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Capcom ha aprovechado una vez más para mostrar Resident Evil 6 en la Gamescom de Colonia, ofreciendo hasta tres demos, cada una protagonizada por uno de los protagonistas de la aventura: Leon, Chris y Jake, que junto a sus inseparables compañeros deberán hacer frente el próximo octubre a una nueva amenaza. En una modificación de lo visto en la Comic-Con y ya con un código bastante más pulido con respecto a la controvertida demo incluida en Dragon's Dogma, nos adentramos en los misterios del próximo blockbuster de Capcom. La parte más corta era la relativa a Jake , el hijo de Albert Wesker , capaz de utilizar todo tipo de técnicas de combate cuerpo a cuerpo para acabar con sus enemigos, que en esta demo eran criaturas mutadas de proporciones superiores a las humanas, hipermusculadas, con pinchos y zonas cortantes. En su demo, debía escapar junto a Sherry de los enemigos que constantemente les daban caza, claro que entre carrera y carrera podía sacársele partido a su contundencia física.
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Chris Redfield parece que se va a llegar en el juego la parte de más acción bélica, encontrándose en escenarios que pasarían por los de un Call of Duty en tercera persona: urbanos, repletos de trincheras, amenazas tras cada una, coberturas y acción desenfrenada. En su segmento, llegaba en un camión a una ciudad tomada por los rebeldes mutados por el virus G, por lo que el objetivo era liberar el lugar, para lo cual habia que tirar de armamento y limpiar el escenario. Pistola, ametralladora y cuchillo, las herramientas del soldado para poder seguir adelante. También una granada, para asegurar zonas infestadas. La primera parte de la demo tomaba lugar siguiendo a un vehículo oficial, limpiando el escenario para que éste pudiera pasar. Era de avance lento pero seguro, pudiéndonos tomar las libertades que prefiriésemos en términos de usar armamento o ir directamente cuerpo a cuerpo. Esto último por supuesto entrañaba el riesgo de ser alcanzado por las balas enemigas o sus armas blancas. Tras avanzar unos cuantos metros se llegaba a zona más limpia, hasta que hacía acto de aparición una mutación genética de tamaño gigantesco, muy similar a una de las criaturas -la de un solo ojo- de Resident Evil 4 en proporción.
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En este momento había que hacer uso de las alturas y moverse entre éstas y la supercie, para disparar al monstruo en su espalda, en la que tenía una especie de órgano bastante sensible al dolor del plomo. Había que dispararle repetidas veces hasta que caía al suelo, momento que podíamos aprovechar para movernos entre zonas, recoger balas dejadas por los enemigos menores, etcétera. Cuando se descargaban suficientes balas sobre él una secuencia de vídeo mostraba cómo caía sobre un puente, derribándolo y permitiendo el paso a Chris y los suyos. La demo finalizaba con él llegando a otra zona infectada de enemigos y limpiándola con su equipo. Por último estaba el segmento de Leon S. Kennedy, indudablemente el que más va a gustar a los puristas de la franquicia porque es donde mejor se ha conseguido integrar la sensación de que lo clásico -RE, RE2- puede convivir con lo moderno -RE4- sin dejar de lado su esencia, ni banalizarla ni convertirla en una broma de si misma. La demo tenía lugar en una especie de casa en la que debíamos desplazarnos entre sus habitaciones hasta dar con un patio exterior, un jardín con varios elementos que apuntaban a la celebración de una fiesta antes de la hecatombe que convirtió al pueblo en una horda de zombis hambrientos.
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Una vez en el jardín había que aceder a una puerta cerrada con llave. Sí, efectivamente no podíamos pasar sin encontrar la tarjeta que la abría, así que se iniciaba un pequeño segmento de exploración basado en buscar ese objeto. Para conseguirlo había que derribar a infinidad de zombis, llegando a meterse Leon y su compañera en un pasillo sin salida al tiempo que activaban -sin buscarlo- una alarma. El sonido y la luz generada por ésta atraía a todos los enemigos a su lugar, que saltaban hacia ellos por ventanas y puertas. Se iniciaba una guerra de dos contra infinitos no-muertos que terimnaba cuando pasado un rato (un par de minutos, más o menos) seguíamos vivos, sobreviviendo a la marabunta. Con la puerta abierta dos zombis se colaban en la sala, con medio cuerpo atravesando la puerta. Había que dispararles en la cabeza para poder cerrarla definitivamente. Recogida la llave, había que volver sobre los pasos andados para abrir la compuerta y llegar a una zona con un coche de policía. Esquivando no-muertos continuamente, corriendo ante la incapacidad de acabar con todos con balas. Dentro del coche Leon se percataba de que no había llaves, asi que se iniciaba un momento en el que moviendo el stick debíamos explorar varios lugares delvehículo para dar con ellas. Finalmente estaban en el espejo superior. Tras una serie de acciones contextuales (pulsar los gatillos L o R para acelerar o ir hacia atrás, por ejemplo) por fin podían huir en el vehículo. Sorprendentemente un zombie que habia quedado sobre el vehículo aparece por la ventana, lo que fuerza a Leon a estrellar el coche para quitárselo de encima. Tras salir de una zona repleta de fuego su única forma de salir adelante era introducirse en el alcantarillado... y ahí, acababa la demo. Efectivamente las tres demos tienen acción, pero en el caso de Leon es donde encontramos el verdadero survival horror, con enemigos con apariciones muy acertadas (escondiéndose tras mobiliario o arrastrándose fuera del alcance por defecto de la cámara) y con sonidos bastante terroríficos. A primeros de octubre tendremos Resident Evil 6 en PlayStation 3 y Xbox 360 -algo más tarde en PC, para noviembre-, pero no tendréis que esperar tanto para tener nueva información. Seguid atentos a la revista porque para MeriStation, la sexta entrega numérica de la franquicia de Capcom aún tiene bastante que decir durante esta Gamescom.