La guerra continúa

El buen hacer de DICE se hace patente de nuevo en esta expansión de Battlefield Bad Company 2, donde en esta ocasión cambiamos totalmente de situación y nos trasladamos a la guerra del Vietnam. Centrada exclusivamente en ampliar el modo multijugador, encontramos nuevos mapas, armas y vehículos para combatir en este hostil territorio. Quizá no podemos hablar de grandes cambios en el sistema jugable respecto al título original, pero las modificaciones sufridas para adaptar esta ampliación al contexto histórico que trata, hacen que en algunas ocasiones nos parezca estar ante un nuevo título de la saga -obviando la inexistencia de una campaña individual-. Disponible solo mediante los servicios de descarga digital, la guerra se libra de nuevo en PlayStation 3, Xbox 360 y compatibles. Comprobemos las virtudes de estas batallas, que no son pocas precisamente.

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Se hace patente desde los inicios que esta expansión resulta bastante continuista, aunque esto no tiene porqué ser algo negativo, porque se fundamenta en una sólida base multijugador. Las novedades y variaciones las encontraremos en las nuevas armas, conformando un total de quince, adaptadas a su época estéticamente con un look envejecido. Uno de los brillantes añadidos en este apartado es el lanzallamas, herramienta tremendamente útil en algunos entornos preferentemente cerrados, donde su afortunado poseedor obtiene una gran ventaja respecto a los demás. El repertorio restante se adapta a la época, por lo que sufriremos un intencionado retroceso en cuanto a tecnología armamentística que nos obligará a acortar las distancias con nuestros objetivos.

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Podemos ver otros cambios, como por ejemplo la sustitución del C4 por cartuchos de dinamita o el desfibrilador por una jeringa. Su uso, se realiza de forma similar al juego en que se basa, por lo que estas modificaciones son puramente estéticas. Hablando de nuevos vehículos, disponemos de un total de seis distintos, donde podemos encontrar un jeep, un tanque o un helicóptero entre otros.

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Nada más ponernos tras los mandos, podemos comprobar que la sólida base jugable de la saga se mantiene en esta entrega, que se muestra conservadora en cuanto a modos de juego, encontrando los mismos que en Battlefield Bad Company 2. En el modo Conquista, debemos obtener las banderas y capturar los distintos puntos de control de los enemigos, donde podemos regenerarnos y usar los vehículos que allí se encuentren. En asalto, destruiremos las estaciones de comunicaciones de nuestros rivales de dos en dos para poder avanzar, mientras protegemos las nuestras. Patrulla: Asalto es una variante del anterior, y se forman dos equipos compuestos cada una de cuatro jugadores, que se enfrentan en dos estaciones de comunicaciones. En Patrulla contra todos, se reúnen cuatro patrullas, valga la redundancia, y combaten cuerpo a cuerpo, resultando ganador el equipo que logra cincuenta muertes. En la partida hay un vehículo de combate, al que deberemos prestar especial atención si lo obtiene el enemigo, porqué conseguirá una ventaja bastante notable. Tenemos disponible el mismo sistema de clases de nuestros soldados, pero se han reajustado sus habilidades.

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Disponemos de cinco nuevos mapas donde vaciar nuestros cargadores, aunque uno de ellos deberá ser desbloqueado en una original iniciativa por parte de DICE. Este es Operation Hastings, remake de uno de los niveles más exitosos de la entrega de 2004, Battlefield Vietnam. Estará bloqueado en el lanzamiento y para conseguirlo deberemos participar en un reto llamado 'Battle for Hastings', donde los jugadores tienen que sumar 69 millones de operaciones cooperativas, como el sanado, el reabastecimiento o las reparaciones, por citar algunas. Una vez se haya obtenido tal cantidad entre el grueso de jugadores de cada plataforma de forma independiente, se nos desbloqueará este esperado mapa. A partir del 21 de diciembre se empezarán a contabilizar todas las operaciones realizadas, por lo que será necesaria dedicación por parte de todos los usuarios.

Las posibilidades que ofrecen cada uno de los mapas son muy amplias gracias a un variado diseño de niveles, que dota a cada uno de ciertas peculiaridades y los hace muy distintos entre ellos geográficamente, pudiendo encontrar zonas montañosas y algunas más regulares, y también en el diseño de los entornos. Ya sea en una frondosa jungla, recorriendo túneles, en un búnker o un pequeño pueblecito entre otros, siempre iremos probando distintas estrategias posibles para tratar de alzarnos con la victoria, aunque en algunos se hace más obvia la forma de combatir debido a las propias características de cada uno de ellos.

Un ejemplo de las distintas estrategias que podemos seguir lo podemos encontrar en el nivel Hill 137, un escenario que nos invita a usar el lanzallamas y nos da una excelente ventaja gracias a la cantidad de túneles y entornos cerrados que se pueden encontrar. Vantage Point, se caracteriza por sus distintas alturas, mezclando terrenos montañosos con un pequeño pueblo, para terminar en un campo de prisioneros de la Armada del Vietnam. El valle Phu Bai, descrito por los desarrolladores como los campos de arroz, es el entorno más plano, pero la frondosa vegetación hace complicado ver a los enemigos. En el templo Cao Son, combatiremos en dicho entorno por la jungla, pudiendo recibir ayuda de las lanchas que se dediquen a patrullar por la costa. Sin duda, se ha realizado un encomiable trabajo a la hora de equilibrar el sistema de juego, y lo cierto es que se ha cumplido el objetivo, pues la diversidad impera en el desarrollo.

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En lo referente al apartado técnico, podemos decir que este llega a un gran nivel, más que satisfactorio gracias a las virtudes de Frostbite, el motor gráfico de DICE que ya ha demostrado de lo que es capaz. Los entornos donde disputamos las batallas son extensos, con un nivel de detalle muy elevado, donde el fragor de la batalla se hace patente en todo momento pese a la acción que ocurre en los enfrentamientos. Incluso en los momentos de más carga gráfica, toda la acción se mueve con una tasa de fotogramas constante sin el mínimo atisbo de ralentización alguna. Destacan algunos efectos como el fuego, elemento muy bien recreado e integrado en los entornos.

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El conjunto sonoro resulta más que convincente gracias a los realistas efectos de sonido de los que se ha dotado a las armas, las nuevas voces basadas en diálogos reales del conflicto y como novedad, la inclusión de temas musicales de aquellos años, con la posibilidad de cambiar la emisora de radio cuando utilizemos algún vehículo. La ambientación lograda es más que memorable, con piezas como la cabalgata de las Valkyrias o Fortunate Son, de Creedence Clearwater. Definitivamente, volvemos a los años setenta.

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