BRINK, Impresiones
El 13 de mayo conoceremos de cerca El Arca y su gravísimo conflicto interno. Hasta entonces, os contamos cómo ha quedado la versión casi final del juego que Bethesda nos ha enseñado en Utah y su amplio catálogo de posibilidades, armas y niveles. Resistentes contra soldados, ¿de qué lado estás? Nosotros del que baña a todo el juego: la diversión.
Poco podemos decir ya de BRINK realmente nuevo o que no se sepa. Mientras esperamos la versión Gold para sacarle toda la punta posible y traeros su Análisis detallado, el Bethesda Gamer's Day de los pasados 12 y 13 de abril en Utah nos brindó la posibilidad de contemplar el esperado juego en todo su esplendor, con su enorme plantel de material totalmente abierto y disponible, en partidas multijugador y single, editor 100% desbloqueado, todos los mapas, misiones de la campaña, etc. Bethesda Softworks sabe que tiene ante sí un título arriesgado, radicalmente diferente a lo que el género shooter nos tiene acostumbrados y que romperá moldes en su faceta online. BRINK es la concepción de multijugador divertido y exigentemente cooperativo en estado puro, una apuesta difícil que puede acabar siendo una de las sorpresas del año.
Si eres de los que aún no sabe de qué va todo esto de El Arca, la lucha entre dos facciones con distintos puntos de vista, la gran innovación que aspira a poseer o las bondades de su juego completamente en equipo, échale un vistazo a nuestras primeras impresiones en profundidad con el primer juego de Bethesda para este 2011 y anunciado en el E3 del pasado año. Splash Damage, compañía afincada cómodamente en el género FPS multijugador y con su último trabajo convertido en el demoledor Quake Wars, es la que está detrás de esta obra con casi tres años de trabajo y retoques para conseguir una "jugabilidad endiablada que no te deje soltar el mando y haga que llames a tus amigos para retarlos sin parar", nos comentaba Paul Wedgwood, director de BRINK y la desarrolladora. "Es un proyecto muy personal, potente y diferente a todo lo que existe hoy. En esta industria, para triunfar hay que destacar, y BRINK es una nueva IP de nuestro estudio con mucho trabajo detrás. Creo que gustará muchísimo a muchos públicos cansados de siempre lo mismo".
Wedgwood habló sobre el desarrollo del juego en esta última fase. "Desde que lanzamos la primera beta, hemos estado recogiendo impresiones de los testeadores y gastando meses en probar y equilibrar, probar y equilibrar, probar y equilibrar... [...]Ha sido un trabajo arduo, de refinar todos los aspectos jugables y hacer el juego que creíamos mejor". No le falta razón. Si BRINK transmite alguna sensación nada más poner las manos sobre él, es lo equilibrado de todos sus personajes en las dos facciones, las cuatro clases y dificultad moderada de los objetivos, cambiantes en cualquier momento a decisión del propio jugador y su ubicación en el escenario con un simple toque a la cruceta del mando.
Paul Wedgwood. |
Una de las sorpresas que se nos ha desvelado al poder contemplar todo el juego completo es el Modo Parkour, que sirve de complemento ideal a sus modos principales y avanzado tutorial de movimientos con el botón SMART pulsado. Muy al estilo de Mirrror's Edge, el juego nos lleva hasta un escenario especial muy vertical en el que ir alcanzando distintos puntos saltando distancias y objetos, corriendo por las paredes, metiéndonos en estrechos huecos, trepando, manteniendo el euquilibrio en barandillas o dejándonos caer y rebotando. El reto es interesante y poner de verdad al máximo este nuevo sistema SMART, enseñándonos sus mejores trucos que luego podremos usar en las partidas de disparos.
"BRINK fue desarrollado en su modo para un jugador, y luego le introdujimos toda la mecánica que ha acabado ampliándolo y siendo la principal". Wedgwood explicaba así que los jugadores que no jueguen online no tendrán de qué preocuparse, pues el juego cuida también este aspecto con una Inteligencia Artificial sorprendentemente coherente y digna de los mejores elogios del género. Jugar la campaña en un determinado bando con compañeros manejados por la CPU o una partida de ocho contra ocho en multijugador con bots no dejará en ningún momento sensaciones de que la máquina está controlando personajes. Es verdaderamente difícil distinguir quién es controlado por un jugador y quién por el sistema.
El modo Campaña tiene diez misiones para cada bando, veinte en total, que narrarán la historia y son muy rejugables por sus enormes posibilidades en cooperativo y distintos puntos de vista que ofrecen según la clase de soldado en que entremos en ellas. Carismáticas y desenfadadas secuencias de vídeo nos introducen cada enfrentamiento defensores-resistentes, mostrando imágenes de los líderes llamando a las filas a sus hombres, personalidad de algunos protagonistas, lo que ocurre en oscuras esquinas y callejones de El Arca o misterios guardados bajo llave que van desvelándose. Toda la trama tiene un aire seriote y profundo a la par que humorístico, con un inteligente equilibrio narrativo que da mucha personalidad al juego. Casi tanta como sus personajes, también fácilmente reconocibles por sus marcadas facciones y aspecto feo en general, que los convierte casi en caricaturas de lo que serían rudos hombres de guerra (defensores de El Arca) y escurridizos y macabros supervivientes (resistentes).
Todo esto, claro está, bajo los patrones del extenso editor de personajes, capaz de confeccionar modelos muy distintos que se ven francamente bien, poligonados y texturizados al máximo, al ser creados. Con todas las opciones del editor desbloqueadas para su uso, el abanico de posibilidades de confección es enorme. Cada vez que terminamos una misión, ya sea en cooperativo o competitivo, el juego nos otorga obsequios que van directos al editor, extras o niveles nuevos. Es raro no llevarse nada en las partidas, pues hay tantísimo material que obtener poco a poco que durante semanas estaremos abriendo más y más diseños, escenarios, vídeos, armas, mejoras para éstas... BRINK busca potenciar mucho la rejugabilidad y sacar partido a todas las posibilidades y modos, por lo que sus responsables no han dudado que esta ya vieja técnica del desbloqueo masivo de más y más material era la clave para mantener su atractivo durante mucho tiempo, además de una experiencia jugable de envergadura, obviamente.
También hemos podido probar en profundidad la customización de armas, cada equipo con las suyas respondiendo a su estética y personalidad característica. Más de diez o doce piezas distintas podrán ser implantadas en cada una de las cuatro partes recambiables de las ametralladoras, pistolas, escopetas o fusiles disponibles. Escoger, por ejemplo, entre un mango u otro hará que tengamos mayor o menor estabilidad y postura al disparar. Lo mismo ocurre con la mirilla o el cargador, capaz de determinar el número de balas o la velocidad de recarga de éstas en el arma y algunos otros parámetros vitales para las partidas en cuanto llevemos varios días jugando y descubriendo todas sus posibilidades y trucos. Ninguna pieza es mejor que otra, todas tienen diferencias y se adaptan a cada forma de juego. El equilibrio o balanceo es tal también en esto que el resultado es envidiable y dará mucha vida al título aun cuando hayan pasado unos meses desde su lanzamiento.
Técnicamente el juuego también ha ganado algunos enteros desde nuestra última toma de contacto con él. A un mejor acabado gráfico y en las animaciones se une ahora su magistral banda sonora, que hemos escuchado con detenimiento y nos ha encantado, aunque a veces resulte algo repetitiva. Otros nuevos puntos a su favor residen en la iluminación dinámica de los escenarios, la posibilidad de identificar objetivos a través de las paredes, la conseguida colocación de torretas, robots y otros dispositivos o las dinámicas seguidas por el enemigo en situaciones límite. BRINK también busca diferenciarse del resto de FPS actuales en estos sentidos y consigue un aspecto visual y jugablemente notable, apoyado este último esencialmente en la adrenalina que disparará llevar a cabo los objetivos sin ser alcanzado.
Médico, tirador, granadero o ingeniero. La propuesta de BRINK desde que elegimos clase es diferente a todo lo que hemos visto hasta ahora y, aunque algo arriesgada para nuestro mercado al priorizar el modo multijugador sobre el single player, su mecánica de juego es capaz de enganchar como pocos títulos lo consiguen. Gráficamente no es ningún portento pero tampoco falla a las expectativas. Lo mismo ocurre con su variedad de situaciones, elevada aunque no sobresaliente. En menos de un mes podremos armarnos finalmente con el juego y descubrir de verdad hasta dónde se ha llegado en esta incansable búsqueda por dar a luz una obra distinta al resto. BRINK es jugabilidad y cooperación en estado puro, un regreso al videojuego como divertimento en compañía que, aunque sirve como título en solitario, gana esta guerra en sus modos para cuantos más jugadores, mejor.