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Esencia Panzer Dragoon para Kinect

El creador de Panzer Dragoon retoma su majestuosa serie en forma de secuela espiritual. Orientado exclusivamente a Kinect, Futatsugi se fija en títulos como Child of Eden para dar nueva vida a sus criaturas.

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En el Tokyo Game Show de 2010, Microsoft anunció una serie de títulos de Kinect orientados al público tradicional, juegos más elaborados y profundos que intentarían llegar a un mercado de usuarios diferente y ofrecer variedad en el catálogo del nuevo periférico. Uno de esos títulos respondía al enigmático nombre de Project Draco, un juego que recordaba sobremanera a la clásica franquicia Panzer Dragoon; un parecido que no se antojaba en absoluto sorprendente al confirmarse que el responsable del nuevo juego para Kinect no era otro que Yukio Futatsugi, director de las tres entregas de la franquicia de Sega que vieron la luz en Saturn. Sin embargo, desde aquel mes de septiembre de 2010, poco o nada se volvió a saber de aquel juego, que muchos dieron por desaparecido en combate.

Pero nada más lejos de la realidad, ya que el primer juego de Grounding Inc. siguió su desarrollo sin problemas y acaba de ser recientemente mostrado en un evento en Japón, con un producto ya muy pulido y prácticamente terminado. Lo primero que llama la atención, y lo primero en lo que queremos detenernos, es en el hecho de que este juego, rebautizado como Crimson Dragon, no solo recuerda vagamente a Panzer Dragoon, sino que el estudio (posiblemente influenciado por el propio Yukio) ha creado un Panzer Dragoon pero con otro nombre, debido a las licencias. Todo en Crimson Dragon recuerda a la clásica licencia de Sega, a todos los niveles: diseño de personajes, enemigos y escenarios, banda sonora, jugabilidad… Aunque sea con otro nombre, Crimson Dragon homenajea constantemente a una franquiciamuy querida por los aficionados y se convierte en su heredero espiritual.

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Visualmente nos encontramos ante un producto realmente bello, sobre todo dada su naturaleza de título descargable. El nivel de detalle en los escenarios es asombroso, permitiéndonos embelesarnos con su belleza y olvidarnos por unos instantes del frenetismo de la acción, al igual que acontecía en los Panzer Dragoon. Todo este cuidado y elaborado diseño artístico alcanza sus cotas más elevadas en los personajes y enemigos, tan cuidados que con solo verlos nos transmiten infinidad de historias del universo en el que se desarrolla el juego. Muy pocos juegos son capaces de contar tanto con un solo vistazo a las imágenes, hacer que nos sintamos partícipes del mundo pese a no haber visto más que unas cuantas imágenes y un par de vídeos.

Sin embargo, más allá de lo que argumental y técnicamente (porque merece mención especial la fantástica banda sonora con la que parece contar la producción, una vez más muy similar a la de Panzer Dragoon) pueda llegar a ofrecernos Crimson Dragon, todas las miradas están centradas en otro aspecto: el de la jugabilidad. Y es que la idea de pilotar a un dragón por bellos entornos es fantástica, pero aún queda ese criticismo sobre el hecho de que el juego esté desarrollado para Kinect. Aunque aún falta para que podamos conocer a fondo el funcionamiento de Crimson Dragon con este accesorio, la presentación que tuvo lugar en Japón nos deja un buen número de detalles sobre cómo se ha enfocado el sistema de control para permitirnos controlar a todo un dragón con nuestro cuerpo.

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Para empezar, el juego es un shooter arcade que se desarrollará sobre raíles. Esto era de esperar, tanto por Kinect como por ser el género de ese Panzer Dragoon al que tanto parece deberle Crimson Dragon (salvo Panzer Dragoon Saga, que, como es bien sabido, era un RPG). No obstante, dentro de las limitaciones de avance que la propia máquina nos impondrá, podremos movernos con nuestro dragón
por toda la pantalla, para acabar con ciertos enemigos que están a otro nivel, esquivar disparos o elementos del escenario, o recoger objetos. Dicho movimiento lo realizaremos moviendo nuestro propio cuerpo hacia atrás, hacia delante o hacia los lados. Según parece, esta dinámica será bastante importante en momentos en los que el avance será más veloz y deberemos superar diversos obstáculos.

Obviamente, tendremos que defendernos de los enemigos, para lo cual, al igual que en Panzer Dragoon, tendremos dos tipos de ataque, uno normal y otro más potente, cada uno de ellos asociado a una mano (con la cual también apuntaremos y fijaremos nuestros objetivos en pantalla). Este sistema de control parece no alejarse demasiado del de Child of Eden, aún a pesar de las más que notables diferencias que existen entre ambos títulos en todos sus demás apartados. Desgraciadamente, de momento no se sabe mucho más de este Crimson Dragon, salvo que se desarrollará a lo largo de siete fases, una cifra que puede parecer escasa pero que, si son similares a las del primer Panzer Dragoon, pueden tenernos pegados a la consola durante una ingente cantidad de horas.

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El regreso de los dragones

Lo hemos repetido en infinidad de ocasiones durante este texto y desde el anuncio del propio juego: Crimson Dragon es el heredero espiritual de Panzer Dragoon a muchos más niveles de los que podría parecer en un primer momento. Yukio Futatsugi ha hecho el juego que quería hacer y ha sacado de su portafolio material con el que honrar a su propia obra, y eso es un acierto que los amantes de la franquicia de Sega agradecen; en las imágenes y los vídeos que se han podido ver nos encontramos con infinidad de guiños a Panzer Dragoon, e incluso la banda sonora es similar. Lo importante ahora es ver qué tal responde a nivel de sistema de control y las sensaciones que pueda ser capaz de llegar a transmitir el juego. Afortunadamente, de momento estamos ante un título muy prometedor que parece ser capaz de sacarle mucho partido a Kinect. Esperaremos ansiosos a poder disfrutar del producto final.

Crimson Dragon

  • XBO
  • Acción

Viaja a lomos de dragones usando Kinect en Crimson Dragon de Grounding Inc para Xbox One.

Carátula de Crimson Dragon
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