Rage, Impresiones

Rage fue una de las revelaciones del pasado E3, recordándonos que id Software aún tiene mucho que decir en el género de los FPS que prácticamente inventó y levantó desde cero ella sola. El nuevo motor Tech 5 les ha permitido crear un gran mundo impropio de lo que hoy en día son los juegos de disparos en general, mucho más lineales y pasilleros, más abierto, con más posibilidades y sobre todo con un apartado visual impactante.

Mucho ha desde que vimos por primera vez las demostraciones técnicas del motor Tech 5 y por eso nos sorprendió ver de qué manera había tomado forma de juego en Rage durante el pasado E3. En esta edición de la gamescom hemos podido ver nuevo material y hablar directamente con los desarrolladores para conocer un poco más como fue el proceso de creación del juego. Una de las cuestiones que más llama la atención es cómo han logrado que luzca tan bien en las diferentes plataformas para las que está siendo creado. A diferencia de lo que suele ocurrir con otros títulos multiplataforma, que se suelen presentar y mostrar en el sistema en el que está más avanzado el desarrollo y que sirve como base (la mayoría de veces, Xbox 360), están enseñándo todas las versiones de Rage sin miedo alguno y al mismo tiempo en conferencias como la QuakeCon.

Para ello asegura que han estado trabajando en paralelo y prácticamente desde cero para sacar lo mejor de cada sistema, en lugar de crearlo todo en uno y luego tratar de llevarlo con mayor o menor fortuna al resto, que siempre sale de algún modo desfavorecido en mayor o menor medida. Además, se han dotado de un mecanismo llamado "Virtual Texturing" que les permite incluir texturas de resolución y tamaños inmensos para abarcar grandes áreas y que éstas sean modificables de manera dinámica muy fácilmente. También permite que el motor cargue la información en memoria según se va necesitando, eliminándole al desarrollador la necesidad de preocuparse por el uso de memoria en distintas partes del juego o según las restricciones de la máquina. Gracias a esto no se necesita, por ejemplo, crear versiones diferentes de un mismo modelado para cada una de las plataformas sino que se diseña una vez y el motor se encarga de optimizar los recursos según sea necesario.

Rage está planteado como un mundo abierto, con muchas opciones para el jugador, algo que desde luego no se estila en la gran mayoría de los FPS con honrosas excepciones como Borderlands. Esto significa que tenemos una aventura ante nosotros, un gran mapeado por descubrir, post-apocalíptico con toques de peli del oeste, y que podemos elegir qué queremos hacer y dónde queremos ir en cada momento, cuáles son las armas u objetos que queremos llevar e incluso hacer incursiones pequeñas en otros géneros como el de conducción, sin olvidar nunca que lo importante siguen siendo los tiros. De hecho, lo anterior da pie a que la jugabilidad tenga mayor variedad en entornos muy diferentes y con retos que podemos afrontar, hasta cierto punto, de la manera que prefiramos.

Está claro que no estamos ante un juego de rol a lo Mass Effect en el que los combates son en primera persona, pero no han perdido oportunidad de tomar algunos elementos del género sin desde luego pasarse a él. Es más, nos dijeron que no tendremos que ir vagando por ahí y hablando sin más con cualquiera que nos encontremos para conseguir conversaciones vacías en muchos casos, sino que si charlamos con alguien será porque realmente tenga algo que decirnos, algún objeto que entregarnos o quiera encargarnos una misión. Por otro lado, las armas se podrán personalizar para adecuarlas a nuestras necesidades en cada momento, cambiando por ejemplo el tipo de munición que utilizan.

Las secuencias de acción que proporciona el juego son realmente impresionantes, tanto en los momentos de conducción como cuando vamos a pie. El arsenal que se despliega ante nosotros tanto nuestro como de nuestros enemigos es inmenso, incluyendo elementos externos tan útiles como torretas que disparan automáticamente a los enemigos o bombas teledirigidas. Al volante probablemente resulta mucho más frenético mientras que en el modo tradicional del género han optado en ciertas zonas por una estética y mecánica más parecida a Doom, más oscura y no exenta de pequeños sustos, mientras que otras son a cielo abierto y tienen un componente quizá algo más táctico. La variedad de enemigos entre mutantes y bandidos nos obligará a actuar de manera diferente contra cada uno de ellos, debiendo hacer frente a cómo son capaces de aprovechar el entorno en el que se encuentran y se mueven por él de forma tan ágil que resulta realmente complicado dar en el blanco.

Quedando aún muchos meses para el lanzamiento de Rage, la nueva apuesta de id Software ya ha sido aclamada por todos los medios y cualquiera que haya tenido ocasión de ver lo que han ido enseñando hasta el momento. Algo nuevo y fresco en uno de los géneros más explotados en los últimos tiempos. Lo mejor de todo es que es sólo el comienzo y que el motor Tech 5, pese a lo aparentemente tarde que va a entrar en la generación actual de consolas, aún tiene mucho que decir. Será con Doom 4 cuando veamos ese siguiente paso y, por las pocas palabras que conseguimos sacarle a los desarrolladores sobre el mismo, tiene pinta de que superarán nuestras expectativas tanto a nivel técnico como con el sistema de juego que implementarán en dicha entrega. Se nos hace la boca agua sólo de pensarlo.