Durante muchos años, el rey de los salones recreativos fue Konami. La compañía se hizo de oro en la época MSX y NES, pero todo lo que le había funcionado quedó apartado en generaciones posteriores. Después de cambiar de rumbo a mediados de los noventa, y perderlo totalmente bien entrado el nuevo siglo, se echa en falta una compañía mítica y clave para el desarrollo de la industria de los videojuegos tal y como hoy la conocemos.
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Inafune, escéptico con la industria japonesa
Scramble, el primer bombazo
Cuando una empresa que ha conseguido crear obras del calibre de Scramble, Gradius, Frogger, Castlevania o Contra tiene como sus últimos productos en la calle a Saw: the videogame o haya retrasado hasta septiembre en Europa a N3-II después de los palos que han caído desde la prensa americana, queda claro que algo no funciona. Tal vez la falta de criterio, la autocomplacencia en según qué casos o las ganas de ganar dinero fácil. O todo un poco, pueden ser los motivos por los cuáles el nombre de Konami no esté entre los más destacados de la presente generación. A pesar de estar entre las cuatro compañías más poderosas de todo Japón.
N3II, retrasado en Europa por las malas críticas
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Saw II: Flesh and Blood, nuevo proyecto
Scramble y Super Cobra
Hyper Sports y Track and Field
Nintendo Entertainment System
La relación de Konami con las plataformas emergentes, en 1985 llega a acuerdos con Nintendo de cara a poder desarrollar juegos en NES, es beneficiosa para ambas partes. Ella nutre de juegos que los usuarios demandan a las consolas y estas se venden como churros. Ese mismo año había salido Gradius, otro nombre ilustre que basándose en los tipos de juego que decidieron diseñar, rompía moldes en las salas recreativa. Lo que había empezado con los matamarcianos tiene una continuidad más que evidente en los juegos de acción lateral como Contra, producto de acción sin descanso desde otro punto de vista que no sea una nave espacial. Todo lo que tocaba se convertía en oro. En juegos de acción estaban a la última, tanto a nivel técnico como jugable. En los deportivos, ya podía ser hockey como Blades of Steel o Double Dribbler, de básquet, que también le sonreía el éxito.
Saga Castlevania
Sunset Riders
Batman Returns en Super Nintendo
Regreso al Pasado: Treasure
Ganbare! Goemon
GTI Club
Hideo Kojima
El paso de Konami por la consola de 64 bits de Nintendo no fue como se esperaba. Mientras se preparaba en Playstation Metal Gear Solid, uno de los mejores juegos de la historia, en la otra acera estaba en el horno Hybrid Heaven. O peor aún, los Castlevania que tenían que hacer el paso a las 3D. Konami estaba lleno de contrastes. Juegos mediocres, malbaratando franquicias importantes, con otros que todavía hoy se recuerdan. Como Castlevania Symphony of the Night para Playstation y Saturn.
Castlevania: Symphony of the Night (Xbox 360)
Silent Hill
Dance Dance Revolution, franquicia duradera
Pro Evolution Soccer 2008 (PlayStation 2)
¿Y nada más? Bueno, sí. La franquicia Winning Eleven mantenía la cara de Konami. Seabass supo avanzar en el género como no se había hecho nunca, y eso permitió que cada vez que salía una nueva versión de ISS Pro, ésta fuera mejor que la anterior. De hecho, desde el 2001 hasta 2006 no hubo ninguna duda al respecto sobre quién era el rey. Mientras los encargados de la saga luchaban contra viento y marea año sí, año también, en la compañía entraban con pies de plomo en la nueva generación. Playstation 2 recibía nuevas franquicias deportivas, muchas de ellas bajo el paraguas ESPN, y otros juegos musicales como DrumMania o Beatmania.
Pro Evolution Soccer
Silent Hill Origins (PlayStation 2)
Curse of Darkness
Pro Evolution Soccer estuvo mejorando durante su etapa en Playstation 2, salvo las últimas ediciones que no dejan de ser refritos sin un trabajo detrás destacable. Los beneficios que la saga dieron a Konami eran totalmente merecidos. El trabajo a nivel jugable podía con las licencias de Fifa de EA. Era el rey indiscutible. Por su parte, Silent Hill había irrumpido con éxito con su gran segunda parte, y ahí encontraron otro filón. Cayeron secuelas y más secuelas, recibiendo con algo de agotamiento la cuarta parte de estos survival horror. Y de hecho, las últimas entregas tanto de Silent Hill como de Pro Evolution Soccer, en este caso por estar centrados -es un decir- con la nueva generación, han marcado la decadencia de una compañía donde ha aguantado, más o menos, el tirón en terreno portátil. Aunque el personaje clave es el del creador de la saga Metal Gear
Saga Metal Gear
Zone of the Enders
Bomberman Act Zero (Xbox 360)
Pro Evolution Soccer 2008 (Xbox 360)
Xbox 360 tuvo el honor de recibir Pro Evolution Soccer 6, el primer paso a la HD de la saga. Aportaba poco, aunque jugablemente mantenía la esencia de la franquicia. Lo que algunos no sabríamos es que ese sería el techo en las consolas actuales. La insistencia por usar un motor desfasado, no invertir lo suficiente en nuevas técnicas (algo impensable a finales de los setenta, si tiramos unas páginas atrás) y dormirse en los laureles, seguramente borrachos de éxito, dilapidaron la saga futbolística más importante de la industria. La edición de 2007 empezaba a mostrar las carencias del equipo de Seabass. Sin un paso adelante gráfico, con un sistema jugable anclado en el pasado (las malditas ocho direcciones para mover a jugadores) y fallos de IA sin arreglar, la saga más importante a nivel comercial de Konami iba sin frenos. Hasta llegar a 2008, donde el avance siguió siendo mínimo y Fifa 09 dio un golpe de autoridad. El año pasado la diferencia fue notable a favor de EA y se ha conseguido que sean pocos los que se crean las promesas de cambios de Konami. Ya que no es la primera vez que aseguran revolucionar el género de nuevo.
Pro Evolution Soccer 6 (Sony PSP)
¿Qué le queda, entonces, a Konami si los juegos musicales no son máquinas de hacer dinero y PES ha perdido el rumbo? Casi nada. No hubo noticias suyas salvo lo ya comentado. Hasta que en el 2008 llegó Kojima y Metal Gear Solid 4. Más de tres millones de copias vendidas y una media de 94 en metacritic. Estas cifras simplemente demuestran por qué hay esa sensación de que Konami y Kojima no son lo mismo. Pero como ya comentamos antes, la compañía no puede vivir de una saga que sale cada tres años de media, y si a eso se le añade una bajada en la producción de franquicias o nuevos productos, durante tres años (2005-2008) no ha habido ningún producto diferente salvo Hellboy: The Science of Evil -y casi mejor no haberlo mencionado- con el que Konami haya intentado salir a flote.
Hellboy: The Science of Evil (Xbox 360)
Silent Hill: Homecoming (PlayStation 3)
De hecho, sólo hace falta echar un vistazo a las notas de PES para ver que las sensaciones son reales. De tener medias alrededor del 90 a pasar estar no más allá del 80. Una rebaja de diez puntos. Y sin más noticias de Konami. Los shooters en tercera y primera persona han copado la generación. Pero otros géneros, como la lucha o la conducción han recuperado o ganado protagonismo. Y la compañía japonesa no ha querido, o no ha sabido, encontrar su lugar. Su último intento para saborear el éxito estuvo en la adquisición de la licencia Saw para videojuegos. Esto se tradujo, el año pasado, en Saw: the Videogame. Un paso adelante para mejorar los survival horrors, inexistentes en esta generación; pero otro paso fallido.
Saw (PC)
Metal Gear Solid: Peace Walker (Sony PSP)
N3II: Ninety-Nine Nights II (Xbox 360)
Si las quejas sobre la sobreexplotación de Silent Hill no hicieron mella, no tienen porque hacerlo unas sobre un juego al que no se le ha mejorado el motor gráfico -digno de generaciones anteriores. Sin contar con la enésima promesa de PES 2011, el juego que más papeletas tiene para hacerse un hueco entre la parte noble de la industria es Castlevania: Lords of Shadows. El acuerdo de Mercury Steam con Konami de finales de 2008 para producir un juego secreto se tradujo en intentar dar el salto definitivo a las 3D con la franquicia más potente, con permiso de Metal Gear, que Konami tuvo en sus incursiones en las consolas de antaño.
Castlevania: Harmony of Dispair
La buena pinta que tiene el proyecto, eso sí, puede quedar como un oasis en el desierto. Aunque la recuperación de la franquicia sería una buena noticia para empezar a caminar. Del resto, muchos descargables, como Frogger Returns, Ben 10 o Castlevania: Harmony of Despair, y juegos de segunda fila con los que intentar sacar dinero fácil: Sports Island 3, La Torre de las Sombras, Def Jam Rapstar, Gormiti: Lords of Nature, Sport Island Freedom o Beyblade: Metal Fusion, Sandy Beach o Karaoke Revolution Glee. Alguien que viniera de finales de los ochenta, sin saber nada del mundillo, se preguntaría donde está la verdadera Konami.
Castlevania: Lords of Shadow (Xbox 360)
Pro Evolution Soccer 2011 (Xbox 360)
Queda claro, vistos los pasos que ha dado Konami durante estas tres décadas, que la situación actual no es fruto de la casualidad, sino de años y años perdidos, sin un camino coherente a seguir y sin dar en el clavo en el momento oportuno. A esto se le suma que en la presente generación ha habido una inadaptación importante. No se han usado motores gráficos a la altura de las consolas, desaprovechando su potencial; se ha apostado por un conservadurismo a nivel jugable que ya no convence a los jugadores, y se ha dado la espalda a cualquier novedad que pudiera cambiar el rumbo. ¿Por qué aquellos que hicieron como nadie shooters adictivos en 2D no han hecho la apuesta por este tipo de género? ¿Por qué una compañía que fue líder en inversión de I+D prefiere sacar juegos sin estar pulidos al máximo? ¿Por qué Kojima es capaz de crear motores potentes, o Nintendo renovarse constantemente, y Konami no? Ellos sabrán la respuesta, pero no es la primera vez que no comprenden al mercado y al usuario. Actitud. Si esta es la cuarta compañía dentro de Japón, tal vez Inafune no vaya desencaminado cuando se desanima mirando a su industria.
[3DS] Metal Gear Solid Snake Eater 3D (Nintendo DS)