Max Payne 3: Justicia Local, Impresiones

Max Payne 3 está muy vivo. O eso al menos es lo que pretende Rockstar con una serie de contenidos descargables que den mucha más vida al agente más atormentado del mundo de los videojuegos. Una de las grandes novedades de esta tercera entrega de la franquicia que inició Remedy y que ha sabido continuar la compañía creadora de Grand Theft Auto es la presencia del multijugador, un elemento presente en casi todas las grandes producciones de Rockstar. Rápido, directo y con el toque Max Payne, el online de esta tercera entrega sigue con bastante actividad semanas después del lanzamiento del título. Justicia Local llega para ampliar la experiencia en este sentido.  Y lo hace con emplazamientos que nos suenan del tramo final de la campaña para un jugador.

Justicia Local es el primero de una serie de contenidos descargables que Rockstar tiene previsto ir lanzando a lo largo de los próximos meses y que servirán para satisfacer a aquellos que lleven horas y horas a sus espaldas con Max Payne 3. No nos engañemos, se trata de un producto hecho por y para los jugadores que más horas le dedican al juego, siendo bastante prescindible para aquellos que más allá de la campaña no tengan la intención de atrincherarse a tiro limpio vía online. El primero de los packs descargables del juego ofrece tres nuevos mapas, Imperial Palace, Terminal de salida y Cuartel del Batallón 55, una nueva arma, una nueva facción y un nuevo potenciador.  Contenido similar al de otros DLC de juegos de acción que hemos podido ver recientemente, pero con matices.

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En este Justicia Local cierto es que no encontramos un gran compendio de armas nuevas y que la ampliación de escenarios es de solo tres, pero también cuenta con el factor precio como un elemento determinante. Ni diez ni quince euros, precios que se han ido ofreciendo por packs de cuatro o cinco mapas en otros grandes bombazos comerciales, sino cinco euros (480 microsoft points) por un contenido que no revoluciona la experiencia online de Max Payne 3 –los escenarios ofrecen un desarrollo de partidas y una tónica similar a lo visto con los mapas ya disponibles de inicio- pero que ofrece trabajados diseños inspirados en las últimas pantallas de la campaña. El aeropuerto donde se consuma la historia, el cuartel abandonado que Max visita en el tramo final o el edificio terrorífico que acaba tirando al suelo son buenos escenarios para pegarse tiros en el multijugador, como queda demostrado después de inspeccionarlos a fondo.

Cuartel del Batallón 55 ofrece a priori muchas opciones de ataque y defensa, aunque a la práctica estas se ven reducidas. Se podría dividir el escenario en tres partes: la primera de ellas el gran solar al aire libre que sirve de nexo con el edificio en sí; el segundo las zonas elevadas del primer piso que permiten conectar tanto con zonas interiores como este espacio abierto que comentábamos y la tercera zona la interior. Aquí encontramos pasillos,  despachos, celdas que se conectan entre sí… un auténtico laberinto. Y es aquí donde transcurre la mayor parte de la acción. Jugadores intentando ir por pasillos conectados, disparándose entre los barrotes de celdas, buscando la espalda de esa zona en la que se encuentran los rivales… es un lugar de acción casi a quemarropa, con nuestra espalda descubierta cada dos por tres y encontronazos a pocos metros con la facción enemiga. Intenso, para matar y morir muchas veces. Y muy frecuentemente.

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Imperial Palace recrea el escenario semi destruido que vamos visitando a lo largo de la campaña principal, con una zona exterior llena de infraestructuras para esconderse y que da de frente con el edificio medio derruido al que podemos acceder desde múltiples puntos. Las columnas, los elementos del escenario y la amplitud del edificio son las virtudes de un diseño que sorprende por la facilidad con la que podemos encontrar a enemigos desguarnecidos… o al revés. La planta baja está conectada con la de arriba por un par de rampas en las que habrá más de un encontronazo. Además, el edificio cuenta con agujeros fruto del mal estado de la infraestructura que nos hacen vulnerables si alguien está apuntándonos desde arriba. Desde esa zona los ventanales que hay hacia el patio son ideales para los amantes de disparar a distancia o los poseedores de armas poderosas como lanzacohetes. De los tres mapas, es el que más margen de maniobra para movernos y pensar nos ofrece.

Por último tenemos la Terminal de Salida, que recrea un trozo del escenario final en el que buscamos consumar nuestro objetivo en la trama principal. Es seguramente el nivel más asimétrico de todos y el que precisa de mayor conocimiento para no ser agujereado constantemente. El primer espacio es el interior del aeropuerto, donde se encuentra la cinta de equipaje donde empieza el último capítulo con todas las particularidades de esa zona: espacio cerrado en el que las posiciones superiores tienen una ventaja clara ante los que se encuentran en la parte de abajo. Además, hay diversos habitáculos en esta zona ideales para preparar emboscadas. Desde ahí se conecta con el espacio “público” del aeropuerto, con una zona inferior llena de puntos para cubrirse y unas escaleras mecánicas que llevan a la parte superior y periférica de este espacio, donde los cristales de la zona no son el mejor punto de cobertura. Tal y como está conectada esta zona con la parte interior hace que constantemente tengamos que estar pendientes de nuestra retaguardia en un nivel complejo, con dos espacios bien diferenciados.

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Los tres nuevos mapas ofrecen acción sin descanso con constante cercanía de nuestro equipo respecto al de los demás. Ya no hace falta decir cómo funciona si estamos jugando en modo de todos contra todos. En los tres, además, reconoceremos a las primeras de cambio zonas por las que pasamos durante la aventura. Los renacimientos son bastante certeros en este sentido, aunque sí es cierto que hemos encontrado algunas zonas de respawn algo controvertidas en la fase del cuartel de Batallón 55, apareciendo totalmente vendidos en algunos momentos o justo a la espalda de enemigos. La estructura del nivel y la condensación de gente en espacios cerrados es uno de los causantes en todo caso de esta situación que no se da tan claramente en los otros dos escenarios.

El pack de algo menos de 400 megas ofrece además de estos tres niveles la posibilidad de jugar con el rifle de asalto M4, bastante equilibrado en su uso aunque no destaque demasiado en daño y haya otras opciones bastante mejores. La inclusión de una nueva facción con la policía de Sao Paolo tampoco tiene demasiada historia, salvo por alguno de los logros/trofeos que va asociado a este nuevo equipo y también a las muertes que consigamos con la nueva arma que tenemos disponible. Por último, contamos con el objeto dedos largos que nos permite saquear a los enemigos a mayor velocidad de la normal. El pack sale a precio reducido durante esta primera semana, subiendo a los 640 puntos Microsoft o 6’99 euros al final de esta oferta. Es gratuito para los que adquieran el Rockstar Pass, que está a 29’99 euros en PSN y 2.400 puntos en Xbox 360 y que dará acceso a todos los contenidos descargables del futuro para el juego haciendo que en conjunto sea mucho más económico que comprándolo por separado.

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Llegados a este punto, lo de siempre: ¿Vale la pena este Justicia Local? Si se es uno de los jugadores que le dedica horas al multijugador, parece que ampliar la experiencia con nuevos mapas y nuevos detalles siempre se agradece. Además, los tres escenarios tienen un diseño muy trabajado y lleno de matices. Se pueden explotar bien una vez se conocen al dedillo.  En este caso, la compra se amortiguará si además se hace con el precio reducido. En caso contrario, simplemente no es un pack para todos los que compraron el juego ya que cada usuario le da un uso distinto a Max Payne 3. Una de las ventajas del Rockstar Pass si se adquiere es que se puede acceder también a los contenidos descargables que se ofrecían en las reservas del juego, como el mapa cementerio, el pack Silent Killer que trae potenciadores y armas y objetos nuevos, un skin de Max Payne clásico y un objeto que potencia la cantidad de analgésicos a llevar encima entre otras cosas. Todo esto, en todo caso, se puede adquirir por separado sin el pase online.