemos podido controlar en videojuego alguno.

Dishonored es el último juego aparecido hasta el momento que ha aprovechado el uso de poderes para dar ventaja al protagonista de turno, en este caso Corvo. Con habilidades devastadoras en nuestro haber para poder superar la fresca y sorprendente propuesta de Arkane Studios nos decidimos a repasar los mejores poderes, los más devastadores y/o útiles de todos. Esos con los que el jugador se siente seguro de triunfar ante los acontecimientos que los juegos proponen delante de sí. Esos sin los cuales no seríamos tan poderosos y seguramente no podríamos terminar tantos juegos como desearíamos.

El universo Oddworld es uno de los mundos más espectaculares que se crearon en los años noventa. Fantasía pura con un protagonista, Abe, muy particular e interesante. La mezcla entre plataformas y puzle en una puesta en escena bidimensional fue todo un acierto, y con el tiempo se ha considerado el juego como un gran clásico. Abe podía saltar, correr, agarrarse a salientes o esconderse de los enemigos. Pero su principal virtud era precisamente el cántico que tenía, capaz de controlar a los enemigos mediante este particular poder. Gracias a ello podíamos deshacernos de rivales que nos barraran el paso o superar ciertos puzles usando sus cuerpos. Solo tenía un contratiempo, y es que Abe debía estar a salvo al realizar el cántico ya que su cuerpo quedaba vulnerable durante este cántico mágico.

Bioshock es una de las grandes sorpresas de la presente generación de consolas. La obra ideada por Ken Levine dio un punto de vista muy particular en lo que juegos de acción en primera persona se refiere, y ofrecía una narrativa visual, un argumento, un desarrollo y un diseño artístico que lo encumbraron a lo más alto. Junto a todo ello tenía un elemento diferencial en esto de dar disparos: además de un buen arsenal contaba con los plásmidos, poderes muy útiles que complementaban el gasto de munición con ataques devastadores. A pesar de contar con muchos de ellos, nos quedamos con el Electro rayo,  un auténtico infierno para los Splicer que se podía potenciar hasta llegar a niveles espectaculares. Electrocutar a enemigos, usar el agua como elemento conector para acabar con diversos de ellos a la vez, encender interruptores variados… muy versátil y poderoso.

Prince of Persia se considera por muchos una de las mayores aventuras de la pasada generación gracias a su mezcla de géneros y a su acercamiento al género de las plataformas con un protagonista ágil y dinámico que conseguía estar a la altura del nombre que llevaba. Uno de los elementos más interesantes de la obra de Ubisoft era precisamente algunos artilugios que formaban parte de las reliquias de arena. Entre estos cuatro objetos, uno de ellos es la daga del tiempo, un artefacto que nos daba poderes imprescindibles como poder retroceder en el tiempo hasta diez segundos hacia atrás, algo que nos daba margen de error para poder gestionar mejor ese salto que no nos había salido del todo bien o replantear una batalla que se nos ha vuelto en contra. Nos quedamos con el retroceso del tiempo, aunque también podía ralentizarlo, congelar a los enemigos o tener visiones.

Super Mario es un icono dentro del mundo de los videojuegos que lleva más de 25 años dando guerra en distintas plataformas de Nintendo y en distintos formatos. Basándonos en el Mario principal, el de las plataformas, tenemos ante nosotros un fontanero capaz de transformarse para conseguir todo tipo de habilidades. La más devastadora de todas es seguramente el poder que le da la estrella durante un tiempo ilimitado. Con ella, Mario es capaz de arrasar a toda velocidad con todo lo que se encuentre por delante. Esas flores pirañas ya no son problema, los goombas y koopas salen despedidos con tan solo tocarlos… invencibilidad total durante escasos segundos, pero decisivos para poder superar según qué tramos de fase. También podríamos mencionar el reciente tanoki dorado de Super Mario 3D Land, que ayuda de manera poderosísima a los menos habilidosos con el juego.

Si hablamos de algunos de los poderes de Super Mario, no podemos olvidarnos de su gran competidor durante los años noventa: el erizo azul Sonic. La mascota de Sega tenía como principal objetivo llegar al final de cada fase hasta dar con Robotnik, pero además también podía recolectar las esmeraldas del caos. Una vez teníamos las siete piedras preciosas y con una cierta cantidad de anillos en nuestro haber, podíamos convertirnos en Super Sonic en un guiño similar al universo de Dragon Ball. Con esta transformación conseguíamos poderes nunca vistos en el erizo: capacidad de volar y movernos a una velocidad endiablada, romper elementos con suma facilidad, invencibilidad ante los enemigos y mayor agilidad en saltos y movimientos en general. Una auténtica pasada que luego se traspasó a otros juegos de la serie.

Hay algo que no se le puede negar a la última propuesta de Bethesda, Skyrim. Y eso es la épica que trasmite el vasto universo en el que intentamos frenar el retorno de los dragones y de épocas oscuras. Skyrim tiene entre sus herramientas de combate los famosos gritos que impactaron a medio mundo mediante el ya clásico Fus Ro Dah. Los Thu’um son un poder de los dragones que Aedra Kynareth regaló a los mortales, y es una herramienta vital para el Sangre de Dragón que puede desarrollarla cuando absorbe almas de dragón. Hay una veintena de ellos y sirven para todo tipo de cosas: desde un impacto de viento brutal a un aliento de fuego o hielo, invocar dragones, despejar cielos… a uno que es imprescindible para el desarrollo de la aventura: el desgarro de Dragón. Joor Zah Frult, que sirve para que el dragón caiga al suelo y quede inmóvil, necesario para poder machacarlo con nuestra arma.

Si vamos desgranando diversos poderes imprescindibles en el mundo de los videojuegos por su utilidad y por ser devastadores, no podemos olvidarnos de uno de los poderes más carismáticos y míticos que se ha visto en el cine: la fuerza. Star Wars ha tenido muchas recreaciones en formato videojuego, como es el caso que nos ocupa con Star Wars: The Force Unleashed. Un juego en el que llevamos al aprendiz de Darth Vader, pero que en el prólogo nos dan el gran gusto de controlar al mismísimo Darth Vader y ver de lo que seremos capaces de hacer con la fuerza. Impactos potentes, rayos que eliminan enemigos, control de objetos y eliminación de obstáculos… la fuerza en manos del lado oscuro, pocas cosas son comparables a esta.

Legacy of Kain: Soul Reaver es uno de los juegos más queridos de la época de Playstation gracias a la presencia de un antagonista como Raziel y a un desarrollo de juego muy variado: acción, aventura, plataformas… una obra que ha servido de inspiración posteriormente para muchos otros juegos y que contaba con algunas habilidades ciertamente devastadoras en manos de Raziel. Una de ellas es la telequinesia, una fuerza muy poderosa que nos permitía lanzar un gran cañón de energía para romper ventanas, mover bloques o noquear enemigos por la vía rápida combinándose con elementos del entorno como podía ser el agua. Es una habilidad que se consigue con un artefacto concreto y que también estaba añadida de serie a la Soul Blade.

The Darkness es uno de los grandes juegos de la presente generación. No viene de una franquicia conocida ni contaba con una gran campaña de márketing detrás, pero convenció a la prensa y a los usuarios gracias a una fórmula de juego de acción en primera persona muy interesante en la que además de armas de fuego teníamos a la oscuridad como aliada. Zarcillos que nos rodeaban y que servían para usar un látigo o crear un agujero oscuro que absorbía enemigos y las pequeñas huestes del infierno que podíamos invocar con el nombre de los oscuros, son algunos ejemplos de lo que podíamos hacer con este terrible poder al que, eso sí, había que alimentar si se quería usar con frecuencia. Poderes imprescindibles para poder avanzar en la aventura y mucho más temibles que las armas de fuego, sin duda.

Parasite Eve 3rd Birthday mantiene la esencia de la saga que mezcla survival horror con acción y toques de rol. Un videojuego aclamado en su momento que contaba como principal novedad en su mecánica de juego el Overdrive, un sistema que permitía a Aya controlar a los soldados enemigos y poder utilizar así sus propias habilidades y conseguir cadenas de ADN. Además, con este poder sobrenatural podíamos  meternos en las mentes de los enemigos para eliminarlos a distancia. Como más mentes capturásemos, más energía recogíamos hasta entrar en un modo turbo que nos ofrecía mayor ataque con la protagonista. Un elemento básico para poder desgranar el juego de principio a fin.

Infamous 2 y la franquicia Infamous en general nos permite  adquirir poderes y habilidades de toda índole para convertirnos en auténticos súper héroes de la mano de Cole. En la segunda entrega de la serie de Sony hay muchas habilidades que podríamos destacar, como el poder del rayo que tenemos equipado de inicio. Pero en lugar de mencionar a esta habilidad –ya cubierta con Bioshock aunque no son exactamente lo mismo- nos quedamos con la explosión alfa, una onda expansiva cinética que hace saltar por los aires objetos y derriba a los enemigos. Esta onda tiene hasta tres niveles de poder, siendo el tercero el más devastador de todos: explosión arrasadora en la que lanzamos un montón de carámbanos hacia los enemigos o explosión pesadilla, nube de ceniza y humo que ciega y desorienta a todos los rivales.

El ultimo juego con poderes devastadores que ha llegado a nuestras consolas y PC: Dishonored. Estamos ante uno de los mejores juegos del año por la gran libertad de acción y posibilidades que ofrece, por su desafío y por sus altos valores de producción. Dishonored cumple con las expectativas, y lo hace con una serie de poderes que nos van a ser muy útiles a lo largo de la aventura. El más destacado de todos e icónico del juego es seguramente el guiño, que no es más que la capacidad de poder transportarnos en espacios cortos de distancia a toda velocidad. Esto nos permite saltar de zona de cobertura a otra, apuntar a salientes para agarrarnos a ellos, situarnos detrás de los enemigos sin que se den cuenta… un poder muy útil que se hace imprescindible a lo largo de la larga e intensa aventura del juego de Arkane Studios.

Clover Studio era una compañía dentro de Capcom que tenía un saber hacer muy especial durante la pasada generación de consolas. Entre sus grandes joyas destaca Viewtiful Joe, un beat’em up bidimensional con mucho humor y exigencia  donde los desafíos iban ligados de la mano de los combos y de la espectacularidad de este show. Entre las grandes habilidades de Viewtiful Joe destacaba la de Zoomit, una habilidad que servía para ralentizar el tiempo y conseguir de esta manera asestar combinaciones de golpes mucho más largas y duraderas, consiguiendo así mayores puntuaciones para el final de fase. Una técnica que era muy útil ante grandes manadas de enemigos y un espectáculo para la vista. “Vonito” hasta decir basta.

La revolución que inició Capcom con la saga Street Fighter fue importante. La tercera entrega numerada de la serie se cargaba a muchos de los luchadores clásicos e históricos de la franquicia para aportar sangre nueva y variada al juego de lucha más conocido en 2D. Uno de los personajes nuevos era Yun, un luchador que se convirtió en el más temible de todos en la revisión Third Strike, la definitiva de esta entrega. Este joven con monopatín tenía un poder llamado Genei Jin que le daba la capacidad de durante un tiempo limitado –lo que tardaba en gastar la barra de super- realizar secuencias y combos devastadores que eran imposibles sin el Genei Jin. Un custom combo para los jugadores que lo explotaban para remontar partidas o cargarse de un plumazo la barra de vida enemiga.

No todos los grandes poderes disponibles en un videojuego tienen que estar en manos de héroes vestidos con estridentes ropajes o de personajes fantasiosos. También hay la posibilidad de ver a gente más o menos normal desarrollando técnicas brutales, como es el caso de Max Payne, un policía detective que cogía prestados elementos del cine como el Bullet Time o tiempo bala y lo aplicaba a los videojuegos. Un elemento jugable imprescindible para superar tiroteos en los que Max era inferior en número. Gracias a esta técnica el protagonista de la serie era capaz de ralentizar el tiempo, algo que le servía para masacrar a balas a sus enemigos en un santiamén. Saber usar esta técnica y vigilar que no se nos acabara en cualquier momento era importante para sacarle todo el jugo posible.

Mass Effect, una de las franquicias de mayor reconocimiento de la presente generación de consolas, ofrecía en según qué clases de personajes algunas habilidades que eran muy útiles en combate, tanto si las usábamos nosotros como si dábamos órdenes de equipo para que las usaran nuestros compañeros. Entre las más destacadas está la de lanzamiento, una técnica mediante la cual se levantaba a los enemigos del suelo dejándolos indefensos. Usar esta habilidad y luego machacar con las armas convencionales es un combo imprescindible en toda la franquicia.  Entre las mejoras podíamos hacer un segundo campo que levantara a personajes cercanos a nuestro objetivo. Herramienta desvastadora si se combina con otros ataques ofensivos.

Deus Ex: Human Revolution tenía un gran peso encima de los hombros. Eidos debía construir un juego que cumpliera los objetivos de un nombre como el de Deus Ex, pero el saber hacer de la compañía dio sus frutos y consiguieron producir un videojuego en primera persona que aunaba acción y sigilo de manera brillante. Una de las habilidades más útiles de este Human Revolution es precisamente la Visión Inteligente, un clásico que está presente en otros juegos como el propio Dishonored. Se trata de una técnica que nos permite, una vez activada, ver a través de las paredes. Algo muy útil para los amantes del sigilo ya que se puede seguir los patrones de los enemigos y actuar en consecuencia sin que ellos sepan de nuestra existencia.

El género del Hack and Slash tuvo un gran auge durante la pasada generación con títulos de un nivel excelso como puede ser Ninja Gaiden o Devil May Cry. Durante los tiempos actuales la gran sorpresa corrió a cargo de Platinum Games (muchos ex Clover) con Bayonetta, un hack and slash de primer nivel que no tenía nada que envidiar a los grandes del género. La sensual y algo paródica bruja protagonista del juego, Bayonetta, cuenta con muchas habilidades sobrenaturales de las que destacamos una. La primera es la del Witch Time, una herramienta que ralentiza el tiempo y permite hacer combos destructores contra los enemigos, que no son pocos. Una técnica que podíamos activar si pulsábamos los botones justo cuando nos atacaban, muy útil para poder contraatacar y eliminar los problemas de raíz. 

Castlevania y sobre todo Konami tenían una papeleta muy complicada de superar. El último juego de la serie que habían sacado era Symphony of the Night, y el reinicio de la saga era complicado. Este se hizo efectivo con Lamment of Innocence, una entrega que no siempre ha tenido el apoyo de usuarios y crítica de manera unánime, pero que sirve de ejemplo sobre uno de los artilugios secundarios más devastadores que hemos visto: la cruz. Es una arma que siempre ha estado presente en Castlevania, pero en esta entrega era todavía más poderosa gracias a los rayos rastreadores que dejaba a su paso y que eran un auténtico martirio para los enemigos que debían hacerlos frente. Sin ella el juego hubiera sido mucho más difícil, de eso no hay dudas.

Superman ha sido nuestro elegido como súper héroe que representa a muchos otros presentes en juegos como DC Universe, Spiderman 2, Superman en sus juegos o City of Heroes entre otros. Y es que en todos estos juegos encontramos una habilidad  que hace que los juegos con mundos abiertos sean mucho más sencillos: movernos con total libertad y a gran velocidad por el escenario gracias a las telarañas de spiderman o gracias, como es el caso, de Superman una vez lo desbloqueamos en el sorprendente Lego Batman 2. Se trata de un juego con aire a sandbox y mucha cosa por recolectar que se convierte en un paseo cuando controlamos a Superman. Este es capaz de volar, y por lo tanto llegar a todos los sitios con suma facilidad. Ni puzles ni interruptores ni nada, volando supera los obstáculos. Una gran habilidad, pero cuidado que por sí sola no sirve… también volaba en Superman 64. 

Seguimos con juegos de acción y aventuras de la presente generación que nos han ofrecido novedades interesantes en esto de generar poderes de diversa índole. Uno de ellos es Prototype y el protagonista del juego Alex Mercer, que dispone de una gran variedad de poderes ofensivos dignos de mención. Estamos hablando de un pesonaje que tiene unos brazos que se pueden transformar en todo tipo de armas letales. Unas garras afiladas para el cuerpo a cuerpo, unoa gran biomasa en sus brazos para aplastar a sus enemigos o atacar a vehículos, transformarlos en un tentáculo que tiene una cuchilla en la punta y que se puede usar como látigo, incrementar la masa muscular de los brazos para lanzar cosas de mayor tamaño o transformar el brazo en una gran espada. Casi nada.

Ahora que está tan de moda Zone of the Enders por su próxima salida en remasterización HD, qué menos que destacar una de las habilidades más devastadoras que se podían adquirir en la segunda entrega de la serie: Zero Shift.  Se trata de una habilidad destructible que facilitaba muchísimo las cosas en el juego, ya que cuando se conseguía desbloquear en el tramo final permitía comprimir el espacio de tal manera que convertía los enfrentamientos contra los enemigos en simples paseos por el barrio. Un poder muy destacado que nos obligaba a jugar en niveles de dificultades mayores una vez obtenido para tener cierto reto mientras avanzábamos por las fases.

Ninja Gaiden, sobre todo con su versión Black, encumbró los hack and slash con un videojuego desafiante, difícil y profundo desde un primer momento. A pesar de las grandes habilidades que tenía Ryu Hayabusa para deshacerse de sus enemigos con diversas armas en mano, también contaba con algunos ataques extras conocidos como Ninpo que eran muy útiles para acabar con enemigos varios y a cierta distancia. Uno de los ninpo más destacados es inferno, un ataque que envolvía a Ryu en llamas de fuego y acababa lanzando una devastadora bola de fuego a los enemigos. En la secuela Ninja Gaiden II volvió con otras características. Un ninpo imprescindible y muy versátil por el gran daño que hacía a los rivales, por poder dar a más de un enemigo gracias a su radio de acción y por ser brutalmente poderoso en Ninja Gaiden 3, devastando todos los enemigos de una zona en esta tercera entrega.

Cerramos el reportaje con uno de los eones más brutales que jamás se han podido invocar en un Final Fantasy. Nos referimos a Ánima, presente en la décima entrega numerada de la saga de Square Enix y que hacía temblar solo de ver su aspecto. Cadenas, cintas... muchos elementos están en este eón como deteniendo a una invocación que parece tener un gran poder dentro de sí esperando ser despertado. Tiene unos ataques que infligen mucho daño, destacando sobre todo su habilidad especial Dolor, capaz de aniquilar a los enemigos de manera instantánea. Es sin duda el eón más poderoso de esta entrega Final Fantasy y nos sirve para representar a todo tipo de invocaciones y poderes que están presentes no solo en los Final Fantasy sino también en un gran número de juegos de rol de corte japonés.