[E3] Tom Clancy's Ghost Recon: Future Soldier, Impresiones
Tom Clancy's Ghost Recon: Future Soldier es la nueva apuesta de Ubisoft en el terreno de los juegos de acción. El trabajo de la compañía gala en este E3 ha tenido algunos nombres propios, como el retorno de Rayman o la secuela de la exitosa franquicia Assassin's Creed. Pero entre estos hay otro que ha mostrado motivos para captar la atención. El soldado del futuro según el estudio parisino de la compañía muestra algunas de sus armas después del secretismo en el que se ha visto envuelto en los últimos tiempos. Y en el mejor escenario posible.
Bajo el paraguas del novelista norteamericano, Ubisoft ha sacado adelante algunos juegos de una calidad indiscutible. Sin ir más lejos, uno de los personajes insignia de la compañía, Sam Fisher y sus Splinter Cell, forman parte del tono y la narrativa de este tipo de juegos. En el mundo de los shooters, Ghost Recon es una de las sagas con más importancia para la compañía. Sus últimas andaduras con las dos entregas de Advanced Warfighter eran de alto nivel. No han sido los únicos, ya que el más reciente éxito ha venido de la mano de la saga Rainbow Six, menos táctico pero con un sabor similar en cuánto a puesta en escena.
El objetivo cuando se trata de construir un juego de acción de este tipo ambientado en la época moderna, como pasa con los Tom Clancy's, tiene nombre y apellidos: Call of Duty Modern Warfare. El bombazo que supuso la primera entrega de 2007 y como se desbordó absolutamente todo con la segunda entrega aparecida el año pasado no ha pasado desapercibido por nadie. EA recupera su Medal of Honor para ambientarlo en un conflicto actual, Oriente Medio cómo no podía ser de otra manera, y Ubisoft se puso como objetivo superar la fórmula de Infinity Ward -desdibujada totalmente después de la fuga de trabajadores posterior a Modern Warfare 2- en un título pensado para PC, Playstation 3 y Xbox 360.
Como viene siendo habitual en trabajos que tengan detrás de sí el novelista norteamericano, la acción nos sitúa con un equipo especial, los ghost, que deben luchar contra un grupo ultranacionalista que tiene como objetivo derrocar al presidente ruso. Por lo tanto, enemigos en forma de facciones terroristas y agentes del gobierno preparados para hacer el bien. Nada nuevo en lo que caracterización de bandos se refiere, aunque lo cierto es que acaba siendo uno de los puntos menos importante vistas las bondades jugables de los últimos shooters de Ubisoft. Que no son pocas. Future Soldier recoge el testigo de Advance Warfighter, y se sitúa quince años después en lo que avances tecnológicos se refiere.
Por lo que se ha podido comprobar durante el E3, la nueva entrega de la saga Ghost Recon, que se presentó en enero del año pasado y ahora empieza a tomar forma, tiene muchas similitudes con su antecesor. No significa que sea una secuela al uso, pero sí que se repiten mecánicas y situaciones ya vistas. Aun así, el primer contacto con Future Soldier demuestra que hay una cantidad de objetos nuevos que diferencian mucho a GRAW de este nuevo shooter moderno. También se ha enfocado mucho más a la cooperación, posible con hasta cuatro jugadores a la vez (aunque esto elimina las órdenes que se podían dar a los miembros controlados por IA), algo ya habitual en los tiroteos de la presente generación.
Tres lustros por delante, los ghost trabajan con una tecnología que no está ni disponible para todos los ejércitos ni tampoco se tiene conocimiento. Se trata de objetos y armas que se encuentran en una fase experimental, aunque sean básicas para el bien de su misión y de su vida. Esto se traduce en un arsenal mucho más potente y desequilibrante que el de las tropas enemigas, algo que compensa el hecho de estar en inferioridad numérica (un escuadrón de cuatro ante decenas de terroristas). El toque táctico no desaparece de la franquicia Ghost Recon, y eso se nota también gracias a otros artilugios a los que los ghost tienen acceso, aunque parece ser que las órdenes no serán tan completas como en anteriores entregas.
Por ejemplo, podemos usar distintos trajes ópticos. Esto sirve no sólo para poder ver en la oscuridad y detectar a los enemigos, sino que sirven también como un objeto de defensa. Gracias a ellos podremos camuflarnos adoptando distintas tonalidades. Pasar desapercibidos e intentar actuar con sigilo es básico si no se quiere acabar, literalmente, frito. En el E3 se pudo comprobar como gracias a este traje los jugadores podían deslizarse por el suelo hasta llegar a los enemigos y abatirlos sin crear ruidos innecesarios. Esta vez, acercarse cuerpo a cuerpo ya no es una quimera como pasaba en anteriores entregas, en las que ser detectado era morir al instante.
De hecho, el ejemplo más claro está al inicio de lo que Ubisoft dejó probar. Acercarse sin que nadie se entere a la espalda de un enemigo. Disparo a la nuca y muerte. Una pequeña sombra, casi invisible, se convierte en la figura del soldado ghost, que pasa desapercibido. Avanzamos, nos cubrimos, volvemos a usar el camuflaje y nos ponemos en posición franca para poder cargarnos a otro vigilante. Será la tónica general tanto para matar a quemarropa como para apuntar de lejos y realizar de esa misma manera el trabajo. El jugador podía, por ejemplo, romper el pescuezo a un enemigo montado en una torreta y dejarlo colocado de tal manera que los otros no sospechen que está sin vida.
Controlamos al personaje con la vista en tercera persona al estilo Gears of War. Este se mueve de manera ágil por el escenario buscando cobertura. Cuando se encuentra, sigue la cámara en tercera persona, pero puede variar. Si asomamos la cabeza para apuntar pasaremos a la vista en primera persona, algo que también pasa si estamos apuntando de manera normal. La combinación entre los dos puntos de vista es más que acertado, y no parece que esté mal adaptada por lo visto. Le da un toque más espectacular al poder ver nuestros movimientos, tanto al buscar coberturas, hacer ejecuciones, etc. Como a la hora de apuntar con la precisión de un FPS.
La cooperación parace ser que será clave para el éxito. Durante la parte jugable del juego se pudo comprobar cómo un jugador avanzaba detrás de un enemigo, lo cogía y otro acababa con él. Tal vez innecesario un dos contra uno, pero más relevante en otras situaciones. Mientras el ghost principal se acerca a un general, justo en el momento de cogerlo para acabar con él, el resto de escuadrón disparaba a la vez a los otros enemigos, haciendo que todos caigan a la vez y no se dispare la alarma por las advertencias de algún superviviente.
Si a esto le añadimos la espectacularidad de tener armas tan potentes que nos permiten apuntar con precisión quirúrgica (y efectos visuales igual de espléndidos) un piloto de helicóptero a cientos de metros, la destrucción de elementos de cobertura, o el apartado técnico, muy potente tanto a nivel de personajes como de efectos (cristales rotos, sangre derramada, polvo, fuego) o de texturas a en todos los terrenos y objetos, lo cierto es que es otro juego a tener en cuenta. Al menos, la atención a nivel de espectacularidad y efectividad audiovisual ya lo tienen en el bolsillo. Faltará ver dónde queda respecto el listón que ellos mismos han elegido: Call of Duty. Aunque por desgracia no será hasta el primer trimestre de 2011 que se podrá comprobar
Tom Clancy's Ghost Recon: Future Soldier
- Acción
Nueva entrega de la saga Ghost Recon, que en esta ocasión tendrá lugar en el año 2014 por lo que la mejora tecnológica tendrá efectos muy notables en el desarrollo de los combates en primera persona..