Dungeon Siege III, Impresiones
Obsidian Entertainment toma el relevo en la serie, y nos presenta un nuevo Dungeon Siege. En MeriStation hemos tenido la oportunidad de echar un primer vistazo a su contenido, y te invitamos a dar un repaso a lo que hemos podido ver. ¿Nos acompañas?
Ya han pasado 6 años desde el lanzamiento de Dungeon Siege II, y más de 9 desde que su primera entrega viese la luz en abril de 2002. En un intento por recuperar una licencia que parecía abocada al olvido, Square Enix se arma de valor y publica una tercera parte desarrollada por Obsidian Entertainment. ¿Habrá podido la compañía transmitir la misma esencia que Gas Powered Games en los títulos originales? Con una copia provisional en la mano, intentaremos dar respuesta a la pregunta
No es que se trate de la primera entrega de Dungeon Siege que no ha sido desarrollada por Gas Powered Games, actualmente inmersa en el desarrollo de Age of Empires Online, pero las otras dos ocasiones en las que una tercera compañía pudo meter mano a la licencia fueron las correspondientes a expansiones relacionadas con las dos primeras entregas. Le toca el turno a una Obsidian Entertainment, acostumbrada a tomar relevos y que ha dedicado cerca de 3 años a este producto, siempre bajo la atenta mirada de Gas Powered Games y con la supervisión continua del propio creador de la idea original Chris Taylor.
Hemos tenido la oportunidad de probar una primera versión, aunque es justo decir que el desarrollo se encuentra bastante adelantado, y es que falta poco más de un mes para la fecha de publicación prevista. A nivel de depuración, la copia que se nos ha proporcionado parece correcta, sin errores ni defectos que pudieran achacarse a que se encuentre aún en fase de desarrollo, y perfectamente doblada y traducida a nuestro idioma. Nada parece indicar que el lanzamiento tenga que retrasarse, así que salvo inconvenientes, a finales de junio dispondremos de Dungeon Siege III en los medios de distribución habituales.
El juego ha cambiado ligeramente desde sus primeras versiones, aunque en esta ocasión se repite ambientación y ubicación con su entrega original. Regresamos al Reino de Ehb, antiguo puesto de comercio del Imperio de las Estrellas en el continente de Aranna, que se independizó durante la Guerra de las Legiones. Su poder se mantiene gracias a la 10ª Legión, formada por los hombres más valientes y capaces de todo el continente. Los acontecimientos tienen lugar 30 años después del asesinato del rey de Ehb, momento en el que la 10ª cae y el reino se divide en pequeños estados. De la gloriosa orden solamente quedan unos pocos.
Al empezar una nueva partida contaremos con 4 posibles personajes con los que iniciar nuestras aventuras. Cabe decir que este Dungeon Siege está mucho más orientado a la acción para un único jugador, con lo que la elección de nuestro alter ego es, si acaso, un poco más importante de lo habitual en la serie. Esto no significa que vayamos a ir solos durante toda la partida, porque en ocasiones formaremos grupo con algún compañero durante algún periodo de tiempo determinado, y eso si no contamos con la posibilidad de jugar la partida en modo cooperativo, con hasta cuatro jugadores simultáneos protagonizando la historia.
Se trata de Lucas Montbarron, hijo del antiguo Gran Maestro de la 10ª Legión y habilidoso espadachín, tanto con su espadón como con una espada y un escudo. También tenemos a Katarina, hermana del anterior, que siempre porta sus pistolas y escopeta para acabar con sus enemigos. Reinhart Max es un poderoso mago que siempre se ha dedicado a estudiar los misterios de la hechicería, y Anjali es un espíritu de fuego criado por la Legión, que puede tomar forma de llama para realizar ataques flamígeros. Todos ellos acuden a la mansión que hace las veces de guarida para los últimos miembros leales de la 10ª.
El combate consiste en ir alternando estas teclas para realizar ataques y defendernos. Los enemigos pueden llegar en oleadas de varios miembros, con lo que es importante elegir a quién atacar en cada momento, y eso se hace dirigiendo el cursor hacia el mismo. Un anillo de color nos indica su estado de salud, partiendo del verde hasta la tonalidad roja que indica que sus heridas son mortales. Al morir pueden proporcionarnos orbes de salud, de color verde, o de energía, azules. Existe un tercer tipo de orbes que nos permite desbloquear el uso de un ataque especial, y también dinero y objetos de inventario, como armas o armaduras.
Disponemos de tres posiciones de combate: ataque, ataque alternativo y defensa. Por otro lado, cada personaje puede aprender una serie de habilidades, algunas pasivas y otras activas. Cada una de ellas se relaciona con una posición de combate concreta, de manera que solamente puede utilizarse si estamos usando la misma. Pueden proporcionarnos distintas bonificaciones, sanar nuestras heridas o infligir más daño a los enemigos, y usarlas costará parte de energía. Los talentos son propiedades que nos benefician de manera continua, como mayores aciertos críticos o recuperación de salud o energía con cada enemigo abatido en combate.
Porque, a pesar de contar con algunos toques de rol habituales, el juego se basa en la acción desenfrenada, y eso se traduce en encadenar confrontaciones una tras otra sin dejarnos respirar, cada vez con más enemigos o con oponentes más poderosos. Si somos capaces de usar bien nuestras habilidades y defendernos, no será complicado salir airoso de las peleas. En Dungeon Siege III es mejor no tener tanta prisa y esperar al momento adecuado para golpear, ya que la posición defensiva afecta a todos los oponentes, independientemente de la dirección desde la que nos estén atacando. De rol queda el aumento de niveles, aprendizaje e inventario, nada más.
El juego se basa en viajar entre zonas 'seguras', donde no hay enfrentamientos, y que corresponden con los lugares en los que se finalizan o inician nuevas misiones. Tampoco era de esperar que la linealidad de Dungeon Siege fuera a cambiar con esta entrega. A pesar de que se nos ofrecen varias misiones secundarias, éste nuevo Dungeon Siege se presenta como un juego de rol y acción extremadamente 'pasillero', que no nos deja demasiada libertad para elegir dónde ir o que hacer. Al final, todo se reduce en ir del punto A al punto B sin morir en el intento, y poco más. Sin embargo, eso no quiere decir que la historia no sea de calidad.
El nivel técnico en la versión que hemos probado es bueno, pero tampoco abrumador. A pesar de ser correcto, la cantidad de animaciones es más bien escasa, lo que es una pena teniendo en cuenta que nos pasaremos el 95% del tiempo entablando combates, con lo que puede resultar repetitivo. El sonido es de buena calidad, destacando el doblaje de voces, que suena estupendamente aunque no será en castellano: Aun así, los subtítulos ayudarán integrarnos mejor en la historia. Las primeras carencias detectadas podrían haberse justificado con un apartado técnico más espectacular pero, a falta de la versión final, no parece que vaya a ser el caso.
En un mes podremos ver si el título que llegue a las tiendas es exactamente el que hemos podido probar, o si incluye alguna característica adicional que nos ayude a decantarnos por la opción de Obsidian Entertainment y Square Enix. Hasta entonces solamente nos queda esperar, y cruzar los dedos para que una serie tan interesante pueda salir airosa una vez más.
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