Cosa de dos

Esta es la historia de un lento pero inevitable descenso a las profundidades más agobiantes. Una historia de compañerismo y colaboración en la que dos mercenarios se ven en la necesidad de seguir el oscuro camino en el tenebroso mundo de Kala Moor. Dos mercenarios prácticamente antagónicos, con una irónica elfa llamada E'lara, maestra del arco y la flecha y Caddoc, un gigantón mucho más directo y no falto de humor con un triste pasado. Esta especial pareja intenta dejar atrás sus historias siguiendo el camino del mercenario: hacer el trabajo, cobrar y continuar con tu vida.

Y la idea del juego es esa, ponernos en la piel tanto de la elfa como de Caddoc y tratar de cumplir los objetivos cooperando lo máximo posible, sea en partidas con la ayuda de algún amigo o como en campaña de un solo jugador mientras que la IA llevará al personaje que no estemos usando. Nada más iniciarse el juego, Caddoc  tiene unos sueños recurrentes sobre una misteriosa y bella entidad llamada Seraphine que se encuentra atrapada en forma etérea hasta que los mercenarios puedan recuperar su cuerpo físico. El problema es que el cuerpo está bajo tierra, en un lugar donde reina el mal, a rebosar de temibles criaturas, sacrificios y muerte. Es el inicio del largo camino a las profundidades.

Mientras que la historia nunca pasará a estar entre las mejores si que hay que resaltar el enorme reto que han conseguido superar la gente de InXile Entertainment a la hora de hacer un cooperativo divertido, inteligente y con ese sentido que muchas veces se pierde, el de estar realmente colaborando. Ya los mismos protagonistas están pensados para que mientras Caddoc vaya dando golpes a diestro y siniestro, E'lara pueda proporcionar ayuda desde la distancia con sus flechas durante las batallas.

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Utilizando el Unreal Engine 3, en los combates de Hunted: The Demon's Forge si que se nota cierta tosquedad y falta de animaciones en algunos de los personajes con los que nos vamos encontrando. Y el entorno pese a que no hay cambios sustanciales de un lugar a otro (siempre mantiene esa oscuridad y atmosfera inquietante) están bellamente realizados tanto si se trata de pueblos fantasma,  exteriores, o de unas mazmorras que cumplen a la perfección y que más de un juego quisiera para sí.

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En cuanto a los propios personajes Caddoc peca de esa tosquedad que comentábamos(y que se nota más en las cut scenes), quizás por su propio físico mientras que la elfa esta perfectamente diseñada, sobretodo cuando usamos el arco o caminamos con él, porque dejamos la vista en tercera persona típica para pasar a un plano más próximo de su cuerpo en un lateral de la pantalla, muy al estilo Residente vil 5. Es interesante remarcar que en nuestro viaje encontraremos multitud de armas y alguna que otra armadura nueva que se verá reflejado en nuestro atuendo de inmediato.

Durante nuestra aventura nos encontraremos con ciertos cristales que ayudarán a nuestros personajes con habilidades especiales mágicas o de armas. La verdad es que no hay muchas, pero cada una dispone de tres sub habilidades que potencian la habilidad principal. E'lara por ejemplo puede utilizar diferentes tipos de flechas desde las que atraviesan y rompen armaduras hasta caóticas explosiones, y Caddoc puede entrar en un proceso de furia que acaba con cualquier contrario cercano o puede hacer levitar a los enemigos para que indefensos la elfa pueda atravesarlos con sus flechas. 

También poseemos ciertos talentos que se irán desbloqueando a medida que se cumplan los objetivos como por ejemplo un número de muertes determinada y nos darán mejoras de todo tipo, desde munición hasta salud. En cuanto a los enemigos, pese que hay una más de una decena diferentes, no puedes evitar tener la sensación de poca variedad seguramente porque a los que te enfrentas continuamente son los Wargar. Pese a todo saben cuando esconderse, a no quedarse quietos delante de tus flechas y a mantener un buen combate espada con espada.

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Antes de entrar en el tema del cooperativo, debemos remarcar el estupendo doblaje al español  que posee y que si bien hay algunos puntos bajos, ya desde el principio cuando escuchamos la voz de Seraphine podemos intuir un trabajo realmente profesional. Si a eso añadimos que hay muchos momentos de cierto humor entre los protagonistas, se consigue que en más de una ocasión tengamos una sonrisa en la cara con las ocurrencias que ellos mismos tienen durante la aventura. Pero para ser francos, tampoco es que tengan unos diálogos y una narrativa como para ser recordado.

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Donde más se disfrutará sin duda Hunted: The Demon's Forge será con algún amigo de turno para jugar en cooperativo. La posibilidad de explorar las inquietantes profundidades con un amigo durante la docena de horas que dura el juego, es una experiencia gratificante. Otra cosa más dudosa es si la experiencia resultara igual de gratificante al rejugarlo una vez que ya la hayamos acabado. Al perder esa parte de exploración, y una vez conozcamos los secretos en el mapa no hay muchos motivos para repetir la aventura.

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Aunque para combatir eso esta el Crucible, una opción que nos permite editar los niveles que queramos y compartirlo online, pudiendo modificar desde los escenarios hasta el numero de enemigos que nos atacarán en continuas hordas. También hay la opción de jugar por LAN y a pantalla partida, esta última una interesante elección aunque suponemos que por motivos de optimización no son dos pantallas partidas completas, si no que son bastante más pequeñas de lo que deberían ser idealmente.

Los personajes tienen ambos un arco, un arma de corto alcance y un escudo. Durante nuestra aventura encontraremos más y mejores armas (algunas con encantamientos letales), escudos y armaduras pero tendremos que dejar el objeto que llevamos para utilizar el nuevo (al menos en buena parte del juego) habiendo así un movimiento continuo de armas y escudos. Echamos de menos un inventario más amplio para poder utilizar todas esas armas que nos vamos encontrando por las tenebrosas mazmorras.

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En un mercado cada vez más plagado de RPGs de acción y sucedáneos, Hunted: The Demon's Forge sobresale por su apuesta al juego cooperativo pese a que no resalta en prácticamente ninguno de sus otros aspectos. Divertido para pasar un buen puñado de horas jugando con un amigo, puede que se quede corto en cuanto a rejugabilidad y a narrativa (o falta de ella). En cualquier caso, el juego consigue su propósito al transportarte de lleno a la  ciudad fantasma de Dyfed, a los oscuros túneles de Kala Moor y más allá en las estepas salvajes, pese a que de sorpresas, las justas.

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