Gene Effect

Gene Effect tiene lugar en un futuro cercano donde la humanidad ya es capaz de llegar a otros planetas para explorarlos y realizar todo tipo de investigaciones científicas; sin embargo parece que ha habido algún problema con la sonda enviada al planeta Kratoss, de la que se ha perdido cualquier tipo de contacto. Lo que en un principio no es más que una misión rutinaria de rescate se convierte en toda una odisea que nos llevará a descubrir los verdaderos orígenes del ser humano. Este es el interesante punto de partida de un título que puede parecer demasiado similar al reciente Waking Mars –del que podéis leer nuestro análisis a través de este enlace– pero que presenta las suficientes diferencias como para complementar sin caer en el plagio.

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Realmente nos da la sensación de estar explorando cuevas y grutas alienígenas en un entorno inhóspito y peligroso pero ofrece poco margen para poder disfrutar del notable diseño artístico del juego, quedando en una posición demasiado secundaria. El uso de las texturas es sensacional y a poco que vayamos iluminando todo a nuestro alrededor no dejaremos de sorprendernos por su gran belleza. Está claro que en un título de estas características la ambientación es crucial –tanto a nivel visual como sonoro– y los desarrolladores han completado un buen trabajo en este aspecto. Así, tanto las melodías –que acompañarán muy bien a la acción– como los efectos de sonido están a un buen nivel y nos sumergirán por completo en una interesante historia de ciencia ficción.

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Para controlar a nuestra aeronave dispondremos del típico joystick virtual y dos botones de acción para nuestras armas; resulta preciso y no nos pondrá en muchos aprietos, gracias en parte a un ritmo de juego demasiado pausado y sistemático. Si conocemos el anteriormente mencionado Waking Mars, descubriremos que dicho título consigue transmitir mucho más a nivel de sensaciones; así, su propuesta resulta más fresca y mantiene de una manera más acertada el interés del jugador por seguir la aventura. A pesar de contar con un buen guión y una historia interesante, todo se nos narra a través de extensos textos en inglés, algo que no resulta muy ameno; terminaremos por obviar dichas ventanas de texto para no perjudicar en exceso el ritmo de juego, ya de por sí algo irregular.

Las pocas secuencias de acción sí merecen especial atención, puesto que requerirán de nuestras mejores habilidades para seguir con vida; nuestra pequeña nave no está diseñada para el combate y sólo hace uso de dos tipos de armas. Además, nuestras armas necesitan de un tiempo de carga, con lo que debemos estar pendientes de esquivar cualquier tipo de ofensiva enemiga. El “repulsor” es nuestro instrumento principal con el que emitiremos radiaciones para interactuar con los interruptores de algunos rompecabezas, además de hacer estallar rocas que bloquean nuestro paso o descubrir zonas secretas; asimismo usaremos un sonar que nos indicará los elementos de interés próximos a nuestra posición. Con el T-Drones podremos abrir fuego contra nuestros enemigos, aunque la munición será muy escasa.

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Tendremos que aprender a afrontar correctamente cada combate puesto que nuestros enemigos utilizarán diferentes patrones para tratar de eliminarnos; a los pocos enfrentamientos ya sabremos que hacer en cada caso, con lo que la aleatoriedad de situaciones se verá bastante reducida. Los niveles son bastante largos y complejos, con lo que si tenemos la suficiente paciencia, tendremos juego para rato; eso sí, a pesar de que cada nivel tiene diferentes objetivos y objetos que encontrar –para mejorar nuestra aeronave llamada Triton– no queda muy claro lo que debemos hacer, resultando en general algo confuso. Podemos escoger entre tres niveles de dificultad y desbloquear hasta seis logros diferentes relacionados con nuestra puntuación, tiempo y habilidades.