Party Wave

El principal motivo de que Party Wave sea una realidad no es otro que la declarada pasión de Sakaguchi por el surf; el célebre diseñador de videojuegos se ha marcado como objetivo abordar el competitivo mundo de los títulos para smartphones y tabletas con experiencias de juego y propuestas frescas e innovadoras. Tras demostrar una y otra vez su dominio en el género J-RPG con sagas como Final Fantasy o títulos como Lost Odyssey o el reciente The Last Story para Wii, desde Mistwalker no han dudado en crear un divertido y refrescante juego de surf, en el que su diseño artístico y su jugabilidad sencilla y directa se hacen con todo el protagonismo desde el primer instante que nos veamos conquistando grandes olas en un océano lleno de vida. A continuación, nuestro análisis de un título perfecto para el verano.

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A partir de este momento, el juego cambia de perspectiva y nos sitúa justo en frente de la ola para seguir la acción al detalle. Nuestro objetivo ahora será mantener a nuestros surferos el máximo tiempo posible sobre la tabla pulsando sobre cada uno de ellos antes de que lleguen a la base de la ola. A medida que avancemos en el juego, la situación irá complicándose notablemente, con la aparición de más personajes surfeando al mismo tiempo y numerosos obstáculos que harán que se caigan de la tabla si chocamos con ellos. Si conseguimos salvar a los surferos en el último instante, su impulso hacia arriba será mucho mayor, otorgándonos una buena cantidad de puntos extra.

Cada nivel presenta sus propios desafíos y deberemos ir descubriendo todas sus peculiaridades a medida que vayamos desbloqueando nuevas fases; para ello deberemos completar a la perfección un cierto número de niveles, es decir, llegar a la ola con todos los surferos y mantenerlos hasta el final. La curva de dificultad ascendente nos complicará las cosas a medida que vayamos avanzando, con la aparición de todo tipo de obstáculos, como tiburones o barreras de coral. El problema de Party Wave es que no ofrece mucho más; las primeras partidas resultan divertidas, sorprendentes e incluso adictivas, pero tras superar unos cuantos niveles, nos daremos cuenta de que su contenido es escaso y demasiado simple y monótono.

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Tanto el diseño artístico como la presentación general parecen sacados de una serie de dibujos animados que inundan los canales infantiles de nuestros televisores; sus diseños son frescos y simpáticos, al más puro estilo cartoon y con mucho colorido. Las animaciones, si bien son limitadas, resultan encantadoras, muy en la línea de lo que pretende transmitir el aspecto visual de un título como Party Wave. El apartado sonoro queda algo por debajo; sin resultar molesto o repetitivo, no ofrece mucho más que unas melodías alegres y unos efectos de sonido típicos de este tipo de ambientación. Nada nuevo en el horizonte. El título llega completamente en inglés aunque, en este caso, los escasos textos del juego con totalmente secundarios.

Los controles táctiles responden correctamente y no presentan ningún problema serio de precisión; sólo en algunos casos con numerosos elementos en pantalla puede llevar a alguna que otra confusión sobre el personaje con el que intentamos interactuar. El nivel de desafío se acentúa considerablemente en los últimos niveles, poniendo en jaque a nuestros reflejos y nuestra paciencia; conseguir actuaciones perfectas para seguir jugando puede marcar ese punto donde decidir si seguimos dedicando tiempo a Party Wave o lo dejamos de lado definitivamente. Éste es quizás el punto más criticable del juego; no ofrece mucho más al jugador para mantener el interés o para intentar buscar otras mecánicas que nos permitieran seguir avanzando. Y llega a un precio que dobla al de las novedades de este tipo de juegos en la AppStore, es decir, a 1,59 euros.

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