Kid Vector

Volvamos 30 años atrás, donde la industria del videojuego daba sus primeros pasos en forma de gráficos vectoriales y formas de jugar tan simples como divertidas. Kid vector llega a la AppStore y Google Play como un homenaje a esos primeros títulos que nos mantenían atrapados durante horas y horas en los salones arcade de nuestro barrio. Uncade –un estudio independiente con mucha personalidad– lleva a iPhone, iPad y terminales Android un nuevo plataformas de aspecto retro que resulta tremendamente divertido, a la vez que trata de devolver a la infancia a los jugadores de más edad, además de introducir a los más jóvenes en los inicios de los videojuegos, en plena década de los años ochenta. Veamos en nuestro análisis esta nueva propuesta que pretende hacerse un nombre dentro de un género con verdaderas joyas táctiles.

Kid Vector es un plataformas clásico de aspecto retro que tiene lugar en un mundo de 2,5 D; así lo llaman desde el estudio desarrollador, aunque este 0,5 de más se refiere al propio aspecto del juego, donde los vectores que conforman el mundo de Kid Vector añaden algo de profundidad, además de un uso muy vistoso de las sombras. En lo jugable no encontramos nada nuevo: acción en side-scroll de toda la vida, con posibilidad de realizar un doble salto para las mayores distancias entre algunas plataformas. A lo largo de los 15 niveles que conforman esta peculiar aventura encontraremos saltos imposibles, peligrosos obstáculos y plataformas móviles, entre muchos otros. La variedad de situaciones es un aspecto a destacar de Kid Vector.

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Los controles son tan sencillos como la propia propuesta de juego. Para desplazar a nuestro protagonista vectorial sólo debemos pulsar las dos flechas situadas en la esquina inferior izquierda de la pantalla; para saltar, encontraremos una flecha en la esquina opuesta, así de simple y accesible. Quizás otros títulos ofrezcan más posibilidades en lo referente al control de nuestro personaje; en el caso de Kid Vector no es necesario, aunque –como se ha comentado anteriormente– sí podremos recurrir al doble salto. Tampoco encontraremos power-ups, ni objetos o armas con los que aumentar nuestras habilidades; tanta es la simplicidad del juego que no nos contará historia alguna, sólo tenemos que superar los diferentes niveles en el mínimo de tiempo posible recogiendo la mayor cantidad de monedas.

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La presentación visual de Kid Vector sigue la pauta adoptada por sus desarrolladores, presente en todos y cada uno de sus títulos. Gráficos sencillos y minimalistas, escenarios ridículamente vacíos que muestran sólo los elementos básicos para permitir nuestro avance y personajes tan insustanciales como originales; a nivel sonoro sigue el mismo estilo, con melodías chiptunes muy atractivas que nos trasladarán a los salones arcade de nuestra infancia, sólo si somos los suficientemente veteranos como para haber vivido tan querida época. El título llega con sus escasos textos en inglés, algo que no supondrá problema alguno para seguir una trama inexistente.