Fortnite

La generación actual de consolas sigue dando sus últimos coletazos. Un chicle estirado en demasía según algunas voces, como las salidas de Square Enix. Epic Games seguramente opina lo mismo, de aquí que los rumores sobre un posible motor nuevo, Unreal Engine 4, fueran creciendo hasta que este vio finalmente la luz. Una nueva bestia técnica para poder ofrecer mundos inimaginables a nivel técnico y una manera de llamar a las puertas de las productoras de hardware para que se lancen con una nueva plataforma que sustituya a las exprimidas Playstation 3 y Xbox 360. Mientras esto sucede, Fortnite se presenta como el primer videojuego que correrá bajo el nuevo motor de Epic. Una nueva propuesta alejada del concepto de acción pura al que se ha ligado Cliff Bleszinski debido al éxito de la serie Gears of War. 

Durante la Comic-Con de San Diego Epic Games ha podido mostrar la forma y los primeros conceptos de Fortnite, que correrá bajo el nuevo motor de la compañía y que pretende demostrar entre otras cosas el potencial de la herramienta que Bleszinski quiere dar a luz para conseguir esos gráficos del nivel de Avatar que se ha autoimpuesto como salto técnico en esta nueva era.  Hay diversos motivos para echarle el ojo a este nuevo juego de Epic Games. Uno es la compañía que anda detrás de él, y que ha besado el éxito en diversas ocasiones en los últimos tiempos con la serie Gears of War, con Infinity Blade en iOS o con un nombre clásico entre clásicos como es la serie Unreal Tournament. Hay dos más: el primero, claro está, tiene que ver con el motor bajo el que correrá el juego que dará un soplo de aire fresco a lo visto hasta ahora; el segundo, que nos encontramos ante una propuesta que bebe de la fórmula Minecraft en muchos sentidos.

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La fórmula de Fortnite tiene una puesta en escena bastante sencilla de comprender. Se trata de una especie de sandbox en el que tenemos dos misiones a cumplir bajo lo que Cliffy definió recientemente como juego de supervivencia cooperativa enmarcado en un mundo de sandbox. Donde hay dos partes bien diferenciadas. La primera, el estilo de constructor en el que debemos realizar fortalezas y lugares en los que nos escondemos buscando los recursos que sean necesarios.  ¿Para qué? Muy sencillo, para poder aguardar la noche con la seguridad que veremos amanecer al día siguiente, ya que al caer el sol una gran y poderosa horda de enemigos se hace con el mundo en el que vivimos y buscará acabar con nosotros. Una puesta en escena similar a la película de Will Smith ‘Soy Leyenda’ y bebiendo también de propuestas zombies tan de moda en los últimos tiempos como la marca The Walking Dead, otra inspiración clara del equipo.

El momento de construcción sirve para que el nuevo motor gráfico de la compañía marque músculo. La idea principal de Fortnite es que mediante herramientas de demolición y explosión podamos cargarnos absolutamente todas las estructuras y elementos que encontramos en este vasto universo. Una vez conseguimos cargarnos esos edificios y esos objetos, conseguimos materiales y recursos suficientes para poder intentar construir una guarida que nos mantenga a salvo.  Una de las diferencias con Minecraft en este sentido es la ausencia de bloques prefabricados, sino que aquí tendremos que tirar de creatividad para intentar construir algo que además de aguantarse en pie, sirva de escudo protector. Todos los elementos pueden ser válidos para reforzar una estructura que puede tener, a su vez, decenas de formas totalmente distintas. 

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Antes de que la luna salga en lugar del sol y la oscuridad tiña todo el mundo de Fortnite tendremos otro enemigo ante nosotros más allá de la búsqueda de recursos y construcción posterior: el tiempo. Un ojo puesto en el tiempo y en como se nos agota antes de acabar nuestra fortaleza. Estar en la calle sin protección es morir. Porque llega el peligro de verdad, los no muertos que se agrupan con un solo objetivo: destruir lo que nosotros hemos hecho para salvaguardar nuestras vidas. A la mañana siguiente, si hay mañana, mirar qué es lo que no ha ido bien y qué sí e intentar construir alguna cosa que sea mucho mejor, ya que los enemigos volverán con más fuerza. Más allá del concepto de construir por la mañana y defenderse por  la noche, ambos está claro que se pueden explotar muchísimo a nivel de cooperativo, hay otros elementos que se han ido anunciando en redes sociales como el propio lead designer del juego, Lee Perry, al asegurar que habrá exploración para hacer, modalidades multijugador de todo tipo y batallas con jefes finales, entre otras cosas.

Todo ello bajo un apartado artístico que apuesta por el estilo cartoon de los personajes, escenarios y enemigos. Eso sí, rico en detalles que lo hacen grande en conjunto, aprovechando las potencialidades del nuevo motor gráfico de la compañía donde el juego de luces y los efectos especiales tendrán un papel importante. Fortnite contará personajes totalmente personalizables  y apuesta fuerte por el tema de la construcción, permitiendo saltarse los momentos de combate si no se quieren realizar. A cambio, si queremos hacer una puerta, un balcón para apuntar, lo que sea, tenemos que generarlo nosotros mismo. No recogerlo ya hecho de antemano. Por ello, por esta apuesta, Blezsinski considera que no es un juego para jugadores de RPG o de shooters, sino para todo el mundo. Aunque hasta nueva orden ese “todo el mundo” se refiere de momento al PC, donde está prevista la salida del juego aun sin fecha concreta. No se descarta que salga en otras plataformas, apuntando así a las sucesoras de las sobremesa de la presente generación.

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