A la conquista del espacio

Una nueva dimensión
Mientras que nuestros alados protagonistas disfrutan de un plácido día en el campo, una enorme zarpa secuestra a sus huevos; sin un segundo que perder, los pájaros se lanzan hacia un gran agujero de gusano para aparecer en una extraña galaxia, ¡rodeados de cerditos espaciales! A pesar de que el argumento no pasa de anecdótico, sirve como excusa para presentar un nuevo marco de juego, con mecánicas tan novedosas como adictivas. Sí, la base del juego es la misma que venimos viendo estos últimos años; los cerdos verdes han robado nuestros huevos y por la razón que sea, y gracias a un tirachinas gigante, debemos destruir sus faraónicas estructuras de madera, piedra y otros materiales. Ahora, viajamos al espacio, cambiando por completo la manera en la que debemos afrontar los nuevos sesenta niveles de Angry Birds Space.

Lo odias o lo amas
Tras las anteriormente citadas variantes del juego y sus continuas actualizaciones con nuevos niveles y personajes, por fin recibimos una verdadera secuela, a pesar de no llevar un 2 en el título. La fórmula tradicional de Angry Birds recibe nuevas ideas, nuevas físicas y nos lanza al espacio para sorprender a propios y extraños. Lo que más llama la atención desde un principio es el diseño de los niveles; en lugar de los clásicos parajes de la franquicia, donde debíamos destruir las construcciones porcinas en planos horizontales, ahora debemos lanzar nuestros pájaros hacia pequeños planetas para que entren en órbita y puedan llegar así a sus objetivos. Dichos planetas tienen su propio campo gravitatorio –delimitado por un círculo etéreo– y debemos medir muy bien las trayectorias para orbitar con precisión.

La cosa se complica cuando entran en juego múltiples campos gravitatorios, con lo que nuestros pajaritos podrán viajar de un planeta a otro. También debemos tener en cuenta que la velocidad será mayor una vez entremos en órbita, mientras que en el espacio exterior, será menor. Si bien es cierto que la mecánica ensayo-error se hace más patente en Angry Birds Space que en los anteriores títulos, no resulta para nada frustrante o desesperante, ya que las trayectorias de nuestros protagonistas serán tan alocadas como divertidas. Este cambio de base supone toda una garantía para mantener fresca la propuesta, con nuevas mecánicas y un diseño de niveles muy atractivo. Su ambientación puede no ser tan original como sus creadores pretenden, pero en conjunto resulta más que interesante.



Ante nosotros se nos presentarán situaciones totalmente novedosas en la franquicia; tanto es así, que al principio nos costará dar con las soluciones adecuadas, ya que ahora debemos estar atentos a diferentes variables. Ya sea por las órbitas de nuestros pájaros, la posibilidad de llegar al mismo punto por varios caminos o por la fuerza de la gravedad de los diminutos planetas que provocará comportamientos totalmente sorprendentes de las estructuras porcinas; todo en Angry Birds Space causa una sensación de incertidumbre muy especial que nos animará a repetir una y otra vez los mismos niveles para deleitarnos con todas sus posibilidades. No podemos olvidarnos de los combates contra los jefes finales, realmente disparatados.

Ice-bird y los súper-pájaros
Las novedades no terminan en sus nuevas mecánicas; Angry Birds Space llega con nuevos tipos de pájaros, como el pájaro de hielo, que tiene la habilidad de congelar su zona de impacto para que los materiales de nuestros enemigos sean mucho más fáciles de destruir. O la nueva habilidad del pájaro amarillo, ahora de color lila, que puede caer en picado con mucha fuerza cuando toquemos la pantalla. Nuestros protagonistas clásicos también regresan, eso sí, con nuevas indumentarias como si de superhéroes espaciales se trataran. A lo largo de nuestra aventura galáctica podremos conseguir hasta un total de nueve Space Eagles –podemos comprar más mediante micro-pagos–, que causarán un terrible agujero negro allí donde nosotros queramos. Dichos agujeros negros absorberán todo a su alrededor, facilitándonos las cosas en los niveles más complicados; eso sí, deberemos medir muy bien su uso.

Diversión a buen precio
Por el momento se incluyen hasta un total de sesenta niveles repartidos en dos mundos, todo por un precio de 0,79 euros en la App Store y gratuito en Google Play –antes conocido como Android Market–, aunque deberemos sufrir molestos anuncios mientras jugamos en dicha versión gratuita. Las versiones HD valen 2,39 euros en iOS y 2,27 en Android; unos precios más que competitivos si tenemos en cuenta el buen hacer de Rovio con las continuas actualizaciones gratuitas –para todos los títulos de la franquicia Angry Birds– que añaden nuevos niveles, una garantía de que podremos seguir disfrutando de nuevos desafíos espaciales durante los próximos meses. Aunque también podemos adquirir la llamada Danger Zone por 0,79 euros, un paquete de treinta niveles que, según sus creadores, son los más difíciles de la historia de la franquicia; realmente nos costará sudor y lágrimas lograr las tres estrellas en todos ellos. También podemos llegar a desbloquear cinco niveles extra si damos con los llamados Eggsteroids –huevos escondidos en algunos niveles– que representan todo un homenaje a clásicos de los videojuegos como Super Mario Bros. o Space Invaders.