Ninja Gaiden 3: Razor's Edge, Impresiones

El catálogo de lanzamiento de Wii U contará con varios títulos que resultan familiares a los poseedores de las otras consolas HD, pero que son un mundo completamente nuevo para los usuarios de la primera Wii. Una de esas propuestas es Ninja Gaiden 3: Razor’s Edge, réplica de la tercera entrega destinada ahora a la plataforma de Nintendo, adaptado con nuevo sistema de control que propone el Wii U Gamepad y con contenidos inéditos no presentes en el juego original. Se trata del primer Ninja Gaiden que se produce con la ausencia de su alma máter, el diseñador japonés Tomonobu Itagaki, que abandonó Team Ninja entre polémicas años atrás.

Dedicamos nuestra toma de contacto con esta demo del juego de acción a probar el contenido inédito para la versión anunciado semanas atrás, las misiones con la guerrera de pelo rosado Ayane. La acción comienza en París, donde la exuberante mujer está recibiendo un mansaje a cuerpo descubierto, como mandan los cánones del Team Ninja, cuando es sorprendida por un grupo de militares a los que, lógicamente, despacha en cuestión de segundos. De estar sobre una cama de masajes boca abajo y desnuda, Ayane pasa a cubrirse el equipo con sus ropas de combate. Descendemos hasta la calle para comenzar la acción tras la cinemática movida por el motor del título y en la línea de lo visto en el proyecto original.

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Llegados a este punto, lo primero que se debe tener en cuenta es el uso que Ninja Gaiden 3: Razor’s Edge hace del Wii U Gamepad. En la demo mostrada en Frankfurt, y previsiblemente también en el juego final, los cambios en el control se limitan fundamentalmente al uso de la pantalla táctil, desde la que es posible realizar los ataques especiales una vez cargados, descubrir el camino a seguir marcando el punto de atención y gestionar las habilidades desbloqueables. También es posible visionar los combos sobre la pantalla del mando para realizar ataques sin acceder al menú. En este título, el Wii U Gamepad es más un elemento informativo que de interacción.

El resto de los controles se realizan de manera completamente tradicional, tomando el mando de la consola en su forma natural y utilizando los sticks, los botones y los gatillos como si se tratase de un mando clásico. El resultado es una experiencia de juego cómoda, equiparable al resto de versiones y para nada complicada pese al cambio de estructura del mando de la nueva consola de Nintendo. El Wii U Gamepad pasa, de momento, la prueba de fuego para los juegos de acción en tercera persona que requieren pulsaciones de botones aceleradas para conseguir combos.

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Según explica Team Ninja, las misiones de Ayane aportarán  tiempo de juego adicional a la aventura original, alargando su duración y alterando la jugabilidad, pues la chica reparte con la misma agilidad que Ryu Hayabusha, pero utilizando una técnica de combate diferente que incluye armas arrojadizas como su granada de pétalo explosiva. Además de este agradecido extra, Ninja Gaiden 3: Razor’s Edge recupera uno de los elementos escenciales de la saga olvidados en el juego original: los desmembramientos y el exceso de sangre a la hora de diseccionar a los enemigos.

Con Ninja Gaiden 3: Razor’s Edge tenemos que partir de la base de que se trata de una revisión de un juego que, para parte de sus usuarios, no consiguió alcanzar ni las expectativas marcadas ni la calidad de las anteriores y exigentes entregas de la serie. En cualquier caso, esta versión destinada a Wii U resulta ser un port directo en términos gráficos, con ligeras mejoras en el sistema de control, ahora adaptado al nuevo mando, con extra de sangre, con una IA mejorada y con varias horas de juego adicionales gracias a la incorporación de Ayane. Más detalles en el lanzamiento, cuando tendremos entre manos la versión completa de Ninja Gaiden 3: Razor’s Edge y podremos valorar el resultado. 

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