The House of the Dead: Overkill Extended Cut
I'm alive, I'm muthafucking alive!
Único, irreverente y con una personalidad arrolladora. Overkill fue toda una sorpresa para los amantes de los juegos de pistolas cuando fue lanzado en Wii. Ahora llega este Extended Cut con una versión ampliada y renovada para PS3 que será imprescindible para cualquier amante de un subgénero que no vive su mejor momento.
Han pasado ya más de dos años desde que House of the Dead: Overkill hiciera su aparición en Wii, convirtiéndose rápidamente en una agradable sorpresa para propios y extraños. En parte por su calidad y méritos propios, y en otra parte porque nadie o muy pocos tenían esperanza alguna en él. Realizado por un estudio externo a Sega, el estudio británico Headstrong Games y sin paso previo por recreativa, muchos pensaron que no era más que un intento barato de capitalizar cierta popularidad de los juegos de disparos sobre raíles en la consola de Nintendo, que por la característica de sus controles es especialmente apta para esa clase de juegos de apuntar y disparar. House of the Dead 2 y 3 se había lanzado en un pack con relativo éxito en Wii y no parecía que Overkill fuera otra cosa que un intento de capitalizar ese movimiento con un juego, en el mejor de los casos, decente.
Pero el estudio pronto empezó a demostrar que, aunque pequeños, humildes y sin ninguna experiencia previa en el género, tenían algo importante que decir con Overkill. Algunas hilarantes promociones previas empezaron a captar la atención de los jugadores y a mandar el mensaje de que ahí había algo digno de atención. El vehículo para lograr esa hazaña con un juego de pistolas y exclusivo de Wii, pugnando por atención entre tanto shooter HD de presupuestos multimillonarios, fue utilizar la estética de la película Grindhouse, ese homenaje que se marcaron Tarantino y Robert Rodriguez al cine más absurdo, chusquero y cutre de los 70, producciones ultrabaratas que reflejaban todo un submundo de sexo, horror, kung fu y persecuciones de coches, entre otros temas. Headstrong había encontrado su estilo.
Pero la estética además vino acompañada de una gran ejecución, Overkill resultó en un desternillante viaje de excesos, humor, terror y palabras malsonantes, plagado de estereotipos y con una confianza aplastante en lo que estaba haciendo: un juego puramente arcade, con un brillante sentido del humor y sentido de la parodia magistral. Es cierto que tenía muy poco que ver con la saga que tomaba el nombre y su 'historia' -que tampoco es que haya sido nunca gran cosa-, con sólo algunos pequeños guiños como la inclusión de un joven y desatado Agente G, pero precisamente por eso logró destacar y entretener en medio de un torbellino de locuras, momentos inesperados y muchos disparos. Todo aderezado con una banda sonora magistral que terminaba de fijar el ambiente del juego.
Buena muestra de lo que este título ofrece, recuperamos esta conclusión de nuestro análisis original: 'HOTD: Overkill se presenta como un spinoff que se aleja de la seriedad de la saga para convertirse en una bufonada colosal de humor negro y ácido que se ríe de sí mismo. Lejos de ser un inconveniente, resulta una elección muy acertada que garantiza diversión y risas a partes iguales. G e Isaac son como Vincent Vega y Jules Winnfield, sin pelos en la lengua y con la sangre helada, desde el primer nivel conectamos con ellos por su arrollador carisma. Los secundarios tampoco andan a la zaga, tales como el archimalvado Dr. Caesar o su hija Varla Guns (piernas largas, pecho prominente, y que no duda a la hora de usar una pistola entre sus manos), junto con una apartado técnico visualmente rico y vistoso, así como una banda sonora de quitarse el sombrero, dan forma a un título que entra por los ojos nada más verlo por sus detalles y matices, y que engancha rápidamente con su adictiva mecánica'. Un buen resumen de lo que hace a este juego especial.
Visualmente el juego también ha ganado bastante con la Extended Cut. No tanto en el departamento puramente gráfico, en el que los orígenes del proyecto en un hardware no tan potente son más que evidentes, pero sí en lo que se refiere a la solidez y consistencia técnica del juego. En la versión para la consola de Nintendo habías algunas bajadas evidentes en la tasa de frames para ciertas escenas muy sobrecargadas, mientras que la Extended Cut ofrece una experiencia impecable al respecto. Además, la versión en la consola de Sony incluye todos los elementos de la original, incluyendo los insustanciales minijuegos, y añade un poco de contenido adicional al modo historia principal, dos nuevos capítulos que tampoco es que aporten demasiado al conjunto del juego.
Cuenta con prácticamente las mismas virtudes que la versión original, y también los mismos defectos. Es extremadamente corto, incluso aunque se use la excusa de reproducir la esencia de una recreativa, se podría haber hecho algo con un poco más de miga dadas las circunstancia y aprovechando precisamente que no había paso previo por los salones arcade. Es cierto que para un aficionado a los arcade, la gracia no consiste tanto en completar el juego como en hacerlo numerosas veces, obteniendo mejores puntuaciones y desbloqueando algunos extras en el camino, pero ahí es donde está otro de los pecados originales de Overkill: es demasiado fácil. Puede que la mecánica de un juego de pistolas sobre raíles sea relativamente simple comparada con otros títulos, pero eso no impide que pueda tener cierta dificultad y ofrecer un reto. Incluso un novato de esta clase de juegos puede completar la historia sin pestañear y sin verse amenazado ni una sola vez, ni siquiera por los jefes finales. Es quizás el mayor defecto de Overkill cuando se pone al nivel de otros House of the Dead, mucho menos divertidos pero también mejor ajustados en su diseño, posiblemente fruto de una experiencia de muchos años acumulada en Sega desde que lanzara Virtua Cop.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.