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Lightning Returns: Final Fantasy XIII

Lightning Returns supone el cierre de una trilogía inesperada para grueso de aficionados de la serie, toda vez que una nueva vuelta de tuerca a la mecánica que el JRPG ha llevado por bandera desde sus orígenes. En una conferencia distendida y alejada de la férrea tradición de Square Enix con respecto a sus juegos-franquicia, la tercera y última entrega de Final Fantasy XIII se anuncia oficialmente. He aquí sus credenciales.

Lo que para muchos era un secreto a voces se convertía esta madrugada en una realidad palpable: la decimotercera entrega numerada de Final Fantasy contará con un tercer –y supuestamente definitivo- capítulo que servirá como colofón para cerrar las aventuras de Lightning, sin duda el personaje más representativo que ha creado la empresa japonesa en los últimos años de su existencia. Square Enix presentaba su última obra prescindiendo del secretismo que suele caracterizar sus eventos privados con motivo del 25 aniversario de la franquicia. Han sido tres los principales artífices de dar a conocer los rasgos más significativos de esta entrega, bautizada con el sobrenombre Lightning Returns, en un gesto que lleva a dos ideas conclusivas respecto a lo que aguarda en el interior de esta aventura: de una mano, el protagonismo absoluto de Lightning como pieza central de la función; de la otra, la marcha hacia nuevos (y desconocidos) parajes por los que Square Enix ha evitado caminar pese al clamor popular.

Motomu Toriyama, Yuji Abe e Isamu Kamikokuryo han sido los elegidos para guiar al respetable en un extenso tour a través del cual se dan a conocer las premisas en las que se basa el regreso de Lightning al primer plano de la actualidad. Sin prisa pero sin pausa, y tras una breve introducción orquestada por Yoshinori Kitase, productor del título, Toriyama explicaba a grandes rasgos las metas que el equipo de Square Enix se ha puesto ante sí a la hora de diseñar el planteamiento de Lightning Returns. La idea principal reside en adaptar la mecánica de juego a los tiempos que corren, creando una estructura completamente nueva que intrigue y sorprenda al jugador por igual.

Quizá el elemento que mejor ilustra esta nueva filosofía creativa es el rol que toma la figura protagonista del juego, Lightning. La aguerrida heroína de los dos anteriores capítulos –con un papel de menor relevancia en el segundo hasta la llegada del famoso contenido descargable- regresa a la acción en un lapso temporal que se sitúa cientos de años después de lo acontecido en FFXIII-2. Se deja así atrás la historia personal de sus acompañantes, con el hilo argumental de Serah cerrado, sin lugar a cabos sueltos que den posibilidad a un final abierto. El propio Kitase subrayaba este hecho durante la presentación, recalcando que este será el “último capítulo” de una historia que, pese a contar con un mismo fondo, está sujeta a distintas interpretaciones en función del cristal desde el que se mire. A juzgar por lo expuesto durante el evento privado de Square Enix, se podría decir sin miedo a equívocos que esta es la aventura definitiva de Lightning, dado que el jugador única y exclusivamente se pondrá en su piel a lo largo de la aventura. No habrá camaradas ni hermanos de sangre con los que caer en combate, tampoco personajes secundarios de relevancia.

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Esto, en consideración de Yuji Abe, encargado del diseño del juego, permitirá al jugador centrar su atención en los sucesos que depara la historia –de la que apenas se han desvelado algunas pinceladas-, así como en una mecánica de juego “novedosa” que promete entregarse en cuerpo y alma a unificar el JRPG con el tan deseado estilo cinematográfico que Square Enix lleva persiguiendo desde los tiempos de Advent Children. Para ello se ha transformado el sistema de combate, prescindiendo del clásico menú de comandos en pos de un uso preestablecido de comandos, de un modo más o menos similar a lo visto en algunas entregas de otra conocida serie del mercado, Kingdom Hearts. Lightning combate sola, sin ayudas externas que faciliten su supervivencia en un mundo que toca a su fin.

Este mundo, presentado con la elegancia habitual de Isamu Kamikokuryo, mezcla tendencias góticas con otras mecánicas o robóticas, llevando nuevamente a un contraste entre el peculiar imaginario futurista de Square Enix y el clasicismo medieval del que ha hecho gala la franquicia desde su nacimiento. Kamikokuryo bautiza el nuevo entorno como Novus Partus, y centra su atención en la metrópolis más grande de cuantas se podrán encontrar en él: Luxerion, también conocida como la ciudad de la Luz. En un universo dinámico, donde cada acción que realiza la protagonista repercute directamente en su entorno, la maquinaria de la vida nunca se detiene, sino que está constantemente en marcha como sucedería en el mundo real. La ciudad cambia en función del momento del día, mostrando un bullicio significativo durante la mañana, cuando los comercios están repletos de clientes ansiosos por consumir, para dejar paso a un relejado ambiente nocturno, más propenso eso sí a la aparición de monstruos y criaturas derivadas.

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Libertad y Transparencia
Existirá el afamado ciclo entre el día y la noche en Lightning Returns como símbolo del tiempo que resta para que llegue el Armagedón, un fin del mundo que viene a simbolizar la eterna lucha entre Etros y Chaos, lazos que han quedado por unir en los anteriores capítulos que han llevado las siglas de FFXIII en su cabecera. La característica más importante de esta entrega, aquella que hace girar las agujas del reloj, es precisamente la presencia de un cronómetro que marca inexorablemente las horas que quedan para el eclipse final. Un fin del mundo que llega por razones que no se dan a conocer durante la presentación, pero que será el elemento por el cual se rigen las acciones de Lightning en su reaparición ante el público. Algunas de esas acciones repercuten positivamente añadiendo más tiempo al contador, mientras que otras tienen el efecto contrario, precipitando la vida hacia su abismo final.

El tiempo restante, paradójicamente, es el mismo en el que fue narrada la primera aventura de la trilogía: 13 días. La cuenta atrás representa algo más que un simple punto de no retorno en la historia personal de Lightning, dado que de ella depende el destino del resto de la humanidad. La personalidad de la heroína ha servido como inspiración para crear este formato de juego, en tanto que su coraje y lucha por descubrir la verdad la llevan a ser retratada como una figura deífica en FFXIII-2. En su regreso cambia su apariencia –al menos, en función de lo expuesto en la presentación- y su personalidad, en los inevitables recuerdos que deja tras de sí el paso del tiempo. Así justifica Square Enix la creación de un mundo completamente nuevo, sin limitaciones, donde el jugador es quien elige cómo desea jugar y de qué manera prefiere plantear las horas previas al fin del universo. Cuando el contador llega a cero tiene lugar el imprescindible enfrentamiento final ante el antagonista de turno, todavía por definir.

De la presentación que Square Enix hizo pública en la red hay que distinguir dos partes: la más elaborada, donde se explican minuciosamente las facetas relevantes del juego; y la que se escondió de las cámaras privadas y públicas. En esta última se puso en marcha una demostración en vivo de una versión pre-alpha del título, esto es: un escenario en el que Lightning entabla combate directamente con varios enemigos. La compañía japonesa consigue así matar dos pájaros de un tiro, ya que no se expone el metraje ante el gran público, pero sí ante la prensa, por lo que la información apenas tarda unas horas en filtrarse. Aquí no se puede poner en tela de juicio otra de las novedades que ha prometido Square Enix para esta entrega: un mundo libre, en el que los jugadores estarán conectados entre sí, de forma práctica y no teórica como en el pasado. Conviene recordar, llegados a este punto, los incansables esfuerzos que se han realizado en distintos títulos (léase el caso de Blood of Bahamut) para robar con un entorno de red que permita cierta cooperación entre usuarios.

Sin embargo, sí ofrece respuestas a las dudas que surgen cuando se exponen algunas facetas del sistema de combate. Lightning pelea sin adentrarse en un menú de comandos, sino que puede atacar a sus enemigos en tiempo real. Varios comandos pueden ser asignados a los botones del pad, con lo que se pretende conseguir cierta automatización en fases más avanzadas de la aventura. Pese a que los combates son más dinámicos e intuitivos, sigue existiendo un elemento que limita la cantidad de acciones consecutivas que la heroína puede realizar. Este limitador no podía ser otro que la barra ATB (Active-Time Battle). Cada comando que Lightning emplea cuesta un pedazo de su tiempo, aunque su disposición en pantalla es ahora más agradable a la vista. La escenificación de los combates se ha simplificado, lo que implica un paso atrás de Square Enix a la hora de llevar las batallas al campo del cine (al menos en términos visuales). Nunca antes un Final Fantasy había dado tanta importancia al cuerpo a cuerpo en los enfrentamientos, pese a que Yasumi Matsuno y su grupo de programación se acercó bastante a este estilo en Final Fantasy XII.

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Sucede otro tanto de lo mismo con las opciones de personalización que se muestran en la demo, en otro de los aspectos más comentados durante la presentación: Lightning puede cambiar de armadura (o traje) en combate, obteniendo un resultado semejante al visto en FFXIII con los Paradigms. El abanico de posibilidades es bastante amplio, ya que se podrá variar de escudo, espada, traje y habilidad. Asimismo se confirma la aparición de misiones en las que Lightning debe hacer uso del sigilo, como bien demuestran las escenas en las que la heroína aparece cubriéndose tras una pared mientras persigue a un grupo de ladrones. Pero entre las novedades que incluye esta entrega, parece evidente que la variación del tiempo en el cronómetro (que figura en pantalla mientras transcurre la acción) en función de las acciones de Lightning es, de todas, la más importante.

Esta faceta se subraya nuevamente durante la demostración mediante el sistema ‘overclock’, que a grandes rasgos es un estado de ‘rotura’ (o un ‘break’). Durante el combate, y en función del ataque que se realice, los enemigos de mayor envergadura pueden entrar en distintas fases de rotura. La primera que se demuestra es la de robo, que Lightning efectúa cuando un enemigo queda inconsciente. El sistema ‘overclock’ es aparentemente el último de todos los estados posibles: en él, el tiempo se congela. Durante la demo, Lightning lanza a un Behemoth por los aires para asediar a su rival en una espectacular escena en la que el jugador –y no una animación- es quien toma las riendas de lo que sucede.  El resultado de estos cambios apunta a combates más controlados (no tan caóticos como en anteriores capítulos), aunque también menos cinematográficos. Habrá que ver de qué manera se consigue abrir el mundo para que realmente sean los jugadores los que decidan cómo prefieren moldear el mundo de esta entrega, a buen seguro uno de los puntos que más interesa a la comunidad de aficionados.

Un punto de referencia para ponderar si se cumplirá esta expectativa es la estructura del universo en el que transcurre la historia. Más allá de lo mentado en párrafos anteriores, es importante tener una idea del dibujo que presenta el denominado ‘Novus Partus’. Se trata de un mundo que consta de cuatro islas unidas por un monorraíl, el único aparato de locomoción que las conecta. Fue Kamikokuryo el encargado de ahondar en este concepto, mostrando artes conceptuales del aparato, que se regirá por los patrones habituales del transporte en el mundo real. Es decir: estará sujeto a un horario. Este ejemplo sirve también para ilustrar el efecto del tiempo en el juego, dado que tomar el monorraíl por la noche puede suponer lapsos de espera mayor que de hacerlo por el día (a mayor actividad comercial, mayor flujo de transporte público). Cada isla refleja una biosfera distinta, con diferentes condiciones climáticas, selección de enemigos, etcétera. Teniendo en cuenta la limitación de tiempo, será esencial saber a ciencia cierta en qué dirección hemos de movernos para conseguir evitar que se derrumbe todo cuanto nos rodea.

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Tempus Fugit
El tiempo es la condición, es quien delimita: saber aprovecharlo es el objetivo último de todo ser humano, siempre en función de sus prioridades. La única prioridad de Lightning en este caso es evitar el fin de la humanidad. Para ello, tendrá que medir el efecto de sus acciones, ya que estas restarán o añadirán tiempo a la cuenta final de 13 días que tiene en su contra. Si fallece en un combate puede elegir resucitar, perdiendo tiempo; sin por el contrario elimina a un determinado grupo de enemigos o cumple una misión específica, conseguirá el efecto contrario. Así fortalecerá su condición de guerrera de los dioses camino a su propia salvación, que tendrá lugar en algún momento de 2013, según se anunciaba en la presentación. Lo que se ha prometido en ella, colofón de un evento que pretende conmemoran los 25 años de existencia de la franquicia, es llevar al mercado un Final Fantasy que responde más a las exigencias populares que a las querencias de Square Enix, a quien ha vencido el sentido común. Es difícil atinar en estos casos, pero es difícil recordar una ceremonia de esta índole en la que sale a relucir algo más que un simple cartel promocional con una fecha provisional con el pertinente ‘coming soon’.

Algunos medios japoneses han afirmado que durante las primeras semanas de septiembre ofrecerán más información sobre los retazos que aquí han sido comentados. El futuro de Final Fantasy pende de lo que ofrezca Versus XIII y este mismo Lightning Returns que, una vez más, levanta el ánimo de aquellos que siguen creyendo en Square Enix y hunde las esperanzas de los que consideran que la historia de Lightning carece del interés de antaño. Parece que esta vez la compañía japonesa ha aprendido de sus errores, o al menos eso es lo que cabe pensar después de analizar la cantidad de información que se ofrece el mismo día de su anuncio.

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Lightning Returns: Final Fantasy XIII

  • PC
  • 360
  • PS3
  • RPG
  • Acción

Lightning Returns: Final Fantasy XIII es la tercera parte de la subsaga Final Fantast XIII desarrollada por Square Enix para PlayStation 3Xbox 360 y PC, que cambiará la jugabilidad de los anteriores introduciendo el mundo abierto, añadiendo combates en tiempo real y manteniendo el protagonismo absoluto en Lightning.

Carátula de Lightning Returns: Final Fantasy XIII
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