Degustación gratuita

El éxito de las ventas de Wii Play dio a Nintendo una idea obvia: lanzar un nuevo Wii Play Motion que viniera junto a uno de los nuevos Wiimotes Plus (Wiimote con Wii MotionPlus incorporado de serie). El asunto es que quizá este nuevo recopilatorio icono 'casual' llegue un poco tarde, exactamente dos años después de que el adaptador para mayor precisión llegara con WiiSports Resort pero que a buen seguro funcionará tanto comercialmente como aquel primer juego regalado con un mando de la consola. De lo que no cabe duda es que se plantea una oportunidad imprescindible de adquirir otro Wiimote ya preparado para los juegos de Wii MotionPlus, entre ellos el ya visible Zelda: Skyward Sword, que exigirá su uso, y posiblemente algunos de los juegos de Wii U. No es un mal momento para hacerse con otro mando dado que ya hemos visto que la sucesora de Wii los seguirá usando intensivamente.

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Valorar como videojuego estándar un título que es solo otra recopilación de ahora 12 minijuegos es injusto. Hay que tener en cuenta que Wii Play Motion es prácticamente un juego gratis, un obsequio al hacernos con uno de estos nuevos mandos, por lo que su valoración en estas líneas va más enfocada al precio que tiene, respuesta de los minijuegos ofrecidos, diversión, novedades con respecto al anterior, duración… Incluye un mando rojo con funda de goma roja en la versión española. El periférico es lo que debería haber sido el Wiimote desde el principio de Wii. Misma ergonomía, mismo tamaño, mismo peso, pero con un reconocimiento más rápido y preciso de los movimientos que hagamos gracias a que lleva en su interior el adaptador, como veníamos diciendo, que por separado para convertir Wiimotes estándar cuesta casi 20 euros.

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Wii Play Motion es una sala de degustaciones breves de más posibilidades del control por movimiento más preciso de Nintendo. De ahí que su salida ahora sorprenda, ya que ya llevamos dos años viendo juegos con MotionPlus y nada consigue llamar especialmente la atención. Digamos que estos mandos deberían haber llegado junto al periférico adaptador en 2009, para que cada usuario decidiera si convertir sus Wiimotes ya poseídos o adquirir nuevos mandos. Y en relación al primer Wii Play, ahora tenemos 12 retos, 12 mecánicas distintas y para hasta cuatro jugadores, un buen aumento que, pese a seguir dejando con ganas de más, da para bastantes partidas con invitados o familiares, sin la necesidad de que hayan tocado antes una consola, pues, como cabría esperar indudablemente, es una compilación directamente pensada para jugadores ocasionales. Los usuarios tradicionales verán aquí una tontería, una curiosidad regalada al adquirir un nuevo Wiimoe Plus, pero un DVD bastante recurrente para todas las fiestas y partidas inhabituales que se tercien en casa.

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El primer Wii Play, como otros muchos recopilatorios de minijuegos, contaba con bastantes irregularidades en las mecánicas que proponía, mostrándonos juegos muy divertidos, largos o que requirieran reflejos junto a otros simplones, sin desafío, aburridos y poco originales. Como veremos luego, a Wii Play Motion le pasa -como era de esperar- exactamente lo mismo. La continuidad es absoluta y toda la estética del juego, claro. Seguimos con los mismos menús sobrios, de botones grandes y clarísimos, los gráficos de estética Mii que ya hemos visto en Wii Party, Wii Music o Wii Sports, y las melodías alegres que ambientan los escenarios y situación de cada reto. Los efectos de sonido, incluidos los que emite el altavoz del Wiimote, no sorprenden ya que se han mantenido también, pero, por lo general, se comportan de manera eficaz. El sentido del humor y referencias son constantes, con músicas del anterior título, guiños al juego de disparos a dianas, por ejemplo, o apariciones estelares que sorprenden.

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Junto a que son diez nuevas pruebas más las dos recuperadas y ahora más profundas del anterior Wii Play, Wii Play Motion guarda un factor vital en relación a su antecesor: pueden jugar hasta cuatro jugadores en vez de los dos como máximo del original. Esto hace que disfrutar de los minijuegos sea en esta edición lo que de verdad se espera, más emocionante, frenético y divertido, al poner a los mandos a todo un sofá de amigos y alejarse de los incomprensibles uno contra uno del primer juego. Ahora bien, ¿son tan adictivos como el pong electrónico, la carrera de vacas o la batalla de tanques del primero? ¿Funcionan tan bien como para que cualquier usuario, por inexperto que sea, pase un buen rato sin confusiones de interpretación de sus movimientos y respuesta fiable? ¿Tienen varios niveles o récords que desbloquear para dar cierta longitud al título? ¿Hay opciones de configuración? Todas estas dudas relacionadas con la jugabilidad y que verdaderamente marcarán si estamos ante un juego útil o que siempre olvidaremos en nuestras fiestas las resolvemos en la siguiente página, analizando uno por uno los doce desafíos que Wii Play Motion propone.

Helado Apilado

Simple y efectivo juego de equilibrio. Un cucurucho en nuestra mano y bolas de helado cayendo del cielo, apilándose y formando una torre que se balancea y que tendremos que controlar desde su base. El manejo es preciso y demuestra perfectamente cómo el MotionPlus es capaz de expresar nuestro movimiento de muñeca 1:1 en pantalla. Tiene varios niveles y permite que varios jugadores controlen sus torres de helado. Además, la dinámica va cambiando de un nivel a otro, por ejemplo en el segundo lo que cae es un chorro de helado que tendremos que ir colocando en espiral en el cucurucho sin que se derrame por los lados. No es el minijuego más divertido o duradero, pero sirve como punto de partida.

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Guardahuertos

Clásico Whac-A-Mole de martillear topos que salen de sus madrigueras e intentan robar frutas. El resultado preciso y directo lo hace más divertido que otras apariciones de este minijuego arcade en anteriores títulos de Wii, pero solo hay tres hoyos por donde pueden salir, lo que lo hace simple en este sentido. A veces aparecerán Miis a los que no debemos martillear, topos que vuelan, algunos con casco que requieren más de un golpe y varias sorpresas más. Como todos los minijuegos, cuenta con varios niveles y posibilidad de ser jugado con más personas.

A ras de agua

Es el más simplón y aburridillo de todos. Por turnos, lo jugadores deberán arrojar piedras al agua de un estanque para que salten de forma rasante, con el conocido tiro de piedra-rana. Tendremos primero que señalar el canto que queremos entre varios, el que veamos más adecuado o especial, y luego, como si del juego de bolos o el de golf de WiiSports se tratase, emular el lanzamiento de la piedra en una cámara desde la espalda de nuestro Mii.  La dinámica multijugador es por turnos, lo que lo hace más lento. En efecto, recuerda mucho a los bolos de WiiSports, pero buscando puntos en conseguir que la china dé muchos saltitos 'a ras de agua'.

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Mii Pose Plus

Evolución del minijuego del Wii Play anterior, ahora más rápido y bastante más divertido. En vez de tener que apuntar a pantalla y colocar a los Miis en pompas en diversas posiciones, ahora los personajes avanzan a toda velocidad por un tubo con distintos paneles que nos exigen una posición concreta para traspasarlos. Tendremos que girar nuestro Mii no solo horizontalmente, sino ahora también en sentido trasversal, y cambiarlo de postura para que se adapte a los paneles antes de que se empotre contra ellos. Cada vez va más rápido y la exigencia es mayor, incluso al recoger diamantes esparcidos por la estructura cilíndrica de colores. Podremos hacer varios récords, obtener medallas y desbloquear niveles de dificultad. Es muy divertido y emocionante, sobre todo jugado en compañía.

Tiros por doquier

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Otra evolución del anterior Wii Play, pero ahora más inmersivo ya que nos coloca en el centro de varios escenarios donde las amenazas y dianas nos rodean. El primer nivel de tres es el campo de tiro del primer juego, con los globos, patos, latas y ovnis tal y como los vimos hace cinco años pero ahora rodeándonos, teniendo que arrastrar el cursor hasta más allá de los bordes de la pantalla para girar la cámara y buscar objetivos. Esto se ha implementado de manera algo brusca, ya que habrá que girar por completo el mando de Wii y sacar el puntero del televisor para mirar a izquierda, derecha y arriba. Cuesta un poco acostumbrarse pero la experiencia es satisfactoria cuando se le coge el tranquillo. Los siguientes niveles nos llevan hasta otras épocas y ambientaciones, como los ninjas del segundo o la jungla prehistórica del tercero. Cuando juegan varios jugadores hay más punteros y pantalla partida pero los tres corazones de vida son compartidos.

Parque Elástico

En un escenario 2D inspirado en un parque de atracciones en el que recoger chucherías, el Mii tiene un muelle en los pies y tendremos que enderezarlo o tumbarlo para que apoye bien y salte en la dirección en que están los ítems. Es una mecánica bastante sencilla y ya vista en anteriores minijuegos. Quizá sea la que menos partido saque el MotionPlus en concreto, pero es divertidísimo. La pena de este minijuego es que los cuatro Miis no podrán competir al mismo tiempo, va por turnos, algo incomprensible que le resta diversión y frenetismo, o una lucha disparatada por recoger más chucherías que el resto de jugadores.

Bolancín

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30 niveles desafiantes y tres modos Sinfín son los que comporta este minijuego que nos invita a disparar una bola desde una plataforma que balancear con el mando en horizontal para alcanzar dianas. Es un reto mezcla entre un pinball, un tirachinas y un Arcanoid que cada vez se va complicando y juega con el tiempo como principal elemento desafiante. Cada vez que se caiga una bola o la lancemos fuera de la mesa de juego perderemos 10 segundos. Todos los niveles tienen unos ítems que aumentan el tiempo si los recogemos. Además de sus numerosas e ingeniosas fases principales, los modos Sinfín horizontal (llevar la bola a través de varios balancines que no paran de salir y cada vez están más separados), vertical (mecánica similar pero hacia arriba) y cuerda (dar todos los toques posibles a una cuerda tensada), le dan algo más de vida y nos servirán para registrar marcas.

Mansión fantasmal

Quizá el más interesante y novedoso de todos los minijuegos compilados en Wii Play Plus. El desafío consiste ahora en buscar fantasmas invisibles en nuestro propio salón, más allá de los límites de la pantalla y arrastrarlos hasta ésta. Para ello tendremos que hacer uso del altavoz del Wiimote, que irá sonando más rápido y agudo a medida que nos acerquemos a donde supuestamente hay uno de ellos. Luego lo cogemos con A y B y apuntamos a pantalla para que se lo trague la gramola. Algunos se resistirán y tendremos que forcejear con ellos tirando en varias direcciones o disparándoles en pantalla con el puntero. La experiencia es genial e intuitiva, y pondrá hasta a cuatro jugadores a la vez a recorrer cada esquina de la habitación donde juguemos girando el mando como si fuera una linterna para dar caza a estos supuestos espectros que nos rodean. Hay tres niveles, el último verdaderamente desafiante.

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Vuelo paragüero

A través de circuitos con saltos y curvas, como si de Mario Kart se tratase, tendremos que dirigir desde los giros de muñeca de nuestro Wiimote Plus a nuestro Mii, que ahora lleva un paraguas empujado por el viento que viene de la espalda como acelerador. El objetivo es recoger todas las gemas posibles en tres circuitos, cada uno más enrevesado e irregular que el anterior, con rampas, saltos y giros muy cerrados. Es divertido jugado en compañía sobre todo aunque es el menos innovador o arriesgado. Entretiene sin más.

Tesoro marino

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En este caso tendremos que girar el mando sobre si mismo como si fuera la manivela de una polea de inmersión marina. En el fondo de los océanos que visitaremos también junto a otro jugador hay varios tesoros y gemas que recoger, custodiados por medusas, minas, tirburones y otros peligros. Tendremos un límite de tiempo traducido en el aire que nos queda en la botella de buzo, y si recibimos algún golpe, reduciremos este aire. Lo divertido es que también tendremos que movernos lateralmente al descender, para esquivar estos obstáculos, cada vez más exigentes. Jugarlo en cooperativo es genial, pues requiere sincronización absoluta de los jugadores y cuando nos queramos dar cuenta estaremos dando gritos de nerviosismo a nuestro compañero, pues ambos manejamos al mismo buzo.

1 globo, 2 globos

Minijuego parecido al anterior pero esta vez esquivando peligros en el aire. Ahora toca manejar un paipái que se mueve alrededor de un conjunto de globos dándoles aire y que deben ascender hasta la meta recogiendo ítems, por caminos de nubes, cuidándose de no caer ante los picos de cuervos, pinchos… Como todos los juegos de circuitos que incluye Wii Play, es muy intuitivo y de diversión directa y asegurada. Hay varios niveles y una vez más jugarlo en compañía acrecienta el entretenimiento. No es excesivamente complejo y quizá sea algo cansado agitar tanto el abanico de hoja, pero es un añadido más a la recopilación que puede en distraer un tiempo y llegar a picarnos por conseguir los mejores resultados.

Estación espacial

Lento, grande y más profundo que el resto, éste es el que correspondería al minijuego de tanques del primer Wii Play. En 30 niveles tenemos que llevar distintas piezas hasta una estación espacial en construcción. Con A, B y la cruceta, tenemos que ir propulsando lentamente nuestra nave para encajar sus puntos de colores en los de la meta, también girando el mando para el encaje. La física del aparato en pleno espacio hace que cada propulsión que hagamos, cada pequeño toque, suponga un desplazamiento considerable, por lo que habrá que medir al milímetro cómo nos movemos, pulsando todos los botones, colocados de forma invertida en el Wiimote para hacer la experiencia aún más compleja. Es lento y bastante largo en comparación al resto, lo que lo hace el más trabajado y completo del compendio, aunque no por ello, ni mucho menos, el más divertido o que nos gustará más.