Syndicate, Impresiones

Una recuperación como la de Syndicate no puede dejar indiferente. La marca original de Bullfrog se ha hecho FPS en esta reinvención que llegará en pocas semanas a PC, 360 y PS3, y que distingue perfectamente en su modalidad cooperativa todas las ideas que Starbreeze Studios ha implementado para la ocasión. Poderes ultratecnológicos, IA de vanguardia, conflictos intensos, respeto al trabajo en equipo, chips hipodérmicos de aprendizaje y escenarios recuperados de las entregas de antaño. Así es su nueva fórmula multijugador.

No son pocos los reboots que están floreciendo en esta generación. Bionic Commando, XCOM... y ahora Syndicate, la obra de doble moral y perspectiva isométrica ideada por Peter Molyneux y Sean Cooper desde su emblemático estudio Bullfrog Productions en 1993. Starbreeze y Electronic Arts vuelven a recoger la estética cyberpunk y el futurismo armamentístico para dar forma a este first person shooter diferenciado que verá la luz en muy pocas semanas. La distribuidora nos ha invitado a probar en Munich en profundidad su modalidad cooperativa para cuatro jugadores, la gran baza del título junto a la prometedora Campaña singleplayer, más centrada en la trama, la variedad de situaciones y la presentación de gran parte de los poderes sobrenaturales de persuasión y ofensa que tendrán los personajes. Ya os trajimos hace unos meses una primera toma de contacto con este modo, pero ahora hemos investigado más todas las posibilidades. Este nuevo Syndicate recuerda a muchas otras obras actuales, como Deus Ex: Human Revolution,  Brink, Mass Effect o incluso Mirror's Edge. No obstante, según nos ha mostrado sabe encontrar su sitio y se estrena para ser una de las experiencias más intensas y profundas recorrida junto a otros tres usuarios.

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La gran novedad del multijugador cooperativo de Syndicate reside en las habilidades únicas de cada personaje, habilidades que se usan mucho más de lo que esperábamos ya que consiguen auténticas masacres sobre los enemigos y ventajas en los enfrentamientos que llegan a marcarlos y darles la vuelta sobremanera. No es suficiente con disparar certero. En este shooter hay grupos muy numerosos de soldados rivales, las zonas son amplias y con múltiples niveles de altura y jugar con las puestas a cubierto es algo más que una exigencia. Esta dinámica de juego hace que no baste con abusar del gran arsenal de armamento que dispondrá, sino que tendremos que ejecutar a menudo todas las habilidades de nuestro protagonista, recoger nuevas de los chips de los enemigos caídos y lograr muchas bajas para rellenar una y otra vez los niveladores de habilidad que nos dejan lanzarlas. Pirateo, inmunidad temporal, provocar suicidios e implosiones, crear vulnerabilidad, regenerar la vida de los aliados cercanos, mayor velocidad y salto, munición y cargadores expandidos, más daño, movimientos especiales, armas más precisas, congelación, combos cuerpo a cuerpo, mejor alcance... todo un abanico de técnicas poderosas para hacer frente a las oleadas que saldrán a nuestro paso.

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Pero un poder domina por encima de todos, la visión térmica. Esta habilidad que tiñe de naranja a los enemigos y elementos rivales dejando en gris todo el resto del escenario es la principal para toda la tropa, se activa fácil y rápidamente con uno de los gatillos y será de uso constante dadas las ventajas de localización de adversarios que supone y la veloz recarga temporal de su barra de utilización. A través de las diversas misiones que Syndicate propone en cooperativo, gracias a esta visión avanzada y reescalada podremos también localizar a nuestros compañeros, los puntos objetivo a alcanzar, terminales y torretas que piratear, estructuras, armas... Hay partes tan intensas que actuar a la desesperada con este modo óptico activado puede llegar a ser la única vía de salvación, pues hemos presenciado momentos donde el cuarteto tendrá que vérselas con más de 30 enemigos simultáneos, francotiradores bien posicionados y granaderos protegidos incluidos.

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Las misiones no parecen tener unas tareas demasiado originales o sorprendentes. Por lo que hemos visto, suelen centrarse en limpiar zonas y llegar hasta un punto para acabarlas, ya sea para escapar en helicóptero, colocar un explosivo, recoger una batería o rescatar a un personaje. Al fin y al cabo, Syndicate es un FPS de acción muy directa y las intervenciones que puedan hacer las pequeñas tramas de esta modalidad multijugador solo son una excusa para colocarnos en una base atestada de rivales y pedirnos que lleguemos con vida a un determinado punto o enemigo final, también presentes y que pondrán verdaderamente a todo el equipo a trabajar unido. Todas estas misiones están ambientadas en escenarios rehechos del Syndicate original, lo que gustará especialmente a los fans, que por fin pueden ver en 3D y a plena luz de un soleado día aquellos conjuntos de píxeles en isométrico de hace casi 20 años. También se han recuperado ciertas referencias y guiños, en un claro intento por mantener la marca de forma perceptible, pues si no el juego parecería casi una nueva propiedad intelectual del género de los disparos en primera persona.

Gameplay rítmico

La importancia de saber medir el tempo de juego recae con mucha fuerza al usar las habilidades, muchas de ellas con efectos algo tardíos y no necesariamente inmediatos, como ordenar mentalmente a un enemigo que se suicide, transcurriendo unos segundos desde que pulsamos el botón hasta que finalmente se inmola, coloca una granada a sus pies o simplemente se dispara en la sien. Lograr unos efectos u otros -al suicidarse con granada puede llevarse consigo a algún otro rival- depende de un marcado de la barra de carga del poder en cuestión, al estilo de Gears of War 3 con la recarga de armas, que si la paramos en su momento concreto, se hace más rápido. En Syndicate, activar un poder y comenzar a cargarlo se hace con el gatillo derecho (L1 en PS3). Durante esta carga tendremos que estar atentos y parar justo en la marca indicadora, para lograr efectos más poderosos, más tiempo de uso y mayor velocidad de ejecución de la habilidad en cuestión. A los pocos minutos de juego nos encontraremos usando habilidades mientras disparamos sin cesar, algo que conlleva un ritmo de juego muy intenso, donde hay que coordinar la precisión de las mirillas y dónde ponemos las balas con la ruleta de habilidades que lanzar y los tiempos de carga de éstas. Muy interesante.

Pero no podemos acelerar demasiado nuestro juego individual perdiendo de vista al grupo. Las oleadas de enemigos son tan multitudinarias que tomar posición junto al equipo es más que una premisa para la supervivencia. Además, es relativamente fácil caer abatidos, quedando inconsciente nuestro personaje y deambulando por el escenario hasta ser regenerado por un compañero. Pero los soldados rivales pueden vernos movernos y acabar con nuestro protagonista del todo, finalizando así la partida para nosotros. Estas dos fases de muerte (inconsciencia y baja total) logran que tengamos que usar el sigilo y los movimientos arriesgados y rápidos una vez que caigamos en la primera fase, siendo bastante desesperante y nervioso esperar a que nos reanimen. Una vez muertos, es imposible reaparecer hasta que se cumplan los objetivos de la misión o perezca todo el equipo y haya que hacer respawn completo, a veces en checkpoints bastante alejados. Syndicate exige avance cuidadoso y en grupo. La otra exigencia recae en el robo de chips hipodérmicos, una acción vistosa y visceral que nos otorgará nuevos poderes, atributos y aprendizajes especiales.

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Puesta en escena mejorada

Gráficamente, esta nueva toma de contacto nos ha servido para comprobar que Starbreeze ha hecho muy bien los deberes durante este tiempo transcurrido entre un código del juego mostrado y otro. Syndicate fluye con total suavidad, los escenarios tienen más detalles y los efectos lumínicos rayan a la altura. Las animaciones de todos los personajes están más naturalizadas, especialmente las de los jefes, que suponen el mayor reto jugable de este modo cooperativo ya que exigen mecánicas de daño distintas, como tener que acercarnos, desbloquear su escudo con la habilidad de pirateo, y a continuación comenzar a disparar. Pero si algo llama poderosamente la atención, eso es el aspecto sonoro, recogido de toda la experiencia de EA DICE con su motor Frotsbite 2 y Battlefield 3 e implementado al motor y aspecto de Syndicate. Las balas resuenan con fuerza, así como los rayos láser, explosiones, cortocircuitos y otros efectos que oiremos en este universo hostil del futuro. En su faceta audiovisual, lo nuevo de Electronic Arts es destacable y ha cambiado mucho en pocos meses, clara evidencia del mimo de sus creadores por conseguir la obra mejor terminada posible.

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Tres semanas

El 22 de febrero llegará a las tiendas esta redefinición de la saga Syndicate. Lejos queda la ciudad abierta con perspectiva isométrica donde conjugar la ética con la acción del título original o la propuesta del menos recordado Syndicate Wars. En esta ocasión, los disparos comparten protagonismo con el uso de habilidades únicas, habilidades cada vez más configurables y presentes ingame. Al menos en su prolongada modalidad cooperativa que acabamos de revisar al detalle. La fuerza de este FPS se basa en su distinción al resto, la invitación al trabajo en equipo y en una Campaña individual que promete ser inolvidable y de la que os hablaremos ya en su Análisis, publicado próximamente en cuanto tengamos a disposición la versión final. Lo nuevo de Starbreeze Studios lleva buen camino, dispone frenetismo y originalidad a partes iguales, justo lo que necesita el género de los disparos desde vista subjetiva.