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Nights into Dreams HD, Impresiones

Nada menos que 16 años después de cautivar a todo aquel que poseía una Sega Saturn, Nights viene dispuesta a revivir esas emociones con la versión HD de Nights into Dreams, una experiencia ensoñadora como pocas obra del Sonic Team que llega ahora a Xbox 360, PS3 y PC.

"Un sueño dentro de un sueño"
El mundo de los sueños. Un lugar en el que no recibimos órdenes, sino que las damos. Un lugar en el que nosotros dictamos las reglas, en el que las leyes del mundo físico y la realidad que nos atañe desaparecen y podemos ser lo que queramos ser. Un lugar cuya capacidad de poder construir la vida y felicidad que deseamos puede atraparnos con la fuerza de un tornado y dejarnos perdidos y flotando en un limbo perpetuo de ensoñación a poco que nos descuidemos, abstrayéndonos de la sucia realidad que nos rodea, en la que no controlamos nada en absoluto. Dicen que no hay nada más poderoso que el mundo de los sueños, pues allí cada persona es su propio Rey o Reina, su maestro de ceremonias y al mismo tiempo privilegiado espectador de un espectáculo que se construye sobre la marcha y el ritmo que nuestro deseo así dicta. Este mundo ha sido explorado en el cine con asiduidad, sobre todo en el terreno fantástico con obras como La Gran Huida, Pesadilla en Elm Street u Origen. Las ensoñaciones delirantes también salpican la literatura con obras innolvidables como Miedo y Asco en Las Vegas del maravilloso iconoclasta Hunter S. Thompson, o la pequeña pantalla con la magistral y atmosféricamente bizarra Twin Peaks del genio loco David Lynch. En los videojuegos, decenas de veces hemos recorrido un Mundo de los Sueños virtual ya fuese en RPG, plataformas o aventura gráfica, pero en muy pocos casos como en Nights into Dreams (Sega Saturn, 1996), la joya del Sonic Team que nos sumergía hace dos generaciones en bellísimas localizaciones de manos de un personaje único: Nights, creado por dos nombres tan importantes en SEGA como son los de Yuji Naka y Naoto Osihma, también conocidos como los padres de Sonic The Hedgehog. Rescatada para la generación HD actual, la estilizada Nights viene dispuesta a despertarnos a los más veteranos esos recuerdos imborrables dieciséis años atrás, y a intentar cautivar a esa audiencia más nueva que gracias a PSN, Steam y Xbox Live está descubriendo, aparte de nombres míticos, otras experiencias de juego que deben ser igual de recordadas.

El mundo de los sueños no es una idea etérea y abstracta como la aburrida humanidad piensa y concibe que es. De hecho, es un lugar real dividido en dos partes: Nightopia y Nightmare (Pesadilla). Cada noche, los sueños de todos los seres humanos son representandos en estos dos lugares, tanto los sueños buenos y también las pesadillas. Dentro de Nightopia existen las Ideya, esferas luminosas de colores que representan diferentes aspectos de las personalidades de los soñadores. Mas este mundo en perfecto equilibrio se encuentra amenazado por Wizeman the Wicked, poderoso y malvado dictador de la parte Nightmare, el cual está robando la energía que generamos al soñar de aquellos 'visitantes' durmientes que cada noche aterrizan en el mundo de los Sueños. Con dicha energía, Wizeman reúne cada vez más poder para controlar también Nightopia y por ende Dream World al completo, lo que le abriría el acceso al mundo real humano. Con el fin de lograr sus maquiavélicos objetivos crea a varios seres que llama Nightmaren, siendo lo dos más poderosos Reala y Nights, ser sin sexo ni voz con el aspecto de una polichinela capaz de volar, mecánica principal del juego. Nights no está de acuerdo con su creador y decide rebelarse, siendo castigado/a dentro de un palacio de Ideya (semejante a una caseta redonda como las que hay en parques y espacios públicos). Pero Nights no estará solo/a (sus creadores señalan que le toca al usuario decidir la percepción que tiene sobre el personaje), sino que un día, dos niños aparecerán para ayudarla: Elliot Edwards, que ha tenido un día horrible al perder un partido de baloncesto contra otro chico y Claris Sinclair, cuyo suelo es cantar en una obra, pero a la que puede el miedo escénico cuando está sobre el escenario. Ambos niños tienen pesadillas esa noche sobre el horrible día que han tenido. Y escapan a Nightopia, dándose cuenta de que ambos poseen la Ideya Roja del Coraje, la Ideya más extraña y la única que Wizeman no puede robar. Ambos encuentran a Nights y rompen su confinamiento, escuchando la historia que les cuenta sobre los sueños, sobre el terrible peligro que se cierne en Dream World, sobre el plan de Wizeman. Resueltos y decididos, los tres comienzan una cruzada para liberar Nightopia. Y es en este punto de la historia, en el inicio mismo de la Quest, cuando la experiencia jugable de Nights into Dreams comienza.

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La Joven de los Sueños
Pero, ¿qué es Nights en su fondo y forma, fuera de ese halo de ensoñación que parece producir? Into Dreams es una mezcla única de exploración 3D con secciones de vuelo en 2D que conforman la espina dorsal de su jugabilidad. Comenzamos controlando a uno de los niños, Claris o Elliot, y moviéndonos en tercera persona por un mapeado con límites definidos, pero que nos deja ir a cualquier parte y trepar a cualquier zona solamente con el botón de salto. Nada ha cambiado en este salto a la Alta Definición en cuanto a planteamiento o jugabilidad. NiD continúa dividiéndose en siete niveles, siete sueños que se su-dividen a su vez en cuatro zonas o Mares que incluyen un Final Boss. Cada uno de los niños cuenta con tres niveles para ellos solos temáticamente distinto, excepto el último, que es idéntico para ambos. De esta forma, Elliot comenzará en su Splash Garden mientras que Claris lo hará en Spring Valley. Y siempre con una estructura similar, con los soldados de Wizeman robándonos todas las Ideyas -Azul para la Inteligencia, Blanca para la Pureza, Amarilla para la Esperanza, Verde para la Sabiduría- excepto la Roja de Coraje. Una vez llegamos al palacio de las Ideyas -marcado siempre con la dirección de la flecha a seguir-, tomamos el control de Nights, que volará siguiendo siempre una ruta de avance bidimensional cuyo patrón cambiará automáticamente según la IA modifique el ángulo de cámara para ir a las zonas que vemos al fondo, pero a las que no podemos ir. Moviéndonos de izquierda a derecha y de arriba a abajo dentro de las dos dimensiones, deberemos obtener 20 orbes azules y llevarlos a la Ideya Capture (parecido a un artilugio del Doctor Robotnik) para destruirla, la cual liberará en cada acto la Ideya que contenga en forma de orbe dorado.

Cuando tengamos la citada Ideya, debemos volver al palacio en el que pasábamos a controlar a Nights. Una vez en él, nos trasladaremos al siguiente acto. Y cuando hayamos recuperado las cuatro Ideyas, tocará lidiar con un Final Boss con el que tendremos solamente dos minutos para vencerle. El tiempo es un elemento importante en la jugabilidad, ya que solamente podremos controlar a Nights por una determinada cantidad de este. Una vez se termine la cuenta atrás que podemos vez en el HUD in-game, el tiempo de control se agotará y pasaremos a manejar a Claris o Elliot, con los que también podremos recolectar los orbes azules y golpear a la Ideya Capture para liberar el orbe dorado y llevarlo a su palacio. Aunque el tiempo nos perseguirá de forma implacable. Literalmente, ya que los segundos restantes nos persiguen por todo el escenario en forma de reloj que nos tira al suelo y nos roba preciados segundos que pueden provocar que los niños se despierten y el juego termine. Elementos del escenario como anillos -un guiño a Sonic- y estrellas nos darán punto cuando los atravesemos/recojamos. Cada enemigo del escenario que nos golpee nos robará cinco segundos de tiempo. Como mínimo, y para poder progresar, tendremos que alcanzar una puntuación de C en cada nivel para poder avanzar al siguiente. La rejugabilidad es un factor importante, ya que no solo podremos mejorar la puntuación, sino que otra opción se nos abrirá: la A-Life, una especie de simulación de vida que nos permite usar a las entidades conocidas como Nightopians -podremos ver los obtenidos dentro de una opción en el menú principal- que hayamos capturado, hacerlas crecer e incluso combinarlas dentro de una especie de entorno Sandbox. Este elemento, ya presente en el juego original, cuenta incluso con su propio motor musical en el que cada variación del tempo, el tono y  la melodía pueden alterar a los Nightopians. Incluso podemos combinarlos con los enemigos Nightmare y obtener una raza híbrida llamados Mepian, y, con algo más de práctica, un Rey Pian o un Superpian.

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"¿Controlar un sueño?"
Claris y Elliot solamente podrán avanzar y saltar. Pero Nights cuenta con más recursos y movimientos. Para empezar tenemos el Drill Dash, que manteniendo pulsado un botón frontal -A o B en Xbox 360, X o Círculo en PlayStation 3- hará que aceleremos rápidamente. En este estado podemos atacar a los Nightmaren repartidos por el escenario para derrotarlos, aunque consumirá poder Dash de la barra de la interfaz. Con Touch Dash atacaremos a los Nightmaren y además los llevaremos en la dirección que queramos con solo pulsar un botón cuando entremos en contacto con ellos. Moviendo el stick izquierdo en círculos varias veces hará que Nights cree un círculo llamado Paraloop en el aire que nos permitirá obtener objetos y derrotar a los enemigos que entren dentro de su radio de alcance. al tocar a un Nightmare mediante el Touch Loop, comenzaremos a girar con gran impulso por nuestra parte, creando un Paraloop en el acto. Si por contra mientras volamos pulsamos alguno de los dos gatillos superiores del pad, Nights comenzará a realizar movimientos acrobáticos que nos brindarán la opción de ganar más puntos. Por último, uno de los controles más útiles será el Freno Aéreo, que se activará pulsando los dos gatillos al mismo tiempo. Nights into Dreams vino en su momento con un mando especialmente diseñado. Un pad que se cuenta entre los más exóticos y particulares de la historia de los videojuegos, ya que presentaba una cruceta y seis botones frontales dentro de una superficie en forma de disco en la que el añadido estrella era un stick de control, algo que el mando normal de Saturn no incorporaba, teniendo solamente la cruceta.

En esta versión HD nos hemos encontrado con dos opciones en cuanto al modo Historia. O bien podemos jugar el Brand New Dreams, la versión en Alta Definición que directamente bebe del remake que se hizo a posteriori (nada menos que en 2008) de su aparición en Saturn para la PlayStation 2 y que nunca salió de Japón. Una versión que pulía texturas y perfilaba más los modelos de los personajes, sobre todo de Nights, que lucía espectacular en contraste con el estilo más acartonado y poligonal que siempre tuvieron Claris y Elliot. Y que incluía los elementos que esta versión HD incluye, como soporte para pantallas 16:9 panorámicas, una gallería de ilustraciones, un modo espectador para ver las cinemáticas y escenas in-game y la inclusión de poder jugar con los gráficos de Saturn. Otro elemento que se ha implementado en esta versión HD y que también contenía el remake para PS2 es la expansión temática Christmas Nights, que revisitaba el nivel compelto de Spring Valley de Claire adornado con una temática navideña para la ocasión y que podíamos atravesar también con Elliot en un recorrido distinto para este personaje. La búsqueda de la estrella navideña que se suele colocar en lo alto del árbol de la ciudad Twin Seeds nos lleva de vuelta a un Dream World más preciosista e irresistible que nunca con esos paisajes y elementos navideños. Por desgracia parece que el mayor atractivo de Christmas Nights no ha llegado a Nights into Dreams HD: la posibilidad de jugar como Sonic y enfrentarnos al enemigo final de esta expansión reconvertido en una especie de Robotnik. Una decisión ciertamente inexplicable.

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Gráficamente, la alta definición no podía haberle sentado mejor a un título tan vital y colorista como el creado por SEGA. La variedad en la marcada paleta cromática y la fotografía luminosa de NiD HD -deudora absolutamente junto con sus cambios de escenario de la saga Sonic, aunque con ese aire de ensoñación que los caracteriza- son una constante que lucen como nunca en PS3 y 360. Los anillos que atravesamos volando, ese reloj saltarín que siempre está persiguiendo a los niños o ver a Nights realizar acrobacias sigue siendo un espectáculo dentro de su sencillez jugable que continúa cautivando a los que quedamos deslumbrados en 1996. Es cierto que hasta que le cojamos el truco, y en algunas ocasiones, el juego puede tornarse un poco caótico a nivel visual -más aún con su paso a 16:9 y ese ligero zoom que parece haber sido implementado para encajar la imagen en una pantalla panorámica-, y más cierto aún la sensación de agobio que a más de un usuario más joven le producirá el desplazarse con los niños por el Dream World debido a no poder subir o bajar la cámara, pero la originalidad tiene un pequeño precio que pagar. Y musicalmente, que podemos decir del maravilloso score que escribieron a seis manos Naofumi Hataya, Tomoko Sasaki y Fumie Kumatani. Una BSO querida por el gran público y que además aparece incluso en los títulos Phantasy Star Online de SEGA. El tema principal 'Dreams Dreams' sigue sonando tan bello y evocador de un mundo de sueños como en su momento, con multitud de variaciones como una versión coral y otras dos con letra y voces, una de adultos y la otra cantada por niños, permaneciendo esa preciosa versión a capella de Christmas Nights cantada a tres voces, y que se junta con melodías que van desde el lirismo absoluto a los cortes jazzísticos más divertidos.

"Los sueños, sueños son"
Es difícil poder describir Nights into Dreams HD. Ya lo era hace dieciséis años. ¿Esto es un juego de velocidad, de vuelo, es un Sonic aéreo? La velocidad que Nights llega a alcanzar, sus ataques, elementos como los anillos, la constante dinámica del juego mientras volamos -esta se detiene en seco con los niños, que se asemeja más a un plataformas 3D primitivo- no se podían comparar hace dieciséis años ni se pueden comparar ahora en pleno 2012 con otras ofertas. NiD es tan único como su andrógino protagonista: una extravaganza voladora si queréis llamarla así que el Sonic Team con Naka-sam y Oshima-san se sacaron de la manga entre juego y juego del azulado puercoespín. Nuestra primera toma de contacto con esta versión HD ha vuelto a ensoñarnos de nuevo, sobre todo a los que nos quedamos con las ganas hace cuatro años de esa versión de PlayStation 2 que al fin tenemos aquí bajo el prisma de la Alta Definición. Y con el añadido de Christmas Nights que, aunque sin su mayor reclamo, si continúa siendo una oferta estupenda para la Navidad que cada vez está más cerca. Pero sin duda que lo mejor de Nights estriba en esos instantes en que nos permitimos meramente volar, sin pensar en enemigos, anillos, orbes o el acuciante tiempo, sino solamente en volar y ver la gracilidad absoluta con la que nuestra polichinela se desplaza. Algo que recuerda a otra experiencia jugable tan hermosa como ese Nyxquest/Icarian Kindred Spirits de Wii, PC e iOS en el que volar se devenía la mejor sensación de todo el juego. La misma sensación que Nights into Dreams nos brinda y que se asemeja cuando en nuestros propios sueños echamos a volar, a flotar en el aire, ingrávidos.

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NiGHTS into Dreams

  • PS3
  • 360
  • PC
  • Plataformas

Remasterización en HD del clásico plataformas de Sega Saturn.

Carátula de NiGHTS into Dreams