SOCOM: Special Forces, Impresiones
Tras el mediocre Confrontation, la saga SOCOM vuelve a manos de sus creadores, Zipper Interactive, y a las nuestras, que lo hemos podido probar en el PlayStation Experience de Londres. Sus responsables han querido aprovechar la ocasión y nos invitaron a probar cómo nos trasladarán hasta una realista guerra táctica en el sur asiático ante la mejor inmersión jamás vista en la franquicia con soporte para 32 jugadores online, PS Move, y, por supuesto, 3D.
La munición parecía habérsele acabado a SOCOM en su salto a la nueva generación. Su tercera entrega para consolas de sobremesa, SOCOM: Confrontation, nos dejó verdaderamente helados y decepcionados ante lo que prometía ser un salto tecnológico y jugable en toda regla. Sin embargo, ahora la licencia exclusiva de las máquinas de Sony vuelve a manos de sus padres que tanto la mimaron desde el principio, los estudios Zipper Interactive, haciendo del nuevo juego una auténtica promesa que devolverá todo el espíritu a la saga y pondrá para ello toda la tecnología en el asador, alcanzándose un grandioso modo online o la posibilidad de visualizar este maduro y renovado combate bélico hiperrealista en tres dimensiones. El PlayStation Experience de la semana pasada nos dejó probarlo y ver hasta dónde podría llegar, qué se ha conseguido mejorar y por qué debemos decir que no recoge para nada el sucio testigo del anteior capítulo.
La acción en tercera persona aderezada con pausado avance táctico, desarrollado realismo militar y una doble exigencia, de precisión disparando y de estrategia al movernos y pedir apoyo, suponen las patas del trípode que soporta esta experiencia llamada SOCOM, también muy cinematográdica. La licencia siempre ha buscado un notable alejamiento de otros grandes nombres y estilos de los disparos bélicos, como Call of Duty, Medal of Honor o los ya olvidados Brothers in Arms, por poner algunos ejemplos. Y es que si hay algo que ha conseguido este nombre, es mantener la personalidad que tan bien le funcionó en la época de PS2. Su jugabilidad es desafiante e invita a probarlo todo: estrategias de acción, ofensivas en equipo, armamento ligero y pesado, ataques sigilosos, emboscadas, grupos equilibrados o especializados en una mecánica, ataques aéreos... Eso hace que los grandes socomeros lo defiendan a capa y espada, mientras que su éxito comercial no ha llegado nunca a ser como el de las franquicias antes mencionadas, sobre todo fuera de Estados Unidos.
Special Forces buscará eliminar esas barreras. Se aprecia desde que se le echa un primer vsitazo, ya con un sistema de menús más coherente de lo que últimamente nos estaba dejando y un manejo verdaderamente mejorado. SOCOM es ya una saga madura, con bagaje a sus espaldas, y eso se nota en este título, que llegará a las tiendas en esta primera mitad de 2011, probablemente en abril. En su planteamiento, Special Forces también ha ganado y logrará llegar a muchos más usuarios. Se ha adaptado a la perfección a la espectacularidad tan comúnmente exigida hoy en todos los juegos del género de los disparos -sea en primera o tercera persona- y la también necesaria variedad de situaciones. El avance pausado y reflexivo ya no se hace tan lento, y su apartado gráfico ha sido rediseñado casi desde cero. Cambios, evoluciones, adaptación... pero sin perder ni un pelo de identidad. Esto es SOCOM, y ahora mejorado. Simplemente.
Un vídeo introductorio nos muestra el potente y nuevo apartado gráfico, trasladándonos hasta un conflicto actual en algún país del sur de Asia, frondoso en vegetación y claramente en vías de desarrollo. La demo comienza en la selva, en un soleado mediodía que recarga de sombras y brillos todo el entorno, las grandes hojas de las plantas exóticas, el agua o el metal. Nuestra posición es cercana a un accidente de avión, donde los soldados compañeros gritan a nuestro alrededor y ante el que los enemigos no parece que vayan a presentar ninguna piedad; más bien al contrario, usarían nuestra pésima y desfavorable situación para abalanzarse sobre nosotros desde todos los flancos. Desde el primer momento vemos que nuestro soldado, en tercera persona como siempre, empuña una metralleta y tiene más arsenal. Esto nos hace caer rápido en la cuenta de que no estamos viendo el principio del juego, sino un nivel demostrativo de los primeros compases de la Camapaña.
El manejo con el DualShock 3 mantenía las bases de los anteriores SOCOM, modificando pequeños matices y comandos para hacerlo más intuitivo y preciso. Pero queríamos probar lo nuevo, la promesa: el control con PlayStation Move. Tras una primera calibración del nuevo mando con sensor de movimiento de PS3 mediante un menú desplegable que nos pedía que apuntáramos a unas flechas de colores en pantalla y una diana, el juego coloca un enorme puntero amarillo en el centro de la pantalla, justo delante del personaje. Apuntando con el PS Move a izquierda y derecha, el círculo respondía con rapidez y suma precisión, pero para girar la cámara había que llevarlo demasiado hasta el borde de la pantalla, algo que no nos gustó demasiado pero que nos explicaron que probablemente se podría configurar, para que cada jugador elija la sensibilidad de la cámara al girar y hasta dónde llevar el puntero para que comience dicho giro.
El control mediante PS Move parecía funcionar muy bien, aunque si lo comparamos con Killzone 3, nos quedamos con la fluidez de manejo mediante apuntado real del juego de Guerrilla Games. Al hacer zoom sí que hay una inmejorable concordancia del movimiento en pantalla y el de las manos del jugador. La respuesta aquí es perfecta, y realmente transmite una sensación de estar apuntando con un arma de verdad. En el eje vertical, esta sensibilidad baja que nos colocaron para que probáramos la demo del PS Experience era muy de agradecer. Nunca se quedaba la vista en el suelo o el cielo. Esto nos gustó especialmente porque así el personaje no se quedaba jamás vendido en este sentido, como sí ocurre en otros shooters para PS Move o Wii. Por tanto, y tras una primera impresión, creemos que el control con Move guardará su mejor baza en la configuración personal que se coloque cada usuario.
Siguiendo con la misión, la demo nos invitaba a dar nuestros primeros pasos en este entorno selvático y plagado de enemigos, a los que podíamos invitar a un largo intercambio de disparos siendo poco cautelosos, o sobre los que avalanzar a nuestro equipo avanzando con sigilo hasta sus posiciones. Esto nos demostró algo que acompañaría al resto de la demo y seguramente a todo el juego final, y es que el equilibrio entre tiempos a la hora de atacar rápido y mantener un largo combate o, por el contrario, avanzar despacio para hacer un veloz ataque sorpresa es perfecto. Digamos que si limpiar una zona de enemigos nos va a costar siete minutos, podemos gastar uno en avanzar hasta allí llamativamente y seis en mantener la estratégica lucha, o cinco en colocarnos sigilosamente y dos en acabar con todos. Obviamente esta elección no será así en todas las misiones ni estará siempre a nuestro alcance, habiendo enfrentamientos realmente duros, o situaciones que nos obliguen a arrastrarnos para no ser vistos y ni siquiera desencadenar el tiroteo.
Con nuestro avance, debíamos ir despacio, cuidando nuestra vida y munición, y buscando buenas coberturas para no ser abatidos con un par de balazos. El realismo en este sentido vuelve a ser crucial, y es que tendremos que pensar bien cada movimiento antes de ejecutarlo, sobre todo si no queremos perder en dos segundos a la mitad de los miembros de nuestro escuadrón. Otro vídeo enlaza con la segunda parte de la demo, que se mantiene en la selva pero que nos propone enfrentamientos de mayor embergadura, haciendo acto de presencia nuevas y potentes armas, helicópteros o tanques. Los escenarios del juego a lo largo de la Camapaña irán cambiando radicalmente, de la jungla a la ciudad, de la noche cerrada y oscura al día más soleado, de la costa a la montaña... todo para hacer una experiencia jugable y visual rica y completa que muestre todos los lados de la guerra.
Las 3D de SOCOM: Special Forces apostarán más por la profundidad que por el relieve. Las flechitas azules que marcan las posiciones de nuestros compañeros y muchas balas que vendrán hacia la pantalla son los pocos elementos constantes que verdaderamente parecen resaltar del televisor. Obviamente, también habrá realce de elementos en situaciones concretas, como en la mayoría de los vídeos o cuando pasemos cerca de salientes y hojas de plantas. La profundidad, como decimos, sí está especialmente cuidada y bien medida. La lejana vista que tendremos en todo momento del escenario se recrea a la perfección con este efecto. Nuestro protagonista resalta del entorno y la animación del movimiento de los personajes queda bastante más realista de lo habitual con ello. No obstante, podemos decir que hemos encontrado unas 3D un poco más planas que en otros juegos de PS3 mostrados en el evento, como Uncharted 3, Killzone 3 o MotorStorm Apocalypse.
A la espera de probar sus modos multijugador, ya podemos decir que Special Forces apasionará a los seguidores de SOCOM ya en su modo Campaña. Es un regreso a sus orígenes adaptándolos por fin a las exigencias de la actual generación, tales como un control preciso y con posibilidad de utilización de PS Move, mejor y más equilibrado replanteamiento de la acción táctica, potente efecto tridimensional y un apartado gráfico a la altura. Si a esto sumamos que sus posibilidades online serán verdaderamente destacables -con partidas de hasta 32 jugadores, por ejemplo- y su duración considerable, podemos decir desde ya que realmente la saga puede alcanzar en Special Forces su mejor y más accesible entrega, abriéndose paso en el poblado terreno de los action game en primera y tercera peronas. Ahora solo queda que corrija las pequeñas minucias que empañan su mirilla para dar al fin ese disparo certero que la licencia empezaba a necesitar.
- Acción