Un domingo cualquiera

Poco a poco van apareciendo los títulos deportivos que han de acompañarnos durante toda la temporada 2010-2011. Hace una semana analizábamos la alternativa de EA Sports para los amantes de la gestión futbolística, y hoy le llega el turno a uno de los más grandes representantes de este género. Dispuesto a volver a liderar la clasificación durante un año más, Football Manager regresa con alguna nueva incorporación a su plantilla y tratando de seguir siendo la referencia indiscutible en este tipo de juegos.

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Mientras muchos aman la emoción de simular como pegan patadas al balón e intentan marcar goles espectaculares por la escuadra, hay otros tantos cuyo afán no es otro que el de organizar milimétricamente una plantilla perfecta. La cosa cambia, y mucho, cuando el resultado de un partido no se encuentra en nuestras botas y tenemos que depender de las actuaciones de otros para resolver la situación. Las horas de entrenamiento intentando llegar a la perfección, los ratos analizando tácticas y desventajas con la intención de encontrar la forma adecuada de oponernos al equipo rival, las charlas con cada jugador para que den lo mejor de cada uno a la hora de pisar el terreno de juego…

De hecho, para casi todos los mortales Football Manager será la experiencia más cercana a la dirección técnica de un equipo. Y que nadie busque nada más, porque el simulador de Sports Interactive no se lo ofrecerá. Olvidaos de controlar la carrera de un jugador o manejar las finanzas de un club… en este juego solamente tendréis un papel que cumplir, pero nadie ha dicho que vaya a ser tarea fácil. La complejidad que se esconde detrás de los entresijos de este deporte va mucho más lejos de las chilenas y paradas que vemos cada domingo, y tras cada movimiento se esconde un trabajo táctico realizado por un equipo de especialistas de distinta clase.

Empezamos, como otros años, creando a nuestro entrenador, a partir de ahora nuestra representación en el mundo del fútbol. Un completo formulario en el que tendremos que rellenar nuestros datos personales, equipos preferidos e incluso añadir una fotografía nuestra para sentirnos mucha más identificados con el personaje. Acto seguido pasaremos a seleccionar que ligas van a protagonizar nuestra partida, de entre las 117 competiciones repartidas entre 51 naciones. Recordemos que, a mayor cantidad de países y ligas, peor rendimiento del sistema. Y, por otro lado, no seleccionar un país no lo va a eliminar del mapa… simplemente no será una competición principal en la que participar.

Podemos repetir este proceso con cuantos entrenadores adicionales queramos, aunque la conclusión final será la misma: seleccionar un equipo de entre alguna de las competiciones seleccionadas. Este paso puede omitirse, lo que significará que iniciaremos nuestras hazañas en paro y tendremos que esperar a que algún equipo desesperado decida dejar su futuro en manos de un inexperto entrenador. Para gustos están hechos los colores, y es que algunos prefieren comenzar con equipos humildes mientras que otros se deciden por pasar directamente al equipo de sus sueños. Sea como sea, el título de Sports Interactive nos dejará pasearnos por todas estas posibilidades.

Los veteranos en la saga no encontrarán dificultad alguna para guiarse por la interfaz, y los que lleguen por primera vez a este título se darán cuenta de lo extremadamente sencillo que resulta. Navegar por estas pantallas, pues este sería el término más correcto dado que su funcionamiento se basa en hipervínculos que nos permiten acceder a cualquier información simplemente haciendo clic en el término asociado, es simple si tenemos claro que queremos encontrar y desde dónde hemos obtenido el enlace, por si queremos retroceder. De esta manera, hacer clic en un nombre propio, el de un club o en un resultado, nos llevará a la pantalla de información sobre el elemento que hemos pulsado.

Se podría decir que disponemos de 3 tipos básicos de pantallas: opciones relativas a nuestro entrenador, control del equipo o plantilla y partidos o encuentros. El funcionamiento en todas ellas es exacto, así que una vez entendido el método no hay más complicación. Si queremos que el tiempo avance, simplemente pulsaremos en la esquina superior derecha sobre ‘Continuar', y de esta manera el tiempo se detendrá ante un hecho que pueda ser de nuestro interés. Por si no encontramos el término exacto en el que pulsar, un menú en la parte superior contendrá los accesos a las distintas zonas de interés, de forma muy similar a las barras de opciones de la mayoría de las aplicaciones para nuestro PC.

Comencemos por la parte que afecta a nuestro entrenador, y es que no deja de ser una persona, con sus intereses, su forma de actuar y sus objetivos. Un aspecto que influirá de forma importante en nuestra carrera profesional será nuestra manera de tratar las opciones de este apartado. Las fundamentales nos  permiten tratar con la prensa, con los jugadores de nuestro equipo o cualquier otro, los directivos del club e incluso con otros técnicos. Ellos reaccionarán ante nuestros comentarios, incluso aunque no sean directamente al hablar con ellos o ni tengan que ver con su persona. De esta manera nos iremos forjando una reputación dentro del mundo futbolístico.

Por otro lado, nuestras decisiones a nivel técnico irán afectando a nuestro perfil, que irá variando para mostrar estos cambios. Si empezamos a optar por tácticas más ofensivas, nuestra información reflejará nuestra mentalidad arriesgada, si tratamos mucho con la prensa se dirá de nosotros que somos amigos de los medios, si multamos a los jugadores por su comportamiento se indicará nuestro carácter estricto… Y tengamos en cuenta que se tratará de toda una vida profesional dedicada a este deporte, así que todos estos datos irán cambiando conforme vayamos adaptando nuestra forma de comportarnos. Quién sabe, igual nuestro joven y arriesgado entrenador acaba sus años con planteamientos defensivos.

De esta manera se abren nuevas opciones a la hora de negociar de contratos, porque algunos jugadores no querrán llegar a un trato si ya les hemos dicho que vamos a sacarles de la plantilla. Además se añaden clausulas para recompensar a los jugadores que aparezcan en el ‘Equipo del Año' de nuestra competición, aumento de sueldo tras una cantidad determinada de partidos como titular,… Por otro lado, las negociaciones se realizan ahora en tiempo real, donde cada parte irá modificando sus condiciones hasta que alguna decida detener la negociación o dejarla en punto muerto para deliberar. Los resultados son de lo más imprevisible, y el sistema es mucho más dinámico.

Sobre todo porque el perfil de los jugadores y sus agentes responderá a distintos arquetipos, y nunca sabremos de que pasta esta hecho el negociador. En ocasiones pondrán toda la carne sobre el asador, pidiendo cantidades excesivas y clausulas monumentales, pero reduciendo rápidamente sus peticiones. Otras veces serán mucho menos flexibles, y el más mínimo recorte acabará con las negociaciones. Nuestra reputación y la del equipo influyen en el deseo del jugador por unirse a nuestro club y esto determinará, en parte, hasta donde podemos apretar a su representante sin llegar a ahogar. Incluso los resultados negativos serán de lo más variopinto, con la posibilidad de que el jugador no quiera saber nada más de nosotros… jamás.

Esto nos ha llevado al siguiente apartado, que englobaría todo lo relativo a la dirección técnica entre partido y partido. En este aspecto se han incluido mejoras, sobre todo consistentes en nuevos asistentes que nos ayuden a realizar las mejores elecciones tácticas o a plantear el siguiente encuentro de la forma correcta. El primer punto son los entrenamientos, donde Football Manager nos permite crear una serie de rutinas predeterminadas que ejerciten ciertas características. Acto seguido podremos asociar a cada jugador con una rutina, y repartir a los ayudantes del entrenador entre las mismas, o pedirles consejo para que repartan a la plantilla entre los entrenamientos más adecuados para cada uno de ellos.

Por ello es muy importante contar con un equipo competente de preparadores físicos y segundos entrenadores. Sin embargo, puede que las finanzas de nuestro club no nos dejen acceder a cualquiera de estos profesionales, y tengamos que vérnoslas para atraer ayudantes. Su función no es solamente la de ayudar en los entrenamientos, pues los consejos técnicos que recibiremos serán suyos, lo que significa que, cuanto mejor sea el ayudante, mucho más profunda y significativa será su directriz a la hora de recomendar un once inicial, un fichaje, un entrenamiento. Si queremos ser buenos tendremos que intentar rodearnos de los mejores especialistas en cada campo.

Porque en Football Manager no se definen únicamente por sus características numéricas. Podemos tener dos interiores de características muy similares, pero uno de ellos puede preferir controlar el balón y hacer regates, mientras que el otro disparar desde lejos. Aunque ambos puedan ocupar la misma posición, lo recomendable será adaptar el rol en dicho puesto y los parámetros del jugador que lo represente, de manera que le demos a cada individuo las directrices que mejor exploten sus capacidades. Esto, unido a lo que comentábamos antes a la hora de tratar con cada jugador en conversaciones privadas, nos otorga una herramienta muy potente para que el equipo termine jugando como nosotros queremos.

De igual manera que dos jugadores no se comportan exactamente igual, dos equipos no juegan de la misma manera. Este año será completamente obligatorio tener en cuenta el estilo de juego del rival y modificar el nuestro. Para ello disponemos de un apartado de preparación para el siguiente encuentro, donde podemos entrenar a nuestro equipo en 3 formaciones distintas y potenciar aspectos del juego, como la defensa, el balón parado o la integración. Esto se traducirá en que, los días antes del encuentro, nuestros hombres recibirán indicaciones especiales sobre esos temas, intentando así suplir las carencias o potenciar los puntos fuertes.

Por eso se introduce un nuevo componente, y es la pericia de nuestra plantilla con una táctica cualquiera. La traducción directa de esto es la siguiente: si de repente cambiamos de planteamiento, es perfectamente posible que nuestro equipo no sepa ni donde pasar el balón. Cuanto más juguemos y nos preparemos en una formación dada, nuestros pases y marcajes serán más eficientes, lo que podremos percibir en una serie de barras que nos indicarán nuestra experiencia en dichos aspectos. Por extensión, cualquier táctica de configuración similar no nos será completamente desconocida, lo que nos ayudará a realizar pequeñas variaciones según el oponente.

Con esta nueva característica ya no podremos realizar cambios excesivos en nuestros planteamientos. La típica estratagema de cambiar nuestro 4-3-3 habitual por un 5-4-1 contra un equipo mucho mejor que nosotros, intentando sorprender al contraataque o mantenernos imbatidos, dará resultados mucho peores de lo esperado porque nuestro marcaje será mucho menos eficiente y erraremos en los pases, ya que nuestros jugadores no están acostumbrados a las nuevas posiciones y no serán capaces de encontrar a sus compañeros en las posiciones habituales. Aún así, recordad que podemos entrenar 3 formaciones distintas, con lo que tendremos suficientes posibilidades para plantear todo tipo de encuentros.

Antes de cada partido tendremos que mantener una reunión con el cuerpo técnico, donde se nos aconsejará como plantear el encuentro. Los ayudantes nos dirán si lo haremos mejor con pases cortos o un estilo menos directo, incluso si ciertos jugadores no deberían ser convocados por culpa de su bajo rendimiento. También puede pedirnos que aprovechemos la entrevista con la prensa para criticar a un jugador del oponente o lo alabemos, de manera que recaiga mayor presión sobre su figura y rinda mucho peor en el partido que está por disputarse. Por supuesto, hablamos de recomendaciones, y queda en nuestra mano la decisión final sobre cada uno de los aspectos del encuentro.

Como es habitual, durante el encuentro mantendremos el control de la situación de varias maneras. Lo primero de todo es elegir qué profundidad queremos a la hora de narrar el encuentro: todo el partido,  jugadas clave... También podemos seleccionar qué tipo de visualización queremos: narrada o bien la visualización en 2D o 3D. La versión de este año no destaca por sus mejoras gráficas, aunque se han incluido una mayor cantidad de animaciones. A pesar de ello, los resultados simulados siguen siendo completamente realistas, una de las grandes dificultades de mantener un sistema 3D para este tipo de títulos por el problema de mantener las proporciones justas entre el tiempo, la velocidad y el tamaño del campo.

Regresan las opciones de años anteriores: charlas al equipo o individuales al principio, intermedio y final del enfrentamiento, opinión de nuestro segundo entrenador en tiempo real, resumen del rendimiento de cada jugador y equipo, órdenes rápidas sin necesidad de volver a la pantalla de tácticas… Una vez acabado el partido tendremos la posibilidad de leer el análisis de los medios, echar un último vistazo a las estadísticas y cantar el himno de nuestro club o echarnos las manos a la cabeza… todo en función del resultado. Y no podemos olvidarnos de la rueda de prensa post-partido en la que intentarán sacarnos los colores si hemos perdido, o criticar al árbitro o a nuestro oponente.

Y lo que nos queda es continuar con esta rutina tantas temporadas como queramos con los equipos que deseemos, disfrutando de las vueltas que dará el deporte rey gracias a las nuevas promesas que irán llegando, ver como los mejores jugadores de ahora se convierten en entrenadores, dirigir conjuntos nacionales y, sobre todo, seguir acumulando méritos para entrar en la historia del fútbol como uno de los mejores entrenadores. Porque esto es Football Manager, un simulador que podemos extender tantos años como queramos gracias a su potente base de datos y al sistema para generar nuevos jugadores jóvenes con cada nueva temporada que comienza.