Parecido razonable

Cada vez que saltemos, nuestro simpático personaje dejará ir un “whooo!”, podremos deshacernos de los enemigos saltando sobre sus cabezas, deberemos traspasar multitud de tuberías para acceder a diferentes secciones de los niveles... Y así con muchos otros elementos. Pero más allá de todo esto, Paper Monsters resulta muy divertido y llega cargado de detalles que irremediablemente nos trasladarán a los plataformas de nuestra infancia si tenemos la suficiente edad como para haber disfrutado en su momento de la época dorada del género en los 8 y 16 bits, claro está. Aunque si buscamos un plataformas innovador que intente aportar algo nuevo al género, Paper Monsters no es el juego que estamos buscando.

Con todo, Paper Monsters es uno de los mejores plataformas de la App Store; los gráficos son muy coloridos, con unos modelados tridimensionales muy efectivos y atractivos. Su jugabilidad, además, es totalmente old-school, en 2-D con mecánicas sencillas pero efectivas. El apartado sonoro nos regala temas animados, con diferentes ritmos que se adaptan perfectamente al nivel en el que nos encontremos. El manejo es directo y responde como se espera de un buen plataformas a pesar de ser táctil; así, podemos movernos a izquierda y derecha y realizar un salto simple o doble. En ocasiones jugaremos como un submarino o como un helicóptero, lo que añadirá algo de variedad al desarrollo de la aventura. En realidad, estas fases resultan muy divertidas e incluso sería deseable poder contar con más niveles de este tipo.

Uno de los grandes problemas del título es su corta duración; contamos con cuatro mundos distintos –cada uno con su propia ambientación– y cuatro fases para cada mundo, lo que da un total de 16 niveles. La temática de cada nivel nos resulta familiar, puesto que tenemos fases de hielo, campo, desierto, ruinas o jungla. Eso sí, los niveles son largos y cuentan con checkpoints para poder empezar a medio camino y no tener que volver al principio si perdemos una vida. Además, y para favorecer la rejugabilidad, podemos buscar objetos ocultos en cada nivel si queremos completarlo al cien por cien.

A lo largo de los niveles encontraremos botones como si de las típicas monedas se tratara y que podremos gastar en la tienda del juego, lo que nos permitirá personalizar a nuestro personaje con diferentes ropajes y complementos. Aunque no será algo necesario, sí es un añadido divertido. Y si no somos lo suficientemente pacientes, también podemos comprar cantidades de botones mediante micro-pagos en la App Store. Otro modo de juego interesante y que podría lanzarse perfectamente como un juego a parte es el modo Carrera; nuestro personaje avanzará automáticamente y nosotros sólo deberemos preocuparnos de saltar, eliminar a los enemigos y recoger botones. Resulta realmente divertido y podemos probarlo en su página web si tenemos curiosidad.

Donde Paper Monsters brilla especialmente es en su presentación y las sensaciones que transmite al jugador; resulta superior a la media de títulos de su género en iOS, gracias a unas mecánicas bien implementadas, algo que muchos otros plataformas no consiguen y que por desgracia arruinan la experiencia. En Paper Monsters tenemos divertidos Power-ups –que nos dan nuevas habilidades por un tiempo limitado– y monstruos de final de nivel de los que tendremos que aprender sus rutinas de ataque y centrarnos en sus puntos débiles para derrotarlos. Donde sí puede chirriar un poco es en su ya comentada falta de originalidad, donde el jugador tendrá una sensación de déjà vu constante.