Dos maneras de ver los contenidos descargables: Capcom versus Rockstar Games

Ya está listo para descargar el nuevo DLC de Asura’s Wrath, juego de CyberConnect2 y Capcom que vio la luz el pasado 24 de febrero. Este DLC se compone de una pequeña secuencia de animación que amplia un poco la historia del juego entre los capítulos 11 y 12, y la semana que viene veremos uno que hace lo propio entre el capítulo 15 y 16. También se han confirmado DLC con personajes Ryu y Akuma de Street Fighter.

Dentro de tres semanas se pondrá a la venta para Asura’s Wrath un tercer DLC que continuará la historia principal del juego, un contenido descargable que no amplía la información la información que ha recibido el jugador durante la partida con información alternativa o secundaria para la trama, sino que la continúa directamente, dejando el juego cojo e inconcluso si no se pasa por caja una vez más.

Hasta ahora se había visto este tipo de DLC en sagas como Mass Effect o Assassin’s Creed, historias secundarias o incluso posteriores al final de juego, pero que no dejaban este a medias ni lo continuaban de una manera tan clara. Pero parece que poco a poco este tipo de contenido descargable ligado directamente con el desarrollo principal del juego se está empezando a imponer, con juegos como Final Fantasy XIII-2 tomando este camino.

Los jugadores conocen de sobra la política de Capcom sobre descargables. Los planteles de los últimos juegos de lucha de la compañía se han lanzado con el pensamiento de vender personajes mediante DLC's, luchadores que en ocasiones hasta se encontraban en el disco desde el momento de su compra, pero que estaban bloqueados, relegando la compra del usuario a un mero desbloqueo de unos cuantos bytes.

Rockstar Games, desarrolladora de la saga Grand Theft Auto, aplicó en 2009 un modelo de negocio diferente y menos lesivo con el usuario para los contenidos descargables de Grand Theft Auto IV: los episodios descargables. La cuarta entrega de la serie recibió solo dos DLC'S (The Lost and Damned y Ballad of Gay Tony) densos, con más de diez horas de juegos, extras y precio razonable. Red Dead Redemption siguió este esquema.

El paso de la industria a un modelo digital puede ser un arma de doble filo para el consumidor. Ya hay rumores de que las consolas de nueva generación traerán sistemas para erradicar la segunda mano y limitar los derechos de los usuarios con los productos que han adquirido. Parece que el usuario, siempre crítico, sigue perdiendo terreno en el polémico asunto de los contenidos descargables.

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