Darksiders II, Impresiones Pre-E3

Hace unos dos meses, THQ nos invitó a probar en profundidad en Amsterdam una demo de una de las partes ya avanzadas –en torno a su sexta o séptima hora- de Darksiders II, su principal producto para 2012, al menos hasta que el E3 desvele algún inesperado nuevo lanzamiento. En aquellas Impresiones os contábamos con todo detalle cómo se mueve Muerte en un entorno intrincado y repleto de enigmas como el que dispondrá el juego, cómo parece ser que Vigil Games ha sabido mejorar en todos los sentidos al ya estupendo anterior capítulo original y cómo la mezcla de géneros nunca se había conjugado tan bien en una aventura de acción. El juego tiene a la prensa de todo el mundo enamorada, y sus creadores han querido enseñar por fin cómo arrancará esta nueva historia enmarcada en el Inframundo, cuáles son los primeros pasos y por qué esta marca está llamada a cerrar la actual generación por todo lo alto.

Que nadie lo dude, Darksiders II tiene pinta de obra escandalosamente bien diseñada. Es más que hype lo que se ha creado a su alrededor desde que la empezamos a poner a prueba y contemplar en movimiento. Puede gustar o no como género, y gustar o no como boceto artístico, pero no cabe duda de que la ambición ha sido máxima con esta superproducción, aparentemente incluso a la altura de los mejores Zelda tridimensionales de Nintendo. Y es que Zelda, Shadow of the Colossus, Tomb Raider o God of War son nombres que sus creadores reconocen como fetiches personales, capaces de inspirar la mecánica de la saga entera que será Darksiders, a buen seguro con cuatro entregas, una por Jinete. “No creo que nos diera tiempo a hacerlas todas en esta generación”, bromeaba uno de sus productores cuando la pregunta irremediable de si harían cuatro entregas sonaba en la abarrotada sala de periodistas de toda Europa que hemos cubierto esta nueva toma de contacto.

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Los retrasos han acompañado a Darksiders II en su última etapa de producción. Afinar, afinar y afinar, ése era el objetivo de una todavía joven Vigil Studios que quiere hacer de esta serie su garantía de calidad inmortal. “Queremos un juego que quede recordado en la Historia, un Ocarina of Time contemporáneo”, asegura sin temor Jeremy Greiner, creative manager. Desde luego carisma y calidad no le faltaba al primer episodio, pero contó con un personaje algo bruto y tosco que dejó al estudio exponer todo lo que tenían pensado. Este segundo viene aún más cargado de jugabilidad bien hilada, un descomunal universo abierto y una trama para enmarcar. La agilidad pro-plataformera del protagonista, Muerte, y el nuevo estilo de lucha gracias a las guadañas y mayor presencia de las habilidades mágicas servirán para recoger un vibrante testigo que ya sostuvo Guerra, el Jinete de la entrega anterior, que todavía tiene algo que decir…

Escarcha y reencuentro

Darksiders II empieza con una secuencia a caballo de Muerte sobre un abismo de hielo y rocas con un majestuoso atardecer de fondo, hasta llegar a una pretérita caverna helada donde se nos enseñarán a encadenar los primeros combos y dar nuestros primeros saltos y agarres. Las Llanuras de la Muerte son este primer tramo, que se verá sucedido por tierras de ángeles, demonios y toda clase de espíritus y deidades. Es un entramado de acción básica contra criaturas que caen de 10 o 12 golpes –podremos ver numéricamente los puntos de daño infringidos-, y plataformeo bastante estándar que en total viene a durar unos 25 minutos, con puzles, carreras por las paredes, ítems y primeros atascos incluidos. Es fácil perderse en todo escenario, por eso el juego enseña rápido que pulsando el gatillo izquierdo, el de movimiento, podemos hacer que nuestro inseparable cuervo nos haga algunos gestos y sobrevuele el camino a seguir o próximo saliente al que agarrarse para no caer al vacío. Se pierden ya unas cuantas vidas en este directísimo tutorial, tanto en saltos mal calculados como en algún combate que nos despiste. Darksiders II no será fácil.

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Troles y hunters que salen de la escarcha y alguna que otra criatura cavernícola como murciélagos o arañas, así iremos descubriendo que Muerte tiene a su disposición todo un árbol de ataques cuerpo a cuerpo y la posibilidad de hacer espectaculares y rápidas ejecuciones finales con el botón B (en Xbox 360, Círculo en PS3). También se advierten los primeros objetos que recoger, y se nos invita –solo invita- a echar un ojo al inventario y aprender a equipar los accesorios que más potencien al personaje, o ayuden a resolver situaciones y enfrentamientos concretos. La cruceta direccional también va mostrando ya su protagonismo, creando los accesos directos a pociones y primeras habilidades, como la Desaparición, que ayuda a Muerte a no ser visto y moverse más rápido para tener una clara ventaja en combate.

La escalada a través de pilares de piedra y hielo rotos, paredes por las que correr, barras en las que balancearnos y terrazas que alcanzar es la otra respaldada baza del tutorial para que aprendamos a elegir dirección de salto e incluso cómo combinar movimientos largos. Pero si algo ha sido una sorpresa mayúscula en esta primera casi media hora de juego, ése ha sido el primer jefe, un anciano sacerdote que se opone a nuestro todavía desconocido protagonista para frenarle los pies, convirtiéndose nada menos que en Guerra, contra el que tendremos que luchar y que hace una aparición estelar en la transformación del viejo, con toda la rista de movimientos del primer Darksiders, espadazos y empujones finales incluidos. No es un jefe fácil para ser el primero, puede llevársenos también alguna vida por delante. Justo al derrotarlo, termina esta introducción directa y sin rodeos. Juego, juego y juego, todo ello con estética y ambientación únicas, justo lo que Vigil promete y pretendía.

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Un salto desde PC

Ahora bien, hay un aspecto que en consolas hará deslucir un poco más, lógicamente, a Darksiders II, su apartado técnico. El juego en Xbox 360 y PlayStation 3 se mueve de maravilla, no pierde fluidez y deja un factor visual envidiable, colorido, muy brillante, detallado y bien acabado en texturas y efectos. Sin nada que tacharle. Ahora bien, veníamos viendo el juego correr en PC en anteriores tomas de contacto, alucinando, y lo cierto es que esta vez, ya directamente sobre Xbox 360 y en versión casi final –sale en agosto- el hype por su vanguardismo tecnológico ha decaído. En esta demo hemos presenciado algo de poping, algún diente de sierra en filos o texturas con poca definición que tardan en cargar o brillan en exceso. Con esto no queremos decir que estemos ante un título de consolas gráficamente mediocre, para nada, es una delicia que además se apoya en la estética y ambientación como virtudes visuales. Pero puestos a escoger versiones, decantarse por la de compatibles esta vez no deja duda alguna, es francamente superior en todo lo técnico, se aprecia desde el primer minuto, está claro.

Un comienzo de muerte

Demo corta y sin demasiado que rascar puesto que no llega a la primera media hora del juego, pero que nos ha confirmado lo que deseábamos ver, que Darksiders II comienza in media res. Jugabilidad pura desde el primer momento, y a partir de aquí más de 30 horas de saltos, combates variadísimos, subidas de nivel, recogida de equipo, puzles, colosales jefes finales, magia, caminos secundarios que explorar, retos adicionales, y paciencia, pues no será un camino de rosas. Cada nuevo hands on deja con más ganas de recorrerlo de principio a fin, es una aventura pensada para la grandeza, y no desvirtúa por ello su sensacional acabado pictórico, que recrea una ambientación sublime donde los claroscuros del Limbo donde se moverá Muerte son algo más que un recurso estético. La arquitectura y diseño de niveles tiene en esta secuela tanto que decir como el componente rolero, la magia o la acción hack and slash. Se ha buscado un equilibrio que haga de la agilidad del personaje su principal atractivo, y de qué manera se ha conseguido, poniendo en pie la que probablemente será una de las mejores aventuras de los últimos tiempos, un nuevo hito.