Assassin's Creed III, Impresiones E3

Assassin's Creed es para muchos una de las IP estrella de la generación actual. Lo cierto es que tras una primera entrega algo monótona, caímos rendidos a los pies de un carismático Ezio Auditore, que nos llevó en sus aventuras desde una Italia renacentista, hasta la puerta de Asia, la siempre exótica Estambul. En cada nueva entrega reconocíamos a los personajes, sabíamos más o menos lo que nos íbamos a encontrar. Esperábamos como mucho una ciudad o territorio, alguna arma nueva, pero simplemente queríamos dejarnos llevar por una nueva trama en nuestra feroz batalla contra unos templarios que antes del nacimiento de la saga, eran los buenos en todas partes. Nos ofrecía un entorno cambiante, pero siempre reconocible. Un entorno con el cual los amantes de la saga habíamos aprendido a apreciar en cada entrega de la misma. Al menos hasta ahora.

Lo poco que nos había llegado sobre el nuevo título era en cierta manera diferente, quizás demasiado. ¿Dónde están las urbes clásicas, las torres, los tejados?. Todo era excesivamente irreconocible. Además, el nuevo continente durante la guerra de la independencia Norteamericana, no es que tuviera mucho más que bosques y unas cuantas ciudades costeras, para nada comparables a Florencia o Bizancio. Ciertas dudas empezaban a apoderarse de nosotros, temiendo que el cambio fuera demasiado radical incluso para los propios Assassini. Al menos hasta ahora; o mejor dicho, hasta ayer mismo cuando después de un video fabuloso (como casi todos y de todos los juegos) entro en escena el productor de Assassins Creed III, François Pelland.

Pelland nos llevo de la mano por un rápido tour de lo que encontraremos en esta nueva entrega, disipando nuestros temores casi de golpe. Unas pocas horas después, en la conferencia realizada por Sony se nos confirmaba que podemos esperar mucho de este nuevo Assassins que trae un nuevo aire tan fresco como las nevadas de Nueva Inglaterra. En el gameplay ofrecido durante el evento de Sony, nos tocaba manejar un barco en el caribe durante la primavera de 1778, tres años ya metidos en el conflicto por la independencia. Batallas navales en el caribe era algo que no esperábamos de un Assassins Creed, pero lo visto es atractivo. Y no sólo por el detalle absoluto a todos los niveles del barco, el oleaje o las costas, si no porque la ambientación durante la batalla, los cañones disparando balas rojas (que se calentaban al rojo vivo para provocar incendios) o palanquetas (esas balas unidas por una cadena  usadas para desarbolar el barco enemigo y ralentizarlo) demuestran una seria profundidad de juego.

François Pelland contaba que el juego no estará limitado a la guerra de la independencia, si no que la historia de Connor, el assassini nativo americano, nos llevará a un tiempo previo a la guerra, a ella, e incluso un tiempo después de acabada la contienda. Porque no debemos olvidarnos que aquí el enemigo no son los Ingleses, si no los templarios.  Uno de los puntos que han tratado de enfatizar es el nuevo entorno por los que se moverá nuestro protagonista. Esos nevados bosques del norte, con sus osos, lobos y demás fauna no tratarán de substituir las ciudades (contaremos con recreaciones de la época de Filadelfia, Boston y Nueva York) si no hacer de los bosques un entorno propio.

Muchos nos hemos preguntado como puedo reconocer donde saltar o donde agarrarme entre un montón de árboles y ramas, todo con diferentes formas y tamaños, algo totalmente distinto a lo que es una ciudad con sus casas más o menos definidas. Lo han solucionado de una manera un tanto radical pero efectiva: puedes ir a todas partes y subir a todas partes, exceptuando algunos lugares destacados. Nuevas armas adecuadas a la época suponen también un cambio respecto a anteriores entregas, desde una arma con gancho, ideal para agarrar a un enemigo por el cuello y dejarlo colgando en una de las ramas, a las más típicas escopetas con bayoneta de la época o un arco, ideal para la caza.

La caza es un elemento nuevo en un Assassins Creed, seguramente porque nunca antes habíamos estado en un elemento tan salvaje como los bosques de Norteamérica, pero han trabajado a conciencia en ello. Lo cierto es que cazar va a ser necesario para intercambiar esas pieles en los campamentos cercanos y así podernos ganar algunas monedas. La caza va a tener un parte importante del  desarrollo del juego, y como buen nativo, a Connor se le da especialmente bien eso de seguir a sus presas por las ramas, o camuflándose entre arbustos hasta darles acabar con ellas. Parece ser que no todo será tan fácil para Connor, los bosques tienen algunos especímenes que están acostumbrados a ser los cazadores, no los cazados, como manadas de lobos que se encuentran siempre en busca de presas.

Saltar por las ramas o correr por la nieve sería tedioso para movernos de misión en misión por los caminos de Nueva Inglaterra así que el caballo volverá a ser importante en esta entrega. Ubisoft se ha encargado de ofrecernos una época nueva, una atmósfera nueva y un Assassini nuevo marcadamente diferente a los que conocíamos. Si Altair y Ezio tenían más en común que diferencias, Connor si parece más un producto de su tiempo y de su entorno y francamente alejado de los assassini que habíamos conocido. La idea de que sea un nativo americano, en un entorno como el que han creado, ya no nos parece tan mala idea. Estaremos expectantes ante nuevas noticias a medida que se acerca el invierno.