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El reembolso de la reedición

"HD collections", revisiones mejoradas, "oportunidad de revivir", descargables, incompatibilidad limpia... Etapa de abusiva recuperación de juegos de la generación pasada con la excusa de la Alta Definición, y a qué precios... Cada día surgen más nombres que se apuntan a la HD mientras en las mismas noticias leemos la incompatibilidad de las nuevas plataformas. ¿Hacia dónde va esto? Hacia donde nosotros, consumidores, digamos.

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Ahora entiendo, Sony, por qué quitaste tan rápido la retrocompatibilidad de PlayStation 3 con los juegos de PS2. Solo el primer modelo de la máquina, aquel que costaba nada menos que 600 euros, puede leer juegos de tu anterior sistema de sobremesa y no lo termina de hacer bien del todo con algunos fallos aún no corregidos como tirones, caídas brutales de los frames por segundo o cuelgues totales que obligan directamente a reiniciar. En la despensa tenías todo un festín de enormes juegazos de tu consola de 128 bits esperando a pasar por la batidora de la HD y dar aún más rentabilidad a su calidad original con suculentos packs recopilatorios que tentaran incluso a los que ya tenían los juegos originales pero quieren disfrutarlos en PlayStation 3. No hay más que ver la lluvia de 'HD Collection' que estamos viviendo desde hace un año aproximadamente y que parece que seguirá con Jak and Daxter, o incluso obras third party como los juegos de Metal Gear Solid, para que repartáis bien el beneficio de esto de reeditar a diestro y siniestro, sin más revisión que la Alta Definición y los Trofeos. Toda una estrategia comercial, Sony, sí señor, pero que lógicamente enfada a algunos usuarios...

Está siendo una de las claves de esta generación de consolas: el remake, el reboot, y, contrariamente y en el más flojo de los casos, la reedición HD. Todas las grandes empresas están desempolvando ahora sus juegos de la generación pasada, algunos con más de diez años a sus espaldas y convirtiéndolos a esa llamativa a priori High Definition que finalmente no es tan apreciable ni llega a justificar los precios ni tanta retoma de grandes juegos, a no ser que seamos unos enamorados de la imagen audiovisual de alta resolución y demás tecnicismo numérico, que no es el que predomina entre los videojugadores. Si yo ya compré ICO y Shadow of the Colossus en PlayStation 2 pero mi PS3 no me deja jugarlos ahí, ¿hasta qué punto me merece la pena abonar otros casi 40 euros por tenerlos 'en HD'? ¿Y si no los tengo porque no los compré en su día pero ahora los veo para mi PS2 de segunda mano por menos de 10 euros cada uno? Se crea un conflicto que solo resuelve cada usuario valorando realmente si la HD, remasterización de músicas, jugarlo en PS3 y la implementación de Trofeos le merece este precio, muy superior y para nada regalado.

Por otro lado está PS Vita, que nos acaba de explicar cómo funcionará su retrocompatibilidad con PSP, como temíamos… La nueva portátil vital de la familia PlayStation no tiene soporte para UMD ni ningún sistema de aprovechamiento de este formato con una muerte tan previsible e inminente. Si queremos jugar a un juego de PSP en Vita, tendremos que tenerlo descargado o descargarlo entonces de PlayStation Network, lo que nos obliga desde ya a disfrutar únicamente del catálogo de PSP que está en el Store de esta red, perdiéndonos por el camino algunos de los mejores títulos de la consola que todavía no han llegado a PSN. Vale que en este caso Sony, para abaratar el magnífico precio al que nos traerá Vita, ha tenido que prescindir de soporte para el UMD, pero se me ocurren unas cuantas soluciones para compensar a los usuarios que ya pagaron por sus juegos de PSP en su día.

Por ejemplo, uno de estos sistemas podría consistir en otorgar códigos de descarga para los títulos que tengamos en formato físico, tener los homónimos en digital para jugar en Vita, y no que tendremos que ir con las dos portátiles si queremos disfrutar de Final Fantasy VII: Crisis Core y Uncharted: Golden Abyss en un mismo viaje. Bastaría con un sistema de reconocimiento en el que introdujéramos el código de barras de la caja del UMD o el número de serie y ello nos diera acceso a una sola descarga gratuita o con un precio simbólico del juego. Con esto sería suficiente para disfrutar el contenido de nuestros UMD en Vita sin tener que comprarlos totalmente de nuevo, el usuario quedaría encantado, pero no se quiere hacer, claro. Se perdería parte de los importantes ingresos que dan las segundas adquisiciones de un mismo título y de paso se combate eficazmente el mercado de la segunda mano, tan odiado por las empresas creadoras de hardware y software ya que no les supone ningún beneficio y sí la pérdida de un comprador potencial.

Realmente tampoco debo ser muy duro con esto de la retrocompatibilidad, pues tenemos que entender que cada consola tiene su catálogo concreto, y nadie obliga a las compañías a meter estas opciones de compatibilidad de sus nuevas máquinas con las antiguas, es un regalo al usuario, bastante habitual en portátiles, por otro lado. Pero claro, ¡entonces que no lo utilicen como un reclamo comercial! No son pocos los jugadores menos habituados que tras leer por encima las características de PS Vita, ya están pensando en vender su PSP ya que creen que la nueva portátil les permitirá jugar a sus juegos (en formato físico). Quizá Sony a este respecto no está siendo demasiado clara o tan insistente como debería. Y desde aquí lo decimos ya, que nadie se deshaga de su PSP si quiere utilizar para algo los UMD que compró en su día.

Y volviendo al punto de partida, hay otro asunto que no se puede pasar por alto y también es positivo en esto de las reediciones HD y los relanzamientos en formato digital: que gracias a ellos muchas grandes obras maestreas llegan a nuevos públicos. Y esto es totalmente cierto. Cientos de miles de usuarios han catado ahora por primera vez Shadows of the Colossus gracias a este recopilatorio en Alta Definición junto a ICO que acaba de llegar a las tiendas, bien porque en su día no tenían una PlayStation 2 donde jugarlo o simplemente porque el juego no les llamó la atención hace cinco años, cuando tenían otros gustos y otra edad. Además, los auténticos fans de esta obra de Fumito Ueda querrán tenerla de la mejor manera posible, y, aunque no es una mejora de increíble peso, la HD a estos juegos por ejemplo les sienta bastante bien, mucho mejor que a los Resident Evil 4 y Code Veronica X de Capcom, donde es casi inapreciable y cuyo precio, desde el punto de vista de la antigüedad de ambos productos, es demasiado elevado, casi 20 euros cada uno.

Todas las compañías se están volcando en la reedición HD, no es para menos, es un proceso tremendamente rentable, que no lleva mucho tiempo ni altos presupuestos desarrollar y a cambio permite exprimir aún un poco más los beneficios que dan los grandes clásicos. Al menos tenemos la garantía con ello de que con estos segundos lanzamientos HD solo llegarán grandes obras, pues por lo que ya sí que no vamos a pasar es porque se nos vendan títulos mediocres o solo correctos una y otra vez. También nos aseguramos packs, algo que Sony parece haber sabido agarrar con fuerza y sin intención de soltar, como Konami con sus ZOE y Metal Gear Solid, a diferencia de Square-Enix con Final Fantasy X o Capcom con los Resident Evil antes mencionados.

La clave aquí para no quedar insatisfechos con la experiencia en Alta Definición en relación a su precio consiste, una vez más, en estar bien informado, en saber qué juego es realmente vistoso con esta nueva resolución, ha mejorado su código base con mejores texturas, iluminación o suavidad, y cuál, por el contrario, no merece la pena porque simplemente se convierte a formato panorámico y aumenta su número de puntos. Es importante que los jugadores sepamos combatir abusos de precio o revisiones y más revisiones de juegos ya demasiado exprimidos. Tenemos que aceptar que estamos en la era de la "retrocompatibilidad de pago", al menos hagámosla digna.